¿QUIÉN ERA ADOLF HITLER?
Mago, Artista, Misionero y Poeta
que de un Nuevo Orden fuiste Profeta
portador de la Luz Eterna
y precursor de una Nueva Era.
Como un Mesías Imperial
combatiste a las Fuerzas del Mal
para liberar a toda la Humanidad
de la farsa democrática y liberal.
Tu derrota fue mas aparente que real
porque, como el Ave Fénix, tu espíritu renacerá
para poner punto y final
a la Oscuridad del Demonio Yahvé-Jehová.
"Edad tras edad, cuando la justicia
sea violada, cuando el Mal sea el único soberano,
vendré de nuevo y naceré en la Tierra
para salvar al mundo"
(Bhagavad-Gita)
"Y yo pediré al Padre
y El os enviará otro consolador
para que esté siempre con vosotros".
(Jesucristo, Evangelio S. Juan)
Hitler encarnó los mitos colectivos del Universo germánico, quizás de forma casual , se trataba de un hombre del que no se sabía muy bien su origen, se desconocía su pasado y sus raíces, vivía ascéticamente, como un monje; sus compañeros le llamaban el "lobo solitario". No bebía alcohol, , ni fumaba, y además era vegetariano. Los rasgos de su persona eran los de un asceta: delgado, pálido y con unos ojos grandes, penetrantes y de un brillo con un gran poder de fascinación. Era el rostro de un hombre iluminado.
El misterio de su muerte revalida el misterio de su vida: el fin del III Reich adquirió las características de un "Göttendamerung", un ocaso de los dioses o un fin del mundo. También se tejió en torno a su persona el mito del "Jefe Perdido" o del "Emperador dormido" al igual, por ejemplo, que con Arturo, Carlomagno, Alejandro Magno o el gran emperador medieval Federico I Barbarroja que según la leyenda no había muerto realmente, sino que se había escondido en el seno de una montaña, - el macizo de Unterberg- en espera de tiempos mejores para retornar y derrotar a los huestes infernales y restaurando en Occidente el Sacro Imperio. Precisamente Hitler eligió como lugar de retiro espiritual una montaña - el Nido del Águila - que se ubicaba enfrente del macizo del Untersberg, viendo en ello, según manifestó "esto no es una casualidad. Es una llamada del destino".
Por todo ello, podemos decir que Hitler se ha convertido en un personaje metahistórico, por encima de la historia. Su vida y su obra se acercan más a los de un sabio mágico-chamánico que al de un líder o jefe de Estado típicamente moderno. Si el mundo moderno lo ha elevado al rango de enemigo metafísico es porque Hitler es ante todo un "mito solar" mientras que el mundo que él combatió era el enemigo de la luz solar que encarnaba Hitler.
Adolf Hitler fue el Gran Sacerdote de Occidente, profeta y líder político -espiritual del Nuevo Orden Europeo que se intentó establecer en esta fase final del Kali-Yuga, receptáculo de la Luz del Norte hiperbóreo opuesto al Gran Farsante del Vaticano, el usurpador, el impostor, es decir, el Papa de Roma, receptículo de la Luz del Sur y representante del demonio judío de Yahvé-Jehová, enemigo mortal de Europa y de la raza divina de los Arios, la auténtica elegida por los dioses. El nefasto papa polaco Juan Pablo II dijo sin ningún rubor en 1.986 que los judíos eran "sus hermanos mayores". El cristianismo judío del rabino San Pablo corrompió a Europa hasta extremos indecibles.
Para los esoteristas medievales la Iglesia de Roma era una inversión satánica de la Iglesia del Amor, de la Iglesia de la Sta. Sabiduría. Las organizaciones esotérico -iniciáticas al servicio del gibelinismo como los "Fieles de Amor", la "Fede Santa" - organizaciones a los que perteneció el gran Dante- la Orden de los Templarios y, más tarde, la orden Hermética Rosacruz, eran fieles al Sacro-Imperio Romano-Germánico, manifestación de la Luz del Norte en Occidente e intento de restauración heroica de la Realeza Sagrada en contraposición a la sacerdotalidad telúrico-demoníaca de la Iglesia de Roma, portadora de la Luz del Sur, antieuropea y semítica. Para estos iniciados, el Papa era la contrafigura paródica del Emperador al que consideraban como el auténtico representante de Dios en la Tierra, al igual que los césares de la Roma Imperial o los faraones de Egipto.
El III Reich de Hitler volvió, en pleno siglo XX, a levantar la bandera del gibelinismo y de la concepción solar y uránico-viril del Imperio. Para Hitler, como para los gibelinos, la Iglesia era la Gran Prostituta y el judío San Pablo -el auténtico creador de la religión cristiana-, un revolucionario de la chusma y un precursor del bolchevismo. Hitler calificó a la antiraza judía como "enemiga de la luz".
Durante la Edad Media, la Orden del Temple era la organización que aseguraba el contacto de Occidente con la Tradición Primordial hiperbórea. Con su destrucción a principios del siglo XIV para la Iglesia de Roma comenzó el ocaso de Occidente, ocaso que culmina en la Paz de Westfalia de 1.648 poniendo fin a la Guerra de los Treinta años, que supuso el triunfo de las corrientes subversivas y antitradicionales como el liberalismo humanista o el protestantismo. Con la Paz de Westfalia se ponía fin de hecho al Sacro Imperio Romano-Germánico, y los rosacruces (1), organización que siguió asegurando el contacto de Occidente con la Tradición primordial después del Temple, desaparecieron de Europa sin dejar rastro. La génesis del mundo moderno hay que situarla pues, entre los siglos XIV -destrucción de la Orden del Temple, élite europea-, y el siglo XVII- fin del Sacro Imperio y desaparición de la Orden Rosacruz (2)-. A partir del siglo XVII se cierne sobre Europa el Ragnarökkr -oscurecimiento de lo divino-.
Pero después de varios siglos de decadencia, la etapa que va de 1.919 a 1.945, y que denominamos CICLO HEROICO o Yuga de los Héroes(3), se empezaron a levantar los cimientos de un Nuevo Orden en Occidente, de una Nueva Edad Media(4), que hiciera menos catastrófico el paso de la actual Edad de Hierro a una nueva Edad de Oro. Esta fue la misión de Hitler y el III Reich, así como la de todos los movimientos nacional-revolucionarios europeos que surgieron en dicha etapa. Precisamente , los místicos rosacruces antes de desaparecer en el siglo XVII, profetizaron la llegada a Occidente, antes del final del presente ciclo, de un misterioso Imperator que restauraría en Europa el Orden y haría polvo "la triple diadema del Papa" al que calificaban de usurpador. "El Señor del Cuarto Imperio", denominaban a ese misterioso Imperator que ha de venir antes del "final del mundo". Sin duda Adolf Hitler se estaba refiriendo a Él cuando en 1945 alentó a sus últimos seguidores a seguir luchando contra la hidra democrático-marxista por "el que vendrá".
La II Guerra Mundial (1939-1945) fue el enfrentamiento entre dos concepciones del mundo y de la espiritualidad. La Luz del Norte contra la Luz del Sur. Jerarquía, Orden y Aristocracia contra Caos, Igualitarismo y Oscuridad. Espiritualidad solar y heróico-viril contra espiritualidad lunar y telúrico-demoníaca.
La caída del III Reich el 8 de Mayo de 1945, ha sido la mayor catástrofe que ha sufrido Occidente desde la destrucción de la Orden del Temple en el siglo XIV. Tanto la Orden del Temple como el III Reich con su Orden Negra SS, fueron los intentos más logrados de intentar restaurar una nueva Edad de Oro para Occidente.
Para algunos místicos hindues de la época, Hitler era una encarnación divina al que denominaban "Rey Chakravartin de Europa", en Japón se le conocía, según Miguel Serrano, como el "Gran Sacerdote de Occidente". Si Hitler al final acabó perdiendo la guerra, fue porque era una encarnación menor del Dios Vishnu-Wotan, no la Encarnación Suprema.
Para el esoterista islámico M.Valsan, discípulo de René Guenón Hitler era una prefiguración del Mahdi, el Mesías esperado por los musulmanes. Buena parte del Islam contaba aquello de "En el cielo, Alá y en la Tierra, Hitler".
Hitler era consciente de su papel de precursor o prefigurador de ese ser que ha de venir en esta fase final del Kali-Yuga y que abrirá paso a una nueva Edad de Oro después de aplastar a las Fuerzas del Caos. En 1.928, cinco años antes de subir al poder, manifestó: "sé que Alguien debe aparecer y hacer frente a nuestra situación. He buscado a ese hombre. No he logrado descubrirle en parte alguna y por eso me he alzado, a fin de llevar a cabo la tarea preparatoria , únicamente la tarea preparatorio urgente, puesto que sé que no soy Aquel que debe venir. Y sé también lo que me falta. Pero el Otro continúa ausente, y nadie está aquí, y no queda tiempo que perder".
El III Reich representaría la última posibilidad -por lo menos teórica- de recuperación y purificación de la raza aria, Hitler tenía la convicción de que no era el último En 1.945 , cuando el III Reich se desplomaba definitivamente, y poco antes de morir, a la pregunta de su ayudante el SS Heinz Linge: "Mi Führer, ¿y ahora por quién combatiremos?", Hitler se limitó a contestar: "Por el que vendrá".
"El que vendrá" como dijo Hitler poco anes de dejar este mundo será el Héroe-vengador Kalki, encarnación suprema del Dios indo-ario Vishnú - Wotan, el Mahdi, de la tradición islámica, Federicus Rex de la tradición germánica, el Rey del Grial según la Tradición Artúrica, Martreya de la tradición budista, el salvador Sosshioch de la tradición ario-irania, el Gran Monarca de la tradición gala, profetizado precisamente por Nostradamus, el Caballero Blanco, según la tradición joánica. Son distintas ramificaciones de un mismo mito movilizador. Está claro que el caparazón infernal que el mundo democrático y moderno ha levantado contra los Dioses, se está empezando a resquebrajar.
Nuestra misión debe ser la de "mantenerse en pie en medio de un mundo en ruinas", parafraseando al gran pensador tradicionalista italiano Julius Evola, y como hizo nuestro Führer, rechazar el fatalismo afeminado de la escoria judeocristiana siendo felices a nuestra Tradicióno Primordial Aria hasta que el caparazón del que hablaba antes acabe por derrumbarse. Las actitudes reaccionarias y bienpensantes solo conseguirían retrasar el nuevo comienzo que ha de venir y vendrá. Dejemos que los demócratas de uno u otro signo, las feministas, los politicastros, los maricones, los mestizos, etc., acaben por ahogarse en propia basura. Dejemos que la Iglesia judeocristiana y antieuropea se desmorone víctima de su propia corrupción e imbecilidad igualitaria.
Ningún demonio del infierno nos apartará de esta verdad porque tarde o temprano la Sagrada Europa vencerá a esa Entidad antisolar, antiaria y demoníaca a la que los judíos llaman Yavé-Jehová. Una entidad
A la que Hitler desenmascaró y combatió. Una entidad que os ha quitado el orgullo de ser la auténtica raza elegida por los Dioses implantando el igualitarismo, el mestizaje y la usura como instrumento para conceder el poder mundial a sus hijos los judíos. "Vosotros tenéis por padre al diablo" dijo Jesucristo refiriéndose a todos los judíos en general, según el Evangelio de San Juan.
Hitler, más que un líder político, para nosotros fue nuestro profeta y Mesías. El Mesías de todos los pueblos indo-europeos. El Padre de Occidente.
¡HEIL HITLER!
¡SIEG HEIL!
¡ARRIBA EUROPA!
¡MUERTE A SIÓN!
Janus Montsalvat
NOTAS
1) La Orden Hermética Rosa-cruz fue fundada por el místico alemán Chistian
Rosenkreuz en 1.378, que entre los siglos XIV y XVII mantuvo viva la llama de
la tradición iniciática en Occidente. Fue la gran heredera de la Orden del
Temple y durante tres siglos aseguró -aunque de forma más simulada que el
temple- el contacto de Occidente con la tradición primordial nordicopolar.
2) Entre la destrucción de la Orden del Temple y la desaparición de los últimos
rosacruces, que según la leyenda se retiraron a la India, median exactamente 333
años. El número 333 simboliza la armonía del Cosmos según los pitagóricos. Es un
número solar y cíclico. La suma de los dígitos dan 9 que simboliza un ciclo
cerrado y completo y además es el símbolo numérico de la circunferencia. Los
acontecimientos históricos son la expresión misma, en el orden humano, de los
grandes ciclos cósmicos. Con la Guerra de los Treinta años finaliza un período
y comienza otro: aquel que desemboca en la era de la subversión de los valores
tradicionales y sagrados que para nosotros representa el mundo moderno. En
efecto, con la Paz de Westfalia de 1.648, el final de la autoridad efectiva del
Sacro Imperio Romano, Germánico y la desaparición de los Rosacruces, se acaba de
romper el lazo que unía a Occidente con la Tradición Primordial hiperbórea.
3) El concepto de CICLO HEROICO o YUGA DE LOS HÉROES pertenece al gran
esoterista hitleriano y místico-pagano, el chileno Miguel Serrano.
4) El concepto "Nueva Edad Media" pertenece al místico y pensador ruso Nikolás
Berdiaev, contemporáneo de los movimientos nacional-revolucionarios europeos.
José Antonio Primo de Rivera, Fundador y I Jefe Nacional de la Falange
(1.933-36) también profetizó una "futura Edad Media" después de una nueva
"invasión de los bárbaros" (discurso del 17-XI-1.935). La Nueva Edad Media
vendrá después de la caída de la modernidad ya herida de muerte y endémica. Los
Dioses empiezan a resucitar.
SEPTENTRIONIS LUX
NuevOrdeN
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