Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

viernes, 21 de febrero de 2014

“Desde hace algunos años las despedidas son parte de mi vida”, escribe Silda Cordoliani. De a poco Venezuela se convierte en el otro lugar, en la patria que se vive de lejos.

La nueva provincia, el otro lugar

La nueva provincia, el otro lugar / Silda Cordoliani
La nueva provincia, el otro lugar / Silda Cordoliani
Pasaje de ida. 15 escritores venezolanos en el exterior reúne ensayos de autores que migraron a otros países. Compilado por Silda Cordoliani, el libro es un intento de comprender la diáspora venezolana y, a la vez, articula testimonios sobre la experiencia de la extranjería y de vivir la “patria” desde lejos
“El exterior es ya una provincia de la literatura venezolana”.
Miguel Gomes

“Venezuela es ahora el otro lugar”.
Juan Carlos Méndez Guédez

“Desde hace algunos años las despedidas son parte de mi vida”, escribe Silda Cordoliani. De a poco Venezuela se convierte en el otro lugar, en la patria que se vive de lejos. Esa dinámica reciente que se ha instalado entre muchos, que ha hecho que nos acerquemos de otra forma a palabras como migración, extranjería, desarraigo, distancia, añoranza, nostalgia, ausencia, llevaron a Cordoliani a concebir Pasaje de ida. 15 escritores venezolanos en el exterior. La publicación reúne ensayos de escritores venezolanos que decidieron marcharse de Venezuela y, como apunta la compiladora, los une “el improbable retorno” y un oficio: la escritura.
En Pasaje de ida… el lector encontrará textos de narradores, ensayistas, poetas y críticos: Gustavo Guerrero, Miguel Gomes, Juan Carlos Méndez Guédez, Camilo Pino, Juan Carlos Chirinos, Armando Luigi Castañeda, Dinapiera Di Donato, Doménico Chiappe, Liliana Lara, Verónica Jaffé, Corina Michelena, Gustavo Valle, Gregory Zambrano, Israel Centeno y Blanca Strepponi.
El libro es una tentativa de comprender qué significa esta diáspora o, al menos, colocar algunas ideas sobre la mesa. Para Cordoliani el ejercicio que plantea Pasaje de ida… es necesario si vemos que la experiencia de la migración se transita por una calle de doble vía: para el que parte y para el que se queda, es decir, se experimenta un desarraigo en dos sentidos. “Porque el lugar de pertenencia, ese espacio que solemos llamar patria, son paisajes y cadencias, son experiencias y recuerdos, pero, sobre todo, son los afectos. Y si los paisajes se deterioran tan rápido, si las experiencias ya no sirven para entender la realidad y, además, los afectos se ausentan, también los que se quedan comienzan a vivir un estado de extrañamiento”.
Cordoliani se ocupa de atajar oportunamente el asunto del campo semántico que se abre con la palabra migración y aclara que este libro “no se trata exactamente de exilio” ni de destierro, estos migrantes escogieron partir, su condición no cumple con las implicaciones del término exilio. Este punto está presente en varios ensayos de la publicación y se sustenta en el hecho de que la sensación de extrañeza, nostalgia, desarraigo, distancia, lontananza, ausencia o desafecto no es exclusiva del exilio. 
Para este intento de comprensión de la extranjería, Pasaje de ida echa mano de un catálogo de experiencias de autores que se fueron en distintos momentos a diferentes lugares. Y aquí el libro, más que una compilación de ensayos sobre la experiencia de la migración, es un mínimo y valioso inventario de testimonios de la extranjería, de visiones, de emociones y lugares (y cuando me refiero a lugares hablo del sitio donde se ubica cada uno de estos migrantes, es decir, la forma como cada uno se ve en ese entrelugar que en teoría asume el que decide partir).
Con la lectura el lector se acercará a ideas sobre la migración, a lecturas del devenir de nuestra historia reciente, a maneras de aproximarse y de vivir la extranjería y a formas de expresarlo: ensayo, fragmento, fotografía, collage, crónica, testimonio, memoria; todo se mezcla y se junta en los textos de Pasaje de ida… La forma misma de los escritos habla y responde a cada una de esas quince experiencias y reflexiones que nos dicen que ahora vivimos la extranjería desde el otro lado de la acera: del que ve partir a su gente. 

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