Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 18 de junio de 2012

Vimos desaparecer Don Disco de Chacaíto, ahora Esperanto...Igual con las librerías a las que acudíamos desde jovencitos, ahora qué más veremos desaparecer junto con la dignidad venezolana y su independencia como nación no colonia cubana


Carlos Souki: "Esperanto cerró por razones ajenas"

"Los venezolanos siguen comprando discos, quizás porque en el país la cultura musical ha crecido. El disco se sigue manteniendo vivo porque el formato digital todavía no ha calado en su totalidad", señaló el exdirector de Discotiendas Esperanto.

imageRotate
Carlos Souki llevó la batuta de Esperanto (Adolfo Acosta)
LORENA TASCA |  EL UNIVERSAL
lunes 18 de junio de 2012  12:00 AM
Carlos Souki, un ingeniero civil graduado en la Universidad Católica Andrés Bello, se embarcó hace 15 años en el negocio del disco con la red de discotiendas Esperanto -una de las más importantes del país-, hasta hace dos semanas. Sí, el empresario se vio obligado a bajar la santamaría de la última tienda que quedaba abierta, que estaba ubicada en el Centro Comercial San Ignacio. 

"La primera tienda que nos tocó cerrar fue la del Centro Comercial Tolón, en el 2009. Ya entrados en el 2011 fue cuando la situación se puso más apretada, porque se dificultó la adquisición de mercancía. Y en marzo de este año tomé la decisión de empezar a cerrar todas las tiendas que quedaban operativas", relata Souki, sin poder evitar que la voz se quiebre y su tez se enrojezca. 

-¿Por qué se dificultaba la adquisición de mercancía? 

-Básicamente porque teníamos bastantes productos importados, y la oferta que actualmente podíamos conseguir en el mercado estaba alrededor de los 4.000 títulos, y de esos 4.000 títulos al momento de depurar, optábamos por 3.000, y la tienda más pequeña que teníamos tenía una capacidad para 10.000 discos. Entonces, llenar la tienda era un proceso bastante dificultoso y costoso porque no siempre comprábamos con dólar preferencial, y eso trajo bastantes problemas de liquidez. Además, por ese problema empezamos a perder básicamente la esencia, que primero era el apoyo al talento nacional, y en segunda instancia, hacer que el cliente se sintiera en el primer mundo. Por ejemplo, cuando en Estados Unidos se iba a hacer el lanzamiento de un disco un martes, a nosotros nos despachaban la mercancía el miércoles o jueves de la semana anterior, y eso fue algo que después de un tiempo no pudimos costear. Esperanto cerró por razones ajenas. 

-¿El control de cambio fue la gran traba? 

-Decirlo de esa forma es bastante comprometedor. Pero puedo decirte que en el momento en el que deje de existir el control de cambio muchas cosas van a mejorar aquí. Aunque no se puede negar que el acceso a la mercancía se hizo mucho más difícil desde el control de cambio. Yo me mantuve varios años con la esperanza de que eso cambiaría, por eso no cerré todas las tiendas hace dos años, que era el momento en el que debimos haber cerrado. Hasta que me di cuenta de que se trataba de un tema político, pero todavía pienso que eso va a cambiar. 

-¿Se podría decir que aunque Esperanto tenía problemas para la adquisición de los productos internacionales, la gente igualmente seguía comprando discos? 

-Sí, de hecho los venezolanos siguen comprando discos, quizás porque en el país la cultura musical ha crecido muchísimo en los últimos años. E internacionalmente el disco se sigue manteniendo vivo porque el formato digital todavía no ha calado en su totalidad, y porque el público todavía no acepta que se debe pagar por lo digital. Por ejemplo, apenas fue el año pasado cuando las ventas digitales superaron por primera vez a las ventas físicas en Estados Unidos, pero pasó una cuestión muy curiosa también, que por segundo año consecutivo, la ventas digitales bajaron en Latinoamérica. Entonces, el tema del disco y el tema de la música está viviendo un período de transición en el que no sabemos qué va a pasar. El formato del disco ciertamente está desapareciendo, pero está la alternativa digital, que ya tiene varios años y no ha logrado los niveles de mercado que se esperaban. 

-¿Y qué puede decir ante el cierre de grandes discotiendas internacionales como Virgin? 

-Más me preocupé con el cierre de Tower que de Virgin. Porque el caso de Virgin era una discotienda muy mainstream, muy comercial, carecía del verdadero sentido de la industria musical. Mientras que Tower era una tienda bastante especializada. Con decirte que cuando esa discotienda cerró me dolió como si fuera propia. Yo aprendí de este negocio estudiando a Tower, ese esquema de tiendas muy grandes y especializadas. Un formato que actualmente se agotó. Ahora la mayoría de las discotiendas que todavía sobreviven son más como un centro de información. Porque actualmente esas discotiendas que tienen más de 100.000 títulos no son rentables cuando hoy día está una gran competencia como Amazon. Una discotienda que sobreviva actualmente tiene que ser muy especializada, que se dedique nada más a cierto tipo de música y público. Pero, ¿cómo haces una discotienda así en un país como este, en el que es difícil acceder a la mercancía? 

-Entonces el caso de la gran discotienda Amoeba en Los Ángeles es bastante particular... 

-Correcto. Fíjate al extremo que hemos llegado, que actualmente sólo una gran tienda de discos nos llama la atención. Ya no hablamos de una cadena de discos, sino de una sola que se vale de un esquema de trabajo específico que logra mantener la tienda en pie. 

-¿Qué tan buena era la venta de producciones nacionales en Esperanto? 

-La venta de música venezolana ha tenido un repunte en los últimos años. Recuerdo particularmente cuando, a raíz de la Ley Resorte, Eli Bravo me hizo una entrevista y yo fui con mis cifras de los diez discos más vendidos en la mano, y siete eran producciones nacionales. A lo que Eli Bravo me pregunta: "¿Entonces la Ley Resorte ha funcionado?", a lo que yo le respondo: "Un momentico, no he terminado. De esos siete, cinco no han sonado en la radio". Entonces, puedo asegurar que desde hace varios años hay una avidez en buscar los discos nacionales, porque el público algunas veces está más al día que la propia radio con la música nacional. Está el caso de Huáscar Barradas, él estuvo de número uno en las ventas de Esperanto todos los diciembres. Recuerdo un caso particular hace dos años, en el que estaba el boom de Susan Boyle, que sacó su disco en diciembre y era uno de los más vendidos a nivel internacional, pero Huáscar fue el disco que más se vendió ese diciembre, sin importar la fiebre por Boyle. 

-Algunos artistas venezolanos han declarado que la crisis actual del país ha explotado el auge y consumo creativo. 

-Es cierto. Ese es quizás otro valor agregado, porque a partir de la crisis de los últimos años, y la escasez de productos internacionales, la gente ha empezado a fijarse más en lo que se hace en el país. 

-¿El disco se ha convertido actualmente en una carta de presentación? 

-En el caso de Venezuela, el disco todavía es más que una carta de presentación. Pero internacionalmente, la industria de la música se ha diversificado y el disco es solamente una parte. Esto se puede explicar con un caso como el de Prince cuando lanzó su disco en el año 2010. ´Él acostumbraba a lanzar su disco en Inglaterra y hacer sólo un concierto en Londres. Ese año decidieron regalar el disco en el periódico, y Prince dio 11 conciertos en Londres. Desde ese momento, la torta del negocio se vio mucho más nutrida, gracias a que más presentaciones aumentaron sus ingresos. Eso da una visión de cómo ha cambiado el esquema, porque aunque el disco esté viviendo su peor momento, resulta que la música está viviendo su mejor momento. 

-¿Cree que en 10 años el disco desaparezca? 

- Es una pregunta que nos hemos hecho los que estamos en la industria durante los últimos tres años. Y mi respuesta es que sí va a desaparecer. ¿Qué lo va sustituir? No lo sé, ni tampoco tengo idea de qué formato va a sustituirlo. Parecía de anteojito que iba a ser el digital, pero la piratería ha sido el gran enemigo de ese formato. 

-¿Y retomará un negocio relacionado con la música? 

-No lo sé. Todavía debo cerrar este ciclo que ha sido muy difícil, porque Esperanto fue un negocio que se terminó convirtiendo en mi pasión. 

ltasca@eluniversal.com

No hay comentarios: