La enfermedad de Hugo Chávez y su posible retiro del poder causó una enorme conmoción en las filas del chavismo y en las altas esferas políticas del país.
La hipótesis de una metástasis del cáncer que aqueja al presidente, tomó fuerza y fue confirmada a “medias” por el mismo enfermo, quien anunció al país, que se operaría en Cuba (esta semana) de una nueva “lesión” de dos centímetros en el mismo lugar donde le fue extraído el otro tumor cancerígeno.
Por otro lado, la cúpula del gobierno negaba la realidad, los bonos de la deuda de Venezuela tocaban el punto más alto en los últimos meses y diversos expertos en oncología dieron a conocer sus opiniones sobre el mal que aqueja al líder único de la revolución, a quien reloj parece que empieza acortarle el tiempo.
Durante la sesión de la Asamblea Nacional se observaron las caras largas de los diputados oficialistas, que transpiraban miedo y desconcierto por la posible desaparición fisica del Jefe.
Quedó en evidencia que la enfermedad del presidente es un secreto no compartido, ni siquiera, con los más fieles serviles del mandatario. Diosdado Cabello, por ejemplo, quedó bien mal ante la opinión pública nacional e internacional cuando negó la enfermedad de Chávez.
El nuevo tumor de Hugo Chávez también hizo mostrar lágrimas en Barinas y zonas aledañas. Se vio a los familiares del Jefe de Miraflores con los ojos rojos, medallitas y cristos, elevando plegarias y con un miedo difícil de ocultar. Desde ¨doña¨ Elena Frías de Chávez hasta su hermano Adán han dado señales de descomposición por la trágica noticia que los pondría en una situación diferente de la que han venido disfrutando desde hace ya 12 años.
Perder el poder por culpa de un cáncer debe ser una hipótesis terrible que seguramente no habían considerado…y es que cuando se goza y se ejerce el poder absoluto muchos se creen inmortales.
El cáncer de Chávez paralizó el PSUV porque hasta ahora, y a pesar de las advertencias que se hicieron en junio del 2011, cuando el presidente fue operado por primera vez de un tumor en la región pélvica, los serviles dirigentes no tomaron decisiones para reemplazar al enfermo. Todos prefirieron complacerlo, tratando de engañar a la población y a sí mismos, sobre las consecuencias que podría traer para el partido y el gobierno la falta absoluta del líder único.
Qué tal que el cáncer no le permita regresar al poder? Qué pasaría sí la cura del candidato-presidente tomara más de un año? Qué ocurriría sí como -buena parte de los enfermos de cáncer-, Chávez no logre sobrevivir?
El poder absoluto enajena, corrompe, engaña y pretende transformar la realidad. El régimen ha hecho de la enfermedad del líder una herramienta más del juego político con el que se manipula abiertamente a los venezolanos.
El cáncer de Chávez es una estrétegia de publicidad bien llevada. En Venezuela, donde la población es muy emocional, ser la víctima siempre ha arrojado dividendos y Chávez lo sabe muy bien. Un candidato enfermo, con imágenes de Cristos y rosarios cautiva la atención de la masa pobre y con limitada educación y autoestima.
El cáncer de Chávez es un medidor de fidelidad. La cacería de brujas se desató hace ocho meses y desde el pasado viernes las luces de alarma recorren al oeste y este caraqueño buscando a los salta talanquera.
El viaje de Chávez a Cuba y su diagnóstico metastásico alborotó el patio interno del PSUV, donde son muchos los que andan con el espíritu soliviantado buscando una canoa para salvarse del aluvión venidero.
Sí el líder se cura, dicen las malas lenguas, estaría fatigado para realizar una campaña presidencial en los próximos meses. Expertos creen, sin embargo, que el porcentaje de posibilidades de curarse es de un 25 por ciento, lo cual es bastante bajo para alegrar el panorama.
Y como en Venezuela, la enfermedad del presidente es un secreto de Estado, la lluvia de rumores y la fábrica de nubes ya empezó a producir a su más alto nivel. Lo que viene es de palco…el ventilador está prendido….
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