Armstrong dice que sus títulos Tour de Francia fueron una "gran mentira"
El ex ciclista estadounidense Lance Armstrong admitió en una entrevista televisada que sus siete títulos del Tour de Francia fueron "una gran mentira" y se vieron impulsados por una serie de sustancias prohibidas, revirtiendo así años de estar negando el uso de dopaje.
Armstrong reconoció que la última vez que se dopó fue en el 2005 (AP)
EL UNIVERSAL
viernes 18 de enero de 2013 12:50 AM
Texas.- El ex ciclista estadounidense Lance Armstrong admitió en una entrevista televisada que sus siete títulos del Tour de Francia fueron "una gran mentira" y se vieron impulsados por una serie de sustancias prohibidas, revirtiendo así años de estar negando el uso de dopaje.
En su primera entrevista desde que fuera despojado de todos sus triunfos, incluyendo los siete títulos del Tour de Francia y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney-2000, Armstrong realizó un magistral acto de contrición pública, aunque para muchos, en el lugar y momento equivocados.
En ella, Winfrey llevó al exciclista caído en desgracia a admitir haber tomado sustancias dopantes para mejorar su rendimiento deportivo, echando por tierra los 15 años que se pasó diciendo al mundo no haberse dopado jamás.
"Yo sé la verdad. La verdad no es lo que se decía por ahí, la verdad no es lo que dije", aseguró Armstrong. "Tomé mis decisiones. Son mis errores. Y estoy sentado aquí hoy para reconocerlo y decir que lo lamento", dijo el exciclista.
"Ciertamente, soy un personaje defectuoso", dijo Armstrong, quien fue venerado como un sobreviviente de cáncer que venció y dió las vueltas a las probabilidades de tener éxito en la máxima competición del ciclismo, para a continuación, utilizar su fama para ayudar a otros a luchar contra la enfermedad.
La primera parte de la entrevista reveló otro aspecto de la personalidad de Armstrong que muchos en el medio del ciclismo conocían y que el gran público y la prensa ignoraban: el "Tejano de Hierro" era un dictador no sólo a lo interno de su equipo, sino también en el propio Tour francés y la Unión Internacional de Ciclismo.
Armstrong admitió que su personalidad tiene "fallas" y que en ocasiones fue "abusivo" con otras personas en el intento de defender sus logros y a su equipo, aunque negó haber obligado a otros compañeros a doparse.
El anuncio de la entrevista causó gran expectación porque se esperaba que Armstrong revelara nombres de los que le ayudaron a implementar su programa de dopaje, acusaciones que podrían salpicar a altos dirigentes del ciclismo mundial.
Empero, el tejano se fue por las ramas y reclamó para sí toda la responsabilidad, en contra de los deseos de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que le han ofrecido rebajar su sanción de prohibición de por vida a una pena menor a cambio de revelar de nombres de proveedores y cómplices y dar detalles sobre el sistema que empleó.
"Yo no inventé la cultura (del dopaje), pero no traté de detener esa cultura, y eso es un error mío, es lo que tengo que lamentar, y el deporte ahora está pagando el precio por eso y yo estoy sintiéndolo", aseveró Armstrong.
Sus revelaciones, que según algunos es un ejercicio de control de daños en previsión a demandas legales, podrían descorrer el telón de otro acto del drama inacabable en que se ha convertido la vida de Lance Armstrong, otro ícono deportivo que vuela en pedazos a causa de sus mentiras.
En su primera entrevista desde que fuera despojado de todos sus triunfos, incluyendo los siete títulos del Tour de Francia y la medalla de bronce en los Juegos Olímpicos de Sídney-2000, Armstrong realizó un magistral acto de contrición pública, aunque para muchos, en el lugar y momento equivocados.
En ella, Winfrey llevó al exciclista caído en desgracia a admitir haber tomado sustancias dopantes para mejorar su rendimiento deportivo, echando por tierra los 15 años que se pasó diciendo al mundo no haberse dopado jamás.
"Yo sé la verdad. La verdad no es lo que se decía por ahí, la verdad no es lo que dije", aseguró Armstrong. "Tomé mis decisiones. Son mis errores. Y estoy sentado aquí hoy para reconocerlo y decir que lo lamento", dijo el exciclista.
"Ciertamente, soy un personaje defectuoso", dijo Armstrong, quien fue venerado como un sobreviviente de cáncer que venció y dió las vueltas a las probabilidades de tener éxito en la máxima competición del ciclismo, para a continuación, utilizar su fama para ayudar a otros a luchar contra la enfermedad.
La primera parte de la entrevista reveló otro aspecto de la personalidad de Armstrong que muchos en el medio del ciclismo conocían y que el gran público y la prensa ignoraban: el "Tejano de Hierro" era un dictador no sólo a lo interno de su equipo, sino también en el propio Tour francés y la Unión Internacional de Ciclismo.
Armstrong admitió que su personalidad tiene "fallas" y que en ocasiones fue "abusivo" con otras personas en el intento de defender sus logros y a su equipo, aunque negó haber obligado a otros compañeros a doparse.
El anuncio de la entrevista causó gran expectación porque se esperaba que Armstrong revelara nombres de los que le ayudaron a implementar su programa de dopaje, acusaciones que podrían salpicar a altos dirigentes del ciclismo mundial.
Empero, el tejano se fue por las ramas y reclamó para sí toda la responsabilidad, en contra de los deseos de la Agencia Antidopaje de Estados Unidos (USADA) y la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que le han ofrecido rebajar su sanción de prohibición de por vida a una pena menor a cambio de revelar de nombres de proveedores y cómplices y dar detalles sobre el sistema que empleó.
"Yo no inventé la cultura (del dopaje), pero no traté de detener esa cultura, y eso es un error mío, es lo que tengo que lamentar, y el deporte ahora está pagando el precio por eso y yo estoy sintiéndolo", aseveró Armstrong.
Sus revelaciones, que según algunos es un ejercicio de control de daños en previsión a demandas legales, podrían descorrer el telón de otro acto del drama inacabable en que se ha convertido la vida de Lance Armstrong, otro ícono deportivo que vuela en pedazos a causa de sus mentiras.
Las "inesperadas" respuestas de Lance Armstrong
Martes, 15 de enero de 2013
Será televisada en un especial de dos partes
Lance Armstrong: "No sé qué me depara el futuro"
Hoy será transmitida la entrevista realizada por Oprah Winfrey el lunes pasado al ciclista estadounidense, donde aseguró que puso "todas las cartas sobre la mesa con ella".
Armstrong fue despojado de todos sus titulos (AP)
EL UNIVERSAL
jueves 17 de enero de 2013 12:00 PM
Nueva York.- La confesión de Armstrong a Oprah Winfrey sobre su uso de sustancias para mejorar el rendimiento para ganar el Tour de Francia un récord de siete veces consecutivas será televisada el jueves a las 9 p.m., el primer segmento de un especial de dos partes en la cadena Oprah Winfrey Network.
Desde su confesión durante la grabación del lunes en Austin, Texas, reportada inicialmente por The Associated Press, han llovido opiniones y consejos para Armstrong en torno a lo que debería decir.
El Comité Olímpico Internacional, empero, no esperó a oír. El miércoles, despojó a Armstrong de la medalla de bronce que ganó en los Juegos Olímpicos del 2000 y le envió una carta exigiendo su devolución, informó Ap.
Para otros que sintonizarán la entrevista el jueves, lo importante no es sólo lo que el ciclista dijo sino cómo lo dijo: si enojado, entristecido, de manera casual.
"Puse todas mis cartas sobre la mesa con ella y cuando se transmita la gente podrá decidir'', dijo Armstrong sobre su entrevista con Oprah en un mensaje enviado el miércoles a la AP.
Livestrong, la fundación benéfica de cáncer que el ciclista fundó en 1997 y de la que fue obligado a retirarse el año pasado, dijo en un comunicado que espera que Armstrong sea "completamente honesto y comunicativo''. El día previo, el director de la Agencia Mundial Antidopaje, David Howman, afirmó que nada más una confesión bajo juramento "no hablar con la anfitriona de un talk-show'' podría llevar a las autoridades a reconsiderar la suspensión de por vida de Armstrong en los eventos sancionados. Y Frankie Andreu, ex compañero de Armstrong a quien éste marginó en su ascenso a la cima del deporte, opinó que el ciclista en desgracia tiene la obligación de decir todo lo que sabe y ayudar a limpiar el deporte.
"No sé qué me depara el futuro, más allá de abrazar a mis hijos'', expresó Armstrong en el texto enviado a la AP.
Armstrong ya ha hablado con dirigentes de la Agencia Estadounidense Antidopaje, incluido su director ejecutivo, Travis Tygart, según medios de prensa. El año pasado la agencia emitió un reporte de 1.000 páginas con declaraciones de casi una docena de ex compañeros de equipo que expuso a Armstrong como el líder de un sofisticado programa de dopaje que llevó al equipo U.S. Postal Service a ganar título tras título en el Tour de France.
Además de la suspensión de por vida y su salida forzosa de Livestrong, Armstrong fue despojado de los siete títulos y perdió casi todos sus patrocinios.
Desde su confesión durante la grabación del lunes en Austin, Texas, reportada inicialmente por The Associated Press, han llovido opiniones y consejos para Armstrong en torno a lo que debería decir.
El Comité Olímpico Internacional, empero, no esperó a oír. El miércoles, despojó a Armstrong de la medalla de bronce que ganó en los Juegos Olímpicos del 2000 y le envió una carta exigiendo su devolución, informó Ap.
Para otros que sintonizarán la entrevista el jueves, lo importante no es sólo lo que el ciclista dijo sino cómo lo dijo: si enojado, entristecido, de manera casual.
"Puse todas mis cartas sobre la mesa con ella y cuando se transmita la gente podrá decidir'', dijo Armstrong sobre su entrevista con Oprah en un mensaje enviado el miércoles a la AP.
Livestrong, la fundación benéfica de cáncer que el ciclista fundó en 1997 y de la que fue obligado a retirarse el año pasado, dijo en un comunicado que espera que Armstrong sea "completamente honesto y comunicativo''. El día previo, el director de la Agencia Mundial Antidopaje, David Howman, afirmó que nada más una confesión bajo juramento "no hablar con la anfitriona de un talk-show'' podría llevar a las autoridades a reconsiderar la suspensión de por vida de Armstrong en los eventos sancionados. Y Frankie Andreu, ex compañero de Armstrong a quien éste marginó en su ascenso a la cima del deporte, opinó que el ciclista en desgracia tiene la obligación de decir todo lo que sabe y ayudar a limpiar el deporte.
"No sé qué me depara el futuro, más allá de abrazar a mis hijos'', expresó Armstrong en el texto enviado a la AP.
Armstrong ya ha hablado con dirigentes de la Agencia Estadounidense Antidopaje, incluido su director ejecutivo, Travis Tygart, según medios de prensa. El año pasado la agencia emitió un reporte de 1.000 páginas con declaraciones de casi una docena de ex compañeros de equipo que expuso a Armstrong como el líder de un sofisticado programa de dopaje que llevó al equipo U.S. Postal Service a ganar título tras título en el Tour de France.
Además de la suspensión de por vida y su salida forzosa de Livestrong, Armstrong fue despojado de los siete títulos y perdió casi todos sus patrocinios.
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