Dos héroes del pueblo en armas
Los cincuenta años de la muerte de Iván Daza "Roque" y la reciente de Elegido Sibada "Magoya"
JUAN CARLOS PARISCA PÉREZ | EL UNIVERSAL
lunes 28 de marzo de 2016 12:00 AM
Con escasos días de diferencia recientemente ocurrieron dos eventos trascendentales: los cincuenta años de la muerte de Iván Daza "Roque" y la reciente de Elegido Sibada "Magoya". Dos venezolanos que cumplieron con la línea bolivariana del Pueblo en Armas, en dos momentos diferentes de una misma historia. Dos jóvenes del pueblo de distinta extracción, estudiante urbano el uno, campesino de la montaña el otro, para recalcar así que esta tesis bolivariana comprende también el compromiso de todo el pueblo.
Barquisimeto, 23 Ene. AVN.- El 23 de enero de 1966, durante el gobierno de Raúl Leoni (1964-1969), cayó en combate en las montañas del municipio Andrés Eloy Blanco (Sanare), del estado Lara, el dirigente guerrillero Iván Daza, mejor conocido como el Comandante Roque.
Nació en 1942. Estudió en el liceo Mario Briceño Iragorry de Barquisimeto, donde se desempeñó como uno de los responsables de la Juventud del Partido Comunista de Venezuela.
Como estudiante enfrentó en las calles la represión policial y militar de los gobiernos de Rómulo Betancourt (1959-1964) y Raúl Leoni. También a las bandas armadas y de choque de Acción Democrática (AD).
"Su entusiasmo combativo era contagiante, porque estaba dispuesto a emprender cualquier tarea revolucionaria con arrojo y valentía, sin importarle el riesgo que se corría en la acción", aseveró Hernán Vargas Calles, uno de sus compañeros de lucha en la Juventud del PCV, citado en un artículo publicado en el blog del Círculo Bolivariano Frabicio Ojeda.
Iván Daza, como muchos jóvenes venezolanos de los años 60, se integró a la lucha guerrillera en las montañas venezolanas.
Fue un combatiente incansable en esta lucha, destacó Vargas Calles. Escribió que "hablar del querido camarada Iván Daza es decir compromiso, lealtad revolucionaria, definición ideológica clara y objetiva".
Vargas lo define como un hombre infatigable por su carácter recio, pero a la vez era muy risueño. Su rápido accionar en la lucha guerrillera lo convirtió en un combatiente de primera fila.
El 23 de enero de 1966 cayó en combate en las montañas de Lara, al enfrentarse al Ejército. Daza se dirigía con un grupo de guerrilleros desde Las Adjuntas a Sanare, la capital del municipio Andrés Eloy Blanco.
Vargas contó que el enfrentamiento fue desigual, por el número de soldados. No obstante, el choque armado se prolongó por varias horas hasta que se le agotaron las municiones a los combatientes guerrilleros.
El cadáver del comandante Iván Daza lo colocaron en una cava del Campamento Antiguerrillero Corpahuaico de Sanare para mostrarlo como un "trofeo de guerra" a los guerrilleros detenidos.
Esto lo hacían para atemorizarlos, desmoralizarlos y quebarlos moralmente. Posteriormente el cuerpo de Daza fue desaparecido, como sucedió con centenares de venezolanos en aquella época. Sus familiares aún no saben dónde están sus restos.
Iván Daza, el Comandante Roque, fue ejemplo de lucha, convicción y compromiso revolucionario. Este 23 de enero, a los 49 años de su abrupta partida física, es recordado por su tesón, su ímpetu y su valentía.
Iván Daza "Roque"
Cayó combatiendo el 23 de enero de 1966 en un enfrentamiento con el ejército en el campamento La Calavera, en los alrededores del caserío Las Adjuntas, municipio Morán, Lara. Había sido un destacado dirigente estudiantil desde los tiempos de la lucha clandestina contra el perezjimenismo, cuando fue apresado y cruelmente torturado por su participación en las protestas de noviembre de 1957.
Después de la caída de Pérez Jiménez, desde el liceo Mario Briceño Iragorri, es dirigente de un movimiento estudiantil de gran repercusión en todo occidente.
Se incorpora al Frente Simón Bolívar bajo el mando de Argimiro Gabaldón en 1961, en la primera guerrilla, la que tomó a Humocaro Alto. Pagó prisión y al quedar en libertad regresó a la montaña.
Nos conocimos en 1961 en un viaje fugaz que hice a Barquisimeto para llevar la línea del Partido, después de la Huelga del Transporte. Me impresionó gratamente su carácter a la vez serio y jovial, que al concluir una reunión política de más de tres horas, agarra un cuatro y entona "Ah mundo, Guajirita", un alegre golpe tocuyano. Después nos vimos varias veces en las montañas de Lara, en el Frente Simón Bolívar. La lucha no hizo sino ratificar mi primera impresión.
Con solo 23 años de edad, era el comandante de la Brigada 21 del Frente Guerrillero Simón Bolívar, en los alrededores de El Tocuyo. Había salido un día antes de una reunión en el comando de la Brigada 31, en la sierra de la Portuguesa. Con él estaban Paramaconi, joven de origen piaroa, criado por la camarada inolvidable Argelia Laya y Rufino González "Alfonzo", quién sobrevivió para llevarnos la terrible noticia.
Iban con la misión de regresar con el grueso de la Brigada 21, para realizar una campaña conjunta, y así demostrar al país que, a pesar de la reciente muerte de Carache y la feroz represión que el ejército había emprendido contra la población, las FALN conservaban su capacidad de combate, lo cual se hizo de todos modos.
Cayó combatiendo el 23 de enero de 1966 en un enfrentamiento con el ejército en el campamento La Calavera, en los alrededores del caserío Las Adjuntas, municipio Morán, Lara. Había sido un destacado dirigente estudiantil desde los tiempos de la lucha clandestina contra el perezjimenismo, cuando fue apresado y cruelmente torturado por su participación en las protestas de noviembre de 1957.
Después de la caída de Pérez Jiménez, desde el liceo Mario Briceño Iragorri, es dirigente de un movimiento estudiantil de gran repercusión en todo occidente.
Se incorpora al Frente Simón Bolívar bajo el mando de Argimiro Gabaldón en 1961, en la primera guerrilla, la que tomó a Humocaro Alto. Pagó prisión y al quedar en libertad regresó a la montaña.
Nos conocimos en 1961 en un viaje fugaz que hice a Barquisimeto para llevar la línea del Partido, después de la Huelga del Transporte. Me impresionó gratamente su carácter a la vez serio y jovial, que al concluir una reunión política de más de tres horas, agarra un cuatro y entona "Ah mundo, Guajirita", un alegre golpe tocuyano. Después nos vimos varias veces en las montañas de Lara, en el Frente Simón Bolívar. La lucha no hizo sino ratificar mi primera impresión.
Con solo 23 años de edad, era el comandante de la Brigada 21 del Frente Guerrillero Simón Bolívar, en los alrededores de El Tocuyo. Había salido un día antes de una reunión en el comando de la Brigada 31, en la sierra de la Portuguesa. Con él estaban Paramaconi, joven de origen piaroa, criado por la camarada inolvidable Argelia Laya y Rufino González "Alfonzo", quién sobrevivió para llevarnos la terrible noticia.
Iban con la misión de regresar con el grueso de la Brigada 21, para realizar una campaña conjunta, y así demostrar al país que, a pesar de la reciente muerte de Carache y la feroz represión que el ejército había emprendido contra la población, las FALN conservaban su capacidad de combate, lo cual se hizo de todos modos.
Elegido Sibada "Magoya"
El viernes 19 de febrero de 2016 falleció en Montalbán, Carabobo, Elegido Sibada "Magoya", legendario guerrero que desde el 23 de agosto de 1963, con solo 17 años, decidió unirse a los revolucionarios que ese día tomaron Pueblo Nuevo, su pueblo en la Sierra de Coro.
Desde el principio se convirtió en referencia obligada como ejemplo de la participación de las masas campesinas en la guerra. Conquistó un liderazgo entre su gente, los jóvenes falconianos. Pero también en las FALN por su valentía y su compromiso con la lucha, rasgos que resaltaban de su carácter desde el primer contacto.
Muy popular era la anécdota de que al sumarse a la guerrilla, Elegido sacó de un bolsillo su partida de nacimiento y la rompió en pedacitos diciendo: "No bajo más hasta que no triunfemos". Esa era el tono de su compromiso. Como prueba, mucho tiempo después de la pacificación, bien entrada la revolución bolivariana, todavía no tenía cédula de identidad.
Magoya se hace leyenda que sigue empujando el combate popular. Así como se negaba a entregar sus armas, se negó siempre a doblegar sus ideas: "Prometimos el poder por la vía de las armas, pero no pudimos. Y ahorita que estamos en el gobierno, tenemos una responsabilidad histórica, política, un compromiso moral".
Magoya no aceptó nunca dejar la lucha. El "Repliegue", como eufemísticamente nos lo ordenaban. En lugar de alejarse de la guerra, en un momento decisivo de la confrontación, él y su grupo de jóvenes patriotas rompieron el cerco y avanzaron desde el estado Trujillo, donde se produjo la separación, tomando rumbo a su tierra, la del zambo José Leonardo, la que años atrás le había permitido la entrada al movimiento guerrillero de Miguel Noguera y Baltasar Ojeda. Así llegarían a Falcón. No iban pacificados. No. Iban a seguir combatiendo al ejército y a seguir construyendo sueños, como aquel ejército loco que en otras tierras americanas luchó por la soberanía y un mundo más justo y mejor. Tenían que combatir para demostrar la vigencia de la lucha armada. Que no eran desertores como habían afirmado quienes los adversaban. Allí estaban con las armas en la mano y combatiendo. En la zona de la que conocían cada rincón, con la gente que los vio crecer y los conocía desde niños.
juan.parisca@sigoweb.com
El viernes 19 de febrero de 2016 falleció en Montalbán, Carabobo, Elegido Sibada "Magoya", legendario guerrero que desde el 23 de agosto de 1963, con solo 17 años, decidió unirse a los revolucionarios que ese día tomaron Pueblo Nuevo, su pueblo en la Sierra de Coro.
Desde el principio se convirtió en referencia obligada como ejemplo de la participación de las masas campesinas en la guerra. Conquistó un liderazgo entre su gente, los jóvenes falconianos. Pero también en las FALN por su valentía y su compromiso con la lucha, rasgos que resaltaban de su carácter desde el primer contacto.
Muy popular era la anécdota de que al sumarse a la guerrilla, Elegido sacó de un bolsillo su partida de nacimiento y la rompió en pedacitos diciendo: "No bajo más hasta que no triunfemos". Esa era el tono de su compromiso. Como prueba, mucho tiempo después de la pacificación, bien entrada la revolución bolivariana, todavía no tenía cédula de identidad.
Magoya se hace leyenda que sigue empujando el combate popular. Así como se negaba a entregar sus armas, se negó siempre a doblegar sus ideas: "Prometimos el poder por la vía de las armas, pero no pudimos. Y ahorita que estamos en el gobierno, tenemos una responsabilidad histórica, política, un compromiso moral".
Magoya no aceptó nunca dejar la lucha. El "Repliegue", como eufemísticamente nos lo ordenaban. En lugar de alejarse de la guerra, en un momento decisivo de la confrontación, él y su grupo de jóvenes patriotas rompieron el cerco y avanzaron desde el estado Trujillo, donde se produjo la separación, tomando rumbo a su tierra, la del zambo José Leonardo, la que años atrás le había permitido la entrada al movimiento guerrillero de Miguel Noguera y Baltasar Ojeda. Así llegarían a Falcón. No iban pacificados. No. Iban a seguir combatiendo al ejército y a seguir construyendo sueños, como aquel ejército loco que en otras tierras americanas luchó por la soberanía y un mundo más justo y mejor. Tenían que combatir para demostrar la vigencia de la lucha armada. Que no eran desertores como habían afirmado quienes los adversaban. Allí estaban con las armas en la mano y combatiendo. En la zona de la que conocían cada rincón, con la gente que los vio crecer y los conocía desde niños.
juan.parisca@sigoweb.com
Este viernes falleció Elegido Sibada, conocido como “Comandante Magoya”, quien fue un luchador social venezolano, desde que era casi un niño.
Diversas autoridades del país, y de las comunidades organizadas en Venezuela han expresado sus muestras de dolor y de reconocimiento a quien fuera una de los pioneros en la lucha revolucionaria.
En este sentido, el líder socialista Elías Jaua resaltó la importancia de este luchador social.
“Honor y Gloria al Comandante Magoya, guerrillero invicto en la lucha por la Patria buena. La oligarquía nunca olvidara su rebeldía campesina!”, recalcó.
Magoya fue combatiente guerrillero y formó parte del Frente José Leonardo Chirinos de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (Faln) en las montañas de Falcón y Yaracuy en los años sesenta.
De igual manera, se manifestaron dirigentes revolucionarios como William Izarra, Rodulfo Pérez , Juan Carlos Loyo, Tareck William Saab, así como organizaciones campesinas y sociales que reconocen las acciones de este luchador social.
El Comandante Magoya, ex combatiente guerrillero de la década de 1960 y 1970, fue militante de las Fuerzas Armadas de Liberación Nacional (FALN) y del Partido de la Revolución Venezolana (PRV).
Entre otras acciones, Magoya fue combatiente y uno de los comandantes del Frente José Leonardo Chirinos de las FALN en las montañas de Falcón y Yaracuy a partir de 1962, contra el gobierno de Rómulo Betancourt.
A continuación reseñamos una conversación del Comandante Hugo Chávez y el Comandante Magoya durante el Aló Presidente número 312 desde la Planta trituradora de piedras “Chema Saher” ubicada en la parroquia Gúzman Guillermo, del estado Falcón:
Presidente Chávez: Vamos a oír al comandante Magoya chico, dale un café a Magoya ahí, menos mal que no te conseguí cuando yo te buscaba porque nos hubieran… yo me hubiera ido pa’ la guerrilla, yo te andaba buscando era pa’ pásame pa’ la guerrilla, menos mal que no te conseguí ¡claro! Esa era mi… un plan loco que yo tenía Magoya ¿dónde estabas tú el año 70 por ejemplo? 77 por ahí.
“Comandante Magoya” En el 77 creo que estaba en la zona de Yaracuy y Portuguesa, presidente.
Presidente Chávez Yo andaba era por allá por Oriente.
“Comandante Magoya” Estábamos lejos entonces para conseguirnos, menos mal que no nos conseguimos Presidente. En verdad, esas montañas fueron una escuela para muchos muchachos que nos incorporamos en los años 60 a esa gran gesta revolucionaria y nos sentimos orgullosos Presidente de que nosotros hoy somos parte de esta revolución bolivariana que es la continuidad de lo que iniciamos nosotros en los años 60, Chema Saher, Miguel Noguera, Cayo Martínez, mucha gente quedó en esa montaña, a muchos les salieron los dientes y a muchos se les cayeron en esa montaña.
“Comandante Magoya” Nicolás Hurtado también, el teniente Tulio Martínez y muchos militares que participaron junto A nosotros en esa rebelión de los años 60 y en verdad casi éramos una guerrilla continental porque aquí murió también mucha gente de varios países, colombianos, ecuatorianos, bolivianos y peruanos, y estaba la unión cívico militar con los camaradas revolucionarios que se alzaron en la época junto con nosotros.
Presidente Chávez mira, Magoya te voy a preguntar una cosa alguna vez tu que estuviste varios años en la montaña, verdad ¿cuántos años?
“Comandante Magoya” Estuve alrededor de 10 a 12 años y 37 clandestino.
Presidente Chávez Diez a 12 años, después de la guerrilla, en esos años fue casi nos topamos en unas reuniones pero por fin no ocurrió nunca, después nos conocimos. Mira Magoya, ¿alguna vez tú secuestraste una mujer, por ejemplo, para llevársela para la montaña?
“Comandante Magoya” La mía, la mía que me llevé casi al otro día.
Presidente Chávez [risas] Bueno, para ser feliz verdad, bueno para hacerla feliz y ella a ti por supuesto.
“Comandante Magoya” Claro, todavía la tengo, se portó tan bien, me he portado tan bien yo que la tengo todavía. Esa la formé yo para mí y para el movimiento revolucionario, es una campesina igual a mí.
Presidente Chávez Vamos a darle un saludo, y madre de tus hijos seguramente.
“Comandante Magoya” Claro, tenemos seis hijos, se llama Tarcia Morillo, de la tierra de Yaracuy, toda la familia esta con este proceso.
Presidente Chávez Desde aquí un saludo, ahora fíjate, un saludo a tu mujer y a tus hijos (…) Elegido Sibada (Comandante Magoya), Hugo Chávez, soldado, yo de la Academia Militar, tú de la academia del monte, ve, guerrillero, guerrillero del pueblo, campesino, yo campesino y me hice soldado, somos subversivos los dos.
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