Crisis de los inmigrantes
15 DE SEPTIEMBRE 2015 - 12:01 AM
“Falta Europa en esta Unión y falta unión en esta Europa”, es la frase que escogió el presidente de la Comisión Europea para remecer a los eurodiputados y sensibilizarlos sobre el tema de los miles de extranjeros que llegan a pedir asilo a la UE.
Jean-Claude Juncker proponía admitir a 120.000 refugiados adicionales a los 40.000 que ya aceptaron en junio. Nada de lo que estaba ayer en agenda en la reunión de ministros de Interior parece suficiente para solucionar la crisis humanitaria, producto de las guerras del Medio Oriente. 4 millones de sirios han salido del país, 3 millones están en Turquía, Líbano y Jordania.
A pesar de las muestras de solidaridad de la ciudadanía, no ha sido fácil que los gobiernos europeos se pongan de acuerdo en cómo responder a los cientos de miles de peticiones de asilo. Ayer decidían si aceptan el plan de Juncker: una cuota obligatoria de refugiados para los países miembros, dependiendo de la población, el PIB, el desempleo y las peticiones anteriores de asilo otorgadas.
Alemania recibiría 31.443 personas; Francia, 24.031 y España, 14.931 refugiados, y así según su tamaño. Exiguos números cuando a diario se ven miles de nuevos casos en los puntos de entrada a la UE.
Según la ONU, ya son 400.000 las personas que han ingresado este año, muchas de las cuales serán repatriadas y decenas de miles se quedarán como ilegales.
En términos absolutos, Alemania es el país más acogedor (se comprometió a recibir 800.000 en 2016), si bien en términos de porcentaje de población Suecia lleva la delantera, con 317 por cada 100.000 habitantes.
Así como lideró la búsqueda de soluciones para la crisis del euro (e impuso su dura estrategia), Angela Merkel ha jugado un papel clave en esta situación excepcional, impulsando a sus socios a tomar decisiones dolorosas pero solidarias, recordando los valores europeos y el respeto al derecho internacional.
15 DE SEPTIEMBRE 2015 - 12:01 AM
“Falta Europa en esta Unión y falta unión en esta Europa”, es la frase que escogió el presidente de la Comisión Europea para remecer a los eurodiputados y sensibilizarlos sobre el tema de los miles de extranjeros que llegan a pedir asilo a la UE.
Jean-Claude Juncker proponía admitir a 120.000 refugiados adicionales a los 40.000 que ya aceptaron en junio. Nada de lo que estaba ayer en agenda en la reunión de ministros de Interior parece suficiente para solucionar la crisis humanitaria, producto de las guerras del Medio Oriente. 4 millones de sirios han salido del país, 3 millones están en Turquía, Líbano y Jordania.
A pesar de las muestras de solidaridad de la ciudadanía, no ha sido fácil que los gobiernos europeos se pongan de acuerdo en cómo responder a los cientos de miles de peticiones de asilo. Ayer decidían si aceptan el plan de Juncker: una cuota obligatoria de refugiados para los países miembros, dependiendo de la población, el PIB, el desempleo y las peticiones anteriores de asilo otorgadas.
A pesar de las muestras de solidaridad de la ciudadanía, no ha sido fácil que los gobiernos europeos se pongan de acuerdo en cómo responder a los cientos de miles de peticiones de asilo. Ayer decidían si aceptan el plan de Juncker: una cuota obligatoria de refugiados para los países miembros, dependiendo de la población, el PIB, el desempleo y las peticiones anteriores de asilo otorgadas.
Alemania recibiría 31.443 personas; Francia, 24.031 y España, 14.931 refugiados, y así según su tamaño. Exiguos números cuando a diario se ven miles de nuevos casos en los puntos de entrada a la UE.
Según la ONU, ya son 400.000 las personas que han ingresado este año, muchas de las cuales serán repatriadas y decenas de miles se quedarán como ilegales.
En términos absolutos, Alemania es el país más acogedor (se comprometió a recibir 800.000 en 2016), si bien en términos de porcentaje de población Suecia lleva la delantera, con 317 por cada 100.000 habitantes.
En términos absolutos, Alemania es el país más acogedor (se comprometió a recibir 800.000 en 2016), si bien en términos de porcentaje de población Suecia lleva la delantera, con 317 por cada 100.000 habitantes.
Así como lideró la búsqueda de soluciones para la crisis del euro (e impuso su dura estrategia), Angela Merkel ha jugado un papel clave en esta situación excepcional, impulsando a sus socios a tomar decisiones dolorosas pero solidarias, recordando los valores europeos y el respeto al derecho internacional.
Cuatro países europeos rechazan cuotas obligatorias de refugiados
Los gobiernos de República Checa, Eslovaquia, polonia y Hungría están en contra de la decisión de la Comisión Europea de obligarlos a recibir a solicitantes de asilo en sus territorios.
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Migrantes intentan abordar un tren en la fronteriza ciudad de Nickelsdorf para llegar a Viena (AFP)
EL UNIVERSAL
viernes 11 de septiembre de 2015 02:47 PM
Viena.- La crisis de los migrantes es "probablemente el mayor desafío para la Unión Europea en toda su historia", declaró el viernes el ministro alemán de Exteriores, pero a pesar de la advertencia cuatro países centroeuropeos rechazaron la propuesta de cuotas obligatorias de refugiados.
Mientras el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, hablaba en Praga, una pequeña columna de migrantes que marchaba hacia Viena creció hasta volverse un torrente humano en una autopista austríaca. La policía cerró brevemente la autopista A4 al tránsito vehicular debido al peligro que significaba para tanta gente caminando por los bordes, resaltó AP.
Steinmeier instó a las naciones de la Unión Europea (UE) a acrecentar su ayuda a los que llegan a Europa en busca de seguridad. Alemania ha recibido 450.000 migrantes en lo que va del año y prevé un total de 800.000, más que cualquier otro de Europa.
"Ningún país puede resolver semejante desafío por sí solo, necesitamos la solidaridad europea", dijo a la prensa en la capital checa.
El ministro alemán no pudo convencer a sus contrapartes checo, eslovaco, polaco y húngaro que desistan de sus objeciones a un sistema de cuotas para aliviar a los países de la UE abrumados por el flujo de migrantes.
"Debemos tener control sobre cuántos (migrantes) somos capaces de aceptar", dijo el canciller checo Lubomir Zaoralek, anfitrión del encuentro.
Steinmeier, exasperado, abandonó la conferencia de prensa antes de tiempo con el argumento de que estaba ocupado.
El plan de distribuir los 120.000 refugiados que se encuentran en Grecia, Italia y Hungría entre los 28 países de la UE fue presentado el miércoles por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y será debatido el 8 de octubre en una reunión de ministros del Interior. Se prevé que un plan anterior de distribuir otros 40.000 solicitantes de asilo será aprobado por los ministros el lunes.
La marcha del viernes comenzó al reducirse el tránsito ferroviario del cruce de Nickelsdorf a Viena. Se pidió a autobuses y taxis que fueran a Nickelsdorf para transportar a los migrantes a la capital austríaca, pero miles decidieron no esperar e iniciaron la marcha de 60 kilómetros.
La marcha se disolvió a las pocas horas cuando la policía y socorristas convencieron a los migrantes que aguardaran el transporte.
La capital austríaca es un lugar de tránsito para muchos de los que arribaron la semana pasada. La mayoría sigue viaje hasta Alemania. En Munich, las autoridades dijeron que más de 40.000 personas han arribado en los últimos seis días.
En Budapest, una camarógrafa húngara que apareció en un video pateando y zancadilleando a varios migrantes cerca de la frontera serbia se disculpó por su conducta.
Petra László dijo en una misiva publicada en el diario Magyar Nemzet que "lamenta sinceramente lo que ocurrió", pero añadió: "tuve miedo cuando avanzaron hacia mí y entonces algo se desató en mi interior''.
La camarógrafa de 40 años fue despedida por el canal en internet conservador N1TV después de que las imágenes, en las que se la veía patear y poner la zancadilla a varios migrantes el martes cerca del pueblo de Roszke, se hicieran virales en medios sociales.
La policía interrogó el jueves a László por sospechas de alteración del orden, la dejó marchar sin cargos y señaló que la investigación seguía en marcha.
Muchas personas que huyen de la guerra y las persecuciones en Medio Oriente, África y Asia optaron por la ruta de los Balcanes desde Grecia hasta Hungría para evadir Grecia, que ha recibido a la mayoría de los que llegan por mar.
Mientras el ministro alemán de Exteriores, Frank-Walter Steinmeier, hablaba en Praga, una pequeña columna de migrantes que marchaba hacia Viena creció hasta volverse un torrente humano en una autopista austríaca. La policía cerró brevemente la autopista A4 al tránsito vehicular debido al peligro que significaba para tanta gente caminando por los bordes, resaltó AP.
Steinmeier instó a las naciones de la Unión Europea (UE) a acrecentar su ayuda a los que llegan a Europa en busca de seguridad. Alemania ha recibido 450.000 migrantes en lo que va del año y prevé un total de 800.000, más que cualquier otro de Europa.
"Ningún país puede resolver semejante desafío por sí solo, necesitamos la solidaridad europea", dijo a la prensa en la capital checa.
El ministro alemán no pudo convencer a sus contrapartes checo, eslovaco, polaco y húngaro que desistan de sus objeciones a un sistema de cuotas para aliviar a los países de la UE abrumados por el flujo de migrantes.
"Debemos tener control sobre cuántos (migrantes) somos capaces de aceptar", dijo el canciller checo Lubomir Zaoralek, anfitrión del encuentro.
Steinmeier, exasperado, abandonó la conferencia de prensa antes de tiempo con el argumento de que estaba ocupado.
El plan de distribuir los 120.000 refugiados que se encuentran en Grecia, Italia y Hungría entre los 28 países de la UE fue presentado el miércoles por el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker y será debatido el 8 de octubre en una reunión de ministros del Interior. Se prevé que un plan anterior de distribuir otros 40.000 solicitantes de asilo será aprobado por los ministros el lunes.
La marcha del viernes comenzó al reducirse el tránsito ferroviario del cruce de Nickelsdorf a Viena. Se pidió a autobuses y taxis que fueran a Nickelsdorf para transportar a los migrantes a la capital austríaca, pero miles decidieron no esperar e iniciaron la marcha de 60 kilómetros.
La marcha se disolvió a las pocas horas cuando la policía y socorristas convencieron a los migrantes que aguardaran el transporte.
La capital austríaca es un lugar de tránsito para muchos de los que arribaron la semana pasada. La mayoría sigue viaje hasta Alemania. En Munich, las autoridades dijeron que más de 40.000 personas han arribado en los últimos seis días.
En Budapest, una camarógrafa húngara que apareció en un video pateando y zancadilleando a varios migrantes cerca de la frontera serbia se disculpó por su conducta.
Petra László dijo en una misiva publicada en el diario Magyar Nemzet que "lamenta sinceramente lo que ocurrió", pero añadió: "tuve miedo cuando avanzaron hacia mí y entonces algo se desató en mi interior''.
La camarógrafa de 40 años fue despedida por el canal en internet conservador N1TV después de que las imágenes, en las que se la veía patear y poner la zancadilla a varios migrantes el martes cerca del pueblo de Roszke, se hicieran virales en medios sociales.
La policía interrogó el jueves a László por sospechas de alteración del orden, la dejó marchar sin cargos y señaló que la investigación seguía en marcha.
Muchas personas que huyen de la guerra y las persecuciones en Medio Oriente, África y Asia optaron por la ruta de los Balcanes desde Grecia hasta Hungría para evadir Grecia, que ha recibido a la mayoría de los que llegan por mar.

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