"La inteligencia creadora es nuestra gran arma contra la pesadumbre de las cosas. Inteligencia "resuelta" que significa inventar soluciones y marchar con decisión. La inteligencia humana es una mezcla de conocimientos y valentía. El ingenio viene a decirnos que en la aparente monotonía pueden encontrarse nuevas relaciones, significados imprevistos, escorzos divertidos o parecidos sugerentes".
- Debemos de hablar de la "sociedad del aprendizaje"
- Lo importante es resolver los problemas "a tiempo".
- Nos sobran "listos" y nos faltan inteligentes.
- El inteligente y el torpe se equivocan por igual, pero el inteligente "saca la pata" antes que el torpe.
- La mayor demostración de inteligencia es la bondad.
- La inteligencia "potencial" para a "cinética" en un entorno social.
- debemos hablar de "inteligencias compartidas".
- Centros que aprenden, que crean conocimiento (más eficaces, más felices, más orgullosos, y más GRANDES).
- Talentos individuales, más organización, más dirección, producen centros inteligentes.
- La ternura es incompatible con la prisa.
- Se precisa calma, cariño, cuidado,...
- Necesitamos elevar la ratio profesor/alumnos para que haya valores, relaciones humanas,...
- Todo el que trabaja en un centro educativo es personal docente.
- Un problema de la educación es que todos creen saber las soluciones: son inconscientes.
- "Los cabroncetes de los alumnos no leen los libros de pedagogía y no saben como comportarse"
- El fin de la educación es aumentar la probabilidad de que suceda lo que queramos.
- Es precisa una "conspiración educativa". Nadie puede en solitario hacer nada. Es inútil el profesor aislado (profesor asustado).
- La inteligencia trata de conseguir un mejor modo de ganarnos la vida y de vivir la vida.
- La inteligencia trata de resolver problemas prácticos (más complejos que los teóricos ya que exigen un plus de talento).
- Existe, además de las inteligencias matemáticas, lingüísticas, etc., la inteligencia práctica (la que se necesita en la enseñanza)
- No necesitamos ser sabios sino saber enseñar.
- El aula es una "selva afectiva"; alumnos y profesores con sus problemas personales y profesionales.
- Los maestros se mueven mejor que los profesores de secundaria dentro del "barullo cognitivo-afectivo"
- En Secundaria habíamos olvidado el sentido común didáctico para salir bien parados de las situaciones.
- Educar es dirigir el comportamiento: Control personal, atención.
- Las funciones de los maestros son: saber su asignatura; educar; enseñar a resolver conflictos.
- Algunos piensan "Herodes que gran pedagogo" (ironía)
- Hay que conseguir: reconocer los propios sentimientos; controlarlos; reconocer los de los demás; interactuar con los de los demás.
- La inteligencia se desarrolla en contextos inteligentes
- Hay centros educativos inteligentes y centros educativos estúpidos.
- Hay que ampliar las posibilidades de los demás y las nuestras.
- Un profesor aislado no es el protagonista. Lo es el Centro.
- Debe funcionar el conjunto del profesorado.
- Hay que conseguir organizaciones que "aprendan": potenciar el talento interno. Que todos den el máximo de si, y a gusto.
- Un centro educativo es la suma de los talentos individuales, la organización, y el Equipo Directivo.
- Los medios de los que se sirve el maestro son: el premio, que sirve para la satisfacción de motivaciones (fomentar conductas), bien para aumentar el nivel de bienestar (hedonismo) o para aumentar nuestras posibilidades vitales (crear); el castigo, para inhibir conductas, pero nunca para promoverlas; y los cambios de creencias.
- Caemos frecuentemente en el aburrimiento del saciado.
- La felicidad es la satisfacción armoniosa de las dos motivaciones básicas: bienestar y creación.
- Un centro inteligente unifica la comodidad y una vida grande
- Hemos pasado del docente "sacerdote" al docente "mártir"
- Los interesados se desaniman y los desinteresados se alegran de que se cera que todo va mal.
- Los niños deben ser felices y buenas personas.
- Un test para diferenciar a las personas: los que tienen miedo a la novedad y los que tienen confianza ante la novedad.
- La formación permanente impartida por la Universidad no nos sirve a los maestros.
- "Os pido que participéis con ideas y sugerencias... pero no con tomates".
- El fin de la educación es aumentar la probabilidad de que suceda lo que queramos.
- Es precisa una "conspiración educativa". Nadie puede en solitario hacer nada. Es inútil el profesor aislado (profesor asustado).
- La inteligencia trata de conseguir un mejor modo de ganarnos la vida y de vivir la vida.
- La inteligencia trata de resolver problemas prácticos (más complejos que los teóricos ya que exigen un plus de talento).
- Existe, además de las inteligencias matemáticas, lingüísticas, etc., la inteligencia práctica (la que se necesita en la enseñanza)
- No necesitamos ser sabios sino saber enseñar.
- El aula es una "selva afectiva"; alumnos y profesores con sus problemas personales y profesionales.
- Los maestros se mueven mejor que los profesores de secundaria dentro del "barullo cognitivo-afectivo"
- En Secundaria habíamos olvidado el sentido común didáctico para salir bien parados de las situaciones.
- Educar es dirigir el comportamiento: Control personal, atención.
- Las funciones de los maestros son: saber su asignatura; educar; enseñar a resolver conflictos.
- Algunos piensan "Herodes que gran pedagogo" (ironía)
- Hay que conseguir: reconocer los propios sentimientos; controlarlos; reconocer los de los demás; interactuar con los de los demás.
- La inteligencia se desarrolla en contextos inteligentes
- Hay centros educativos inteligentes y centros educativos estúpidos.
- Hay que ampliar las posibilidades de los demás y las nuestras.
- Un profesor aislado no es el protagonista. Lo es el Centro.
- Debe funcionar el conjunto del profesorado.
- Hay que conseguir organizaciones que "aprendan": potenciar el talento interno. Que todos den el máximo de si, y a gusto.
- Un centro educativo es la suma de los talentos individuales, la organización, y el Equipo Directivo.
- Los medios de los que se sirve el maestro son: el premio, que sirve para la satisfacción de motivaciones (fomentar conductas), bien para aumentar el nivel de bienestar (hedonismo) o para aumentar nuestras posibilidades vitales (crear); el castigo, para inhibir conductas, pero nunca para promoverlas; y los cambios de creencias.
- Caemos frecuentemente en el aburrimiento del saciado.
- La felicidad es la satisfacción armoniosa de las dos motivaciones básicas: bienestar y creación.
- Un centro inteligente unifica la comodidad y una vida grande
- Hemos pasado del docente "sacerdote" al docente "mártir"
- Los interesados se desaniman y los desinteresados se alegran de que se cera que todo va mal.
- Los niños deben ser felices y buenas personas.
- Un test para diferenciar a las personas: los que tienen miedo a la novedad y los que tienen confianza ante la novedad.
- La formación permanente impartida por la Universidad no nos sirve a los maestros.
- "Os pido que participéis con ideas y sugerencias... pero no con tomates".
Extraído de una conferencia organizada por el Consejo Escolar de Navarra el 12-04-03 y otra organizada por el Consejo Escolar de Cantabria el 27-05-03.
La conspiración educativa
"De las palabras 'conjurarse' o 'conspirar' me encanta el prefijo 'con', que implica decisión o proyectos compartidos. Nos gustaría organizar una gran conspiración educativa. Un movimiento capilar, audaz y astuto, cuyo lema sería un sabio proverbio africano: "Hace falta un pueblo entero para educar a un niño". Padres, maestros, compañeros, políticos, intelectuales, medios de comunicación, iglesias, empresarios, instituciones públicas o privadas, todos son necesarios y ninguno suficiente. La educación es el resultado de un número incalculable de pequeñas influencias, de palabras, gestos, aceptaciones o rechazos, cosas cogidas al vuelo. Educan o maleducan todos los ciudadanos.
Como profesional de la enseñanza conozco bien los poderes y las limitaciones de la educación. Sólo podemos aspirar a aumentar la probabilidad de que los alumnos se comporten de forma adecuada. Una limitación clara que puede convertirse en patrón de eficacia si la entendemos bien. ¿Y qué es una conducta adecuada? La que aumenta sus posibilidades vitales, profesionales, afectivas, éticas.
Para que esa probabilidad se eleve, tiene que haber una confabulación de influencias y de actores. Tenemos que jugar a todos los paños. Las estructuras familiares y los sistemas educativos han sido desbordados por las circunstacias sociales y culturales. Tratamos con muchos padres, profesores y personajes influyentes. Todo el mundo quiere resolver el problema, pero no sabe cómo hacerlo. Les pondré un ejemplo que conocen por la prensa: el 'botellón'. En casi todas las ciudades españolas los jóvenes se reúnen los fines de semana en espacios públicos para beber. En Madrid, según el Defensor del Menor, al menos siguen esta moda 150.000 adolescentes, entre los 13 y 17 años de edad. Padres, vecinos, educadores, políticos, jueces -es decir, todos menos bebedores y expendedores de alcohol- quieren terminar con el fenómeno. ¿Pero cómo hacerlo? En Sevilla, el Tribunal Superior de Justicia condenó al Ayuntamiento por no actuar contra el consumo de bebidas en la calle. En Madrid, el delegado del Gobierno ha mandado a la policía para desalojar los lugares de reunión, presionado por las legítimas protestas del vecindario. ¿Es una buena solución? El presidente de la Comunidad ha dicho que "quiere convencer" a los jóvenes para que no beban en la calle. Pero, ¿cómo conseguirlo? ¿Quién puede hacerlo?
Suele decirse que se trata de un problema educativo. Creo que es un problema cultural, es decir, algo más amplio, más polimorfo, más sutil en insidioso, que incluye, desde luego, como uno de los elementos, la educación directa. Hace unos días me invitaron a una reunión de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), que en la actualidad preside José Ángel Sánchez Asiaín. Se trataba de debatir sobre el mejor modo de luchar contra las conductas de riesgo en adolescentes, un fenómeno del que el alcohol es un caso más. Los periódicos difunden temas preocupantes. Los embarazos adolescentes se disparan, En Cataluña, por ejemplo, en los últimos tres años el número de embarazos entre 14 y 17 años ha aumentado el 80 por ciento. En el año 2000 abortaron el Cataluña 1941 menores de edad, de las que 33 tenían menos de 15 años. Hace unos días surgió la polémica sobre si debían instalarse máquinas expendedoras de preservativos en los institutos de enseñanza secundaria. ¿Es una medida correcta? Con muy buen acuerdo, la FAD quiere convertir su tarea de prevención de drogas en un apoyo a la educación general. Pero es fácil ver que todavía hay que ir más lejos. Cuando la educación se convierte en tarea de todos, de lo que estamos hablando es de un cambio cultural. Y este es el único camino.
Todos los esfuerzos deben ir dirigidos a cambiar la percepción social, las vigencias sociales, las creencias aceptadas. Favorecemos la mala educación cada vez que colaboramos al éxito de programas de televisión basura, cada vez que no protestamos ante conductas violentas, o no somos colaboradores exigentes en los esfuerzos educativos, o predicamos que el triunfo y el dinero son lo único que cuenta, o pasamos de nuestras responsabilidades de padres, o de ciudadanos. La conspiración educativa pretende proporcionar apoyo a los que quieren intervenir y no saben cómo hacerlo, eliminar la impotencia de quienes pretenden enfrentarse a solas con el problema, zarandear el miedo y la pereza. Proponemos la técnica del castor, que palito a palito consigue hacer una presa que cambia el curso del río.
Publicado en "El Semanal" el 17 de Febrero de 2002."De las palabras 'conjurarse' o 'conspirar' me encanta el prefijo 'con', que implica decisión o proyectos compartidos. Nos gustaría organizar una gran conspiración educativa. Un movimiento capilar, audaz y astuto, cuyo lema sería un sabio proverbio africano: "Hace falta un pueblo entero para educar a un niño". Padres, maestros, compañeros, políticos, intelectuales, medios de comunicación, iglesias, empresarios, instituciones públicas o privadas, todos son necesarios y ninguno suficiente. La educación es el resultado de un número incalculable de pequeñas influencias, de palabras, gestos, aceptaciones o rechazos, cosas cogidas al vuelo. Educan o maleducan todos los ciudadanos.
Como profesional de la enseñanza conozco bien los poderes y las limitaciones de la educación. Sólo podemos aspirar a aumentar la probabilidad de que los alumnos se comporten de forma adecuada. Una limitación clara que puede convertirse en patrón de eficacia si la entendemos bien. ¿Y qué es una conducta adecuada? La que aumenta sus posibilidades vitales, profesionales, afectivas, éticas.
Para que esa probabilidad se eleve, tiene que haber una confabulación de influencias y de actores. Tenemos que jugar a todos los paños. Las estructuras familiares y los sistemas educativos han sido desbordados por las circunstacias sociales y culturales. Tratamos con muchos padres, profesores y personajes influyentes. Todo el mundo quiere resolver el problema, pero no sabe cómo hacerlo. Les pondré un ejemplo que conocen por la prensa: el 'botellón'. En casi todas las ciudades españolas los jóvenes se reúnen los fines de semana en espacios públicos para beber. En Madrid, según el Defensor del Menor, al menos siguen esta moda 150.000 adolescentes, entre los 13 y 17 años de edad. Padres, vecinos, educadores, políticos, jueces -es decir, todos menos bebedores y expendedores de alcohol- quieren terminar con el fenómeno. ¿Pero cómo hacerlo? En Sevilla, el Tribunal Superior de Justicia condenó al Ayuntamiento por no actuar contra el consumo de bebidas en la calle. En Madrid, el delegado del Gobierno ha mandado a la policía para desalojar los lugares de reunión, presionado por las legítimas protestas del vecindario. ¿Es una buena solución? El presidente de la Comunidad ha dicho que "quiere convencer" a los jóvenes para que no beban en la calle. Pero, ¿cómo conseguirlo? ¿Quién puede hacerlo?
Suele decirse que se trata de un problema educativo. Creo que es un problema cultural, es decir, algo más amplio, más polimorfo, más sutil en insidioso, que incluye, desde luego, como uno de los elementos, la educación directa. Hace unos días me invitaron a una reunión de la FAD (Fundación de Ayuda contra la Drogadicción), que en la actualidad preside José Ángel Sánchez Asiaín. Se trataba de debatir sobre el mejor modo de luchar contra las conductas de riesgo en adolescentes, un fenómeno del que el alcohol es un caso más. Los periódicos difunden temas preocupantes. Los embarazos adolescentes se disparan, En Cataluña, por ejemplo, en los últimos tres años el número de embarazos entre 14 y 17 años ha aumentado el 80 por ciento. En el año 2000 abortaron el Cataluña 1941 menores de edad, de las que 33 tenían menos de 15 años. Hace unos días surgió la polémica sobre si debían instalarse máquinas expendedoras de preservativos en los institutos de enseñanza secundaria. ¿Es una medida correcta? Con muy buen acuerdo, la FAD quiere convertir su tarea de prevención de drogas en un apoyo a la educación general. Pero es fácil ver que todavía hay que ir más lejos. Cuando la educación se convierte en tarea de todos, de lo que estamos hablando es de un cambio cultural. Y este es el único camino.
Todos los esfuerzos deben ir dirigidos a cambiar la percepción social, las vigencias sociales, las creencias aceptadas. Favorecemos la mala educación cada vez que colaboramos al éxito de programas de televisión basura, cada vez que no protestamos ante conductas violentas, o no somos colaboradores exigentes en los esfuerzos educativos, o predicamos que el triunfo y el dinero son lo único que cuenta, o pasamos de nuestras responsabilidades de padres, o de ciudadanos. La conspiración educativa pretende proporcionar apoyo a los que quieren intervenir y no saben cómo hacerlo, eliminar la impotencia de quienes pretenden enfrentarse a solas con el problema, zarandear el miedo y la pereza. Proponemos la técnica del castor, que palito a palito consigue hacer una presa que cambia el curso del río.
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