Comunidades coinciden en que convivir es el nuevo desafío
Llaman a los vecinos a formarse para ejercer la ciudadanía y tomar las riendas
Líderes
vecinales coincidieron en que hay muchas personas que están ávidas de
involucrarse en asuntos de carácter social ADOLFO ACOSTA
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DELIA MENESES
| EL UNIVERSAL
sábado 12 de abril de 2014 12:00 AM
La Unión Vecinal para la
Participación Ciudadana, con sede en la calle Colombia de Catia,
promovió un conversatorio en el que se encontraron dirigentes
comunitarios de Libertador, estudiantes y tres vecinas de Baruta. En la
reunión un residente del 23 de Enero y otra de El Cafetal coincidieron
en los mismos problemas: "A las 7 p.m. tenemos que guardarnos en casa
por temor a ser víctimas del hampa. Vivimos en una angustia perenne, no
conseguimos los alimentos y no contamos con vigilancia policial".
"La polarización nos ha separado y para despolarizar hay que empezar por desmitificar, qué pasa de verdad en el 23 de Enero y en El Cafetal, no son distintos nuestros derechos, padecemos los mismos males", expresó Yeni Garzaro, de El Cafetal. Su hermana Shirley reconoció que tenía 12 años sin pasar por el Oeste de la ciudad.
Zoraida Pacheco, de la Unión Vecinal, pidió a los presentes no hacer distinción entre los que viven en las zonas populares y los de las urbanizaciones. "Hay que rescatar el sentido de nosotros. El otro es legítimo, sea como sea y crea lo que crea, tenemos que coincidir".
Según Pacheco, las comunidades han ido cediendo los espacios. "Hay que poner límites si no nos van atropellar. La manera de poner límites es formarnos para ejercer la ciudadanía. Conocer nuestros derechos para no ser arrinconados ni empujados".
Carlos Carrasco, estudiante de periodismo de la UCAB y vecino de Caricuao, sabe que con las protestas no se va a conseguir el cambio que necesita el país, sino con un trabajo social fuerte y constante. "Los estudiantes no tenemos recursos para resolver los problemas. Nuestros recursos son el conocimiento. Podemos darles herramientas a los líderes comunitarios, jornadas formativas, jurídicas, psicológicas".
William Requejo, presidente de la Unión Vecinal para la Participación Ciudadana, planteó que esta organización tiene 14 años creyendo que el ejercicio de la ciudadanía en el país tiene que tomar las riendas, "porque es lo único que puede generar cambios, pero nos falta mucho". Agregó que urge un gran encuentro comunitario Este-Oeste para establecer mesas de trabajo con propuestas para la Gran Caracas.
"Parece que el Estado es más grande que la sociedad, nos tiene arropados, dependemos de él para todo. Es necesario fortalecer la sociedad civil. Formemos pequeños núcleos, no nos quedemos con el consejo comunal o la asociación de vecinos. Tenemos que construir el tejido social conociendo a nuestros vecinos. Cada uno debe tener cinco vecinos que coincidan con un ideal social, para organizarse y trabajar en proyectos. Tenemos que estar organizados, unidos y con las ideas claras". Para Diana Vegas, del grupo social Cesap, el Gobierno ha sido muy eficaz para dividir a la población. "Nos hemos convencido de que somos distintos y somos lo mismo, nadie está en el lado correcto de la historia. Cada quien tiene el derecho de pensar como le dé la gana.Convivir es el nuevo desafío".
"La polarización nos ha separado y para despolarizar hay que empezar por desmitificar, qué pasa de verdad en el 23 de Enero y en El Cafetal, no son distintos nuestros derechos, padecemos los mismos males", expresó Yeni Garzaro, de El Cafetal. Su hermana Shirley reconoció que tenía 12 años sin pasar por el Oeste de la ciudad.
Zoraida Pacheco, de la Unión Vecinal, pidió a los presentes no hacer distinción entre los que viven en las zonas populares y los de las urbanizaciones. "Hay que rescatar el sentido de nosotros. El otro es legítimo, sea como sea y crea lo que crea, tenemos que coincidir".
Según Pacheco, las comunidades han ido cediendo los espacios. "Hay que poner límites si no nos van atropellar. La manera de poner límites es formarnos para ejercer la ciudadanía. Conocer nuestros derechos para no ser arrinconados ni empujados".
Carlos Carrasco, estudiante de periodismo de la UCAB y vecino de Caricuao, sabe que con las protestas no se va a conseguir el cambio que necesita el país, sino con un trabajo social fuerte y constante. "Los estudiantes no tenemos recursos para resolver los problemas. Nuestros recursos son el conocimiento. Podemos darles herramientas a los líderes comunitarios, jornadas formativas, jurídicas, psicológicas".
William Requejo, presidente de la Unión Vecinal para la Participación Ciudadana, planteó que esta organización tiene 14 años creyendo que el ejercicio de la ciudadanía en el país tiene que tomar las riendas, "porque es lo único que puede generar cambios, pero nos falta mucho". Agregó que urge un gran encuentro comunitario Este-Oeste para establecer mesas de trabajo con propuestas para la Gran Caracas.
"Parece que el Estado es más grande que la sociedad, nos tiene arropados, dependemos de él para todo. Es necesario fortalecer la sociedad civil. Formemos pequeños núcleos, no nos quedemos con el consejo comunal o la asociación de vecinos. Tenemos que construir el tejido social conociendo a nuestros vecinos. Cada uno debe tener cinco vecinos que coincidan con un ideal social, para organizarse y trabajar en proyectos. Tenemos que estar organizados, unidos y con las ideas claras". Para Diana Vegas, del grupo social Cesap, el Gobierno ha sido muy eficaz para dividir a la población. "Nos hemos convencido de que somos distintos y somos lo mismo, nadie está en el lado correcto de la historia. Cada quien tiene el derecho de pensar como le dé la gana.Convivir es el nuevo desafío".
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