ENTREVISTA ALEJANDRO MORENO, PISCÓLOGO Y SACERDOTE SALESIANO
"En los sectores populares se están activando para protestar"
"El pronunciamiento de Vielma parece indicar que hay una fractura importante al interior del Gobierno" "No creo que dejen a sus posiciones revolucionarias, pero puede ser que las aparquen por un rato
El sacerdote salesiano, Alejandro Morenoo, afirma que en ninguno de los sectores populares la gente ha salido en defensa del gobierno: "En mi barrio no salió nadie", dice OSWER DÍAZ M.
ROBERTO GIUSTI | EL UNIVERSAL
martes 25 de febrero de 2014 12:00 AM
Ya casi resulta un lugar común consultar a Alejandro Moreno, psicólogo, educador, investigador social y sacerdote salesiano, cuando se trata de indagar, desde adentro, lo que para muchos venezolanos resulta un misterio develado a medias: la vida de los pobres, con quienes comparte la suya en uno de esos barrios encaramados en las colinas de Petare o quizás del oeste. El no lo dice. En ese mundo, más allá de su compromiso solidario, Moreno se dedicó al estudio, in situ, de la violencia y de sus causas, y luego de años de investigación ha publicado textos de obligatoria consulta para los interesados como "Salimos a Matar Gente".
Pero el padre Moreno también presiente los estados de ánimo de ese pueblo, generalmente olvidado, pero siempre motivo de invocación por supuestos redentores que lo han convertido en la razón de ser de sus discurso
-¿Se extiende a los sectores populares la ola de protestas populares?
-Hoy tenemos la información, procedente de varios estados, de que los sectores populares se están activando en ese sentido. Me hablan del sur de Valencia y de algunos sectores en Caracas. Además de eso, está el hecho significativo de que en ninguna parte la gente ha salido en defensa del Gobierno. En mi barrio no salió nadie.
-Hay quienes sostienen que el fenómeno de la protesta estaba latente en los barrios desde hace tiempo, aun cuando no se manifestaba por temor a los colectivos.
-Los sectores populares no se activan con sus protestas a menos que sea en su sector específico de residencia. Los barrios se defienden bien y son aguerridos cuando se trata de desalojos o demanda de servicios como electricidad o agua. Pero salir así, en defensa de causas que trascienden su realidad más inmediata, no lo hemos visto de manera organizada. Ha habido movimientos, como ocurrió el 27 de febrero de 1989, que son muy distintos, pero últimamente no los habíamos visto actuar de esa forma. Por eso digo que es ahora cuando parece que se están sumando a protestas con un carácter mucho más amplio y que van más allá de lo local.
-¿Cómo se manifiesta esa protesta en los sectores populares, si consideramos que sus razones pueden ser diferentes a las que manifiestan otros segmentos sociales?
-Es muy pronto para decirlo, pero al incorporarse a la protesta general uno pensaría que comparten los mismos fines. Muchos de los habitantes de barrio tienen hijos estudiantes y si no son hijos son sobrinos o ahijados. En la familia venezolana, por ser muy amplia, los cruces de relaciones llegan a ser extensos y así todo el mundo tiene un muchacho en la calle. Entonces la gente se suma a la protesta, aunque, reitero, es muy pronto para calibrar esa impresión con toda exactitud.
-¿El fenómeno implica el quebrantamiento de esa ley, hasta ahora muy sólida, de la inconmovible polarización venezolana?
-Cuando hay un conflicto grave de polarización entre dos grupos intensamente opuestos, por ideología u otra causa, eso no se resuelve fácilmente si hay un tercero interesado en azuzarlo y mantenerlo.
-En nuestro caso ¿cuál es ese tercero en discordia?
-En nuestro caso tenemos a Cuba y los procubanos del Gobierno, quienes están interesados en mantener esta situación porque piensan que salen ganando. Solo cuando se logra eliminar o neutralizar a ese tercero, los dos que están en liza, quienes son de la misma nación y tienen la misma cultura, pueden llegar a entenderse más fácilmente, aun cuando eso no se consiga de la noche a la mañana. Yo creo que los venezolanos podemos entendernos y cierta gente del Gobierno, que hasta ahora frena esa posibilidad, en algún momento deberá ceder y reconocer que no puede sostener tal actitud. Pero si Cuba permanece ahí, enviando militares, el acuerdo se hará cada vez más difícil y el problema se puede prolongar.
-¿No cree que se equivocaron quienes llegaron a pensar que la protesta era flor de un día?
-Creo que efectivamente se está produciendo un debilitamiento del grupo progobierno. Ahí tienes a Vielma Mora, quien pide perdón por los errores y se pronuncia contra el encarcelamiento de Leopoldo López y Simonovis. Parece, además, que desde adentro lo califican de traidor y todo eso nos indica que ahí hay una fractura importante si todo ese reclamo es verdadero. Ya veremos si suspenden la represión en el Táchira y podemos creerle.
-Los chavistas podrían argumentar que si hay un tercero en este conflicto de dos son...
-.....¿Los Estados Unidos? El problema es que no los vemos (actuando) a ellos. Vemos a Cuba.
-Hay pronunciamientos.
-Eso sí, inmediatamente, como si le accionaran un suiche, los chavistas responder verbalmente con un dispositivo de respuesta automático y predeterminado.
-¿Cómo cree Ud. que se puede resolver el conflicto, considerando que el Gobierno tienen posiciones tan rígidas...
-Generalmente los conflictos se resuelven de dos maneras: el Ejército y las fuerzas de la represión se repliegan y apoyan a los reprimidos en contra de los opresores del gobierno. Eso sucedió en Europa Oriental. La otra forma es que quienes están en el Gobierno lleguen a la conclusión de que no pueden seguir reprimiendo a la gente y sintiéndose mal, en su conciencia, decidan abrirse. No se cuál de las dos funcionará, pero lo de Vielma Mora arroja indicios de que en alguna gente, a lo mejor, se está produciendo un cambio de conciencia.
-¿Se refiere usted a los militares?
-Hay grupos de la Guardia Nacional que no han sido expulsados de determinadas zonas, sino que se han retirados convencidos por los argumentos de los estudiantes. Ese tipo de cosas son indicios de que nos están diciendo algo. Ahora, esas dos formas han sido las que históricamente han resuelto los conflictos en los países de tradición cristiana, no en los de tradición musulmana.
-¿Nos está diciendo que la actitud de Vielma Mora es un indicio de fisuras en las Fuerzas Armadas?
-No. Me refiero a fisuras en el Gobierno. Yo no se en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el hecho de que grupos de la Guardia Nacional se hayan retirado pacíficamente, en algunos casos, nos indicaría que puede haber un cambio de perspectiva, de punto de vista, en algunos sectores militares.
-Lo difícil, cuando se habla de un pacto, es que el gobierno tendría que modificar políticas que consideran sagradas y no negocian.
-Hay que ver si todo el gobierno se sostiene en esa tesis o se trata solo de un grupo reducido de radicales entre los cuales se encuentra Maduro y otros, porque se habla de ministros que no están de acuerdo. Si eso es así y quedan aislados, tendrán que ceder porque nos les queda más remedio. No creo que renuncien a sus posiciones revolucionarias, pero puede ser que las aparquen por un tiempo.
-¿Se imagina a un gobierno con el chavismo renunciando a sus banderas?
-No lo se. No soy futurólogo ni tampoco politólogo
rgiusti@eluniversal.com
Pero el padre Moreno también presiente los estados de ánimo de ese pueblo, generalmente olvidado, pero siempre motivo de invocación por supuestos redentores que lo han convertido en la razón de ser de sus discurso
-¿Se extiende a los sectores populares la ola de protestas populares?
-Hoy tenemos la información, procedente de varios estados, de que los sectores populares se están activando en ese sentido. Me hablan del sur de Valencia y de algunos sectores en Caracas. Además de eso, está el hecho significativo de que en ninguna parte la gente ha salido en defensa del Gobierno. En mi barrio no salió nadie.
-Hay quienes sostienen que el fenómeno de la protesta estaba latente en los barrios desde hace tiempo, aun cuando no se manifestaba por temor a los colectivos.
-Los sectores populares no se activan con sus protestas a menos que sea en su sector específico de residencia. Los barrios se defienden bien y son aguerridos cuando se trata de desalojos o demanda de servicios como electricidad o agua. Pero salir así, en defensa de causas que trascienden su realidad más inmediata, no lo hemos visto de manera organizada. Ha habido movimientos, como ocurrió el 27 de febrero de 1989, que son muy distintos, pero últimamente no los habíamos visto actuar de esa forma. Por eso digo que es ahora cuando parece que se están sumando a protestas con un carácter mucho más amplio y que van más allá de lo local.
-¿Cómo se manifiesta esa protesta en los sectores populares, si consideramos que sus razones pueden ser diferentes a las que manifiestan otros segmentos sociales?
-Es muy pronto para decirlo, pero al incorporarse a la protesta general uno pensaría que comparten los mismos fines. Muchos de los habitantes de barrio tienen hijos estudiantes y si no son hijos son sobrinos o ahijados. En la familia venezolana, por ser muy amplia, los cruces de relaciones llegan a ser extensos y así todo el mundo tiene un muchacho en la calle. Entonces la gente se suma a la protesta, aunque, reitero, es muy pronto para calibrar esa impresión con toda exactitud.
-¿El fenómeno implica el quebrantamiento de esa ley, hasta ahora muy sólida, de la inconmovible polarización venezolana?
-Cuando hay un conflicto grave de polarización entre dos grupos intensamente opuestos, por ideología u otra causa, eso no se resuelve fácilmente si hay un tercero interesado en azuzarlo y mantenerlo.
-En nuestro caso ¿cuál es ese tercero en discordia?
-En nuestro caso tenemos a Cuba y los procubanos del Gobierno, quienes están interesados en mantener esta situación porque piensan que salen ganando. Solo cuando se logra eliminar o neutralizar a ese tercero, los dos que están en liza, quienes son de la misma nación y tienen la misma cultura, pueden llegar a entenderse más fácilmente, aun cuando eso no se consiga de la noche a la mañana. Yo creo que los venezolanos podemos entendernos y cierta gente del Gobierno, que hasta ahora frena esa posibilidad, en algún momento deberá ceder y reconocer que no puede sostener tal actitud. Pero si Cuba permanece ahí, enviando militares, el acuerdo se hará cada vez más difícil y el problema se puede prolongar.
-¿No cree que se equivocaron quienes llegaron a pensar que la protesta era flor de un día?
-Creo que efectivamente se está produciendo un debilitamiento del grupo progobierno. Ahí tienes a Vielma Mora, quien pide perdón por los errores y se pronuncia contra el encarcelamiento de Leopoldo López y Simonovis. Parece, además, que desde adentro lo califican de traidor y todo eso nos indica que ahí hay una fractura importante si todo ese reclamo es verdadero. Ya veremos si suspenden la represión en el Táchira y podemos creerle.
-Los chavistas podrían argumentar que si hay un tercero en este conflicto de dos son...
-.....¿Los Estados Unidos? El problema es que no los vemos (actuando) a ellos. Vemos a Cuba.
-Hay pronunciamientos.
-Eso sí, inmediatamente, como si le accionaran un suiche, los chavistas responder verbalmente con un dispositivo de respuesta automático y predeterminado.
-¿Cómo cree Ud. que se puede resolver el conflicto, considerando que el Gobierno tienen posiciones tan rígidas...
-Generalmente los conflictos se resuelven de dos maneras: el Ejército y las fuerzas de la represión se repliegan y apoyan a los reprimidos en contra de los opresores del gobierno. Eso sucedió en Europa Oriental. La otra forma es que quienes están en el Gobierno lleguen a la conclusión de que no pueden seguir reprimiendo a la gente y sintiéndose mal, en su conciencia, decidan abrirse. No se cuál de las dos funcionará, pero lo de Vielma Mora arroja indicios de que en alguna gente, a lo mejor, se está produciendo un cambio de conciencia.
-¿Se refiere usted a los militares?
-Hay grupos de la Guardia Nacional que no han sido expulsados de determinadas zonas, sino que se han retirados convencidos por los argumentos de los estudiantes. Ese tipo de cosas son indicios de que nos están diciendo algo. Ahora, esas dos formas han sido las que históricamente han resuelto los conflictos en los países de tradición cristiana, no en los de tradición musulmana.
-¿Nos está diciendo que la actitud de Vielma Mora es un indicio de fisuras en las Fuerzas Armadas?
-No. Me refiero a fisuras en el Gobierno. Yo no se en las Fuerzas Armadas. Sin embargo, el hecho de que grupos de la Guardia Nacional se hayan retirado pacíficamente, en algunos casos, nos indicaría que puede haber un cambio de perspectiva, de punto de vista, en algunos sectores militares.
-Lo difícil, cuando se habla de un pacto, es que el gobierno tendría que modificar políticas que consideran sagradas y no negocian.
-Hay que ver si todo el gobierno se sostiene en esa tesis o se trata solo de un grupo reducido de radicales entre los cuales se encuentra Maduro y otros, porque se habla de ministros que no están de acuerdo. Si eso es así y quedan aislados, tendrán que ceder porque nos les queda más remedio. No creo que renuncien a sus posiciones revolucionarias, pero puede ser que las aparquen por un tiempo.
-¿Se imagina a un gobierno con el chavismo renunciando a sus banderas?
-No lo se. No soy futurólogo ni tampoco politólogo
rgiusti@eluniversal.com
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