Discurso ejemplar
A 194 años del discurso de Simón Bolívar en la instalación del Congreso de Angostura
ALBERTO JORDÁN H. | EL UNIVERSAL
viernes 15 de febrero de 2013 12:00 AM
Se cumplen hoy 194 años del discurso de Simón Bolívar en la instalación del Congreso de Angostura; una lección consagrada como doctrina en la vigente Carta Magna. Tan distante en tiempo como en ética está la alocución que dedicó a enseñar políticos a ser probos e ilustrados. De allí su máxima: moral y luces son nuestras primeras necesidades.
Expresó satisfacción por haber alcanzado el sublime título de buen ciudadano. Advirtió que "la continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos", lo cual origina usurpación y la tiranía.
Observó que por "el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza"; y cómo la ambición y la intriga abusan de la credulidad de quienes adoptan como realidades las que son puras ilusiones.
En su histórica intervención proclamó los derechos de la libertad de obrar, de pensar, de hablar y de escribir, y consideró saludable arrancar de raíz la cruel discordia. "¡Cuántos celos, rivalidades y odios se han evitado!".
Dio un consejo de plena vigencia a legisladores: "No seamos presuntuosos, seamos moderados en las pretensiones".
Recordó que los gritos del género humano claman al cielo contra inconsiderados y ciegos legisladores, que han pensado que se pueden hacer impunemente ensayos de quiméricas instituciones. Que la historia sirva de guía en esta carrera.
Una disertación ejemplar para representantes del pueblo de quien sostenía que sólo la democracia es susceptible de una absoluta libertad, sin cuya garantía las demás son nulas. Eso sin copiar modelos extraños. "Dignaos concedernos un gobierno que encadene la opresión, la anarquía y la culpa; y haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz".
albertojordanhernandez@yahoo.es
Expresó satisfacción por haber alcanzado el sublime título de buen ciudadano. Advirtió que "la continuación de la autoridad en un mismo individuo frecuentemente ha sido el término de los gobiernos democráticos", lo cual origina usurpación y la tiranía.
Observó que por "el engaño se nos ha dominado más que por la fuerza"; y cómo la ambición y la intriga abusan de la credulidad de quienes adoptan como realidades las que son puras ilusiones.
En su histórica intervención proclamó los derechos de la libertad de obrar, de pensar, de hablar y de escribir, y consideró saludable arrancar de raíz la cruel discordia. "¡Cuántos celos, rivalidades y odios se han evitado!".
Dio un consejo de plena vigencia a legisladores: "No seamos presuntuosos, seamos moderados en las pretensiones".
Recordó que los gritos del género humano claman al cielo contra inconsiderados y ciegos legisladores, que han pensado que se pueden hacer impunemente ensayos de quiméricas instituciones. Que la historia sirva de guía en esta carrera.
Una disertación ejemplar para representantes del pueblo de quien sostenía que sólo la democracia es susceptible de una absoluta libertad, sin cuya garantía las demás son nulas. Eso sin copiar modelos extraños. "Dignaos concedernos un gobierno que encadene la opresión, la anarquía y la culpa; y haga reinar la inocencia, la humanidad y la paz".
albertojordanhernandez@yahoo.es
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