El patriarca del cine francés Alain Resnais cumple 90 años en plenitud
El director, que presentó su última película en Cannes, celebra mañana.
El europeo, en el medio, aún hace cine (Archivo)
EFE/EL UNIVERSAL
sábado 2 de junio de 2012 12:04 PM
El realizador Alain Resnais, autor de películas fundamentales de la historia del cine como "Nuits et brouillard", "Mon oncle d'Amérique" o "La guerre est finit", cumple mañana 90 años en plenitud, tras haber presentado su última película, "Vous n'avez encore rien vu", en el Festival de Cannes.
Un certamen que le ha acompañado a lo largo de su carrera por éxitos, polémicas y sorpresas, formales o estilísticas, pero también ideológicas, y que nunca, tampoco esta primavera, le dio la cotizada Palma de Oro que cada año convierte a la Costa Azul francesa en el corazón del cine mundial.
Allí donde en 1956 su documental sobre los campos de concentración nazis, "Nuit et Brouillard", tuvo que ser retirado de la competición a requerimiento del Gobierno alemán.
En esa obra maestra realizada todavía cerca de la II Guerra Mundial (1939-1945), Alain Resnais reveló al mundo la atroz maquinaria de exterminio del III Reich, capaz de llevar a la muerte a 3.000 españoles para construir una escalera en Mauthausen, como recuerda en un momento del filme.
Pocos años después, en el mismo escenario de Cannes, Resnais volvió a herir sensibilidades con su mezcla de audacia, honestidad y contundencia.
Era 1959 y estrenaba su primer largometraje de ficción, "Hiroshima mon amour", poética historia de amor y muerte, que se convirtió en un nuevo trabajo sobre el deber de la memoria, inspirado en un texto de Marguerite Duras, quien fue también su guionista.
Pese a ser reconocida como una obra maestra desde el primer momento, su reflexión sobre la primera bomba atómica lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima molestó a Estados Unidos y provocó su retirada de la Competición oficial por la Palma de Oro.
La esencia de su cine estaba ya en esa cinta de ritmo narrativo diferente, cronología deconstruida e historias dentro de la historia, inspirada a menudo en la obra de un gran autor, aquí en Duras.
En 1966, fueron las autoridades franquistas quienes atacaron en Cannes la presencia de "La guerre est finie", protagonizada por un comunista español cuyo guión escribió el excomunista, antifranquista, figura de la resistencia a la ocupación nazi y futuro ministro socialista de Cultura español Jorge Semprún.
Dos años después, la proyección de su película "Je t'aime, je t'aime", al igual que la de muchos de sus compañeros de Festival, fue simplemente anulada por los efectos, también en Cannes, de mayo del 68.
Hasta llegar allí y a sus múltiples exitosos filmes, Alain Resnais comenzó a desarrollar su tremenda habilidad de ofrecer un contenido radical en un formato tradicional ya de joven, cuando a los 14 años dirigió y filmó una obra con sus compañeros de colegio.
El historial cinematográfico de ese hijo de un farmacéutico acomodado de provincias siguió en 1940, en París, donde estudió cine en el Instituto de Cinematografía de Estudios Avanzados y se reanudó a partir de 1947, tras la liberación francesa del yugo nazi, con una serie de cortometrajes sobre el arte.
Nacido en la ciudad bretona de Vannes (noroeste), este cineasta unánimemente considerado como uno de los grandes líderes de la "Nouvelle Vague", no llegó a sentirse dentro de aquella "Nueva Ola", entre otras razones porque nunca aspiró a cambiar los métodos de producción.
Característica que unía a todo ese grupo de grandes directores franceses, según contó en 1980 a su paso por España, con ocasión del estreno de "Mon Oncle d'Amérique".
El mundo del cine le celebra como a uno de sus patriarcas, algo que Cannes corroboró en 2009 otorgando su Premio Especial por el conjunto de su obra al prolífico y genial autor de filmes como "L'Année dernière à Marienbad" (1961); "Stavisky" (1974), "La Vie est un roman" (1983), "Smoking No smoking" (1997), "On conna t la chanson" (2003), o "Les herbes folles" (2009).
Un certamen que le ha acompañado a lo largo de su carrera por éxitos, polémicas y sorpresas, formales o estilísticas, pero también ideológicas, y que nunca, tampoco esta primavera, le dio la cotizada Palma de Oro que cada año convierte a la Costa Azul francesa en el corazón del cine mundial.
Allí donde en 1956 su documental sobre los campos de concentración nazis, "Nuit et Brouillard", tuvo que ser retirado de la competición a requerimiento del Gobierno alemán.
En esa obra maestra realizada todavía cerca de la II Guerra Mundial (1939-1945), Alain Resnais reveló al mundo la atroz maquinaria de exterminio del III Reich, capaz de llevar a la muerte a 3.000 españoles para construir una escalera en Mauthausen, como recuerda en un momento del filme.
Pocos años después, en el mismo escenario de Cannes, Resnais volvió a herir sensibilidades con su mezcla de audacia, honestidad y contundencia.
Era 1959 y estrenaba su primer largometraje de ficción, "Hiroshima mon amour", poética historia de amor y muerte, que se convirtió en un nuevo trabajo sobre el deber de la memoria, inspirado en un texto de Marguerite Duras, quien fue también su guionista.
Pese a ser reconocida como una obra maestra desde el primer momento, su reflexión sobre la primera bomba atómica lanzada sobre la ciudad japonesa de Hiroshima molestó a Estados Unidos y provocó su retirada de la Competición oficial por la Palma de Oro.
La esencia de su cine estaba ya en esa cinta de ritmo narrativo diferente, cronología deconstruida e historias dentro de la historia, inspirada a menudo en la obra de un gran autor, aquí en Duras.
En 1966, fueron las autoridades franquistas quienes atacaron en Cannes la presencia de "La guerre est finie", protagonizada por un comunista español cuyo guión escribió el excomunista, antifranquista, figura de la resistencia a la ocupación nazi y futuro ministro socialista de Cultura español Jorge Semprún.
Dos años después, la proyección de su película "Je t'aime, je t'aime", al igual que la de muchos de sus compañeros de Festival, fue simplemente anulada por los efectos, también en Cannes, de mayo del 68.
Hasta llegar allí y a sus múltiples exitosos filmes, Alain Resnais comenzó a desarrollar su tremenda habilidad de ofrecer un contenido radical en un formato tradicional ya de joven, cuando a los 14 años dirigió y filmó una obra con sus compañeros de colegio.
El historial cinematográfico de ese hijo de un farmacéutico acomodado de provincias siguió en 1940, en París, donde estudió cine en el Instituto de Cinematografía de Estudios Avanzados y se reanudó a partir de 1947, tras la liberación francesa del yugo nazi, con una serie de cortometrajes sobre el arte.
Nacido en la ciudad bretona de Vannes (noroeste), este cineasta unánimemente considerado como uno de los grandes líderes de la "Nouvelle Vague", no llegó a sentirse dentro de aquella "Nueva Ola", entre otras razones porque nunca aspiró a cambiar los métodos de producción.
Característica que unía a todo ese grupo de grandes directores franceses, según contó en 1980 a su paso por España, con ocasión del estreno de "Mon Oncle d'Amérique".
El mundo del cine le celebra como a uno de sus patriarcas, algo que Cannes corroboró en 2009 otorgando su Premio Especial por el conjunto de su obra al prolífico y genial autor de filmes como "L'Année dernière à Marienbad" (1961); "Stavisky" (1974), "La Vie est un roman" (1983), "Smoking No smoking" (1997), "On conna t la chanson" (2003), o "Les herbes folles" (2009).
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