1 de marzo de 2014
Influyente intelectual marxista analiza relaciones de fuerza y
dice que los militares podrían marcar punto de inflexión en la crisis
Heinz Dieterich, el ideológo de Chávez: “El escenario más probable para Venezuela es el de Egipto o Ucrania”
“La renta petrolera ya no
alcanza para financiar el modelo, el sistema fiscal no genera los
ingresos necesarios, la insostenibilidad del sistema monetario nacional
frente a las monedas externas, la esterilidad del discurso político,
todos estos son aspectos que en apenas un año se han manifestado con
palpable claridad para todo el mundo. Durante los últimos años de Chávez
eran tendencias visibles para los especialistas. Hoy son dominio del
público en general”, advierte.
Heinz Dieterich es sociólogo y analista político, considerado uno de los referentes a la hora de analizar la deriva teórico-práctica de la izquierda anticapitalista posterior a la caída de la URSS, siendo sus aportes una alternativa a la falta de un proyecto de construcción económica, política y social de la cual adolecía el movimiento altermundista surgido durante la década de 1990. En su obra Socialismo del Siglo XXI explica la base teórica del concepto homónimo, la cual encontró su aplicación práctica más directa en el proceso revolucionario de Venezuela hasta el año 2007, cuando, por diferentes motivos, la teoría del Socialismo del siglo XXI no siguió su avance en ese país. Otra de sus obras de especial interés, La Aldea Global, escrita junto a Noam Chomsky, es un libro en contra del sistema capitalista y el pensamiento único.
En una entrevista que publica La Tercera, Dieterich sostiene que después de un año de experiencia con el gobierno de Maduro, “uno está inclinado a decir que ha sido una enorme decepción. No ha presentado un programa de reestructuración del modelo heredado de Chávez, pese a que el programa es la precondición para recuperar el pleno control del país”.
Quien fuera amigo de Chávez explica que la conducción de Maduro ha sido “errática, por ejemplo, frente a CNN; improvisada en la economía; innecesariamente estridente y polarizando en lo discursivo y torpe en la política internacional. Por ejemplo, pedirle diálogo a Obama es una pérdida de tiempo. En resumen, la decisión del comandante Chávez fue deficiente”.
A su juicio, Venezuela sin Chávez ha cambiado y explica que la “constelación básica de la división casi equitativa de la población se mantiene todavía, aunque los radicales pretenden cambiarla. Los cambios se manifiestan en el agotamiento del modelo heredado”.
“La renta petrolera ya no alcanza para financiar el modelo, el sistema fiscal no genera los ingresos necesarios, la insostenibilidad del sistema monetario nacional frente a las monedas externas, la esterilidad del discurso político, todos estos son aspectos que en apenas un año se han manifestado con palpable claridad para todo el mundo. Durante los últimos años de Chávez eran tendencias visibles para los especialistas. Hoy son dominio del público en general”, advierte.
Respecto a las diferencias entre Chávez y Maduro, Dieterich explica que el desaparecido mandatario tenía un pensamiento más dialéctico con una “percepción muy aguda de las cosas; un acervo enciclopédico de datos; un conocimiento profundo de la historia latinoamericana; una oratoria que fascinaba y un carisma que cautivaba mundialmente. Era el Perón tropical”.
En cuanto a Maduro es tajante: “No tiene nada de esto. Por eso prolonga mecánicamente lo que vio en Chávez y se vuelve cantinflesco. Y claro, Chávez era pragmático, porque entendía la realidad. Maduro no la entiende y, por ende, no tiene ningún plan real para salir de la crisis”.
El analista alemán considera que el gobierno de Maduro aún tiene más poder que la oposición y puede ganar el conflicto, pero que “con las improvisaciones y el rumbo semicaótico de Maduro, pierde cada día más poder de negociación. Si el bolivarianismo no reemplaza al equipo de Maduro, terminará como Yanukovich en Ucrania”.
En cuanto al rol de las Fuerzas Armadas en la actual situación, Dieterich estima que es el fin de la balanza como en todo tipo de crisis y, en el caso de Venezuela, “son altamente politizadas y los oficiales tienen una buena formación general. Es obvio que ven la situación como el gobierno, en el sentido de que se trata de un intento de golpe de Estado tipo ‘revolución naranja’, promovido por Washington. Esta interpretación es, por supuesto, correcta. Habrá un punto de inflexión frente al gobierno actual, si se convencen que este gobierno no tiene la capacidad para resolver la crisis”.
Finalmente, el sociólogo cree que es necesario que el gobierno de Maduro sea capaz de renovar el modelo chavista a través de un proyecto económico, social, discursivo y de seguridad que pueda convencer a las mayorías, pero “francamente no veo capacidad en el partido en el poder o en el gobierno para que esto suceda. Por lo mismo, el escenario más probable es el de Egipto o Ucrania”.
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