Francisco sobre la crisis Siria: 'esta indiferencia globalizada duele'
Cor Unum, reunidos para hacer un balance y planear una colaboración más estrecha. La asistencia humanitaria católica es una expresión del amor de Dios por sus hijos que sufren
Por Redacción
CIUDAD DEL VATICANO, 30 de mayo de 2014 (Zenit.org) - El Santo Padre ha enviado un mensaje que ha sido leído hoy a los participantes del encuentro de coordinación entre los organismo caritativos católicos que trabajan en el contexto de la crisis siria, promovido por el Pontificio Consejo Cor Unum.
Francisco les ha agradecido la ayuda cotidiana que dan a las poblaciones afectadas por este terrible conflicto. El Papa ha recordado que hace un año se reunieron para afirmar el compromiso de la Iglesia en esta crisis y para lanzar juntos un llamamiento por la paz en Siria. Y ahora se encuentran de nuevo para trazar un balance del trabajo desarrollado hasta el momento y para renovar la voluntad de proseguir sobre este camino, con una colaboración aún más estrecha.
"Tenemos que constatar --indicó el Santo Padre-- con gran pesar, que la crisis siria no ha sido resuelta, sino que continúa, y existe el riesgo de acostumbrarse a esta. De olvidarnos de las víctimas diarias, de los sufrimientos indecibles, de los miles de refugiados, entre ellos ancianos y niños, que sufren y a veces mueren por el hambre y la enfermedad causada por la guerra".
"¡Esta indiferencia duele! Otra vez tenemos que repetir el nombre de la enfermedad que nos hace tanto mal en el mundo de hoy: la globalización de la indiferencia" dijo.
"La acción de la paz y el trabajo de asistencia humanitaria que las organizaciones caritativas católicas desempeñan en ese contexto son una fiel expresión del amor de Dios por sus hijos que están bajo la opresión y la angustia. Dios escucha su clamor, conoce sus sufrimientos y quiere liberarlos, y a él, le prestan sus manos y sus habilidades".
Y les recomendó: "Es importante que trabajen en comunión con los pastores y las comunidades locales, y esta reunión es una buena oportunidad para identificar las formas apropiadas de cooperación estable, en el diálogo entre los diferentes actores, con el objetivo de conseguir una mejor organización de sus esfuerzos para apoyar a las Iglesias locales y de todas las víctimas de la guerra, independientemente de las diferencias étnicas, religiosas o sociales".
"Hoy estamos aquí para hacer nuevamente un llamado a la conciencia de los protagonistas del conflicto, de las instituciones mundiales y de la opinión pública. Todos somos conscientes de que el futuro de la humanidad se construye con la paz y no con la guerra: la guerra destruye, mata, empobrece pueblos y países".
"A todas las partes le pido que mirando al bien común, permitan inmediatamente el trabajo de asistencia humanitaria y que cuanto antes hagan callar las armas y se empeñen a negociar, poniendo en primer lugar el bien de Siria y de todos sus habitantes, también de aquellos que lamentablemente tuvieron que refugiarse en otros lugares y que tienen el derecho de volver lo antes posible a su patria".
Y concluyó sus palabras recordando "en particular a las queridas comunidades cristianas, rostro de una Iglesia que sufre y espera. Su sobrevivencia en todo el Medio Oriente es motivo de una profunda preocupación para la Iglesia universal: el cristianismo tiene que poder seguir viviendo donde están sus orígenes".
"Queridos hermanos y hermanas, vuestra acción caritativa y asistencial es un signo importante de la cercanía de toda la Iglesia y de la Santa Sede en particular, al pueblo sirio y a otros pueblos de Medio Oriente. Les renuevo mi gratitud por todo lo que han hecho e invoco para ustedes y vuestro trabajo la bendición del Señor. La Virgen les proteja. Yo rezo por ustedes y ustedes recen por mi".
Francisco les ha agradecido la ayuda cotidiana que dan a las poblaciones afectadas por este terrible conflicto. El Papa ha recordado que hace un año se reunieron para afirmar el compromiso de la Iglesia en esta crisis y para lanzar juntos un llamamiento por la paz en Siria. Y ahora se encuentran de nuevo para trazar un balance del trabajo desarrollado hasta el momento y para renovar la voluntad de proseguir sobre este camino, con una colaboración aún más estrecha.
"Tenemos que constatar --indicó el Santo Padre-- con gran pesar, que la crisis siria no ha sido resuelta, sino que continúa, y existe el riesgo de acostumbrarse a esta. De olvidarnos de las víctimas diarias, de los sufrimientos indecibles, de los miles de refugiados, entre ellos ancianos y niños, que sufren y a veces mueren por el hambre y la enfermedad causada por la guerra".
"¡Esta indiferencia duele! Otra vez tenemos que repetir el nombre de la enfermedad que nos hace tanto mal en el mundo de hoy: la globalización de la indiferencia" dijo.
"La acción de la paz y el trabajo de asistencia humanitaria que las organizaciones caritativas católicas desempeñan en ese contexto son una fiel expresión del amor de Dios por sus hijos que están bajo la opresión y la angustia. Dios escucha su clamor, conoce sus sufrimientos y quiere liberarlos, y a él, le prestan sus manos y sus habilidades".
Y les recomendó: "Es importante que trabajen en comunión con los pastores y las comunidades locales, y esta reunión es una buena oportunidad para identificar las formas apropiadas de cooperación estable, en el diálogo entre los diferentes actores, con el objetivo de conseguir una mejor organización de sus esfuerzos para apoyar a las Iglesias locales y de todas las víctimas de la guerra, independientemente de las diferencias étnicas, religiosas o sociales".
"Hoy estamos aquí para hacer nuevamente un llamado a la conciencia de los protagonistas del conflicto, de las instituciones mundiales y de la opinión pública. Todos somos conscientes de que el futuro de la humanidad se construye con la paz y no con la guerra: la guerra destruye, mata, empobrece pueblos y países".
"A todas las partes le pido que mirando al bien común, permitan inmediatamente el trabajo de asistencia humanitaria y que cuanto antes hagan callar las armas y se empeñen a negociar, poniendo en primer lugar el bien de Siria y de todos sus habitantes, también de aquellos que lamentablemente tuvieron que refugiarse en otros lugares y que tienen el derecho de volver lo antes posible a su patria".
Y concluyó sus palabras recordando "en particular a las queridas comunidades cristianas, rostro de una Iglesia que sufre y espera. Su sobrevivencia en todo el Medio Oriente es motivo de una profunda preocupación para la Iglesia universal: el cristianismo tiene que poder seguir viviendo donde están sus orígenes".
"Queridos hermanos y hermanas, vuestra acción caritativa y asistencial es un signo importante de la cercanía de toda la Iglesia y de la Santa Sede en particular, al pueblo sirio y a otros pueblos de Medio Oriente. Les renuevo mi gratitud por todo lo que han hecho e invoco para ustedes y vuestro trabajo la bendición del Señor. La Virgen les proteja. Yo rezo por ustedes y ustedes recen por mi".
Siria: hay que detener esta guerra, y para ello parar el comercio de armas
Entrevista al secretario general de la Caritas Internacional, Michel Roy. Siria se ha vuelto un campo de batalla entre los intereses de países vecinos
Por Anita Bourdin
ROMA, 31 de mayo de 2014 (Zenit.org) - El mensaje del papa Francisco, de la Santa Sede y de las organizaciones de caridad católicas sobre Siria es "clara", le dijo a ZENIT el secretario general de Caritas International, Michel Roy: "Hay que parar esta guerra " y para ello es necesario "detener la venta de armas ", así como "evitar que el conflicto caiga en el olvido".
El Pontificio Consejo Cor Unum, presidido por el cardenal Robert Sarah, de hecho se ha reunido por segunda vez en el Vaticano, este viernes 30 de mayo, con representantes de organizaciones caritativas católicas que trabajan en el lugar.
Ellos recibieron el apoyo del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín y del papa Francisco que les encontró y les animó a continuar en este "caminar juntos" y también les dio un mensaje escrito.
Caritas International, Caritas Oriente Medio, Siria, Líbano, Jordania, Turquía, Irak, la Obra de Oriente, la Orden de Malta, el Servicio Jesuita a Refugiados, Ayuda a la Iglesia Necesitada, se han encontrado "para evaluar la situación sobre el compromiso humanitario, y las necesidades y prioridades del momento". Por tanto, la evaluación fue a la vez nacional y regional e internacional, con representantes de asociaciones de siete ritos latinos y 6 orientales; y 17 diócesis .
Desde el comienzo de la guerra, la ayuda caritativa católica internacional sumó 100 millones de dólares. “Es mucho, pero respecto a sus necesidades es poco, aunque permite llevar el testimonio fuerte en donde trabajan nuestras organizaciones", dijo Roy.
Una imagen dramáticaMons. Antoine Audo, director de Cáritas Siria, hizo especial hincapié en la importancia de la ayuda de los desplazados dentro del país. Y Para ayudar a la gente, lo que la reunión ha demostrado --dijo Roy-- es que primero hay que asegurarse de que el conflicto no sea olvidado: "El conflicto ha durado tres años y poco a poco tienden a ser olvidado. ¿Qué medios hablan de Siria hoy en día? Para nosotros es importante , ya que la situación sigue deteriorándose".
Y ha precisado: "Todos los días más de diez mil personas dejan el país y la mitad de la población se desplaza en el interior del mismo buscando un poco de seguridad y es muy difícil encontrarla. Más del 60 por ciento de los establecimientos médicos y sanitarios están destruidos, muchas escuelas también, los niños no van más, estamos en un país devastado por la guerra".
"Es importante --insiste Roy-- seguir movilizándose: pues es la opinión pública la que puede ayudar a los gobiernos a evaluar el desarrollo del drama. En Siria hay realmente una tragedia humanitaria cotidiana y tenemos que reaccionar".
Dejar de vender armas
El número dos de la Caritas Internacional indicó la fuerte posición expresada por la Santa Sede: "Lo que más me ha impresionado fue la llamada del Nuncio Apostólico que estaba aquí, y del cardenal secretario de Estado: debemos trabajar para poner fin a esta guerra. De lo contrario, siempre trabajamos sobre las consecuencias, y funciona sólo para una pequeña parte de las víctimas, ya que su número es tal que es imposible llegar a todos. Y para poner fin a esta guerra, hay varios instrumentos posibles. Benedicto XVI dijo: "Exijan a los traficantes de armas que no vendan más armamento a los que están en guerra en Siria" . Debemos impedir el suministro. Creo que es muy complicado, pero sin embargo tiene que ser hecho".
Ha hecho hincapié en la responsabilidad de los gobiernos extranjeros: " Necesitamos que nuestros gobiernos, de los países más importantes de la comunidad internacional emprendan esta cruzada, ya que son tanto los que dicen que debemos trabajar por la paz, pero al mismo tiempo venden armas a los beligerantes. Creo que así tenemos que actuar para que la guerra se detenga y los sirios puedan comenzar a sanar las heridas y para que la ayuda humanitaria pueda llegar rápidamente".
Una legítima reivindicación que degenera
El doctor Ré ha recordado el origen del conflicto: "Las manifestaciones para exigir más libertad se justificaban en un país cuyo sistema autoritario encabezado por los militares desde hace décadas dejaba poco espacio a la gente. Y esta solicitud de mayor libertad de expresión y asociación degener . Y muy rápidamente llegaron grupos armado de países como Arabia Saudita y Qatar, grupos extremistas que empezaron a crear una violencia sin antecedentes, masacrando personas, expulsando a la gente de sus tierras, de sus aldeas. Así que hay una mezcla de actores en esta guerra que vuelve todo muy complejo. Los rebeldes también intervinieron para combatir a los extremistas, creándose esta confusión. Y todos estos grupos cuentan con apoyo externo. Uno tiene la impresión de que Siria se ha convertido en un campo de batalla en donde otros países tienen sus intereses particulares.
Hay quienes impulsan la primacía de su sector religioso: los sunitas más que los chiítas, y aunque los chiítas son una minoría están en el poder. El Gobierno sirio está apoyado por los chiítas de la región, particularmente Irán y Líbano. Y luego están los que, como Israel, consideran que no es malo que Siria esté en ruinas pues deja de representar un riesgo.
Para Michel Roy, no hay otra alternativa: "No veo ninguna otra solución sino que los países que apoyan a estos grupos dejen de apoyarlos y sean invitados a una mesa de diálogo. La Conferencia de Ginebra II que se realizó este año fue un fracaso porque no había puesto a las partes en conflicto bajo una presión suficiente. También ha hecho hincapié en la movilización con el cuerpo diplomático en Roma.
Añadió que "a veces se tiene la sensación de estar abrumado e impotente, pero la oración, como en la noche del 7 de septiembre, puede tener efectos muy fuertes. Es necesario actuar y orar por la paz en esta región".
En cuanto a la Unión Europea, que recuerda su compromiso financiero y humanitario, pero añadió que debe hacer más: "La Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea tiene un papel importante, no sólo mediante el apoyo a las iglesias , sino también ACNUR, la OMS , el PMA . Sin embargo, en el plano político de la UE , por desgracia no es lo suficientemente fuerte , y es necesario cambiar eso".
Cinco maneras de actuar
Añadió que el mundo católico no puede sentirse impotente, e indica cinco maneras de actuar:
"En primer lugar, no rendirse" y " seguir rezando", porque "la oración nos ayudará a encontrar soluciones”.
"En segundo lugar, en la medida de lo posible, hablar, hacer conocer. Este conflicto no debe convertirse en una guerra olvidada”.
"En tercer lugar, si se tiene la oportunidad de acoger a refugiados sirios, recibirlos al menos por un tiempo”.
"Y apoyar la red Caritas, apoyar a aquellos que allí trabajan, las otras organizaciones católicas que están cerca, para que puedan llevar a cabo los programas para los cuales la Iglesia Siria moviliza y espera nuestra solidaridad".
"Y por último, hablar con los senadores, diputados o políticos conocidos, para que esta cuestión no sea olvidada y que se muevan en los lugares donde se toman las decisiones. No para apoyar a los rebeldes, como ha sucedido, pero para apoyar la búsqueda de la paz, facilitar el diálogo entre las partes. Es una pena escuchar al presidente Obama que Estados Unidos reanudará su apoyo a los rebeldes. Esto realmente no es el camino de la solución".
Homenaje al Padre Frans van der Lugt
Por último, el secretario general Roy subraya la importancia del “tejido horizontal y vertical" de las comunidades religiosas que decidieron "quedarse y no irse" y su "dar testimonio del amor de Dios es fundamental para todos".
Y recordó al padre Frans van der Lugt , jesuita holandés asesinado el 7 de abril , en la antigua ciudad de Homs, “fue testigo del deseo de permanecer con el pueblo, con ellos, a pesar de los riesgos que esto representaba”.
El Pontificio Consejo Cor Unum, presidido por el cardenal Robert Sarah, de hecho se ha reunido por segunda vez en el Vaticano, este viernes 30 de mayo, con representantes de organizaciones caritativas católicas que trabajan en el lugar.
Ellos recibieron el apoyo del Secretario de Estado, cardenal Pietro Parolín y del papa Francisco que les encontró y les animó a continuar en este "caminar juntos" y también les dio un mensaje escrito.
Caritas International, Caritas Oriente Medio, Siria, Líbano, Jordania, Turquía, Irak, la Obra de Oriente, la Orden de Malta, el Servicio Jesuita a Refugiados, Ayuda a la Iglesia Necesitada, se han encontrado "para evaluar la situación sobre el compromiso humanitario, y las necesidades y prioridades del momento". Por tanto, la evaluación fue a la vez nacional y regional e internacional, con representantes de asociaciones de siete ritos latinos y 6 orientales; y 17 diócesis .
Desde el comienzo de la guerra, la ayuda caritativa católica internacional sumó 100 millones de dólares. “Es mucho, pero respecto a sus necesidades es poco, aunque permite llevar el testimonio fuerte en donde trabajan nuestras organizaciones", dijo Roy.
Una imagen dramáticaMons. Antoine Audo, director de Cáritas Siria, hizo especial hincapié en la importancia de la ayuda de los desplazados dentro del país. Y Para ayudar a la gente, lo que la reunión ha demostrado --dijo Roy-- es que primero hay que asegurarse de que el conflicto no sea olvidado: "El conflicto ha durado tres años y poco a poco tienden a ser olvidado. ¿Qué medios hablan de Siria hoy en día? Para nosotros es importante , ya que la situación sigue deteriorándose".
Y ha precisado: "Todos los días más de diez mil personas dejan el país y la mitad de la población se desplaza en el interior del mismo buscando un poco de seguridad y es muy difícil encontrarla. Más del 60 por ciento de los establecimientos médicos y sanitarios están destruidos, muchas escuelas también, los niños no van más, estamos en un país devastado por la guerra".
"Es importante --insiste Roy-- seguir movilizándose: pues es la opinión pública la que puede ayudar a los gobiernos a evaluar el desarrollo del drama. En Siria hay realmente una tragedia humanitaria cotidiana y tenemos que reaccionar".
Dejar de vender armas
El número dos de la Caritas Internacional indicó la fuerte posición expresada por la Santa Sede: "Lo que más me ha impresionado fue la llamada del Nuncio Apostólico que estaba aquí, y del cardenal secretario de Estado: debemos trabajar para poner fin a esta guerra. De lo contrario, siempre trabajamos sobre las consecuencias, y funciona sólo para una pequeña parte de las víctimas, ya que su número es tal que es imposible llegar a todos. Y para poner fin a esta guerra, hay varios instrumentos posibles. Benedicto XVI dijo: "Exijan a los traficantes de armas que no vendan más armamento a los que están en guerra en Siria" . Debemos impedir el suministro. Creo que es muy complicado, pero sin embargo tiene que ser hecho".
Ha hecho hincapié en la responsabilidad de los gobiernos extranjeros: " Necesitamos que nuestros gobiernos, de los países más importantes de la comunidad internacional emprendan esta cruzada, ya que son tanto los que dicen que debemos trabajar por la paz, pero al mismo tiempo venden armas a los beligerantes. Creo que así tenemos que actuar para que la guerra se detenga y los sirios puedan comenzar a sanar las heridas y para que la ayuda humanitaria pueda llegar rápidamente".
Una legítima reivindicación que degenera
El doctor Ré ha recordado el origen del conflicto: "Las manifestaciones para exigir más libertad se justificaban en un país cuyo sistema autoritario encabezado por los militares desde hace décadas dejaba poco espacio a la gente. Y esta solicitud de mayor libertad de expresión y asociación degener . Y muy rápidamente llegaron grupos armado de países como Arabia Saudita y Qatar, grupos extremistas que empezaron a crear una violencia sin antecedentes, masacrando personas, expulsando a la gente de sus tierras, de sus aldeas. Así que hay una mezcla de actores en esta guerra que vuelve todo muy complejo. Los rebeldes también intervinieron para combatir a los extremistas, creándose esta confusión. Y todos estos grupos cuentan con apoyo externo. Uno tiene la impresión de que Siria se ha convertido en un campo de batalla en donde otros países tienen sus intereses particulares.
Hay quienes impulsan la primacía de su sector religioso: los sunitas más que los chiítas, y aunque los chiítas son una minoría están en el poder. El Gobierno sirio está apoyado por los chiítas de la región, particularmente Irán y Líbano. Y luego están los que, como Israel, consideran que no es malo que Siria esté en ruinas pues deja de representar un riesgo.
Para Michel Roy, no hay otra alternativa: "No veo ninguna otra solución sino que los países que apoyan a estos grupos dejen de apoyarlos y sean invitados a una mesa de diálogo. La Conferencia de Ginebra II que se realizó este año fue un fracaso porque no había puesto a las partes en conflicto bajo una presión suficiente. También ha hecho hincapié en la movilización con el cuerpo diplomático en Roma.
Añadió que "a veces se tiene la sensación de estar abrumado e impotente, pero la oración, como en la noche del 7 de septiembre, puede tener efectos muy fuertes. Es necesario actuar y orar por la paz en esta región".
En cuanto a la Unión Europea, que recuerda su compromiso financiero y humanitario, pero añadió que debe hacer más: "La Oficina de Ayuda Humanitaria de la Unión Europea tiene un papel importante, no sólo mediante el apoyo a las iglesias , sino también ACNUR, la OMS , el PMA . Sin embargo, en el plano político de la UE , por desgracia no es lo suficientemente fuerte , y es necesario cambiar eso".
Cinco maneras de actuar
Añadió que el mundo católico no puede sentirse impotente, e indica cinco maneras de actuar:
"En primer lugar, no rendirse" y " seguir rezando", porque "la oración nos ayudará a encontrar soluciones”.
"En segundo lugar, en la medida de lo posible, hablar, hacer conocer. Este conflicto no debe convertirse en una guerra olvidada”.
"En tercer lugar, si se tiene la oportunidad de acoger a refugiados sirios, recibirlos al menos por un tiempo”.
"Y apoyar la red Caritas, apoyar a aquellos que allí trabajan, las otras organizaciones católicas que están cerca, para que puedan llevar a cabo los programas para los cuales la Iglesia Siria moviliza y espera nuestra solidaridad".
"Y por último, hablar con los senadores, diputados o políticos conocidos, para que esta cuestión no sea olvidada y que se muevan en los lugares donde se toman las decisiones. No para apoyar a los rebeldes, como ha sucedido, pero para apoyar la búsqueda de la paz, facilitar el diálogo entre las partes. Es una pena escuchar al presidente Obama que Estados Unidos reanudará su apoyo a los rebeldes. Esto realmente no es el camino de la solución".
Homenaje al Padre Frans van der Lugt
Por último, el secretario general Roy subraya la importancia del “tejido horizontal y vertical" de las comunidades religiosas que decidieron "quedarse y no irse" y su "dar testimonio del amor de Dios es fundamental para todos".
Y recordó al padre Frans van der Lugt , jesuita holandés asesinado el 7 de abril , en la antigua ciudad de Homs, “fue testigo del deseo de permanecer con el pueblo, con ellos, a pesar de los riesgos que esto representaba”.
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