Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

sábado, 11 de febrero de 2012

Antoni Tàpies pensó que moriría a los 18 años.Sobrevivió y murió de verdad el lunes 6 de febrero de 2011

Antoni Tàpies murió otra vez

El artista abstracto de la posguera falleció en Barcelona a los 88 años de edad.

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Más de 40 obras del artista español se encuentran en la colección del Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Bellas Artes EFE
DUBRASKA FALCÓN | EL UNIVERSAL
martes 7 de febrero de 2012 12:00 AM

Antoni Tàpies pensó que moriría a los 18 años. Su cuerpo comenzó a helarse, no podía respirar: un ataque al corazón estuvo a punto de terminar con su vida, según narró en una entrevista al diario El País en 2004. Pero no fue así. Sobrevivió. Y se convirtió en uno de los referentes de la pintura del siglo XX y del arte abstracto de posguerra. Hecho que influyó notablemente en los creadores del informalismo tanto de Venezuela como del mundo.

"(...) A esta edad tengo ganas de hacer trabajos, y pienso: esto de morirse es una pesadez. Caray, no tengo ninguna gana de morir", dijo.

La historia de hoy es otra. El artista no pudo ganarle una segunda batalla a la muerte. Ayer, a los 88 años, falleció en su casa de Barcelona, la misma ciudad que lo vio nacer en 1923.

Desde hace más de cinco años no veía ni escuchaba bien. Unas llagas en la retina comenzaron a nublarle la vista. Además, tuvo que pasar por el quirófano para que le colocaran un marcapasos. ¡Estaba mal! Pero Tàpies, pese a su delicado estado de salud, seguía dedicado al arte, ése en el que marcó hitos.

Pintó hasta el final, reseñan los diarios españoles. "Sigo pensando que la pintura que hacemos tiene que ser útil a la sociedad en la que vivimos porque, si no, no valdría la pena hacerla", diría en una entrevista el artista que comenzó a exponer en la década de los 40.

Es que Tàpies, que abandonó sus estudios de derecho para dedicarse al dibujo y la pintura, manifestó mediante la experimentación un interés por la materia y la utilización de utensilios ajenos al arte de entonces, como tierra, polvo de mármol y cola. Todo por la influencia que tuvo la II Guerra Mundial.

A Venezuela no tardó en llegar. Sus obras se dieron a conocer a través de exposiciones en el Museo de Arte Contemporáneo y el Museo de Bellas Artes. En ambas instituciones existen más de 40 obras pertenecientes a la colección, entre telas y obras gráficas.

También, quien se destacó como ensayista, tocó con su obra a creadores como Luisa Richter, Elsa Gramcko, Jacobo Borges, Alirio Palacios y Francisco Hung, entre otros.

Rolando Peña, el conocido príncipe negro de las artes venezolanas, tuvo la oportunidad de conocerlo en la Bienal de Venecia de 1995. "Él había hecho una instalación muy curiosa, de las que nos tenía acostumbrados. Era una cama con unas cosas tiradas en el piso. Le pregunté por qué hacía eso y me dijo: 'Por la sensación de libertad'. Seguía pensando que en el arte uno de los rasgos más fundamentales era el sentido de libertad. Es un gran innovador, sin duda mis respetos para él", dice el artista.

Tàpies, que nació en el seno de una familia burguesa, culta y catalanista, manejó con maestría los signos en sus obras. Se trataba de una nueva estética arraigada en la cultura española. Sus piezas venían cargadas de texturas y trazos con un lenguaje tan elocuente como refinado.

"¡Qué tristeza!", se lamenta el artista Edgar Sánchez al conocer la noticia. "En primer lugar es uno de los grandes artistas españoles. Creó un lenguaje refinado entorno al arte informal. Su influencia se hizo sentir en todos los tiempos y en todos los momentos. Una cantidad de artistas lo seguían. Yo era uno de esos", dice.

En los ochenta, el interés de Tàpies por la tela como soporte adquirió una fuerza renovada: realizó obras con gomaespuma o con la técnica del aerosol, utilizó barnices y creó objetos y esculturas de tierra chamoteada o de bronce, al tiempo que se mantuvo muy activo en el campo de la obra gráfica.

"Él era uno de esos artistas que, como decía Humberto Eco, producen cambios en el pensamiento", afirma con gran dolor la curadora Elsa Pericchi. "Sus obras estaban llenas de una espiritualidad y una limpieza y finura que me dejan sin habla".

Las obras de los últimos años han constituido esencialmente una reflexión acerca del dolor, influido por el pensamiento budista.

"Sus ultimas obras reflejaban su entrada al mundo metafísico", asegura la curadora e investigadora Élida Salazar. "Presentaba una influencia muy espiritual. Sus piezas tenían un trazo libre que me encantaba. Se dejó tocar por la pintura oriental. Tanto que se ganó el premio más importante de la asociación de artistas de Japón en 2003. La Fundación Museos Nacionales tiene obras de él. Sería bueno que le hicieran un homenaje", dice.

En enero el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante (MACA) inauguró una exposición sobre su obra. La última que pudo conocer en gran Tàpies.


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