Benedicto XVI pasó de las bibliotecas a la pompa vaticana
El Pontífice cargó con el peso doloroso de la traición de uno de sus colaboradores más cercanos: su propio mayordomo, quien fue hallado culpable por un tribunal del Vaticano de robar documentos personales del Pontífice para dárselos a un periodista, una de las filtraciones de seguridad papal más graves de los tiempos modernos.
El papa Benedicto XVI lee su mensaje a los cardenales durante el consistorio en Roma (AP)
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EL UNIVERSAL
lunes 11 de febrero de 2013 10:14 AM
Ciudad del Vaticano.- Benedicto XVI ha dicho que él se ve como un Papa renuente, un tímido ratón de biblioteca que prefiere dar paseos solitarios en los Alpes que los reflectores y la majestad de la pompa vaticana. El Vaticano anunció el lunes que el líder de mil millones de católicos en todo el mundo ha decidido abdicar: el primer Pontífice en hacerlo desde 1415.
El teólogo alemán, cuya misión era reavivar el cristianismo en una Europa secularizada, se topó en cambio con la tarea monumental de purgar la Iglesia de un escándalo de abusos sexuales que creció durante el papado de Juan Pablo II y que le estalló en las manos, siendo la crisis más grande de la Iglesia en las últimas décadas, si no siglos, destacó AP.
Más recientemente, Benedicto XVI cargó con el peso doloroso de la traición de uno de sus colaboradores más cercanos: su propio mayordomo, quien fue hallado culpable por un tribunal del Vaticano de robar documentos personales del Pontífice para dárselos a un periodista, una de las filtraciones de seguridad papal más graves de los tiempos modernos.
Al mismo tiempo, Benedicto XVI prosiguió su visión inquebrantable de reavivar la fe católica en un mundo que, como él se lamentaba con frecuencia, parecía creer que puede prescindir de Dios.
"En numerosas partes del mundo de hoy, hay un extraño olvido de Dios", dijo a un millón de jóvenes reunidos en un campo enorme de Colonia, Alemania, en 2005, durante su primer viaje al extranjero como Papa.
Con algunas medidas decisivas y a menudo controvertidas, Benedicto XVI trató de recordarle a Europa de su herencia cristiana y de colocar a la Iglesia Católica en un camino tradicional, que a menudo alejó a los progresistas y emocionó a los conservadores.
El teólogo alemán, cuya misión era reavivar el cristianismo en una Europa secularizada, se topó en cambio con la tarea monumental de purgar la Iglesia de un escándalo de abusos sexuales que creció durante el papado de Juan Pablo II y que le estalló en las manos, siendo la crisis más grande de la Iglesia en las últimas décadas, si no siglos, destacó AP.
Más recientemente, Benedicto XVI cargó con el peso doloroso de la traición de uno de sus colaboradores más cercanos: su propio mayordomo, quien fue hallado culpable por un tribunal del Vaticano de robar documentos personales del Pontífice para dárselos a un periodista, una de las filtraciones de seguridad papal más graves de los tiempos modernos.
Al mismo tiempo, Benedicto XVI prosiguió su visión inquebrantable de reavivar la fe católica en un mundo que, como él se lamentaba con frecuencia, parecía creer que puede prescindir de Dios.
"En numerosas partes del mundo de hoy, hay un extraño olvido de Dios", dijo a un millón de jóvenes reunidos en un campo enorme de Colonia, Alemania, en 2005, durante su primer viaje al extranjero como Papa.
Con algunas medidas decisivas y a menudo controvertidas, Benedicto XVI trató de recordarle a Europa de su herencia cristiana y de colocar a la Iglesia Católica en un camino tradicional, que a menudo alejó a los progresistas y emocionó a los conservadores.
Benedicto XVI es el primer Papa en renunciar desde la Edad Media
En un comunicado, el Papa dijo que "de cara a gobernar la barca de San Pedro y difundir el Evangelio, son necesarias tanto la fortaleza de mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado hasta tal punto en mi que he tenido que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que se me confió".
Empiezan a vender recuerdos del Papa tras anunciar renuncia (AFP)
EL UNIVERSAL
lunes 11 de febrero de 2013 08:15 AM
Roma.- El Papa Benedicto XVI, líder de 1.200 millones de católicos en el mundo, anunció el lunes que renunciará el 28 de febrero porque ya no posee la fortaleza para seguir adelante con los deberes de su cargo, convirtiéndose en el primer Sumo Pontífice en dimitir desde la Edad Media.
El Papa de 85 años nacido en Alemania, considerado como un héroe por los conservadores católicos y visto con sospecha por liberales, dijo que había notado que su fuerza se había deteriorado en los últimos meses, informó Reuters.
Su papado se vio opacado por una serie de escándalos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes que mancharon a la Iglesia Católica, por un discurso en el que irritó a la comunidad musulmana y por la crisis surgida tras la filtración de documentos clasificados del Vaticano por la que se responsabilizó al mayordomo del pontífice.
En un comunicado, el Papa dijo que "de cara a gobernar la barca de San Pedro y difundir el Evangelio, son necesarias tanto la fortaleza de mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado hasta tal punto en mi que he tenido que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que se me confió".
"Por esta razón, y siendo muy consciente de la seriedad de este acto, por propia voluntad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro", dijo el Papa en un comunicado emitido por el Vaticano.
El Sumo Pontífice renunciará el 28 de febrero, momento en el que quedará vacante el cargo para la búsqueda de un sucesor, lo cual el Vaticano espera que se produzca antes de fines de marzo.
Benedicto XVI no participará del cónclave que elegirá a su sucesor, indicó el portavoz del Vaticano.
Elegido como Papa el 19 de abril del 2005 a los 78 años - 20 años más que los que tenía Juan Pablo II cuando se convirtió en pontífice- Benedicto XVI gobernó un Vaticano con un estilo más pausado, cerebral y menos impulsivo.
Aunque los conservadores lo elogiaron por intentar reafirmar la identidad tradicionalista de la Iglesia Católica, sus críticos lo acusaron de darle la espalda a reformas que han estado pendientes por casi medio siglo y de perjudicar los diálogos con las comunidades musulmana, judía y otras iglesias cristianas.
Antes de ser elegido Papa, el excardenal Joseph Ratzinger era conocido por apodos tan severos como "el rottweiler de Dios", en referencia a su estricta postura en torno a asuntos teológicos.
El Papa de 85 años nacido en Alemania, considerado como un héroe por los conservadores católicos y visto con sospecha por liberales, dijo que había notado que su fuerza se había deteriorado en los últimos meses, informó Reuters.
Su papado se vio opacado por una serie de escándalos de abusos sexuales cometidos por sacerdotes que mancharon a la Iglesia Católica, por un discurso en el que irritó a la comunidad musulmana y por la crisis surgida tras la filtración de documentos clasificados del Vaticano por la que se responsabilizó al mayordomo del pontífice.
En un comunicado, el Papa dijo que "de cara a gobernar la barca de San Pedro y difundir el Evangelio, son necesarias tanto la fortaleza de mente como la del cuerpo, fuerza que en los últimos meses se ha deteriorado hasta tal punto en mi que he tenido que reconocer mi incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que se me confió".
"Por esta razón, y siendo muy consciente de la seriedad de este acto, por propia voluntad declaro que renuncio al ministerio de Obispo de Roma, Sucesor de San Pedro", dijo el Papa en un comunicado emitido por el Vaticano.
El Sumo Pontífice renunciará el 28 de febrero, momento en el que quedará vacante el cargo para la búsqueda de un sucesor, lo cual el Vaticano espera que se produzca antes de fines de marzo.
Benedicto XVI no participará del cónclave que elegirá a su sucesor, indicó el portavoz del Vaticano.
Elegido como Papa el 19 de abril del 2005 a los 78 años - 20 años más que los que tenía Juan Pablo II cuando se convirtió en pontífice- Benedicto XVI gobernó un Vaticano con un estilo más pausado, cerebral y menos impulsivo.
Aunque los conservadores lo elogiaron por intentar reafirmar la identidad tradicionalista de la Iglesia Católica, sus críticos lo acusaron de darle la espalda a reformas que han estado pendientes por casi medio siglo y de perjudicar los diálogos con las comunidades musulmana, judía y otras iglesias cristianas.
Antes de ser elegido Papa, el excardenal Joseph Ratzinger era conocido por apodos tan severos como "el rottweiler de Dios", en referencia a su estricta postura en torno a asuntos teológicos.
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