"Dialogamos o nos matamos"
Sin una representación estudiantil el diálogo no va para ningún lado
ANDRÉS F. SCHMUCKE G.
| EL UNIVERSAL
sábado 19 de abril de 2014 12:00 AM
Para el recuerdo quedará el discurso de Ramos Allup, la intervención de Artistóbulo, las acotaciones sin sentido del Vicepresidente Arreaza, la participación de Henrique Capriles, el cierre de Jorge Rodríguez y las frases de Henry Falcón: "O dialogamos o nos matamos". Y es mejor que dialoguemos rápido o vamos a pasar a ser una especie en peligro de extinción.
Si fuéramos un país normal, la norma sería que el Gobierno y la oposición pudieran sentarse en una mesa y resolver sus diferencias, pero aquí esa es la excepción a una regla. Lo positivo es que el Gobierno escuchó las quejas y se le presentaron algunas soluciones para la resolución del conflicto. También mucha gente que no tiene la oportunidad de ver ni escuchar a la oposición, lo hizo en vivo y directo a través de una cadena nacional. Lo ideal sería que esa primera reunión fuera la piedra fundacional de un proceso de cambio que nos lleve a la paz en el país. La realidad es que, en mi opinión, no pasará absolutamente nada. "O dialogamos o nos matamos", esa frase debería darnos vueltas en la cabeza, porque es como una profecía de lo que nos depara el futuro.
@andy_schmucke
Carta a los estudiantes venezolanos
del poeta cubano Armando Valladares
El poeta cubano
Armando Valladares estuvo preso por disidente en las
mazmorras de Fidel por 22 años, desde la edad de los 23 años, en 1960, y
la desnutrición a la cual fue sometido intencionalmente lo
dejó paralítico por cinco años. Es un aguerrido luchador democrático, y amigo
militante de Venezuela. En estos momentos dirige esta extraordinaria Carta
Abierta a nuestros estudiantes la cual merece tener la mayor difusión:
Cuando ninguno de ustedes había nacido, yo estaba ya en las
cárceles políticas del tirano Fidel Castro. Me llamo Armando Valladares y
después de ustedes, los venezolanos, no existe nadie en el mundo que desee más
la libertad de su Patria que yo, igual sí, pero más no. Desde que ustedes se
lanzaron a las calle, yo casi no duermo, paso horas sentado frente a mi
computadora reenviando todo lo que llega de las protestas, de los atropellos y
asesinatos cometidos por el régimen.
El gran enemigo de la Libertad que ustedes están conquistando, no son los mercenarios del tirano Fidel Castro, ni siquiera Maduro y sus motorizados. El más grande y peligroso enemigo es el DIÁLOGO. El gobierno de EEUU, la Unasur, el Vaticano, la Mesa de la Unidad Democrática, algunas organizaciones y falsos líderes que ya ustedes conocen, están conspirando para escamotearles el protagonismo que ustedes tienen en esa lucha.
El Diálogo es una traición a la
memoria de las decenas de estudiantes que ofrendaron sus vidas en las calles;
el diálogo con los asesinos y torturadores, con los que tienen las manos
empapadas de sangre inocente, es una infamia para los que la derramaron.
El representante de la Mesa de la Unidad
Democrática, el Sr. Ramón Guillermo Aveledo, se autoproclamó representante de
la oposición y habló de sentarse a dialogar confiado en la “buena fe” de
Maduro. El cinismo de esta declaración es inaudito, indignante, y este señor
pasará a la historia como el gran traidor de todo este proceso, su afán
protagónico no tiene límites.
Desautoricen a todos esos que se
auto-titulan representantes de la oposición. Desmientan a los que están
diciendo que representan a los estudiantes. Rechacen a esos fariseos que dicen
estar “bien intencionados”. Los venderán, los traicionarán. Decía José Martí,
el Apóstol de la independencia de Cuba que: “La historia de los pueblos la
escriben los que se rebelan, no los que se someten.” Ustedes están escribiendo
la historia. Ya la lucha no tiene los mismos objetivos que tenía cuando
comenzó, hay mucha sangre derramada.
El solo hecho de que Maduro,
recibiendo órdenes de Cuba, esté pidiendo el diálogo casi de rodillas, es una
prueba irrefutable de debilidad. Dialogar es salvar al régimen, es tirar
al basurero el sacrificio y la muerte de tantos jóvenes. Si terminan las
protestas el régimen se consolidará en la represión; si pierden las calles,
habrá dictadura por muchos años.
¡Rechacen el diálogo y a los que se
presten a él. El futuro está en las manos y en el corazón de todos ustedes! La
única solución es la caída del régimen…¡¡y el que se canse pierde!!
¡¡Abajo el infame diálogo!!
Armando Valladares Pérez (30 de mayo de 1937) es un escritor cubano y ex embajador estadounidense, aunque trascendió a la opinión pública internacional como prisionero político y de conciencia, por sus 22 años en prisión y su carácter de opositor a la revolución cubana. Fue encarcelado en diciembre de 1960, a los 23 años de edad, pasando en prisión un total de 22 años.
Valladares afirma que la causa había sido negarse a estampar en su escritorio de trabajo una calcomanía pro-comunista. Por su parte, según el gobierno cubano y la prensa de la época, habría trabajado como policía en el régimen de Fulgencio Batista y detenido acusado de amenazar la seguridad del Estado, a causa de haber colocado cajetillas de tabaco rellenas de explosivos en lugares públicos en La Habana, como parte de una célula terrorista (en la que también se encontraría, según esta versión, Carlos Alberto Montaner)1
Según los detractores del régimen cubano y el propio Valladares, se le sometió a diversos tipos de tortura: palizas, experimentos psicológicos, biológicos, y aislamiento.2 También afirma haber sido sometido a campos de trabajos forzados, y a varios años de confinamiento solitario en una celda sin luz ni natural ni artificial. Desde esta versión, en 1963, cuando se le dio un uniforme azul (que identificaba a los criminales comunes), lo rechazó, prefiriendo mantenerse desnudo.3 En sus 22 años de prisión, Valladares recibió 13 visitas
Según estas fuentes, por rehusarse a participar en programas de "rehabilitación política", se le mantuvo por 46 días sin alimentos; esto lo debilitó a tal punto, que debió ser relegado a una silla de ruedas por 5 años La versión del gobierno cubano es que Valladares se hizo pasar por paralítico, lo que fue empleado como argumento en la campaña internacional en favor de su liberación (su única obra publicada en prisión fue el libro de poemas Desde mi silla de ruedas). Si bien es cierto, Valladares fue llevado en varias ocasiones a hospitales de la isla, negándose a hacer un reconocimiento.
Reconocimientos
El PEN Club de Francia le otorgó el Premio Libertad, que sólo se da a escritores presos. Luego de que comenzara la campaña por la liberación de Valladares, y después de que fuese adoptado por Amnistía Internacional como "prisionero de conciencia", las autoridades cubanas describieron al prisionero como un "traidor" y afirmaron que Valladares había sido un integrante de la policía secreta de Fulgencio Batista, derrocado por la Revolución cubana de 1959. Finalmente fue liberado en 1982, y emigró a Estados Unidos.Las memorias de Armando Valladares, tituladas Contra Toda Esperanza, se convirtieron en un superventas internacional. El entonces presidente estadounidense, Ronald Reagan -a instancias de su hija, Maureen Reagan- nombró al cubano como embajador de los Estados Unidos en la Comisión de Derechos Humanos de la ONU. Reagan le concedería además el máximo reconocimiento civil estadounidense: la Medalla Presidencial del Ciudadano. Un extracto de su historia, incluso, aparece publicada en las Selecciones del Reader's Digest del año 1983.
Armando Valladares ha hablado en la Asamblea General de las Naciones Unidas y ante grupos legislativos en Europa y América. Fue uno de los fundadores de la organización anticomunista "Resistencia Internacional", así como de la Coalición Europea de Comités Pro Derechos Humanos en Cuba. Actualmente es el presidente del Proyecto Valladares, una organización internacional sin fines de lucro que aboga por los derechos de los niños. Además, fue el presidente del Consejo Internacional de la Fundación de Derechos Humanos hasta su renuncia, el 2 de julio de 2009,4 por su discrepancia con la organización respecto al Golpe de Estado en Honduras de 2009, al estimarlo una reacción legítima a lo que consideraba un ilegal giro al totalitarismo neocomunista del Presidente Zelaya.
Valladares fue uno de los amigos más cercanos del disidente Pedro Luis Boitel.
Libros de su autoría
- El Alma de un Poeta (1988).
- Contra Toda Esperanza: 22 Años en el Gulag de las Américas (1985).
- Cavernas del Silencio (1983).
- El Corazón Con Que Vivo: Nuevos Poemas y Relatos desde mi Silla de Ruedas (1980).
- Desde mi Silla de Ruedas (1976).
- Con su propia sangre.
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