Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 28 de agosto de 2015

Mientras más hemos tenido la oportunidad de comparar a Venezuela con otros países, más fácil se hace confirmar que si hay un país que ha tenido múltiples recursos para ser próspero ha sido el nuestro. La situación geográfica, su capital humano, su riqueza mineral y natural, su homogeneidad cultural, su ausencia de conflictos religiosos y divisiones étnicas con, además, una estructura institucional que se había instaurado con éxito en el país, nos garantizaban los cimientos para una nación equilibrada y justa durante este milenio. Sin embargo, perdimos el rumbo y quedamos al garete. En otras palabras, nos pusimos la soga al cuello. Estamos rezagados en todas las mediciones internacionales. Es una vergüenza ver el sitial que nos corresponde. Retroceder pareciera nuestra bandera. Cuánto hemos disminuido en civilidad, en valores democráticos, progreso económico y social. Vecinos que nos admiraban hoy nos superan.

El poder del discurso

    Cuando se hace referencia al término “discurso”, es muy usual que lo primero que llega al pensamiento sea un elaborado escrito y un enérgico orador dándole vida, producto a su vez de las fuentes “diccionarios”, que categorizan este término como un conjunto de argumentos expresados de manera escrita y oral; ahora bien, si sacamos este término del papel y lo comprendemos desde la praxis, notaremos que puede ser una poderosa herramienta, profunda y versátil para quienes son sus receptores.
    La importancia del discurso radica en la carga de sensaciones que puede llegar a producir la mezcla entre la emotividad y carisma de un orador junto a un discurso bien estructurado, generando un gran impacto; tal expresión puede quedar imborrable en el tiempo y recuerdo de las personas a las que les fue participes, un buen ejemplo de esto lo encontramos en uno de los discursos más recordados “I have a Dream” o “Yo tengo un sueño” de Martin Luther King, este discurso pasados los años sigue dando de qué hablar por la marca que dejé en una nación como Estados Unidos; en este ejemplo podemos dimensionar que algunos discursos no tienen límites, alocuciones de estas características pareciera no aplicarles aquel refrán popular de: “Las palabras se las lleva el viento”, no obstante la pertinencia de señalar lo anterior también se encuentra en la compresión de un alocución como la semilla que genera algún tipo de identidad o movimiento social.
    Ahora bien, si partimos de que el discurso es una herramienta de gran versatilidad, se podría matizar desde la polaridad de los pensamientos políticos el uso de esta herramienta desde el plano de la información, organización y distorsión de algún tipo de información. Los hombres que han marcado la historia para bien o para mal lograron el éxito de sus movimientos en parte gracias a su capacidad de liderazgo condensado en un discurso, es oportuno señalar que esta organización de ideas cuando es llevada a su punto cumbre puede llegar a movilizar masas encauzadas en determinado objetivo, si se puntualizara en alguna de las más crudas tragedias armamentista de la humanidad, notaremos que la intención de los discurso llevó a muchas de estas.
    Líderes como Hitler y Stalin llegan a mostrar los fondos más espeluznantes de la degradación humana desde la aceptación e imposición de un discurso, finalmente lograron dejar una negativa e indeleble huella en la historia global; no obstante, los actores históricos antes citados comprendieron que parte del éxito deseado lo podrían llegar a conseguir potencializando sus discursos, partiendo de que este relato es lo que determina en las percepciones de las personas.
    Comprendiendo que el discurso es un instrumento poderoso para cualquiera que sea su orador y analizándolo desde lo sutil que puede llegar a ser cuando la emotividad y carisma se encuentra adherida a este, se puede inferir que este conjunto de ideas condensadas cuando son aceptadas y afianzadas por las masas pueden generar cambios e iniciativas sociales positivas o negativas. De alguna manera nos comenzaremos a cuestionar qué tan sensibles hemos sido ante los discursos y qué tan permeadas han estado nuestras ideas por los mismos, sin adentrar en la reflexión de qué tan desgastados están los discursos que siguen sosteniendo nuestros dirigentes.

    @historiaaltamar

    El país que se destruye


    Mientras más hemos tenido la oportunidad de comparar a Venezuela con otros países, más fácil se hace confirmar que si hay un país que ha tenido  múltiples recursos para ser próspero ha sido el nuestro.
    La situación geográfica, su capital humano, su riqueza mineral y natural, su homogeneidad cultural, su ausencia de conflictos religiosos y divisiones étnicas con, además, una estructura institucional que se había instaurado con éxito en el país, nos garantizaban los cimientos para una nación equilibrada y justa durante este milenio. Sin embargo, perdimos el rumbo y quedamos al garete. En otras palabras, nos pusimos la soga al cuello. Estamos rezagados en todas las mediciones internacionales. Es una vergüenza ver el sitial que nos corresponde. Retroceder pareciera nuestra bandera. Cuánto hemos disminuido en civilidad, en valores democráticos, progreso económico y social. Vecinos que nos admiraban hoy nos superan.
    Me han preguntado muchas veces en el exterior sobre qué nos pasó. La respuesta no es fácil, pero sin duda esta realidad es por falta de fortalezas éticas y morales. Fuimos entregando la nación a los sectores más retrógrados, a la corrupción, a abusadores del poder, y permitimos que hombres se situaran por encima de las instituciones. En definitiva, un desastre. La destrucción del aparato productivo, la lista Tascón, la sumisión de las instituciones al poder central, entre tantas otras, han desdibujado la estabilidad de la nación.
    Los problemas no los generan las distintas corrientes ideológicas, sino cómo estas se tratan de imponer. A través de la corrupción, del abuso y de la violación de la Constitución. Por qué los venezolanos permiten que esto continúe tiene quizás su respuesta en las mismas razones por las cuales muchas naciones han permitido que sus dirigentes lleven a sus países al desastre. El mundo está lleno de historias que demuestran los letargos de las naciones que aceptan que los lleven al borde del abismo con total sumisión. Venezuela no pareciera una excepción.

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