“Lo que queda del sueño chavista demanda un baño de realidad”
Los Nobel de la Paz que visitaron Venezuela, Oscar Arias y Lech Walesa, pidieron evitar una catástrofe y exigieron la liberación de los presos políticos
Una apuesta por el diálogo y la reconciliación, así como la exigencia de liberación de los presos políticos, fueron los planteamientos centrales de los premios Nobel de la Paz Lech Walesa (Polonia) y Oscar Arias (Costa Rica), y de Nontombi Naomi Tutu, hija del también Nobel de la Paz Desmond Tutu (Suráfrica), durante sus intervenciones en la sesión especial de la Asamblea Nacional ayer.
“Solo necesitan comunicación y entendimiento, porque si no lo consiguen pueden ir a una guerra civil. Tienen que trabajar en las bases de la solidaridad y eliminar las diferencias para ordenar el país”, aseveró el polaco Walesa, persona no grata para el chavismo durante años, como él mismo recordó justo antes de reconocer que celebra el cambio en Venezuela, materializado en el nuevo Parlamento.
Walesa, antiguo líder del sindicato Solidaridad, aclaró que su intención no fue visitar Venezuela para dar una lección, pero lamentó que los políticos que la gobiernan desde hace muchos años no aprovecharon su inmensa riqueza, por lo que el país atraviesa ahora una severa crisis económica, política y social.
Para superar la debacle, aseguró, es necesario eliminar el resentimiento: “Es un obstáculo que debe dejarse a un lado. Sobre lo que pasó en el pasado: no criticarse, no enviar a la gente a prisión. Eso es lo que se hace en los países comunitas”, dijo en su discurso, breve y calmado.
El que más se extendió fue Oscar Arias, ex presidente de Costa Rica, quien advirtió a los diputados de la Mesa de la Unidad Democrática –el chavismo no asistió– que ante la coyuntura política que atraviesa Venezuela tienen, si no la capacidad de operar milagros, la posibilidad de evitar una catástrofe.
En un discurso muy elaborado, Arias lamentó que Venezuela atraviese una grave crisis económica, que no se puede superar profundizado el modelo actual. “El golpe de timón implicará una dura transición para todos los venezolanos. Pero prolongar la situación actual es prolongar una utopía fenecida y, en el peor de los casos, aferrarse al poder por el poder. No hay soberanía en los anaqueles vacíos de los supermercados. Lo que queda del sueño chavista demanda un baño de realidad, la valentía de admitir errores y la voluntad de negociar un nuevo rumbo para el país”, señaló.
Al igual que Walesa, pidió diálogo y advirtió sobre los riesgos de la polarización: “Un mejor futuro está en la reconciliación, la tolerancia y la disposición de trabajar conjuntamente por el pueblo. El primer signo de esa reconciliación debe ser la liberación de todos los presos políticos que tramita esta Asamblea. Cada líder de la oposición que se encuentra en prisión, en arresto domiciliario o en juicio con pruebas espurias es una prueba del autoritarismo. De la libertad de los presos políticos y de Leopoldo Lopez depende que Venezuela pueda ser reconocida como una democracia que respeta los derechos humanos”, agregó.
La Cámara estalló en aplausos y gritos de “libertad”. Justamente ayer se cumplieron dos años del encarcelamiento de López.
El ex presidente vaticinó discusiones delicadas, y advirtió acerca del alto costo que significaría una guerra de trincheras: “Se requiere negociación en la que ambos bandos hagan concesiones. Para el gobierno esto puede significar el término anticipado de su mandato según los mecanismos previstos en la Constitución”.
En la sesión estaban Lilian Tintori y Antonieta Mendoza, esposa y madre de López, María Corina Machado, y el alcalde de El Hatillo, David Smolansky, entre otros.
Nontombi Naomi Tutu, con palabras concisas, abogó por la justicia y afirmó que en ningún lugar del mundo puede existir una democracia parcial, en la que los derechos humanos no apliquen por igual para todos.
“No podemos tener juicios en secreto; en una sociedad de justicia no podemos tener gente en prisión solo por oponerse al gobierno. Si decimos que somos una sociedad que valora los derechos humanos, no podemos oprimir a algunos en la defensa de los derechos humanos de otros”, aseveró.
La hija de Desmond Tutu pidió a los venezolanos respetarse mutuamente y aceptar que no es una amenaza que el otro piense distinto: “Eso es la democracia, la diferencia de opiniones no es una amenaza para el país. Todo nuestro apoyo a Leopoldo López”, agregó.
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