La emboscada y la farsa
¿Quién valida un alzamiento popular y no otro? ¿Los triunfadores?
AXEL CAPRILES M. | EL UNIVERSAL
jueves 27 de febrero de 2014
Si algo sirvió para justificar el intento de golpe de Estado de 1992 y la revolución bolivariana, ello fue el Caracazo. Chávez insistentemente dijo y repitió hasta el hartazgo que los insurgentes consideraron legítimo acudir a la fuerza y derrocar al presidente de la República para que nunca más los soldados de la patria volvieran a apuntar con sus armas al pueblo venezolano. La emboscada del 12 de febrero de 2014 y los ominosos asesinatos posteriores cometidos por los agentes del gobierno no sólo acabaron con la escasa legitimidad del mando revolucionario sino que desmontaron todos sus argumentos defensivos en contra de una intervención de facto. La actuación conjunta de bandas de delincuentes y motorizados armados, efectivos de la Fuerza Armada y miembros de los otros cuerpos de seguridad del Estado para reprimir al pueblo desarmado ha revelado finalmente la cara oculta de la revolución y los métodos perversos que son capaces de utilizar para mantenerse en el poder. Como el asesino que vuelve al lugar del crimen, Maduro pidió la constitución de una comisión de la verdad, repetición de un pasado que lo que verdaderamente logra es desenmascarar la historia oficial de los asesinatos de abril de 2002, una triste historia que Chávez, con su destreza para manipular, logró ocultar y tergiversar.
El método está claramente establecido. Reprimir. Asesinar opositores para amedrentar y someter. Matar a su propia gente para inculpar a la oposición. Acusar a dirigentes puntuales. Tergiversar los hechos. Llamar a la conciliación y a la paz. Exigir una comisión de la verdad. Retroceder y negociar si aumenta la presión social. Ganar tiempo para realinear fuerzas. Volver a golpear con fuerza para rematar. Y mientras tanto es preciso mantener confundido a todo el mundo. Celebrar el 27 de febrero y condenar el 12 es un acto de cinismo puro. ¿Quién valida un alzamiento popular y no otro? ¿Los triunfadores? Seguiremos entonces hasta el final para que no se vuelva a falsear la historia.
@axelcapriles
El método está claramente establecido. Reprimir. Asesinar opositores para amedrentar y someter. Matar a su propia gente para inculpar a la oposición. Acusar a dirigentes puntuales. Tergiversar los hechos. Llamar a la conciliación y a la paz. Exigir una comisión de la verdad. Retroceder y negociar si aumenta la presión social. Ganar tiempo para realinear fuerzas. Volver a golpear con fuerza para rematar. Y mientras tanto es preciso mantener confundido a todo el mundo. Celebrar el 27 de febrero y condenar el 12 es un acto de cinismo puro. ¿Quién valida un alzamiento popular y no otro? ¿Los triunfadores? Seguiremos entonces hasta el final para que no se vuelva a falsear la historia.
@axelcapriles
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