El legado
RAFAEL MARTÍNEZ NESTARES | EL UNIVERSAL
sábado 12 de marzo de 2016 12:00 AM
Tres años hace que "sembraron" al finado comandante supremo. Entendemos el sentido detrás de las palabras pero, nos interesa observar "esa siembra" desde la óptica del "hombre público allende el mensaje". La melancolía con que se pretende ver la desaparición física del finado no es tal. Las innumerables horas perdidas tras las pantallas televisivas y los aparatos radiales recogen una visión no latinoamericanista sino, entreguista de la soberanía nacional en nuestras justas reclamaciones, por un lado y; por otra parte, un derroche permanente de nuestra "riqueza petrolera" que no es tal, sino una "dádiva circunstancial" que el Creador puso sobre nuestra tierra sin haber sido capaces de aprovecharla en beneficio de todos los venezolanos.
Entonces, cabe preguntarse: ¿cuál es legado del finado comandante? Una estrategia propagandística que ha pretendido hacer del finando algo así como un ser inmaterial que aún, desde la paila donde se encuentre (en la misma que "arderían los adecos" según sus palabras) con sus ojos otea a cuanto circunda nuestra Caracas por medio de esas imágenes oculares que nos son más que pintura. Su legado no pueden ser los meros ojos que te persiguen en tu cotidiano actuar a tres años de su siembra.
Sembrar es un verbo de una connotación muy profunda. Quien siembra, cuida y espera. La semilla cae al suelo y en la tierra, la semilla debe morir para traer tras de sí a la planta que dará frutos. El finado comandante lo que sembró fue división entre hermanos, entre quienes vivimos en la patria de Bolívar. Esa división fue el fruto desde el cual un grupo de aduladores de oficio que, en vida y posmortem, "vendieron" la imagen de un real o falso liderazgo local, quisieron darle una extensión latinoamericana que en realidad fue una alianza para perpetuarse sempiternamente en el poder, hasta el dos mil siempre. Esa fue la base de Petrocaribe, de los barriles diarios enviados a Cuba, del desmedido apoyo al gobierno de Guyana -en detrimento de la reclamación venezolana en el Esequibo y de nuestra soberanía en esas tierras.
La semilla debe morir para dar fruto, así reza el evangelio en el mensaje de Jesucristo. También se ha pretendido unir al finando con quien resucitó de entre los muertos. Hasta se pretendió profanar una oración traída de un texto bíblico y repetido por todos los cristianos del mundo para ponerla al servicio del finado -no hay medida para la extensión de su imagen. La mitomanía y la megalomanía fueron cultivadas por muchos para crear el fenómeno mediático que fue y, en menor medida sigue siendo el finado.
Deuda, destrucción del aparato productivo nacional, corrupción, división, fuga de cerebros... es apenas la punta del iceberg de lo que fue y es el legado de estos 17 años de gobierno ininterrumpido del chavismo-madurismo. Eso se pretendió extender a Argentina y Bolivia. Lo mismo en Brasil. El deseo de eternizarse en el poder no es del ideario de Bolívar o San Martín, sino una trasnochada e ineficiente reminiscencia de los regímenes de cachucha y botas que destruyeron antaño a América Latina, ahora disfrazados de una falsa izquierda populista. Muy distinto al ejemplo de Uruguay con Pepe Mujica, pues se encuentran muchos ejemplos de estadistas, hombres y mujeres de verdadera estirpe. No se requiere inmortalizarse en el poder para "sembrar" un nuevo modelo. Las mujeres y hombres de Latinoamérica que esperan por esos nuevos tiempos aunque veamos cómo la siembra de la autocracia y el desprecio por el pueblo al que hacen falsamente "protagónico". Viviremos muchas décadas para superar "el legado" de un país destruido material y moralmente.
@rafaelmartinezn
@proyecto_pais
Entonces, cabe preguntarse: ¿cuál es legado del finado comandante? Una estrategia propagandística que ha pretendido hacer del finando algo así como un ser inmaterial que aún, desde la paila donde se encuentre (en la misma que "arderían los adecos" según sus palabras) con sus ojos otea a cuanto circunda nuestra Caracas por medio de esas imágenes oculares que nos son más que pintura. Su legado no pueden ser los meros ojos que te persiguen en tu cotidiano actuar a tres años de su siembra.
Sembrar es un verbo de una connotación muy profunda. Quien siembra, cuida y espera. La semilla cae al suelo y en la tierra, la semilla debe morir para traer tras de sí a la planta que dará frutos. El finado comandante lo que sembró fue división entre hermanos, entre quienes vivimos en la patria de Bolívar. Esa división fue el fruto desde el cual un grupo de aduladores de oficio que, en vida y posmortem, "vendieron" la imagen de un real o falso liderazgo local, quisieron darle una extensión latinoamericana que en realidad fue una alianza para perpetuarse sempiternamente en el poder, hasta el dos mil siempre. Esa fue la base de Petrocaribe, de los barriles diarios enviados a Cuba, del desmedido apoyo al gobierno de Guyana -en detrimento de la reclamación venezolana en el Esequibo y de nuestra soberanía en esas tierras.
La semilla debe morir para dar fruto, así reza el evangelio en el mensaje de Jesucristo. También se ha pretendido unir al finando con quien resucitó de entre los muertos. Hasta se pretendió profanar una oración traída de un texto bíblico y repetido por todos los cristianos del mundo para ponerla al servicio del finado -no hay medida para la extensión de su imagen. La mitomanía y la megalomanía fueron cultivadas por muchos para crear el fenómeno mediático que fue y, en menor medida sigue siendo el finado.
Deuda, destrucción del aparato productivo nacional, corrupción, división, fuga de cerebros... es apenas la punta del iceberg de lo que fue y es el legado de estos 17 años de gobierno ininterrumpido del chavismo-madurismo. Eso se pretendió extender a Argentina y Bolivia. Lo mismo en Brasil. El deseo de eternizarse en el poder no es del ideario de Bolívar o San Martín, sino una trasnochada e ineficiente reminiscencia de los regímenes de cachucha y botas que destruyeron antaño a América Latina, ahora disfrazados de una falsa izquierda populista. Muy distinto al ejemplo de Uruguay con Pepe Mujica, pues se encuentran muchos ejemplos de estadistas, hombres y mujeres de verdadera estirpe. No se requiere inmortalizarse en el poder para "sembrar" un nuevo modelo. Las mujeres y hombres de Latinoamérica que esperan por esos nuevos tiempos aunque veamos cómo la siembra de la autocracia y el desprecio por el pueblo al que hacen falsamente "protagónico". Viviremos muchas décadas para superar "el legado" de un país destruido material y moralmente.
@rafaelmartinezn
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El cisne negro: El cáncer de Hugo Chávez y la enfermedad de los líderes mesiánicos
(Caracas, 27 de febrero. Noticias24) El analista internacional, Julio César Pineda, aprovechó sus vastos conocimientos y su amplia experiencia como diplomático para recordar el impacto causado en la sociedad por las enfermedades de diversos líderes a nivel mundial, entre ellos Hugo Chávez.
Nos encontramos en un mundo donde la sociedad demanda a sus gobernantes lealtad y sinceridad. No obstante, no siempre eso sucede pues en décadas anteriores y en la actualidad, muchos políticos han ocultado -por motivos personales o individualistas- verdades a sus pueblos.
En ese contexto, el internacionalista Pineda citando la información del libro: En el poder y la enfermedad (Owen, D), expone el caso del trigésimo segundo presidente de los Estados Unidos,Franklin Delano Rooselvelt , quien a los 39 años, quedó paralítico tras padecer Polio.
Los líderes mesiánicos son los que construyen la historia.
“Los consejeros de éste, a objeto de proteger su imagen pública, quisieron ocultar esa minusvalía y como él no deseaba que su nación lo asociara con alguna discapacidad, ideó un método para ponerse de pie y caminar unos pasos, dando a sus seguidores la sensación que podía andar”, recordó el Diplomático en el texto.
Se dice que de las casi 35 mil fotografías oficiales que existen de Rooselvelt, en tan sólo dos se puede observar en silla de ruedas.
He aquí cuando se muestra lo importante que representa la imagen para los dirigentes políticos, quienes pueden hacer lo que sea con tal de no mostrarse débiles o vulnerables ante su sociedad.
Los líderes mesiánicos son los que construyen la historia. “Hablan de una nueva realidad o de un nuevo mundo, reescriben los textos escolares y cambian los símbolos patrios”, es el significado que construye Pineda en su publicación.
Desde el atentado que sufrió el Papa Juan Pablo II en la plaza de San Pedro en el año 1981, su estado de salud se fue deteriorando.
Tras recibir el impacto de tres proyectiles que le afectaron gravemente los intestinos y una de sus manos, el Papa decayó luego de ser diagnosticado con cáncer de intestino y posteriormente con mal de Parkinson.
A pesar de lo anteriormente expuesto, la actividad del Sumo Pontífice era indetenible. Hasta los últimos días se mostró frente a los ciudadanos, pues el Vaticano consideraba que el país lo necesitaba como un emblema de poder.
En el transcurso de la enfermedad del líder del catolicismo, se impidió la toma de fotografías y la realización de cualquier dibujo sobre el Papa. Esto para evitar que se repitiera la historia del Pontífice Pío XII, quien fue fotografiado en su lecho de muerte por su médico de cabecera.
Finalmente, el Papa Juan Pablo II falleció el 2 de abril del año 2002. Su deceso representó un duro golpe para el catolicismo el cual casi de inmediato, buscó un nuevo sucesor.
Chávez: el líder que fue tocado por las alas de un cisne negro
El concepto de El Cisne Negro al cual se refiere el autor es simple: es cuando aparecen“determinadas enfermedades que se presentan de manera sorpresiva, con efectos definitivos en el ámbito personal y el entorno” de un individuo.
El presidente Chávez fue sorprendido por el concepto de El Cisne Negro y a raíz de ese acontecimiento, ha manejado su enfermedad muy “disimuladamente”, caso contrario de sus pares de América Latina como Fernando Lugo, Dilma Rousseff, Lula da Silva y Cristina Kirchner, quienes han dado a los habitantes de sus países toda la información necesaria para crear un clima de transparencia.
Sin duda alguna la enfermedad que le fue detectada al Presidente, no sólo causa conmoción en su persona, sino además a todo su entorno. Aquel hombre que comandó el fallido golpe de 1992, ahora es tocado y vulnerado por unas alas negras.
Pineda afirmó en su publicación que “el cáncer puede tener un impacto tremendo en lo personal y en lo social para el mandatario venezolano, para quienes lo siguen, para quienes lo combaten, para el país y para el propio sistema interamericano internacional”.
“El cáncer puede tener un impacto tremendo en lo personal y en lo social para el mandatario venezolano
Tal vez el hecho que el Ejecutivo Nacional no divulgue su parte médico forma parte de su estrategia para no sentirse débil frente a un país donde aparte de existir el oficialismo, se tiene una oposición. No obstante, son muchas las especulaciones que pueden crearse al respecto y pocas las verdades que se pueden conocer.
El texto “El cisne negro, el cáncer de Hugo Chávez y la enfermedad de los líderes mesiánicos”, es una publicación que compara la imagen que desearon proyectar diversos políticos a nivel mundial, cuando fueron sorprendidos por una determinada patología.
Sin duda alguna, Pineda aprovechó también este escrito para narrar las interesantes experiencias vividas cuando fue diplomático.
Las historias expuestas por Julio César Pineda nos hicieron recordar que incluso los líderes más poderosos, fueron tan vulnerables como cualquiera de nosotros.
La lectura es un portal hacia el conocimiento, es por eso, que los invito a leer dicho texto para que recuerden un poco de la historia mundial y sean ustedes, quienes creen una opinión sobre este libro.
Por: Lic. Lexis Gandica Carrasquero/ Noticias24
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