miércoles, 13 de junio de 2012
De la enfermedad de Chávez a la de Diógenes Escalante
Apertura opina 13-06-2012.
Leemos el titular: TSJ rechaza ordenar que el Presidente sea revisado por médicos y el comentario a este: Desechó acción para verificar si Chávez está en condición de postularse, El Universal.
El titular nos hace recordar la historia venezolana en el año 1945 y que resumimos a continuación.
El titular nos hace recordar la historia venezolana en el año 1945 y que resumimos a continuación.
El entonces Presidente de Venezuela, Isaías Medina, luego de un prolongado proceso en busca de su sucesor, propuso a Escalante como candidato por el partido gobernante PDV (Siglas del Partido Democrático Venezolano) para las elecciones de 1946, a consecuencia de un artículo de prensa, que sugirió para el aún embajador la candidatura y que animó a un grupo de personas a respaldarla, logrando obtener 70 firmas. Días después, Escalante regresó al país con su familia. Esto lo convertiría en el virtual próximo presidente de Venezuela pues el PDV controlaba de manera casi absoluta el Congreso, cuyos integrantes, de acuerdo al sistema electoral imperante en ese momento en el país, serían los responsables de elegir por votación de sus miembros al Presidente que sustituiría a Isaías Medina Angarita. Su eventual candidatura recibió el respaldo de una nueva agrupación política conocida como Acción Democrática. Luego de algunas dudas y cavilaciones Diógenes Escalante se dispuso a aceptar la candidatura presidencial y comenzar su campaña electoral.
Tras pocos días en Caracas y en medio de la agitación propia de las múltiples visitas, halagos y el arduo trabajo como candidato y futuro presidente, se hicieron notorios los síntomas de una grave enfermedad mental, que se manifestaron de manera crítica el día 3 de septiembre de 1945 cuando fue citado para reunirse urgentemente en el Palacio de Miraflores con el Presidente, el gabinete de gobierno y la dirigencia del partido PDV. El secretario privado de Escalante, Ramón José Velásquez acudió al Hotel Ávila donde se hospedaba aquel para hacerle llegar la convocatoria pero se dio cuenta de que el aún embajador decía frases incoherentes y sin sentido. El retardo en la comparecencia de Escalante a la reunión, hizo que el Jefe de Edecanes del Presidente, Coronel Ulpiano Varela y el Ministro del Interior Arturo Uslar Pietri se comunicaran con Velásquez quien les informó lo ocurrido. Una Junta Médica, designada al efecto y conformada por los médicos Rafael González Rincones, Vicente Peña, Miguel Ruíz Rodríguez y Enrique Tejera Paris certificó que Diógenes Escalante había perdido la razón. Esta noticia, hecha pública, provocó la consternación del gobierno y buena parte del país, y dio al traste con su candidatura. Este hecho, marcó el final de su carrera política y de toda labor intelectual hasta el final de sus días. En un ocasional momento de lucidez, cuando se le comunicó a Escalante que debía someterse a tratamiento, pidió a su esposa que comunicara a sus partidarios que le perdonaran "por no responder al honor que me hacían al poner en mis manos el destino de Venezuela", como dijera él mismo.
El partido PDV, entonces convocó una nueva reunión para designar un nuevo candidato, que resultó ser el Ministro de Agricultura, Ángel Biaggini, pero esta candidatura no fue bien recibida por los opositores del Gobierno y, de hecho, no tenía suficiente aceptación en los distintos sectores de la sociedad. Se considera que este hecho y la repentina enfermedad de Escalante desencadenaron el golpe de estado del día 18 de octubre de 1945 contra Medina Angarita propiciado por integrantes de la Fuerza Armada, en combinación con líderes del partido Acción Democrática.
La historia debería servir para enseñarnos, o por lo menos alertarnos para no repetir los mismos errores. Por aprendizaje en nuestra constitución, después de lo ocurrido, debería estar señalada la obligación de exámenes físicos y mentales para los candidatos a cualquier cargo de elección popular, o por lo menos a los más sensibles, pero no es así.
El presidente debió, como cualquier empleado, presentar un informe médico en el que constara que está en condiciones de cumplir sus funciones. No ha ocurrido así y se presentó para una nueva reelección, sin que sepamos mayor cosa de su enfermedad.
De lo que da cuenta la información periodística es que el presidente Hugo Chávez no tendrá que someterse a ningún tipo de examen médico para determinar si en realidad está en condiciones de optar por un tercer sexenio consecutivo, pues el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) rechazó la petición de un ciudadano para que fuera revisado por una junta médica.
Es claro que las instituciones en nuestro país no tienen la libertad para actuar con responsabilidad, por lo que se debe hacer un llamado a la responsabilidad ciudadana y ante el crudo hecho de que se nos está ocultando información vital para la toma de una decisión transcendente para nuestro futuro asumamos que el ocultamiento tiene alguna razón, y la razón no debe ser buena para los intereses del oficialismo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario