Este 25 de agosto del 2015 a las 2,30 AM, partió a la Casa del Señor el querido sacerdote
BRAULIO ANTONIO VELAZCO RODRIGUEZ DE VIDAURRETA, SJ. cuyo funeral
se realizó el 26 de agosto a las 9,30 AM,en la Capilla de la Comunidad Jesuita del Colegio "San Ignacio"
en La Castellana, Chacao, Caracas.
Asi como lo expresa la Comunidad Jesuita en su Obituario, el P. Beda Hornung OSB y yo, nos
unimos a las palabras de agradecimiento a Dios por el regalo que fue conocer y tratar muy de cerca
a dicho sacerdote, con el que realizamos nuestros "Retiros espirituales ignacianos"
que nos imponía ir a Caracas desde la Abadía "San José" en Güigúe (Edo. Carabobo), a la
residencia de los jesuitas en el Templo de San Francisco, Caracas donde habitaba durante el mes que
duraron nuestros retiros ocurridos en plena época del convulso año 2002 en Venezuela.
La vida del P. Braulio fue una riqueza para la Iglesia Católica y para la Compañía de Jesús por su maravilloso don humano y calidad de servicio al prójimo, al que
brindaba amor y apoyo sin distinción de ningún tipo...Su confesionario en el templo de San Francisco siempre estaba abarrotado de personas que se acercaban al sacramento de la Confesión, por su manera
de asumir la vida del otro, un carisma que lo acompañó y le dio un toque muy personal a su sacerdocio dentro de la Compañía de Jesús...Fue un jesuita distinto... El P. Beda que se encuentra en Alemania y yo, nos unimos al duelo de la familia jesuita y damos gracias a Dios por habernos permitido vivir junto a él el regalo de esos retiros y su amistad tan especial.
Paz a su alma y bendíganos desde el Cielo, querido P. Braulio.
Exercitia spiritualia (1548).
Primera edición de Antonio Bladio, Roma (158x108 mm).
Los
Ejercicios espirituales de
Ignacio de Loyola son meditaciones, oraciones y ejercicios mentales (el libro está disponible en varios formatos) diseñados para ser realizados por un período de 28 a 30 días. El libro tiene aproximadamente 200 páginas. Han sido escritos con la intención de aumentar la experiencia personal de la
fe católica. El mismo Ignacio los define:
Por este nombre se entiende todo modo de examinar la conciencia, de meditar, de razonar, de contemplar; todo modo de preparar y disponer el alma, para quitar todas las afecciones desordenadas (apegos, egoísmos, ...) con el fin de buscar y hallar la voluntad divina.
Un autor argentino, miembro de la Compañía de Jesús, escribía, hablando de los Ejercicios:
Este cuaderno contiene las experiencias ascéticas de un soldado del Renacimiento, y su elaboración por él mismo, de un método y un training (entrenamiento) aplicable a todos. ¿Se ha reflexionado lo suficiente sobre la enorme paradoja que tal hecho involucra? El hecho es éste: una experiencia religiosa concreta, una conversión ha sido como desindividualizada y arquetipada, sin convertirse por eso ni en un rígido esqueleto ni en un fantasma abstracto. Pienso que si los E.E. no existieran, parecerían imposibles. Si antes de San Ignacio hubiéramos presentado el proyecto a los teólogos y a los filósofos, s se hubieran reído, o tal vez enojado –según el humor. Algunos los hubieran declarado imposibles: utópicos. Otros, los hubiesen tenido por heréticos:
pelagianos. O se hubieran escandalizado ante la sola idea de una
máquina de convertir, tal como el buen hermano Pedroche en su protesta a la Inquisición de Toledo.
Metodología típica y estructura de los ejercicios
Idealmente estos ejercicios fueron designados para realizarse en un retiro apartado, durante el cual aquéllos que realicen los ejercicios no tuviesen ningún tipo de distracción. Fueron diseñados también de manera que fuesen realizados bajo la dirección de un director espiritual (San Ignacio habla siempre de "el que da los Ejercicios").
La meta principal aparenta ser el haber sido usados como parte del programa de noviciado de la orden. Como tal, son requeridos como parte del primer año de
noviciado. Aunque otros católicos no necesariamente
jesuitas han realizado los ejercicios, usualmente bajo la guía de un
director espiritual que es miembro de la orden. Un Instituto religioso que sigue esta espiritualidad y practica los Ejercicios durante el noviciado y cada 10 años, es e lInstituto del Verbo Encantado
Entre los ejercicios, las instrucciones diarias incluyen pláticas varias acerca de la naturaleza del mundo,
psicología humana como la interpretaba Ignacio y la relación del hombre con
Dios. Durante cada día de los ejercicios, un participante típico de los retiros podría leer dos o tres páginas de estas instrucciones, y luego meditar sobre su significado y cómo lo podría aplicar a su vida personal. Luego comenta a su director espiritual qué significado tuvieron para él/ella estas instrucciones.
Una característica importante de los ejercicios es la obligatoriedad de guardar silencio durante los mismos a toda hora (al levantarse por la mañana, al vestirse, durante los alimentos, en los recesos, antes de dormir), exceptuando los momentos en que se discute la reflexión acerca de una conferencia o algún texto bíblico, de manera colectiva entre todos los asistentes. Las conversaciones privadas no son permitidas a menos que sean con el director espiritual, con pocas excepciones. El motivo de esta práctica de silencio es obligar a la persona a realizar una introspección de las experiencias que está viviendo en el ejercicio, para que las medite a profundidad. A la experiencia de vivir estos momentos de silencio en meditación continua también se les llama desiertos.
Aunque los ejercicios están diseñados para durar un mes, existen versiones más cortas de 3, 7 o 15 días destinadas a los católicos laicos u otras personas interesadas en hacer estos ejercicios.
Enseñanzas teológicas de los ejercicios
Algunos aspectos históricos de los ejercicios
Las enseñanzas extraídas de los ejercicios aparentan reflejar las ideas católicas del
siglo XVI, tiempo durante el cual fueron escritos. Estas enseñanzas incluyen apoyo a la
Cruzadas, oraciones a
María, absoluta obediencia a sus superiores, una motivación misionera muy profunda, un vehemente deseo de defender el cristianismo católico de las ideas de la
Reforma Protestante y de la expansión imperialista de los árabes que amenazaban la existencia y la relevancia del catolicismo romano, que se encontraba asimismo en crisis.
Punto de vista espiritual de los ejercicios
Los ejercicios están basados en las experiencias propias de su autor, especialmente en las vividas durante los diez meses en los que estuvo viviendo en
Manresa como un
eremita. Incluyen consideraciones acerca de la
humildad, altruismo por el bien de la vida religiosa, reflexiones sobre la tendencia propia de caer en
pecado, la visión de que el alma humana está continuamente guiada en dos direcciones: hacia la
santidad. (
Falta la otra dirección seguramente hacia el pecado) Consistente con la
teología Católica Romana, los ejercicios hacen numerosas referencias a la creencia que el propósito más alto del hombre es
glorificar a Dios y no a sí mismo. Para este fin proveen de varias ilustraciones de cómo uno puede controlar el satisfacer los más 'bajos' deseos y a su vez, cómo se puede encontrar un medio para redireccionar las propias energías hacia la realización del 'máximo' propósito de la vida.
Aplicaciones modernas de los ejercicios
En la actualidad, los
Ejercicios espirituales son todavía una parte integral del período de entrenamiento del noviciado de la orden religiosa de los padres jesuitas (
Compañía de Jesús). Además, muchos programas de trabajo jesuitas en todo el mundo ofrecen retiros al público en general en los cuales se emplean los ejercicios.
Aprovechando los beneficios de la tecnología se están implementando los llamados Ejercicios en la Vida Cotidiana, los cuales siguiendo el punto 19
2 de los Ejercicios de San Ignacio, se ofrecen para que la persona realice sus Ejercicios Espirituales por Internet mientras sigue con su vida diaria.
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