Venezuela, las ideas no muerden; por Gisela Kozak Rovero
Por Gisela Kozak Rovero | Pro Da Vinci 17 de Octubre, 2012
Henrique Capriles Radonski creó una épica opositora, la del David incansable enfrentando a Goliat, conjugada con la gestión del candidato como funcionario y el esfuerzo racional de la MUD. Las primarias para todos los cargos a elecciones y la plataforma de centro-izquierda que apoyó a Capriles significan una original opción frente a la izquierda autoritaria que ha tenido eco en círculos intelectuales y políticos de todas partes del mundo y en países de la región. Pensemos, discutamos e inventemos de cara al futuro y en términos no exclusivamente electorales.
I. ¿Quiénes votaron por Chávez?
Ocho millones de personas no solo votaron por el gobierno por necesidad, miedo o “amor”. Hay estudiantes, profesionales, sectores populares organizados y gente de a pie que votan por razones ideológicas, culturales y políticas y pertenecen a los sectores D y E. La propaganda gubernamental tocaba la equidad de género, la tecnología, la cultura y la masificación de la educación superior, nosotros no. Olvidar las diferencias culturales, regionales, sociales, étnicas, educativas, de género, orientación sexual, etc.,disminuye el alcance de una política democrática, pues la gente es su historia y su identidad no sólo sus necesidades básicas. Las revueltas religiosas o los millones de estudiantes universitarios en el mundo que se han vinculado con promesas de redención social, política y étnica demuestran que las ideas movilizan. No se trata de abstracciones: “libertad”, “democracia”, “instituciones” “derechos” dejan de ser palabras cuando se vinculan con la vida propia: el voto homosexual y lésbico ha cobrado importancia en otros países por esta razón.
II.Se trata de política, no de cerveza
Necesitamos más política e ideas y menos “marketing”. Chávez también fue una cara nueva. Lula, Bachellet, Rouseff, Lagos, Mojica y Bachelet cambian sus sociedades por ser grandes políticos, no por jóvenes. Este mercadeo menosprecia la discusión ideológica. De cara al futuro, hay que desmontar el discurso maniqueo del gobierno poniendo en evidencia, como dice Roberto Mangabeira Unger ex-asesor de Lula, que la división capitalismo-socialismo, entendida en el sentido de derecha e izquierda, es un absurdo pues lo que existe en el mundo es una economía de mercado enmarcada en naciones con sistemas distintos entre sí. Una cosa es Suecia y Brasil y otra China y Venezuela. Y tales diferencias comportan diferencias de agenda respecto a la equidad de género, el aborto, la legalización de la marihuana, la inversión social, el papel del estado en la economía y el ambiente, o respecto a temas como el racismo, el machismo, los derechos civiles de homosexuales y lesbianas y el papel de la ciencia y la tecnología en la solución de los problemas colectivos. Quién piense que estos temas no tienen que ver con la pobreza, debería abrirse a las discusiones internacionales aunque sea porque perdimos
III.La agenda de lo inmediato
La agenda de lo más inmediato debe continuar pues significó la salida del atolladero opositor de un discurso de principios democráticos que no decía nada a mucha gente; pero se pueden plantear los temas de la política del siglo XXI partiendo de las dificultades concretas que hay que resolver. Pongo un ejemplo: la superación de la pobreza no es solo el asistencialismo, es también que las mujeres tengan mucha mayor decisión en términos de su vida personal y social, lo cual no puede reducirse a guarderías o a “proteger” a las madres adolescentes La inserción educativa y laboral de éstas, el aborto y la salud sexual reproductiva son entonces los temas. Así mismo, hablar de educación no es solo proveer desayunos y uniformes sino involucrar la ciencia, la tecnología, la formación para el trabajo y la diversidad cultural para lograr una mayor responsabilidad reproductiva, productiva y ciudadana.
Seamos audaces en propuestas y temas, el gobierno es el que tiene que ser conservador pues teme perder el poder del superestado asistencialista.
IV.¿A la gente no le importa eso?
La renovación de la cultura política requiere que nuestros líderes orienten los cambios apelando a aspiraciones imposibles de satisfacer con la revolución y que valoremos el pasado y la historia pues las sociedades no son iguales a sus gobiernos. El gobierno se aprovecha de nuestras fallas educativas y comunitarias para sepultar nuestros logros colectivos o venderlos como suyos. Cómo me hubiera gustado que las periodistas además de halagar el atractivo del candidato HCR, coquetería válida, lo hubieran interrogado también por las metas del milenio de Naciones Unidas o por el aborto. Y no me vengan conque este tipo de reivindicaciones no interesa a las mayorías.Acción Democrática planteó el voto de la mujer en los años cuarenta desafiando el machismo pues había que enfrentar el peso de lo militar y ganar adhesiones en nuevos sectores; hizo historia como los comunistas con la huelga petrolera de 1936.
V.Somos distintos
Hablar con el lenguaje conservador de la revolución por miedo a perder votos es perpetuar su poder y significa inclinarse ante un petroestado cuya renta lo ha convertido en la medida de la vida nacional. La gran política permite encontrarnos en nuestra herencia, no en la carencia, pero si no sabemos qué nos une, el adversario ganará: tiene el dinero y el poder. Es tiempo de ideas y de renovación política-ideológica, las cuales pueden florecer en las peores condiciones. Universidades e intelectuales deben ponerse a tono. Y las organizaciones políticas y sociales también pues hay que formar a los jóvenes, que sumarán voluntades, ideas, aspiraciones y votos en los próximos años
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