El papa Francisco dijo hoy que aunque desconoce qué pasará con el inicio de las negociaciones Gobierno-oposición en Venezuela, apuesta “todo” y “de corazón” por el diálogo por ser la única solución a los conflictos.
“El diálogo es el único camino para todos los conflictos. Si no se dialoga, se grita y no hay otra solución. Yo, de corazón, apuesto todo por el diálogo y creo que se tiene que ir por este camino”, dijo en el vuelo de regreso a Roma desde Suecia preguntado por los medios que viajaban con él, entre ellos Efe.
Calificó la situación como “compleja” y elogió a la “importante estatura política” de los negociadores, el expresidente del Gobierno español José Luis Rodríguez Zapatero y los exmandatarios de Panamá Martín Torrijos y de República Dominicana Leonel Fernández.
Recordó “que ambas partes pidieron que la Santa Sede estuviera presente en la mesa de diálogo y se designó al nuncio en Argentina, Emil Paul Tscherrig”.
Recalcó que “el diálogo es el único camino para salir de los conflictos” y que “si esto se hiciese en Medio Oriente se hubieran ahorrado muchas vidas”.
Sobre la reunión que mantuvo el pasado 24 de octubre en el Vaticano con el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, y tras la que se anunció el inicio del diálogo, el papa se limitó a contestar que el mandatario pidió una cita ya que hacía escala en Roma.
“El presidente de Venezuela pidió una reunión porque volvía de una gira en los países árabes y hacía escala técnica en Roma. Ya había venido en 2013 y después me pidió otra cita pero se enfermó y no vino y cuando un presidente pide ser recibido, pues se le recibe”, afirmó el papa argentino.
“Le escuché durante media hora. Yo le hice algunas preguntas y escuché su parecer, siempre es bueno sentir todas las campanas”, agregó Jorge Bergoglio.
Incertidumbre, tropiezos, ventajismo. El primer capítulo de esta serie de reuniones estuvo plagado de dudas y críticas a ambos bandos. Dos expertos analizan en Runrun.es las intríngulis de lo ocurrido este domingo
@loremelendez
Una etiqueta se mantuvo durante todo este domingo en el Top 10 venezolano de Twitter: #DiálogoSíGolpeNo. Con esta frase, los chavistas dejaban en claro que estaban a favor de la reunión que el Vaticano, Unasur y tres presidentes iberoamericanos habían dispuesto para este 30 de octubre con la intención de hacer que gobierno y oposición se sentaran a conversar y a dirimir sus diferencias en torno a la crisis que sacude al país. De la Mesa de la Unidad y su disposición de asistir se supo pasadas las 7 de la noche. La incertidumbre de lo que allí pasó se mantuvo hasta el final.
“Lo ocurrido el domingo es un paso de siete leguas, porque hasta ahora la propia MUD había descalificado la posibilidad del diálogo”, señaló el politólogo y profesor universitario Carlos Raúl Hernández. “Si esto se mantiene en el tiempo, sería un extraordinario éxito”, apuntó.
Las dudas de saber si los miembros de la Unidad estarían o no en la cita fijada para el domingo pueden tener varias lecturas. Para Hernández, el hecho de que entre sus dirigentes se hiciera una reunión de 7 horas para tomar una decisión sobre el asunto, significó un reflejo de las inseguridades que existen en la coalición, las cuales tienen su génesis en los encuentros fallidos anteriores al diálogo. Tal incertidumbre creó, según el politólogo, una “situación nefasta en la opinión pública”.
“La Unidad no estaba preparada para este escenario. Hay un miedo sobre la reacción que los venezolanos pueden tener contra ellos (los partidos opositores) por haber asistido (…) Pero más allá de la incertidumbre, se cometieron muchos errores de gran importancia en el mensaje que transmiten. Por ejemplo, nunca se prepararon para crear un entorno positivo por su visita, tampoco se acordó cómo se iban a sentar”, explicó el profesor universitario en alusión a la posición que tuvo el Nuncio Apostólico de Venezuela, Aldo Giordano, quien se ubicó del lado del chavismo.
Pero hay otros que creen que la tardanza era necesaria. Óscar Lucien, sociólogo, cineasta y coordinador de la Asociación Civil Ciudadanía Activa, indicó que la demora para tomar la decisión era “normal”.
“Estamos viviendo un momento de crisis y muchos estiman que la propuesta del diálogo no es sincera, sino para ganar tiempo. Sin embargo, en cualquier circunstancia, el diálogo es una plataforma que debe tomarse en cuenta”, agregó.
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