Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 24 de febrero de 2013

De Coromotico y sus ranchos con antena de TV y carro en la puerta del caricaturista Zapata allá por los años 70 al sapo que abusa del poder del Zapata de ahora


El fin de los milagros

No estamos ante la ceremonia del adiós de un solo protagonista de la historia contemporánea

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ELÍAS PINO ITURRIETA |  EL UNIVERSAL
domingo 24 de febrero de 2013  12:00 AM
El hombre que todo lo podía, o que decía que todo lo podía, o de quien se pensaba que lo podía todo, ni siquiera puede salvar su vida cuando está en una edad prometedora para el común de los mortales. Depende del prójimo, por primera vez ante los ojos de todos. No se puede fiar de su voluntad personal, como en tiempos dorados, sino de lo que buenamente puedan hacer los demás para sacarlo del supremo atolladero. No es capaz de mostrarse ante quienes admiraban la potencia de sus virtudes, para evitar la devastadora exhibición de sus límites como líder y como individuo; para eludir el contraste entre los atributos que pregonaba, o que se le concedían con entusiasmo, y la decrepitud en la cual se resumen sus miserias de ser humano destinado a la ceniza y los límites de la época que él representa.

Tal es el rasgo fundamental del drama que hoy contempla Venezuela, relativo al jefe del Estado, a quienes han creído en sus promesas de felicidad imperecedera y aun a quienes presenciamos la elevación de su liderazgo sin encontrar la fórmula adecuada para decir y ver temprano lo que decimos y vemos ahora con propiedad debido a las señales incontestables del entorno. Se está tratando de impedir la apreciación del fenómeno mediante el anuncio de su recuperación física, mediante el pregón de que vivirá y vencerá, o bien preparando el altar de un culto mediante el cual se pretenderá estirar un reinado traspasado a las manos de un par de albaceas-sacristanes, pero el esfuerzo solo puede ser un trajín de corta duración debido a que, necesariamente, a la fantasía le faltarán parapetos para evitar el vendaval de los hechos concretos. El vencedor del pasado será el derrotado de nuestros días, la promesa de ayer será, sin atenuantes, desencanto y desengaño de un presente conminado a ser otra cosa por la fuerza de las circunstancias. De allí la importancia de la mengua personal que se experimenta, según nos han dicho, en las paredes herméticas del hospital militar.

Porque no es solamente una mengua personal, sino también el ocaso de los anhelos de quienes creyeron en los milagros del milagrero. El asunto consistía, en los últimos trece años, en ponerse a esperar las dádivas del mandatario pródigo, en recibir bienes y favores sin esfuerzo de ninguna especie porque tal era el orden de las cosas. Solo era asunto de mirar hacia la generosidad de un hombre de quien se podían esperar los dones del paraíso. Como debe ocurrir siempre a los habitantes del paraíso, es decir, por una especie de unción sobrenatural que establece un vínculo permanente entre el fabricante del edén y los edénicos. Pero la situación se complica, hasta el extremo de la finitud, cuando desaparece el artífice de las maravillas y los maravillados descubren que el valedor valía menos de lo que ellos imaginaban, no en balde los abandona en medio del festín sin dejar provisiones para el sendero no emprendido todavía. ¿Cómo hacen en adelante, especialmente cuando no encuentren un sustituto en quién confiar de veras, cuando no se arrojarán con comodidad y confianza en el regazo reemplazante que se les pueda ofrecer a duras penas?

Un enigma que no tardarán en resolver, seguramente, si se considera cómo los mismos albaceas-sacristanes, mientras se ocupan de la beatificación del seráfico doliente, hacen también el trabajo de incendiar las praderas de su pensil. Han cambiado de repente el papel de arciprestes de la basílica en ciernes por el paradójico trabajo de abogados del diablo, no en balde encienden la candela de la devaluación debido a la cual comienzan a evidenciarse la debilidad de los portentos del candidato a bienaventurado y las troneras de la mansión que no pudo construir. El paraíso no está sujeto a remiendos, ni su hacedor a rectificaciones, a menos que se comprueben la inexistencia del paraíso y la patraña de quien supuestamente lo creó. ¿No es, exactamente, lo que demuestran los señores que han anunciado la devaluación de la moneda nacional?

Una frágil capilla con goteras y un hombre en la orilla del sepulcro; un rebaño que cree en la eficacia y en la permanencia de un pastor, pero que tendrá la obligación de considerar su posición en la sociedad cuando la realidad destroce el disfraz y el afeite de quien fungió como luminoso guía y no puede seguir en la vanguardia; una luz que se apaga sin que salgan de su casa velas capaces de prolongar con éxito la función. Ni siquiera fósforos susceptibles de cumplir su función frente a una fila de cirios. Un campo de escombros nos espera, pero también una parcela de realizaciones esenciales. No estamos ante la ceremonia del adiós de un solo protagonista de la historia contemporánea, sino también ante una despedida más contundente y dolorosa, más conmovedora e incluyente, en la medida en que nos incumbe a todos, a los que creyeron y a los que no creímos en él ni en las bondades de la "revolución". Pero las épocas no se van así como así, de hoy para mañana porque les pasamos el suiche del desencanto y colorín colorado, tranquilas y sin nervios, sin dolientes ni apologistas, sin equipaje pesado que demore el trayecto, sin ganas de seguir en la pelea, felices buscando su descanso, hartas de la notoriedad y de los compromisos, contentas de ocultarse por fin en el cementerio, conscientes de lo que no pudieron hacer y conformes de esperar el juicio de la posteridad. El pasado no pasa con facilidad, ni con regocijo. Tiene vocación de permanencia. Por consiguiente, el fin de los milagros suele ser muy trabajoso. 

eliaspinoitu@hotmail.com

Elogio de los pequeños...

Nunca están al servicio del pueblo ni del país pues se nutren de la sombra de otros

RAFAEL MUCI-MENDOZA |  EL UNIVERSAL
domingo 24 de febrero de 2013  12:00 AM
Seres... Me da por pensar en Salvador Garmendia (1928-2001) y su personaje Mateo Martán, de vida gris y monótona, llena de vacío burocrático y existencia aburrida, apartado de la vida e identificado con la muerte, y compararlo con otros contemporáneos, alienados por la fe ciega en la "causa", por años de abyecta obediencia revolucionaria, cuya "voz se queda flotando en el aire del cuarto como si nadie la hubiera absorbido". Son apenas feas y monótonas marionetas que, como no son oídas ni tomadas en cuenta, les da por mentir con inaudita exageración para alejarse de su existencia insignificante, ayuna en propios éxitos. Su sumisión toma significación nunca soñada en tiempos de los seres pequeños que gobiernan el país, pues la corpulencia no es incompatible con la pequeñez...

Si no, cómo explicarse el prodigio del Hospital Pérez de León "II", -pues no existe el "I", escuálido y oposicionista, atendido por venezolanos, indigno de auxilio-, donde de acuerdo a la caporal de la institución, 458 mil pacientes han sido atendidos con eficiencia y sin iatrogenia en 185 días, vale decir, 2.432 por día, ¡1.7 pacientes al minuto!, gracias al convenio Cuba-Venezuela, pues "nuestros compatriotas que vinieron de La Habana (Cuba), llegaron a este hospital a cumplir una gran tarea, hacer valer la justicia social, de modo de elevar la calidad de vida de la población venezolana".

La malsana experiencia de la vida es aquel espejismo en el que se cree haber adquirido relevancia viviendo una vida deforme y estéril. No es el saber estudiado y aprendido ni tampoco el ideado y construido. Nunca están al servicio del pueblo ni del país que fingen amar pues se nutren de la sombra de otros cuyo reflejo sirve a sus fines; sus vidas apenas han sido malas noches en un hotelucho maloliente. 

rafael@muci.com

Rancho con parabólica

Cambiar la tendencia hacia la desigualdad y la exclusión, que el Gobierno nos quiere imponer

ARMANDO BRIQUET MÁRMOL |  EL UNIVERSAL
domingo 24 de febrero de 2013  12:00 AM
Todos los animales son iguales, pero algunos son más iguales que otros. 

George Orwell, 'Rebelión en la granja'. 



Llega la televisión digital a Venezuela. Maduro hace el lanzamiento en compañía del Ministro yerno del Presidente. Lo que se supone que debe ser un acto de modernidad y desarrollo se convierte en una muestra más de desigualdad y exclusión por parte de este gobierno. Globovisión no estará en la Televisión Digital Abierta porque a ellos no les da la gana.

Y es que nuestro país está pasando por una etapa histórica de gran desigualdad. Se ha radicalizado la diferencia entre los que gobiernan y los gobernados. Entre la elite que humilla y el gran pueblo que recibe esas humillaciones. Y lo que es peor, el Gobierno no está satisfecho. Quiere llevar su autoritarismo hasta el extremo de negar todos los derechos y libertades de los ciudadanos, para dejarlos indefensos ante su dominación absoluta.

Estas cosas suceden en medio de este proceso radical que de socialismo tiene poco y del siglo XXI mucho menos. Maduro enarbola las banderas y los estilos que ya fracasaron. Se agotó esa igualdad que debía ser impuesta por sobre los cadáveres de los demás, guiados por el slogan siniestro de "socialismo o muerte". De la liquidación de ese otro que es considerado como "enemigo" a excluir, aislar y liquidar, porque momentáneamente se tiene el poder político y el dominio militar. 

Así nunca habrá desarrollo y modernidad. Se equivoca Maduro cuando piensa que esto es un mero asunto de tecnología. No hay progreso porque veamos Cubavisión en señal digital ni porque se lea el Granma por Internet. Lo habrá el día que cambiemos las formas de relacionarnos los unos con los otros porque quizás lo más importante que necesita ser planteado políticamente en Venezuela, es un cambio en las relaciones sociales. Un cambio en las relaciones económicas y culturales jerarquizando el respeto y la igualdad. Encontrarnos en torno al trabajo y desarrollo por el país. 

Todo esto nos obliga a superar este déficit democrático en el que vivimos. Cambiar la tendencia hacia la desigualdad y la exclusión, que el Gobierno de los vengadores nos quiere imponer, por un camino de igualdad y el progreso. Sustituir la visión del "rancho con parabólica" por una que efectivamente nos permita a todos crecer y vencer las dificultades de la vida diaria y sobre todo, construir un futuro sólido. Que el lugar donde nacimos no determine nuestra vida, que esa barrera pueda ser rota. La pobreza es la esclavitud del siglo XXI. En ella nos quiere seguir manteniendo este Gobierno. 

armando.briquet@gmail.com


Excesos de poder

Algunos reprimen a sus opositores aduciendo tener el aval de las mayorías...

LUIS DANIEL ÁLVAREZ V. |  EL UNIVERSAL
domingo 24 de febrero de 2013  12:00 AM
La arrogancia de los regímenes populistas es uno de los elementos que más repulsión causa al analizar algunas experiencias latinoamericanas. Si a ello se suman altas dosis de represión cargadas de lenguaje militarista y con un discurso revanchista, los resultados son alarmantes.

Todo ese entramado resulta más complejo si los mandatarios emplean constantemente un discurso en el que dividen a la sociedad con tal de mantenerse en el poder. Algunos incluso reprimen a sus opositores aduciendo tener el aval de las mayorías para imponer la fuerza, generándose por esas actitudes inútiles e irresponsables, derramamientos de sangre.

A medida que transcurre el gobierno, se observa que el único objetivo es el de mantenerse en el poder sin importar que la economía colapse y empleando un sistema que incluso llega a ubicar al mandatario en un supuesto nivel de heroicidad, cuando no son más que exponentes de un falso intelectualismo que los lleva, al borde de la cursilería, a arengar a su pueblo desde los balcones de las casas de gobierno.

El propósito es apropiarse del poder para su beneficio personal, estableciendo las bases sociales de un sistema en el que los espacios se cierran para los que no comulgan con el régimen.

En líneas generales, esos son los planteamientos que Rómulo Betancourt, quien el 22 de febrero hubiera cumplido 105 años, hace sobre Juan Domingo Perón en un artículo publicado en Cuba en octubre 1955.

Si bien Perón se vio forzado a abandonar la presidencia de su país en 1955, con el transcurrir de los años volvería al gobierno dejando a Argentina sumida en una profunda crisis. Perón es uno de esos casos en los que las expectativas y las prebendas tienen por norte aupar la perpetuidad de un hombre en el poder. 

luisdalvarezva@hotmail.com

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