Finalmente, digamos la verdad del futuro. Venezuela tocó fondo
Ganar no lo es todo, es lo único, dijo bromeando una vez un entrenador de fútbol. Pero esto no es cierto en todos los deportes. Que lo diga Tyson. Es devastadoramente falso en los negocios. Que lo diga Enron. Y es absolutamente falso en la política. Que lo diga cualquier venezolano.
Desde la década de 1970, se ganaba técnicamente la presidencia mientras Venezuela se derrumbaba un poco más en cada elección, hasta 1998, cuando rodó en caída libre, con la salvedad de que ahora se han hecho los ajustes para que el titular del cargo vuelva a "ganar". Entretanto, algunos ilusos políticos de la oposición descorchan el whisky para celebrar una victoria a 17 meses de distancia. Seamos realistas. Si alguien derrota a Chávez, el ganador obviamente condenará lo que sucedió en el pasado, admitirá lo que acontece en el presente y apelará al 100% de la población a fin de cambiar todo para el futuro sin recriminación. He aquí por qué.
Debe condenarse la actitud de mantenerse al margen mientras los monopolios corruptos destruían la democracia y economía florecientes en Venezuela entre las décadas de 1970 y 1990. Debe condenarse el haber permitido que Chávez se erigiera en las elecciones de 1998 como la única alternativa a la corrupción del pasado. Y debe condenarse haber tolerado un minuto del régimen fascista de Pedro Carmona en 2002. Hagámoslo de manera convincente y los ni-ni escucharán por vez primera desde 2004.
Digamos la verdad sobre el presente. Todas las cifras básicas están maquilladas: moneda, petróleo, empleo, vivienda, homicidios y electores están en un hoyo negro. Pudiera haber cinco millones de votos fantasmas en las elecciones de 2012. Aún así, la oposición puede ganar si dice la verdad, porque esos votos fantasmas ya estaban allí y Chávez simplemente no puede manipular una derrota de 2 a 1. ¿Recuerdan 2007?
Finalmente, digamos la verdad del futuro. Venezuela tocó fondo. Puede sembrar el petróleo, convertirse en una potencia de la energía solar, distribuir el poder, descentralizar el gobierno, castigar el robo y reprimir los futuros intentos dictatoriales. Pero esto exige sacrificio y responsabilidad de todos. Venezuela debe recobrar su economía, democracia, dignidad y respeto propio. Durante mucho tiempo muy pocos si acaso se han preocupado. Hay que poner punto final.
michaelrowan22@gmail.com Traducción: Conchita Delgado
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