Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

martes, 28 de junio de 2011

¡Cómo descansa la menta con la crónica y la historia cierta...Qué fastido lo que pasó el 24 de junio 2011 con Páez borrado de la Batalla de Carabobo

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27 junio 2011

Guillermo Mujica Sevilla || De Azules y de Brumas

(Notas y Relatos del Cronista) Don Luis Osorio... Barbero heraldo (I)

Los barberos han tenido fama de ser eminentes habladores. Muchas historias, anécdotas y hasta muchas intimidades se han conocido en un salón de barbería, mientras el gran fígaro esgrime las tijeras y el peine o la afilada y amenazante, aunque inofensiva en sus hábiles manos, navaja de afeitar, y da rienda suelta a su lengua. Por supuesto que a veces no ha faltado la fértil imaginación del eficiente barbero, quien inventa cosas y casos con la única finalidad de distraer al cliente.

Esa panorámica bomberil sirvió de fuente de inspiración a los humoristas de antaño, quienes tejieron divertidas notas y chistes a costa de los fígaros. Algunos llegaron a afirmar que los clientes se dormían o se hacían los dormidos para silenciar a los parlanchines que los afeitaban. Es de señalar que las costumbres han disminuido notablemente debido a que por una parte, abundan los barberos extranjeros, especialmente italianos, que no hablan español, y por la otra, a que han surgido nuevas generaciones de fígaros criollos que son introvertidos o que sólo hablan de temas políticos de actualidad. Aunque en este último caso primero se ingenian para conocer cómo piensan los hombres cuyas cabezas tienen en sus manos. Así se evitan posibles e inconvenientes discusiones que puedan, ahuyentarles al cliente.

En Valencia hubo hace años un barbero que se convirtió en una verdadera estrella en eso de hablar, además de serio también es su oficio. Ese barbero fue don Luis Osorio, cuyo teatro de operaciones estaba ubicado en la avenida Constitución, a pocos metros de la plaza Bolívar, frente a la "Casa Zerpa". Demás está decir que era la barbería mejor situada, y como entonces había pocas en la capital carabobeña, gozaba de la mayor clientela. Además, mediaba el atractivo de la prodigiosa charla de don Luis, quien por añadidura hacía gala de agudo ingenio.

Don Luis Osorio conocía la grande o pequeña historia de prácticamente todos los habitantes de la ciudad, así como innumerables e interesantes datos de la entonces escogida urbe. Acudir a esa barbería era enterarse del palpitar de la ciudad y de sus moradores. Nosotros, además de formar parte de la extensa clientela de don Luis, acudimos muchas veces a él, en solicitud de ciertos datos que nos hacían falta para completar alguna información que teníamos que enviar al periódico capitalino al cual prestábamos servicio como corresponsal. Y nunca salíamos defraudados.

Además de su oficio, don Luis Osorio despachaba pasajeros y encomiendas para Caracas, en autos por puestos que partían de los alrededores de la plaza Bolívar. Y era extremadamente servicial, hasta el punto de que sus abundantes amigos lo utilizaban para dejarles mensajes a otras personas. Y no era raro que don Luis dejara enjabonado a un cliente para correr detrás de algún automóvil, a cuyo conductor le tenían un recado y cumplir con su compromiso contraído. Pero nadie se disgustaba, pues todos conocían el espíritu y la voluntad de servicio de don Luis.

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