TALLER CRITICO
CON LA HISTORIA HEMOS TOPADO
Por: ROBERTO LOVERA DE-SOLA
En el magnífico ante-proyecto relativo a la cultura nacional que acaba
de presentar la comisión dirigida por Gisela Kozak nos pareció que le faltaban
unas consideraciones sobre la historia de Venezuela, tan espoliada por el
gobierno actual. Ofrecemos aquí unas consideraciones que una vez discutidas por
el grupo puedan pasar, con las observaciones que se le hagan al documento que
estamos produciendo.
CRISIS
El grupo cultural de la MUD funcionó correctamente hasta que fue
infiltrado por personas del chavismo quienes pretendieron, en su sesión del 20
de Octubre de 2011, que el documento discutido por sus miembros se iniciara con
un elogio de la política cultural de Chávez. Debimos protestar, aunque nos
quedamos solos, pues ningún miembro de la comisión levantó su voz. Comenzamos
nuestra exposición diciendo a todos: “no sé Uds. pero yo soy un opositor,
siempre lo he sido, desde las tres de la madrugada del 4 de Febrero de 1992, fuimos por
ello el primer opositor que tuvo el golpista de aquel día en el país. Protesto
por ese elogio”. El haberme quedado solo no nos angustió, estamos acostumbrados
a ser siempre miembro de una minoría, todos los intelectuales lo somos, a la
soledad es a donde pertenecemos. Y además en circunstancias como esta no
pudimos dejar de pensar en el ejemplo, en el saber discrepar, que nos dio a los
venezolanos, y sigue vivo, el padre Manuel Vicente de Maya(1767-1826) en el
Congreso Constituyente de 1811. A la hora de discutirse la decisión de la
Independencia el padre Maya, diputado por La Grita en esa asamblea, aunque era
yaracuyano, tomó la palabra para indicar que no podía votar por esa decisión
pues sus electores no le habían dado el poder apoyarla. No tuvo miedo de
expresar su verdad el padre Maya. Más tarde al ver votada por mayoría la
decisión de emancipación absoluta por todos estampó su firma en el documento
convirtiéndose así en uno de los padres de la patria. Pero lo importante aquí,
y nosotros lo pensamos aquella mañana al tomar la palabra, fue el valor que
tuvo el padre Maya para mantener su posición, en contra de una mayoría
indiscutible y, desde luego, abanderizada, y discrepar razonadamente sobre el
por qué de su posición. Todos los venezolanos discrepantes venimos de ese
ejemplo del padre Maya. El saber discrepar es una virtud que aquel levita nos
enseñó. No lo olvidamos al enfrentarnos, aquel mediodía, al sinsentido como era
que en un documento opositor se pretendiera hacer un elogio del desgobierno que
los opositores de la comisión de cultura de la MUD combatimos con las únicos
instrumentos que tenemos, buscar por medios pacíficos, constitucionales y
electoras la sustitución del actual gobierno por uno democrático, donde se
acate la Constitución de 1999, que es una carta democrática, vuelva a reinar el
respeto de los derechos humanos y pongamos fin a los actos legicidas de la
actual administración.
Tres políticos activos presentes levantaron su voz en apoyo a nuestra
intervención, entre ellos Cipriano Heredia Soltero. Los cuatro nos quedamos con
la convicción, que permanece en nosotros aun, que el grupo había sido penetrado
por el chavismo. Otros pensaron que quienes lo encabezaban estaban jugando a
una doble carta: si la oposición ganaba las elecciones se quedarían en ella.
Pero si Chávez volvía a ganar trabajarían para él.
Nuestra discrepancia se basaba en convicciones políticas y culturales
muy hondas. Y además, al publicar ahora este papel de trabajo, minuta de una
exposición en la sede de la comisión en la cual muchos verdaderos disidentes
estábamos presentes, dejaba clara, con anticipación, nuestra discrepancias de
aquel elogio a Chávez, era una contradicción de lo opuesto por nosotros mismos
en la sesiones de la comisión: no ha habido tal política cultural bajo el
gobierno de Chávez. Ni siquiera se pueda saber si las estadísticas presentadas
aquella mañana, en la sede del partido Podemos, eran verdaderas pues sabemos
que las estadísticas chavistas no son nunca fiables. Y además, no quedamos sin
palabras ese día porque allí mismo habíamos expuesto que lo que había habido,
eso que estas personas llamaban “política cultural del gobierno” era
sencillamente un aparato de persecución a los escritores, artistas y
trabajadores culturales democráticos, desde luego situados entonces en la
oposición. Era aquella una persecución nunca vista entre nosotros durante las
cuatro décadas de la República Civil. Ya habíamos enumerado muchos de los actos
y decisiones contra ellos, ya habíamos visto como los subsidios a las fundaciones,
agrupaciones culturales de toda índole y grupos de teatro habían sido
suprimidos y las editoriales del Estado cerradas a todo aquel que no se pusiera
de rodillas ante el gobierno: ¿era eso una política cultural?¿No era acaso
aquello un desacato, otro más, a la propia Constitución de 1999? Y desde luego
a toda forma de tolerancia. Debimos protestar, nos parecía insólito que en la
comisión cultural de la MUD se hubiera llegado a eso.¿Cómo era posible?. Se
logró, sin embargo, que aquel párrafo se suprimiera. Pero fuimos castigados por
disentir: se dio órdenes de suprimir nuestro nombre del informe cuando este fue
divulgado por Internet.
Hacemos estas necesarias observaciones al exponer una serie de
reflexiones que se debían considerar incluir en el documento al que nos hemos
referido. Fueron expuestas en una de las reuniones. E inmediatamente mandamos
una minuta de las mismas. Ni siquiera nos acusaron recibo. Para el hombre y la
mujer que presidían las comisión pensar por nosotros mismos era un hecho
prohibido, pero, aunque ellos no lo sabían, es una máxima de Andrés
Bello(1781-1865), el autor de nuestro evangelio cultural. A lo que se nos
obligaba era un acto autoritario: o éramos parte de su manada o no podíamos
estar. Pero lo que nos nutre a nosotros es el pensamiento de Juan Salvador
Gaviota: tener el coraje de desafiar a la manada. Eso fue lo que hicimos.
EL ASUNTO
Para presentar las ideas que se cobijan bajo el título, nos basamos en
varias ideas que consideramos esenciales. Escribió Germán Carrera Damas(1930):
“pueblo que ignora su historia se extravía, y pueblo que no honra su historia
descubre su flaqueza moral, no menos que su desnudez espiritual”(Aviso a los historiadores críticos.
Caracas: Ediciones GE,1995,p.425) y Manuel Caballero(1931-2010) sobre la
gravedad del intento de abolir la historia “para suplantarla por un
batiburrillo ideológico donde poco o nada importa la búsqueda de la verdad
histórica”(Contra la abolición de la
historia. Caracas: Academia Nacional de la Historia,2005,p.32).
Además añadimos nosotros, producto de nuestras propias lecturas y
meditaciones, que la historia tiene sus propios fueros, no puede ser
manipulada. Nada hay más risible que esos políticos que dicen estar haciendo
historia porque esta lo que más termina concediéndoles es una nota a pie de
página. Nada más.
Pero en este gobierno hemos visto al Presidente diciendo que hace
historia con sus actos, pero lo que es peor manipulándola, creado lo que
llamamos, en el documento que presentamos el día de la constitución del grupo
cultural de la MUD(La pregunta por la cultura, Caracas: Febrero 28,2011), las
“falacias históricas del chavismo”, las cuales enumeramos e hicimos su examen
crítico en ese papel.
Una buena definición de falacia histórica es esta, dada por Jorge
Olavarría(1933-2005) al inicio de su biografía de Gómez. Es más que exacta,
creemos que debemos tenerla en cuenta. En ella se lee:
“Una falacia histórica es un “razonamiento falso” que parte de premisas
ciertas pero que por la forma como ellas son presentadas y aceptadas, lleva a
conclusiones falsas...una falacia histórica es el “camino” por el cual se llega
a consagrar a una mentira como una verdad y ésta es aceptada como verdad por
quienes sospechan o saben que es una mentira, pero se empeñan en que sea
verdad, ya sea porque ello conviene a un propósito convertido en dogma
político; o sirve para encubrir hechos que se tienen como bochornosos y les
ayudan a ocultar o preterir el complejo de culpa por conductas activas u
omisivas”(Gómez, un enigma histórico.
Caracas: Fundación Olavarría,2007,p.15. Las comillas son de Olavarría).
Pero el asunto es muy grave, no se puede actuar en política sin saber
historia, y menos se la puede cambiar, como se ha intentado en estos doce años.
Desde luego no negamos que la historia puede ser revisada, porque esta además
nunca termina de escribirse, pero ello solo se puede hacer cuando aparecen
nuevos documentos, que bien examinados, haciéndole su crítica interna y
externa, nos llevan a comprender que mutan lo que antes conocido. Ese es el
caso de Rodrigo de Triana que hoy sabemos que no pudo gritar “¡Tierra, Tierra!”
porque no formaba parte de la expedición de Cristóbal Colón(1451-1506), lo
sabemos porque su nombre no está en la lista de los pasajeros. Quien lo
estableció fue el historiador español Francisco Morales Padrón(1923-2010). El mismo
nos indica que quien gritó “¡Tierra!, ¡Tierra!” aquella madrugada se llamó Juan
Rodríguez Bermejo, así lo indican los documentos sobre los cuales habían pasado
por encima los estudiosos(Historia del
descubrimiento y conquista de América. Madrid: Editora
Nacional,1981,p.108-109). Igual, otro ejemplo: no hubo Segunda Expedición de
Los Cayos, como aprendió nuestra generación, sino la Expedición de Jacmel,
salida de ese puerto haitiano(Diciembre 18,1816), como lo estableció el
historiador haitiano-venezolano Paul Verna(Robert
Sutherland, un amigo de Bolívar en Haití. Caracas: Fundación
Boulton,1966,p.82). Por cierto Jacmel una vez más aquel día volvió a
relacionarse con nuestra historia: fue en esa rada en que Miranda izó por vez
primera, el 12 de Marzo de 1806, el pabellón Amarillo, Azul y Rojo que él mismo
había concebido en Londres, que es nuestra bandera desde los albores de la
emancipación(Julio 9, 1811). Eso es “historia casta”, como dijo Fustel de
Coulanges(1830-1889): la que se basa en documentos exactamente comprobados.
Es “falacia histórica” cuando se inventa lo no sucedido, cuando
previamente no se lee con atención la documentación, ni se consultan las
investigaciones hechas. Es una falacia todo lo que inventó el presidente Chávez
sobre el supuesto asesinato del Libertador en San Pedro Alejandrino, fue falaz,
como también lo fue aquello, que él mismo dijo, según lo cual Bolívar fue
socialista, en todo lo casos fueron
falacias porque la interpretación dada era utilizando la historia y sus
personajes como arma política e ideológica. Puede eso decirse de lo que le
escuchamos decir sobre Cristóbal Colón(1451-1506) o José Antonio
Páez(1790-1873). Y la falta de conocimiento de la historia es la que le ha
permitido propalar una serie de falsas interpretaciones sobre nuestra historia,
sobre Bolívar, sobre el socialismo y el marxismo, sobre todo su invención del
Socialismo del Siglo XXI el cual no existe en la teoría política, asuntos todos
que el estudio sereno de la historia contradice.
Basados en estas observaciones consideramos que nuestro proyecto debe
insistir claramente en la necesidad de la enseñanza de historia de Venezuela
desde un ángulo crítico, que está debe ser enseñada globalmente, dejado de lado
la tentación, ya ensayada con pésimos resultados, de solo enseñar en los
estados las historias de las regiones, ello impide a nuestros estudiantes un
conocimiento completo del proceso venezolano. El cultivo por los historiadores
de la historia regional es otra cosa. Pero la enseñanza escolar debe ser sobre
la Venezuela global.
Hay otro hecho: durante las últimas décadas de la República
Civil(1958-1998) se produjo una gran despolitización de Venezuela, dentro de
ese proceso que pocos percibieron, se produjo el intento primero de abolir el
estudio de nuestra historia en la escuela primaria y media, y más tarde el otro
intento, bajo el ministro Gustavo Rossen, de eliminar el estudio de nuestra
literatura de los programas educativos. A lo primero respondió el maestro
Arturo Uslar Pietri(1906-2001) desde la sede de nuestra Academia Nacional de la
Historia; a lo segundo un grupo de escritores, entre los que nos contamos,
quienes encabezados por la poeta y profesora Elena Vera(1939-1997) produjimos(Junio
23,1991) la “Declaración de Jajó”(verla en Varios Autores: El verbo iluminado. Caracas: AEV,1995,p.211-212). Ambas maniobras,
de hacerse reales, hubieran cercenado nuestra identidad nacional cuyos
fundamentos descansan en el estudio de nuestra memoria colectiva, la historia y
de nuestras letras. Por cierto, en cuanto a escritura, como lo quiso el gran
peruano Raul Porras Barrenechea(1900-1960), también la historia pertenece a la
literatura(ver Manuel Caballero:Contra la
abolición de la historia,p.8), no en vano en nuestra historiografía hemos
tenido grandes estilistas, desde Oviedo y Baños, pasando por Baralt, Gil
Fortoul, Parra Pérez, Arcila Farías, Salcedo Bastardo, Morón hasta Manuel
Caballero, en todos ellos la literatura pervivió siempre en ellos pues su
expresión con la palabra fue siempre bella.
Caracas: Mayo 27,2012-
Reflexionan sobre la enseñanza de la historia
Las jornadas fueron dirigidas a docentes, investigadores y estudiantes del área
EL UNIVERSAL
jueves 31 de mayo de 2012 12:00 AM
Académicos, investigadores y docentes se dieron cita en la Casa de Estudio de la Historia de Venezuela "Lorenzo A. Mendoza Quintero" durante la realización de las cuartas Jornadas consecutivas de Reflexión sobre la Enseñanza de la Historia, iniciativa dirigida a docentes de educación básica, investigadores y estudiantes del área.
A lo largo de un día especialistas y estudiantes, reflexionaron acerca de la enseñanza de la historia, provenientes de diversos centros educativos del país como la Escuela de Aviación Militar, la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela, entre otras.
Durante la actividad, los presentes compartieron herramientas y metodologías para desempeñarse con excelencia en la enseñanza de la historia. Las distintas ponencias presentadas contribuyeron con el proceso de formación permanente de los docentes del sub-sistema de educación básica, lo cual responde al foco educativo de Fundación Empresas Polar.
"Nuestro interés es generar y mantener un espacio de estudio, discusión y aprendizaje acerca de las más innovadoras y recientes ideas y propuestas metodológicas y didactcas, tanto para la enseñanza de la historia, en todos los niveles educativos, como para la investigación en esta disciplina", explica Gustavo Vaamonde, coordinador de la Casa de Estudio de la Historia.
A lo largo de un día especialistas y estudiantes, reflexionaron acerca de la enseñanza de la historia, provenientes de diversos centros educativos del país como la Escuela de Aviación Militar, la Escuela de Educación de la Universidad Central de Venezuela, entre otras.
Durante la actividad, los presentes compartieron herramientas y metodologías para desempeñarse con excelencia en la enseñanza de la historia. Las distintas ponencias presentadas contribuyeron con el proceso de formación permanente de los docentes del sub-sistema de educación básica, lo cual responde al foco educativo de Fundación Empresas Polar.
"Nuestro interés es generar y mantener un espacio de estudio, discusión y aprendizaje acerca de las más innovadoras y recientes ideas y propuestas metodológicas y didactcas, tanto para la enseñanza de la historia, en todos los niveles educativos, como para la investigación en esta disciplina", explica Gustavo Vaamonde, coordinador de la Casa de Estudio de la Historia.
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