Gobierno argentino desmiente tensión con el papa Francisco
Francisco recibió a Macri durante 22 minutos y tanto en el saludo de recepción como en el intercambio de regalos se mostró serio y distante.
El papa Francisco junto a Mauricio Macri y su esposa Juliana Awada en el Vaticano (AP)
EL UNIVERSAL
domingo 28 de febrero de 2016 12:25 PM
Buenos Aires.- El Gobierno argentino desmintió hoy que el presidente Mauricio Macri mantenga un vínculo distante con el papa Francisco tras el encuentro que ambos protagonizaron este sábado en Roma.
"No se me ocurre que el Papa tenga un prejuicio ideológico" hacia Macri, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, que integró la comitiva oficial que acompañó al jefe de Estado argentino al encuentro con el pontífice, el primero desde el cambio de Gobierno en el país, reseñó DPA.
Francisco recibió a Macri durante 22 minutos y tanto en el saludo de recepción como en el intercambio de regalos se mostró serio y distante.
La prensa argentina coincidió en analizar el resultado del encuentro a partir de su extensión y los gestos de sus protagonistas.
"Con 22 minutos a solas con el papa, Mauricio Macri tuvo una de las audiencias más breves jamás concedidas a un mandatario", destacó el diario Página/12.
El matutino Perfil, en tanto, sostuvo que la reunión entre Francisco y el presidente argentino "no terminó de limar las asperezas" entre ambos.
"Me sorprende que el cronómetro mida la eficiencia o la satisfacción de una reunión", expresó Malcorra en declaraciones a radio "La Red", de Buenos Aires.
Narcotráfico, pobreza y corrupción en Argentina fueron algunos de los temas analizados en la reunión en Roma, coincidieron fuentes oficiales.
Para el presidente argentino, el resultado del encuentro fue "muy bueno", mientras que el Vaticano difundió un comunicado en el que resaltó el "buen estado de las relaciones bilaterales entre la Santa Sede y la República Argentina".
"No se me ocurre que el Papa tenga un prejuicio ideológico" hacia Macri, dijo la ministra de Relaciones Exteriores, Susana Malcorra, que integró la comitiva oficial que acompañó al jefe de Estado argentino al encuentro con el pontífice, el primero desde el cambio de Gobierno en el país, reseñó DPA.
Francisco recibió a Macri durante 22 minutos y tanto en el saludo de recepción como en el intercambio de regalos se mostró serio y distante.
La prensa argentina coincidió en analizar el resultado del encuentro a partir de su extensión y los gestos de sus protagonistas.
"Con 22 minutos a solas con el papa, Mauricio Macri tuvo una de las audiencias más breves jamás concedidas a un mandatario", destacó el diario Página/12.
El matutino Perfil, en tanto, sostuvo que la reunión entre Francisco y el presidente argentino "no terminó de limar las asperezas" entre ambos.
"Me sorprende que el cronómetro mida la eficiencia o la satisfacción de una reunión", expresó Malcorra en declaraciones a radio "La Red", de Buenos Aires.
Narcotráfico, pobreza y corrupción en Argentina fueron algunos de los temas analizados en la reunión en Roma, coincidieron fuentes oficiales.
Para el presidente argentino, el resultado del encuentro fue "muy bueno", mientras que el Vaticano difundió un comunicado en el que resaltó el "buen estado de las relaciones bilaterales entre la Santa Sede y la República Argentina".
Tensa reunión entre Bergoglio y
Macri por el matrimonio gay
El cardenal le recriminó no haber apelado el permiso legal al enlace;
Scioli toma distancia
LA NACION
MIÉRCOLES 25 DE NOVIEMBRE DE 2009
Una tensa reunión mantuvieron ayer el jefe de gobierno, Mauricio
Macri, y el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, respecto
del apoyo que el mandatario brindó al matrimonio homosexual,
al no apelar una sentencia judicial que habilitó el casamiento de
la pareja de homosexuales Alex Freyre y José María Di Bello,
por realizarse el martes próximo.
Macri, y el arzobispo de Buenos Aires, Jorge Bergoglio, respecto
del apoyo que el mandatario brindó al matrimonio homosexual,
al no apelar una sentencia judicial que habilitó el casamiento de
la pareja de homosexuales Alex Freyre y José María Di Bello,
por realizarse el martes próximo.
Fuentes cercanas a Macri y a Bergoglio coincidieron en que,
lejos de conciliar posiciones (la intención que motivó el encuentro),
no hubo acercamiento, ya que ambos mantuvieron posturas
irreconciliables. También señalaron los voceros que resulta
incierto el futuro de la relación entre el gobierno porteño y
la Iglesia.
lejos de conciliar posiciones (la intención que motivó el encuentro),
no hubo acercamiento, ya que ambos mantuvieron posturas
irreconciliables. También señalaron los voceros que resulta
incierto el futuro de la relación entre el gobierno porteño y
la Iglesia.
Por su parte, el gobernador de la provincia de Buenos Aires, Daniel Scioli, se expresó en contra del
casamiento gay: "El primer instinto que me genera la definición
de matrimonio es vincularlo con la familia, con la unión hombre-
mujer", dijo y aclaró que, no obstante, no desconoce "una realidad
en la vida de muchas personas del mismo sexo donde se dan
situaciones de convivencia, de un fuerte vínculo sentimental",
las que -dijo- tienen "todo" su respeto.
casamiento gay: "El primer instinto que me genera la definición
de matrimonio es vincularlo con la familia, con la unión hombre-
mujer", dijo y aclaró que, no obstante, no desconoce "una realidad
en la vida de muchas personas del mismo sexo donde se dan
situaciones de convivencia, de un fuerte vínculo sentimental",
las que -dijo- tienen "todo" su respeto.
En la reunión, no hicieron más que decirse cara a cara lo que ya
habían expresado públicamente. Macri ratificó que respalda la
autorización que la jueza en lo contencioso administrativo
Gabriela Seijas otorgó a Freyre y Di Bello para casarse, por
"respeto a las libertades individuales", y Bergoglio lo criticó por
"haber faltado gravemente a su deber de gobernante y custodio
de la ley", al no apelar el fallo.La audiencia con Bergoglio había
sido solicitada por Macri. El cardenal lo recibió en su despacho
del 2° piso de la curia. El jefe de gobierno llegó a pie desde el
Palacio Municipal. Se reunieron a solas por 20 minutos.
"La Constitución y los códigos nacionales no pueden ser modificados por un juez de primera
instancia. Corresponde al mandatario del Poder Ejecutivo tomar
todas las medidas para que haya certeza de la legalidad del acto
que, en este caso, no la hay, y de allí surge la obligación de apelar",
sostuvo ayer el Arzobispado mediante un comunicado.
instancia. Corresponde al mandatario del Poder Ejecutivo tomar
todas las medidas para que haya certeza de la legalidad del acto
que, en este caso, no la hay, y de allí surge la obligación de apelar",
sostuvo ayer el Arzobispado mediante un comunicado.
Fuentes allegadas al cardenal Bergoglio relataron que "nunca" habían visto al arzobispo tan "furioso"
como en los días posteriores a que Macri hiciera pública su
decisión de no apelar el fallo que declaró inconstitucionales
los artículos del Código Civil que regulan el matrimonio. Según
esas fuentes, a Bergoglio no sólo lo molestó el fondo de la cuestión,
sino no haber sido advertido sobre la posición que el gobierno
porteño iba a adoptar.
como en los días posteriores a que Macri hiciera pública su
decisión de no apelar el fallo que declaró inconstitucionales
los artículos del Código Civil que regulan el matrimonio. Según
esas fuentes, a Bergoglio no sólo lo molestó el fondo de la cuestión,
sino no haber sido advertido sobre la posición que el gobierno
porteño iba a adoptar.
LA NACION pudo saber que el jefe de gobierno sí había anticipado
su decisión a dos militantes de Pro de fuertes lazos con la Iglesia:
el ex legislador y hoy auditor porteño Santiago de Estrada y la
diputada local Victoria Morales Gorleri.
su decisión a dos militantes de Pro de fuertes lazos con la Iglesia:
el ex legislador y hoy auditor porteño Santiago de Estrada y la
diputada local Victoria Morales Gorleri.
Precisamente, además del enfrentamiento con el Arzobispado,
la decisión de Macri provocó un profundo malestar dentro de las
filas de Pro más católicas y conservadoras.
la decisión de Macri provocó un profundo malestar dentro de las
filas de Pro más católicas y conservadoras.
"Yo soy católico, pero en este caso me corresponde representar
a toda la ciudadanía y le expresé [al cardenal Bergoglio] que esto
tenía que ver con una convicción personal en la defensa de las
libertades individuales", dijo ayer Macri al término de su reunión
con Bergoglio.
a toda la ciudadanía y le expresé [al cardenal Bergoglio] que esto
tenía que ver con una convicción personal en la defensa de las
libertades individuales", dijo ayer Macri al término de su reunión
con Bergoglio.
Mientras tanto, anoche, los contrayentes evaluaban pedir a
Macri que fuera padrino del enlace del martes próximo. Voceros
del jefe de gobierno dijeron que el líder de Pro no tenía pensado
aún asistir a la ceremonia.
Macri que fuera padrino del enlace del martes próximo. Voceros
del jefe de gobierno dijeron que el líder de Pro no tenía pensado
aún asistir a la ceremonia.
Con la colaboración de Jorge Rouillon
ESAS AGUAS DEL 2009 TRAJERON ESTOS LODOS QUE SE VIERON
CLARAMENTE EN LA VISITA QUE MACRI, HOY PRESIDENTE DE ARGENTINA
HIZO A EL EX-CARDENAL BERGOGLIO, HOY PAPA FRANCISCO
Los dos argentinos más importantes y poderosos, el papa Francisco y el presidente
Mauricio Macri, celebraron al fin su primer encuentro en el Vaticano. Macri viajó
hasta Roma para suavizar una relación con el Papa que ha parecido compleja
ya antes de que llegara al Gobierno. Pero los gestos indican que las cosas fueron
incluso peor de lo esperado. El encuentro duró solo 22 minutos, el rostro de
Francisco era muy serio, frío, y el presidente aseguró después que el Papa le
ha confirmado que tampoco viajará en 2016 a Argentina, aunque sostiene que
lo hará "lo antes posible". Francisco está recorriendo el continente desde que es
Papa -Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Cuba, México y Estados Unidos- pero
ha evitado hasta ahora su país.
Mauricio Macri, celebraron al fin su primer encuentro en el Vaticano. Macri viajó
hasta Roma para suavizar una relación con el Papa que ha parecido compleja
ya antes de que llegara al Gobierno. Pero los gestos indican que las cosas fueron
incluso peor de lo esperado. El encuentro duró solo 22 minutos, el rostro de
Francisco era muy serio, frío, y el presidente aseguró después que el Papa le
ha confirmado que tampoco viajará en 2016 a Argentina, aunque sostiene que
lo hará "lo antes posible". Francisco está recorriendo el continente desde que es
Papa -Brasil, Paraguay, Bolivia, Ecuador, Cuba, México y Estados Unidos- pero
ha evitado hasta ahora su país.
MÁS INFORMACIÓN
Hay dos factores que miden el índice de cordialidad de los encuentros del papa
Francisco con los mandatarios extranjeros. Una es su rostro durante el tradicional intercambio de regalos. El otro, la duración del encuentro privado. Y, en esta ocasión, los dos factores hablan de un encuentro frío, incluso demasiado frío tratándose de un papa argentino y el presidente de su país. Compárese si no el rostro y las bromas de Jorge Mario Bergoglio con Barack Obama, o Raúl Castro, o incluso con la última audiencia al rey Juan Carlos, y su actitud ante Mauricio Macri. Un rostro serio, medido, sin un asomo de complicidad ni mucho menos de las bromas que ya forman parte de la estrategia del primer papa latinoamericano para propiciar el diálogo hasta con quienes –desde el punto de vista religioso, cultural o político— habría que situar más lejos de sus convicciones.
Francisco con los mandatarios extranjeros. Una es su rostro durante el tradicional intercambio de regalos. El otro, la duración del encuentro privado. Y, en esta ocasión, los dos factores hablan de un encuentro frío, incluso demasiado frío tratándose de un papa argentino y el presidente de su país. Compárese si no el rostro y las bromas de Jorge Mario Bergoglio con Barack Obama, o Raúl Castro, o incluso con la última audiencia al rey Juan Carlos, y su actitud ante Mauricio Macri. Un rostro serio, medido, sin un asomo de complicidad ni mucho menos de las bromas que ya forman parte de la estrategia del primer papa latinoamericano para propiciar el diálogo hasta con quienes –desde el punto de vista religioso, cultural o político— habría que situar más lejos de sus convicciones.
Los argentinos llevaban tres años viendo una cara de Jorge Bergoglio que no conocían. Un Francisco risueño, entusiasta, siempre sonriente, feliz. Cuando era arzobispo de Buenos Aires, el ahora Papa aparecía en público casi siempre malhumorado, duro, en combate permanente para defender sus ideas. El comentario más extendido en Argentina en cuanto empezaron a difundirse las imágenes del encuentro del Papa con Macri es que había vuelto esa cara dura, seria, distante. El presidente argentino insistió en que la reunión había sido "muy buena" pero él y su principal asesor, el ecuatoriano Jaime Durán Barba, saben mejor que nadie que la política moderna se hace con imágenes y la que quedará es ese gesto de Francisco.
“Buenos días, señor presidente”, fue el recibimiento del papa, a lo que Macri contestó: “¿Cómo le va, Francisco? Un gusto”. A continuación se dirigieron a la biblioteca del Palacio Apostólico, donde permanecieron 22 minutos. El verdadero contenido de la conversación no suele trascender, aunque algunos mandatarios –como en el caso de Macri—sí suelen comentar detalles ante la prensa. El presidente argentino dijo que Bergoglio le había pedido que tuviera “paciencia” al frente del Gobierno de la nación, y que no dudara a la hora de enfrentar los dos principales problemas de Argentina: “El narcotráfico y la corrupción”.
Según la sala de prensa del Vaticano, que nunca suele entrar en demasiados detalles sobre este tipo de encuentros, durante el transcurso del coloquio, que calificó de “cordial”, se abordaron temas “de mutuo interés”, entre los que figuraron “la ayuda al desarrollo integral, el respeto a los derechos humanos, la lucha a la pobreza y al narcotráfico, la justicia, la paz y la reconciliación social”. Tal vez muchos temas y muy graves para tratarlos en 22 minutos.
Entre las personas cercanas al Papa se insiste mucho en las últimas semanas en que Bergoglio está harto de que le utilicen políticamente en Argentina, como hizo Cristina Fernández de Kirchner, que lo visitaba con cualquier excusa porque las fotos con él le venían bien, y quiere tener con Macri una relación más profesional, de jefe de Estado a jefe de Estado, sin más. Y por tanto ya se sabía que iba a ser un encuentro más protocolario. Pero nadie se esperaba una frialdad tan evidente.
Los kirchneristas rápidamente están utilizando las imágenes para señalar que el Papa lanza un mensaje crítico o de desconfianza hacia Macri, que está tomando algunas medidas duras como una fuerte subida de la luz y a la vez está tratando de limitar los aumentos de salarios para controlar la inflación, lo que está generando una enorme inquietud entre las clases populares y medias por la pérdida de poder adquisitivo ante una inflación disparada.
Macri rechazó implícitamente este tipo de interpretaciones e insistió en que el Papa y él coinciden en algunos puntos de la agenda básica. "Francisco hizo hincapié en la unidad", insistió. El macrismo trata de convencer al Papa de que le apoye porque los tres ejes que ha marcado como objetivos estratégicos son los mismos que siempre defendió Bergoglio: pobreza cero, lucha contra el narcotráfico y unidad.
Macri quería que el viaje a Roma siriviera para despejar el mito de su mala relación con el Papa, que él desmiente cada vez que le preguntan. Pero las imágenes que llegaron a todos los argentinos servirán más bien para consolidar esa idea.
Las señales del frío vínculo entre Bergoglio y el presidente de la Nación. Los motivos que los separan y las diferencias con el anterior gobierno.
Francisco-Macri: evidencias de una relación distante
El encuentro entre Francisco y el Presidente Mauricio Macri fue el más breve que el Sumo Pontífice tuvo con un jefe de Estado latinoamericano. Según consigna el periódico especializado Vatican Insider los 22 minutos del "cara a cara" entre el Papa y Macri fueron "evidentemente escasos, incluso en comparación con otros presidentes latinoamericanos: con (...) Peña Nieto se extendió por 25 minutos, pasó media hora con Ollanta Humala de Perú o Dilma Rousseff de Brasil; 45 minutos con el uruguayo José Mujica (...) y un tiempo similar con Michelle Bachelet de Chile". Y amplía: "Muchos más largos fueron los encuentros con la antecesora de Macri, Cristina Fernández de Kirchner. Con ella almorzó en dos ocasiones. La última reunión, en el aula Pablo VI, se extendió por espacio de una hora y 45 minutos".
En rigor, los almuerzos entre Francisco y la ex Presidenta fueron tres y todos en la residencia de Santa Marta: el primero ocurrió el 18 de marzo de 2013, un día antes de la entronización; el segundo fue el 17 de marzo de 2014 antes que Cristina Fernández viajara a Francia, invitada por el primer mandatario de ese país, Francois Hollande, para visitar la capital gala y concurrir al Salón del Libro de París, donde ese año la Argentina era la invitada especial. El tercer almuerzo –que se extendió más de tres horas- se desarrolló el 20 de septiembre del 2014 cuando la ex Presidenta acudió con dirigentes de la organización La Cámpora y Francisco llamó a la abuela del diputado Andrés "Cuervo" Larroque. Luego de esa misma reunión se difundió una foto en la que se ve a Bergoglio y al diputado Eduardo "Wado" de Pedro entre risas.
Los otros encuentros entre Francisco y CFK –en total, siete- fueron en la cumbre mundial de los jóvenes en Río de Janeiro, cuando el Sumo Pontífice le regaló a la ex Presidenta un par de escarpines para su nieto Néstor Iván, en Paraguay y en Cuba -donde Cristina fue la única jefa de Estado invitada. El séptimo y último encuentro, de casi dos horas que menciona el Vatican Insider -con escritorio mediante- y fue record con un jefe de Estado, ocurrió el 7 de junio de 2015 antes de la 39 conferencia de la FAO. En esa misma sala –la Pablo VI-, Bergoglio había recibido la semana anterior al Presidente de Cuba, Raúl Castro, por el transcurso de 58 minutos en lo que fue la primera visita de un jefe de Estado cubano al Vaticano.
Si bien los medios cercanos al Presidente Macri han hecho encomiables esfuerzos por reinterpretar de manera positiva este encuentro, los periódicos especializados –como el antes mencionado- y la prensa internacional en general han destacado que el tête à tête entre el Presidente argentino y la máxima autoridad de la Iglesia católica fue "un encuentro de tono muy formal y frío",según consignó la agencia francesa AFP. Por su parte, el diario El País de España destacó que el Papa recibió a Macri "sólo 22 minutos y con gesto frío".
El papa expresó que estaba "muy preocupado por la situación social y el clima de revancha que se está generando en Argentina".
La jerarquización de los temas que se hablaron en la reunión fue otra de las diferencias que se pudieron apreciar. Mientras que la comitiva argentina destacóla lucha contra la corrupción y el narcotráfico, el comunicado que emitió el Vaticano menciona en primer lugar "el respeto a los Derechos Humanos" y enningún momento habla de corrupción. La confusión del Presidente y sus ministros la podemos asociar al trajinar de esos días y el jet lag del viaje, nunca a la mala intención. Luego del breve encuentro con Macri, Francisco recibió al obispo de Quilmes, Carlos Tissera, con quien estuvo 45 minutos. Lo sorprendente de la visita de Tissera es que la menciona en el mismo comunicado en el que notifica la reunión con el Presidente.
La árida relación entre Francisco y Macri tiene múltiples aristas –como el aval del Presidente para la vuelta del espía Antonio Horacio Stiuso-, pero sin dudas una de las más importantes es el diagnóstico que cada uno hace de la situación financiera internacional. El 23 de febrero, el Papa recibió al referente del Movimiento Nacional de Empresas Recuperadas y de la dirección nacional de la Confederación de Trabajadores de la Economía Popular (CTEP), Eduardo "Vasco" Murúa, y al titular del Movimiento Helder Cámara por la Paz entre las religiones y los pueblos, Guillermo Robledo. Allí, los representantes de estas organizaciones sociales manifestaron que, para ellos, si el Congreso deroga la llamada ley Cerrojo, se producirá una severa crisis política. "Se originará a partir de que toda la clase política sólo busca re endeudar externamente al país y esto sólo puede ser sostenido por la represión, la instalación del miedo de todo tipo y el silencio mediático, situación que deslegitimará a toda la clase política argentina".
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Ante este diagnóstico, Francisco respondió que estaba "muy preocupado por la situación social y el clima de revancha que se está generando en Argentina". Asimismo, derivó a estos movimientos sociales a trabajar con la comisión de Paz y Justicia del Episcopado y de la Compañía de Jesús que avanzaron con un documento muy duro en contra del sistema financiero internacional y los paraísos fiscales.
De manera sorpresiva, un sector del periodismo argentino eligió contar que uno de los puntos de choque fue la unión civil entre personas del mismo sexo que Macri cuando era jefe de Gobierno dejó que ocurriera en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Difícil de explicar los siete encuentros que mantuvo con la Presidenta que impulsó el matrimonio entre personas del mismo sexo.
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