A propósito de la enfermedad del Presidente
Un elemento importante de la historia venezolana con incidencias fuera y dentro de las fronteras
JULIO CÉSAR PINEDA | EL UNIVERSAL
jueves 28 de febrero de 2013 12:00 AM
Cuando las enfermedades están vinculadas al ejercicio del poder y especialmente cuando golpea a líderes mesiánicos para quienes el proyecto político nacional o internacional que desarrollan se identifica con su persona, adquieren una connotación especial. El periodista y médico Nelson Castro al referirse a las enfermedades de presidentes argentinos y a la relación de la medicina y el periodismo, afirma "es indiscutible que la salud del presidente es un asunto de Estado y de interés público". El cáncer del presidente Chávez, en su dimensión existencial, personal y colectiva como él lo señalara, ya es parte de la historia pero es un elemento importante de la historia venezolana con incidencias fuera y dentro de las fronteras patrias. La salud física y mental de los que nos gobiernan han generado múltiples estudios con la conclusión de que en todas las democracias es una exigencia moral y jurídica la transparencia de las condiciones físicas e intelectuales de quienes dirigen los Estados o aspiran al poder. Para líderes carismáticos que se sienten llamados a una misión trascendental, la enfermedad constituye la más severa experiencia de su finitud y el recordatorio de su transitoriedad. Los líderes en situación de enfermedad olvidan la fragilidad de su cuerpo, el propio Gandhi reconocía "siempre supuse que tenía una constitución de acero, pero me encontré con un cuerpo enfermo convertido en masa y arcilla".
David Owen, político, médico y diplomático en su libro En el poder y en la enfermedad, recorre las enfermedades de 32 jefes de Estado y de Gobierno desde 1901 hasta el 2007. Éstos para proteger su imagen pública ocultaron su enfermedad, manteniendo la sensación de poder dirigir el país, así ocurrió con el ocultamiento de la discapacidad del presidente Roosevelt, los trastornos de personalidad del presidente Johnson, con el alcoholismo de Richard Nixon y del presidente ruso Boris Yeltsin, el Alzheimer de Ronald Reagan, el terrible estado de salud de John Kennedy, con su adicción a los esteroides y sus grandes dolores de espalda.
Owen hace referencia al cáncer de próstata de F. Mitterrand, cuya enfermedad se ocultó a la población. Su médico de cabecera, Claude Gubler en su libro Le Grand Secret, afirmó haber sido obligado a mentir sobre la salud del expresidente francés y su incapacidad para ejercer la presidencia. En una oportunidad Francois Mitterrand había comentado "El poder es una droga que vuelve loco a quien la saboree". Los griegos se referían a la Hybris (arrogancia) como síndrome de aquellos que teniendo el poder se sienten predestinados, dejan de lado las preocupaciones por su salud, creyéndose invencibles, intangibles y absolutamente necesarios. La excesiva autoconfianza los lleva a rechazar toda noción de límite, y los hace abusar de sus propias condiciones y capacidades físicas, esto peor es cuando quienes están a su lado en el disfrute del poder piensan más en ellos que en el líder a quien hay que proteger. Como Ícaro, o los pretendientes de Penélope, la situación de arrogancia precede la caída. En la Mitología, el héroe enfrenta a sus propios dioses con la implícita destrucción que para él esto acarrea (Némesis).
El líder por su narcisismo e hiperactividad, además del imperativo maniqueo de dividir al mundo y a los hombres, puede perdurar en el tiempo, pero termina diluyéndose su presencia como ocurrió con El Sebastianismo en Portugal y Brasil, que fue un movimiento místico y secular después de la muerte del Rey Sebastián I en 1578.
Por eso León Tolstoi aconsejaba que el poder es un capital que hay que manejar con prudencia y Goethe al referirse a la transparencia "Yo prefiero una verdad que pueda hacer daño, a un error útil, porque la verdad cura el mal que ella pueda causar".
Tenía razón Séneca cuando nos aconseja debemos aprender a vivir y durante toda la vida aprender a morir.
Los mejores libros sobre el cáncer lo ha escrito en los últimos tiempos David Servan-Schreiber; su última obra Se puede decir adiós muchas veces, señala recomendaciones como estas: los enfermos deben cambiar de actitud para conectarse con la vida y con todo lo que estimule la ilusión y el optimismo de la misma. Fundamental preservar el lazo con la familia, los hijos, los parientes, los amigos. No se puede tratar hacer el papel de héroe con la enfermedad, ni en el hospital ni fuera de él. Más allá de las prescripciones médicas, mantener un estado mental optimista, lleno de amor y desterrando el odio.
jcpineda01@gmail.com
Twitter: @jcpinedap
David Owen, político, médico y diplomático en su libro En el poder y en la enfermedad, recorre las enfermedades de 32 jefes de Estado y de Gobierno desde 1901 hasta el 2007. Éstos para proteger su imagen pública ocultaron su enfermedad, manteniendo la sensación de poder dirigir el país, así ocurrió con el ocultamiento de la discapacidad del presidente Roosevelt, los trastornos de personalidad del presidente Johnson, con el alcoholismo de Richard Nixon y del presidente ruso Boris Yeltsin, el Alzheimer de Ronald Reagan, el terrible estado de salud de John Kennedy, con su adicción a los esteroides y sus grandes dolores de espalda.
Owen hace referencia al cáncer de próstata de F. Mitterrand, cuya enfermedad se ocultó a la población. Su médico de cabecera, Claude Gubler en su libro Le Grand Secret, afirmó haber sido obligado a mentir sobre la salud del expresidente francés y su incapacidad para ejercer la presidencia. En una oportunidad Francois Mitterrand había comentado "El poder es una droga que vuelve loco a quien la saboree". Los griegos se referían a la Hybris (arrogancia) como síndrome de aquellos que teniendo el poder se sienten predestinados, dejan de lado las preocupaciones por su salud, creyéndose invencibles, intangibles y absolutamente necesarios. La excesiva autoconfianza los lleva a rechazar toda noción de límite, y los hace abusar de sus propias condiciones y capacidades físicas, esto peor es cuando quienes están a su lado en el disfrute del poder piensan más en ellos que en el líder a quien hay que proteger. Como Ícaro, o los pretendientes de Penélope, la situación de arrogancia precede la caída. En la Mitología, el héroe enfrenta a sus propios dioses con la implícita destrucción que para él esto acarrea (Némesis).
El líder por su narcisismo e hiperactividad, además del imperativo maniqueo de dividir al mundo y a los hombres, puede perdurar en el tiempo, pero termina diluyéndose su presencia como ocurrió con El Sebastianismo en Portugal y Brasil, que fue un movimiento místico y secular después de la muerte del Rey Sebastián I en 1578.
Por eso León Tolstoi aconsejaba que el poder es un capital que hay que manejar con prudencia y Goethe al referirse a la transparencia "Yo prefiero una verdad que pueda hacer daño, a un error útil, porque la verdad cura el mal que ella pueda causar".
Tenía razón Séneca cuando nos aconseja debemos aprender a vivir y durante toda la vida aprender a morir.
Los mejores libros sobre el cáncer lo ha escrito en los últimos tiempos David Servan-Schreiber; su última obra Se puede decir adiós muchas veces, señala recomendaciones como estas: los enfermos deben cambiar de actitud para conectarse con la vida y con todo lo que estimule la ilusión y el optimismo de la misma. Fundamental preservar el lazo con la familia, los hijos, los parientes, los amigos. No se puede tratar hacer el papel de héroe con la enfermedad, ni en el hospital ni fuera de él. Más allá de las prescripciones médicas, mantener un estado mental optimista, lleno de amor y desterrando el odio.
jcpineda01@gmail.com
Twitter: @jcpinedap
Ser o no ser bobalicones
Cómo es posible que monten tremendas salvajadas con la economía, la moral, la educación...
LUIS JOSÉ UZCÁTEGUI | EL UNIVERSAL
jueves 28 de febrero de 2013 12:00 AM
De que los hay, los hay o por lo menos sus conductas dejan mucho que pensar. Lo del porcentaje es arriesgado proyectar si son muchos, pocos o una minoría pero la realidad evidencia que el número tiene que ser significativo para que pase lo que está pasando en este país. Donde hay total certeza, es en la distribución social; están en todas partes sin distingo de raza o nivel educativo, intelectual y económico pues todos tienen elementos comunes para pertenecer a la categoría de "bobos sociales" y obviamente la diferencia está en relación a los grupos en los cuales militan.
Unos pertenecen al target de los que se hacen... Se hacen los bobalicones y dicen y hacen cosas tan absurdas que todo fogonazo de la razón en cualquier pensante conduce a reflexionar sobre que algo pasa en la mente de estos políticos, gobernantes, poderosos, adinerados, "sabrosones". Cómo es posible que monten tremendas salvajadas con la economía, la moral, la educación, la salud, la enfermedad y hasta la muerte y todos los días aparecen molestos y no se sabe por qué, iracundos con la vida y con cara de yo no fui contando la misma y vieja "historia de vaqueros". Es posible que la estrategia nada subliminal sea mostrarse como bobalicones a ver si pervierten y convencen a los venezolanos para que militen en el país de los bobos, torpes, mediocres, ineptos, trasgresores, mentirosos e inmorales.
El otro grupo el cual es mayoritario es el de los bobos sinceros, estos tiene mucho que perder, pues sus familias, hijos, vecinos, amigos y compañeros de trabajo con seguridad que algo están aprendiendo de los mensajes y comportamientos de ellos ya que la bobería se contagia y quieran o no son responsables de la tragedia de vivir en un país signado por el conformismo, la pasividad, la dependencia y en algún momento sus "almas" se achicharrarán entre alaridos de negación, sorpresa y dolor.
Ser inocentón es una situación que vive todo humano en muchas oportunidades y no es fácil aprender de previas experiencias para no tropezar "con la misma piedra"; la salvación y la oportunidad en este momento en Venezuela es que cuando se vive en una región donde la gran meta del régimen es engañar y convertir en bobalicones a los ciudadanos, tal atrocidad da suficiente motivación para despertar y el coraje necesario para dejar de ser bobo.
@LuisJUzcategui
Unos pertenecen al target de los que se hacen... Se hacen los bobalicones y dicen y hacen cosas tan absurdas que todo fogonazo de la razón en cualquier pensante conduce a reflexionar sobre que algo pasa en la mente de estos políticos, gobernantes, poderosos, adinerados, "sabrosones". Cómo es posible que monten tremendas salvajadas con la economía, la moral, la educación, la salud, la enfermedad y hasta la muerte y todos los días aparecen molestos y no se sabe por qué, iracundos con la vida y con cara de yo no fui contando la misma y vieja "historia de vaqueros". Es posible que la estrategia nada subliminal sea mostrarse como bobalicones a ver si pervierten y convencen a los venezolanos para que militen en el país de los bobos, torpes, mediocres, ineptos, trasgresores, mentirosos e inmorales.
El otro grupo el cual es mayoritario es el de los bobos sinceros, estos tiene mucho que perder, pues sus familias, hijos, vecinos, amigos y compañeros de trabajo con seguridad que algo están aprendiendo de los mensajes y comportamientos de ellos ya que la bobería se contagia y quieran o no son responsables de la tragedia de vivir en un país signado por el conformismo, la pasividad, la dependencia y en algún momento sus "almas" se achicharrarán entre alaridos de negación, sorpresa y dolor.
Ser inocentón es una situación que vive todo humano en muchas oportunidades y no es fácil aprender de previas experiencias para no tropezar "con la misma piedra"; la salvación y la oportunidad en este momento en Venezuela es que cuando se vive en una región donde la gran meta del régimen es engañar y convertir en bobalicones a los ciudadanos, tal atrocidad da suficiente motivación para despertar y el coraje necesario para dejar de ser bobo.
@LuisJUzcategui
El paquetazo y el espontáneo Caracazo
THAYS PEÑALVER | EL UNIVERSAL
jueves 28 de febrero de 2013 12:00 AM
Siempre creí que el Caracazo, que ayer cumplió 24 años, fue espontáneo. Aunque nunca me tragué el cuentazo de que todo comenzó cuando una señora de Guarenas se negó a pagar el aumento del pasaje y fue bajada del "por puesto", surgiendo la leyenda de la lucha espontánea contra el neoliberalismo salvaje. Tampoco que: "el detonante fue el paquete neoliberal de los IESA Boys" (En alusión a los Chicago Boys chilenos) o que: "fue un Plan de Ajustes, pero que CAP cometió un gran error al no explicarlo". No fue sino hasta que leí "El Estado Idiota" (RMDS 2012) que conocí la verdad.
En este libro, se puede leer detalladamente cómo la palabra "Paquetazo" surgió como un invento de los revolucionarios internacionales a partir de 1980 cuando "Castro dejó de apoyarse en los partidos comunistas" y buscó la lucha contra el FMI como proyecto (Caballero 1987). Y así saltaron los "espontáneos" a la calle a matar en Ecuador cuando Hurtado aplicó el "Plan de Ajuste", que llevó al Estado de Emergencia y la suspensión de garantías. Igual de espontáneos que los de México en 1981 o los de 1982 cuando el "Paquetazo fondomonetarista" de Belaúnde en Perú, que causó el Estado de Sitio y decenas de muertos. La realidad, que me heló la sangre, fue leer la prensa de la época donde aseguraban que el error de Belaúnde "fue no explicar las medidas" o que "apuntó a hacer concesiones a los émulos criollos de los Chicago Boys" (Pág. 273).
Fueron los mismos espontáneos que saltaron a incendiar cientos de locales y a matar en Costa Rica cuando Monge anunció el Plan de Estabilización o los que al año siguiente asesinaron en Brasil por la aplicación del "Paquete del FMI", causando el Estado de Sitio de Figueiredo.
Los mismos que en abril de 1984 saquearon mil locales y costó más de 600 muertos, heridos y 5.000 detenidos en R. Dominicana cuando se llegó al acuerdo con el FMI. Mientras ya Fidel contentísimo explicaba que era: "posible que un estallido social derive hacia una revolución: Estallidos sociales generalizados de carácter más bien revolucionario". Como el de Santo Domingo donde: "se produjo un estallido social; no un estallido catastrófico todavía para el sistema". (Castro dixit).
Al mismo tiempo de quienes negaban ser de "las brigadas de choque anti FMI" en el Chile de 1984 que causó el Estado de Sitio o los de Jamaica también ese mismo año. Los de El Salvador, que en lo que Duarte llegó al acuerdo de "estabilización" con el FMI, asaltaron locales y causaron los muertos. Siempre tan espontáneos como los que saltaron a la calle a quemar locales en Honduras o en Guatemala cuando Cerezo llegó al acuerdo de "reordenamiento económico" y el aumento de la gasolina del "paquetazo impuesto por el FMI".
Y así llegó Carlos Andrés con "supina idiotez" (es genial como lo narra el autor), mientras ardían "espontáneamente" Rabat, Túnez, Lusaka, Cairo, Nueva Delhi, Karthoum, y 11 ciudades (Walton 1996), bajo el Plan del "puño único contra el FMI" diseñado por los revolucionarios, en el punto álgido de la guerra fría.
Terminaron haciendo sancocho, con el Gocho del 88, quien sin tener idea de la magnitud de lo que pasaba mundialmente, trató nada menos que explicar un "paquetazo" "neoliberal salvaje", de sus "IESA (Chicago) Boys" mientras los mismos espontáneos que incendiaron 35 países, lo esperaban con los fósforos en las manos para finalmente lograr el tan ansiado "estallido catastrófico para el sistema". Fue un Caracazo tan espontáneo como el Bogotazo, el Rosariazo, el Cordobazo, el Limazo, el Santiagazo, el Ibañazo (Chile) y las decenas de movimientos terminados en AZO, en los que siempre se negó la autoría de revolucionarios, por más pruebas de sus milicias, bombas y francotiradores.
A 24 años del Caracazo aún recuerdo los rostros de los familiares de las víctimas, las exhumaciones en La Peste junto al juez Saúl Ron, aquella fosa común donde se apilaban venezolanos inocentes, incluidas mujeres, ancianos y niños. Aún hoy la incasable Cofavic dirigida por la valiente Liliana Ortega y los familiares de las víctimas de los dos bandos profundamente irresponsables, esperan que se haga justicia.
Finalmente entiendo porqué cada vez que lanzan un Paquetazo, acusan a la oposición de tener un "plan secreto" para incendiar el país (el ladrón juzga por su condición). Bien dijo Capriles, siéntanse tranquilos que no habrá nunca más un 27F. Mientras, seguimos leyendo noticias como está: "en Guarenas aumentaron ilegalmente el 40% del pasaje", agarraron "fuera de base a los usuarios, quienes pese a su descontento, se vieron obligados a pagar" luego de que los conductores "exigieran a muchos bajarse de la unidad" (Indepabis 2012). La explicación es muy sencilla, por más molestos que estén por el aumento ilegal del pasaje o frustrados por la corrupción, la devaluación, la inflación o el grosero endeudamiento, nadie saldrá a las calles, porque los "movimientos espontáneos", todos sabemos dónde están y para quiénes trabajan hoy.
tpenalver@me.com
@thayspenalver
www.thayspenalver.com
En este libro, se puede leer detalladamente cómo la palabra "Paquetazo" surgió como un invento de los revolucionarios internacionales a partir de 1980 cuando "Castro dejó de apoyarse en los partidos comunistas" y buscó la lucha contra el FMI como proyecto (Caballero 1987). Y así saltaron los "espontáneos" a la calle a matar en Ecuador cuando Hurtado aplicó el "Plan de Ajuste", que llevó al Estado de Emergencia y la suspensión de garantías. Igual de espontáneos que los de México en 1981 o los de 1982 cuando el "Paquetazo fondomonetarista" de Belaúnde en Perú, que causó el Estado de Sitio y decenas de muertos. La realidad, que me heló la sangre, fue leer la prensa de la época donde aseguraban que el error de Belaúnde "fue no explicar las medidas" o que "apuntó a hacer concesiones a los émulos criollos de los Chicago Boys" (Pág. 273).
Fueron los mismos espontáneos que saltaron a incendiar cientos de locales y a matar en Costa Rica cuando Monge anunció el Plan de Estabilización o los que al año siguiente asesinaron en Brasil por la aplicación del "Paquete del FMI", causando el Estado de Sitio de Figueiredo.
Los mismos que en abril de 1984 saquearon mil locales y costó más de 600 muertos, heridos y 5.000 detenidos en R. Dominicana cuando se llegó al acuerdo con el FMI. Mientras ya Fidel contentísimo explicaba que era: "posible que un estallido social derive hacia una revolución: Estallidos sociales generalizados de carácter más bien revolucionario". Como el de Santo Domingo donde: "se produjo un estallido social; no un estallido catastrófico todavía para el sistema". (Castro dixit).
Al mismo tiempo de quienes negaban ser de "las brigadas de choque anti FMI" en el Chile de 1984 que causó el Estado de Sitio o los de Jamaica también ese mismo año. Los de El Salvador, que en lo que Duarte llegó al acuerdo de "estabilización" con el FMI, asaltaron locales y causaron los muertos. Siempre tan espontáneos como los que saltaron a la calle a quemar locales en Honduras o en Guatemala cuando Cerezo llegó al acuerdo de "reordenamiento económico" y el aumento de la gasolina del "paquetazo impuesto por el FMI".
Y así llegó Carlos Andrés con "supina idiotez" (es genial como lo narra el autor), mientras ardían "espontáneamente" Rabat, Túnez, Lusaka, Cairo, Nueva Delhi, Karthoum, y 11 ciudades (Walton 1996), bajo el Plan del "puño único contra el FMI" diseñado por los revolucionarios, en el punto álgido de la guerra fría.
Terminaron haciendo sancocho, con el Gocho del 88, quien sin tener idea de la magnitud de lo que pasaba mundialmente, trató nada menos que explicar un "paquetazo" "neoliberal salvaje", de sus "IESA (Chicago) Boys" mientras los mismos espontáneos que incendiaron 35 países, lo esperaban con los fósforos en las manos para finalmente lograr el tan ansiado "estallido catastrófico para el sistema". Fue un Caracazo tan espontáneo como el Bogotazo, el Rosariazo, el Cordobazo, el Limazo, el Santiagazo, el Ibañazo (Chile) y las decenas de movimientos terminados en AZO, en los que siempre se negó la autoría de revolucionarios, por más pruebas de sus milicias, bombas y francotiradores.
A 24 años del Caracazo aún recuerdo los rostros de los familiares de las víctimas, las exhumaciones en La Peste junto al juez Saúl Ron, aquella fosa común donde se apilaban venezolanos inocentes, incluidas mujeres, ancianos y niños. Aún hoy la incasable Cofavic dirigida por la valiente Liliana Ortega y los familiares de las víctimas de los dos bandos profundamente irresponsables, esperan que se haga justicia.
Finalmente entiendo porqué cada vez que lanzan un Paquetazo, acusan a la oposición de tener un "plan secreto" para incendiar el país (el ladrón juzga por su condición). Bien dijo Capriles, siéntanse tranquilos que no habrá nunca más un 27F. Mientras, seguimos leyendo noticias como está: "en Guarenas aumentaron ilegalmente el 40% del pasaje", agarraron "fuera de base a los usuarios, quienes pese a su descontento, se vieron obligados a pagar" luego de que los conductores "exigieran a muchos bajarse de la unidad" (Indepabis 2012). La explicación es muy sencilla, por más molestos que estén por el aumento ilegal del pasaje o frustrados por la corrupción, la devaluación, la inflación o el grosero endeudamiento, nadie saldrá a las calles, porque los "movimientos espontáneos", todos sabemos dónde están y para quiénes trabajan hoy.
tpenalver@me.com
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