Santa Rosa de Lima como efemérides del 19 y del 20, lo cual me da
la señal que debo hablar lo que pienso de ellas, pues además están
"enfrentadas" en el diseño de dicho calendario. Es propicio también
el momento para recordar públicamente a la Lic. María Elena Bermúdez
Carpio, guariqueña, mi amiga desde 1970, la mejor referencista
del país que se formó muy jovencita dirigiendo y creando con apenas 20 años,lo
que por selección y calidad de estudiante
de Bibliotecología le habían asignado: el departamento de Referencias de
la Biblioteca Nacional en los tiempos renovadores de la Dra. Blanca Alvarez
Freites, Fundadora de los estudios de la especialidad en la UCV, y
profesora suya. La Dra. Blanca Alvarez iniciará el proceso de renovación
y actualización de los servicios bibliotecarios del país, seleccionando a
jovencitas estudiantes de particular temple y talento: Florencia Fuentes,hija
del poeta neoespartano Vicente Fuentes, Gobernador de "laisla" en tiempos
de Medina Angarita y Doña Flor Zapata, de origen valenciano de alto coturno,
quien abandonó nuestra querida ciudad por sus particulares y permanetes
características de apariencia versus talento, y ella era de talento, perteneciente
a la generación de María Teresa Castillo, Josefina Juliac, las hermanas Pimentel,
Inocente Palacios, la Dra. Coronil y figuras que tuve el honor de conocer en
tertulias en su casa. Es hermana también de otro personaje muy especial: la
antropólogo Cecilia Fuentes viuda de Sanavia, celebridad de la Fundación
Bigott desde su Fundación y antes de la "reorientación de López Ortega"e investigadora de nuestro acervo cultural junto a Daría Hernández y Nelson
Garrido en la fotografía, quien me enseñó que
el maltrato que recibimos de los "nuevos hombres venezolanos" no puede
con la memoria y los saberes vividos por nosotras, formadas bajo unos
paradigmas indestructibles y sólidos.
Florencia fue mi "jefa"
y gran maestra de vida a pesar de tener casi mi misma edad,desde mi ingreso a la Institución de la mano de Roberto Lovera De Sola, el 1 de
agosto de 1970 asignada primero a Hemeroteca donde conocí a dos
mujeres maravillosas: la Sra. Quirós, hermana del inolvidable Héctor Mujica
con quien fui a la inauguración de la sede de la AVP en la Av Andrés Bello
y a mi primera película censura C en dicha sede:"La Monja de Monza y
la viuda elegantísima de Pla y Beltrán, figura de las letras silenciada como
todo lo valioso que trajo a estas tierras la Guerra Civil Española. Fui al instante cambiada al Departamento Centro Bibliográfico Venezolano porque se
necesitaba el refuerzo de una estudiante de Letras pues al ser el Departamento encargado del rescate y actualización de la memoria biblio-hemerográfica del país
había que registrar la prensa diaria y los escritores que publicaban en ella en toda
Venezuela, por lo que acuñé mi famosa frase "La última ciudad en la que viviría
en Venezuela es Valencia",al ver el conservadurismo y falta de compromiso
de diarios regionales carabobeños, únicos en eso en todo el país, expresión
que se volvió contra mi y motivo de burla de mi eterno compañero de Departamento
el Lic.Eloy Cabaña Herrera, al estar en mi matrimonio con su compañero de aula
y promoción en el Don Bosco valenciano, mi esposo Ing.Mario Fierro.
Florencia ejerció con su gran cultura y sensibilidad humana hasta que
renunció siendo Presidenta del Colegio de Bibliotecólogos de Venezuela por
dispares e irreconciliables diferencias de criterios esenciales con Virginia
Betancourt. En su gestión creó el Día del Bibliotecólogo en el país. Y la otra
estrella joven fue Maripuri de Madariaga, asignada al difícil y árido campo del
Departamento de Canje y Donaciones. A ellas les tocó lograr el "salto" de
la institución incorporando con sabiduría al "viejo" personal que preparado
a su manera pero con gran manejo de información, como el negro Pacheco,
Márquez, Silverito, Porras, etc. laboraban desde hacía años en la Biblioteca,
sin minimizarlos ni apabullarlos con sus conocimientos académicos, todo
lo contrario, fueron y son nuestros grandes amigos y compañeros de
experiencia, de los cuales aprendimos un montón de cosas y saberes.
María Elena fue
Directora de Servivios Bibliográficos (Abarcaba la gerencia de las siguientes
Colecciones: Colección Bibliográfica abarcaba Libros Raros y Manuscritos,
Hemeroteca, Publicaciones Oficiales, Colección Indigenista, Colección Africana,
Biblioteca Arcaya, Biblioteca Enrique Bernardo Núñez, Biblioteca Tulio Febres Cordero en la ciudad de Mérida ).,
del Instituto Autónomo Biblioteca Nacional fundado por Virginia
Betancourt Valverde, y habiendo estudiado como segunda carrera Arte en
la UCV, me enseñó a Santa Rosa de Lima y la Escuela del Cuzco, como sólo ella
podría hacerlo, ya que yo la detestaba como un producto creado por los terribles
Dominicos, encargados de la Inquisición y de embrutecer a los aborígenes
a través de su palabra misionera, para cumplir lo que les había asignado
los intereses de la
Corona Española: sermbrarles el miedo y sumisión absoluta a indios y negros a través de un Dios castigador y terrible, crear una Santa de América, papel
que cumple a cabalidad nuestra querida señora piadosa, vendedora de flores
cerca de un convento de dominicos e impedirles a los americanos
el acceso a la
verdadera espiritualidad cristiana, LIBERTADORA DE CONCIENCIAS Y ALMAS NO CASTRADORA Y ATERRORIZANTE, que representan Clara de Asis y
su compañero Francisco de Asis, San Benito Abad y Santa Escolástica,
que manejaron la igualdad entre sexos y el amor a la mujer y respeto que distorsionaron en la Iglesia Católica sobre todo a partir del S.XVI y enajenaron a América Latina cercenándonos la cercanía a
una espiritualidad cristiana profunda y cierta,y por ende a la madurez
espiritual no la vacía y superficial, sumisa y pendeja que estas
órdenes misóginas como los jesuitas en mi caso, que arrechos por su
naturaleza militar, nos hicieron pagar el que Francisco Franco no les
reconociera una Provincia en el país vasco del que son casi todos,
y nos hicieran formar en una Teología de la Liberación a su manera pues
leyendo al verdadero Fundador de la misma el Padre Gustavo Alfonso
Gutiérrez cuya permanente preocupación por los más pobres y desvalidos, así como su terca insistencia
muy de la idiosincracia latinoamericana en que la iglesia no solo vele por el lado espiritual del ser humano, sino que también abogue por un mundo con la justicia social, le han merecido muchos reconocimiento entre ellos la Medalla Defensoría del Pueblo en Lima
con estas palabras:.
La resolución directoral de la Defensoría reconoce en Gutiérrez su valiente actitud en defensa de los más pobres y excluidos:
“El Reverendo Padre Gustavo Gutiérrez Merino es un peruano notable, filósofo y sacerdote católico, que durante su vida ha adoptado una actitud valiente de defensa de los más pobres y excluidos de la sociedad. Sus ideas y actitud lo han llevado a apostar por la construcción de una sociedad justa en donde los derechos humanos, la libertad y la democracia sean pilares fundamentales para la convivencia de los ciudadanos. Su visión se nutre de una búsqueda constante de la inclusión social de los más pobres y en la promoción de los valores de la solidaridad y la vigencia de los derechos humanos. Su vida es una lección de compromiso y de profunda comprensión de la sociedad y de la condición humana”
Desde 1971 el padre Gutiérrez ha publicando un conjunto de ensayos de carácter teológico en los que propone a los cristianos, construir el Reino de Dios desde los más pobres y olvidados de la sociedad. Sus tesis han sido reivindicadas por millones de religiosos y laicos católicos en todo el mundo en los últimos 35 años
vemos que es muy distinta a la guerrera vasca de Iñigo, que corresponde
más a la manera de ver la vida los vascos arrechos contra Franco y soldados
de la Contrareforma y del espíritu liberador de Euskadi, que nos impusieron desvirtuando lo que para mi era esencial en
la verdadera Iglesia primitiva, la oración contemplativa y el amor femenino unido al
masculino como una misma cosa que fundó Jesús, realidad que hasta hoy predomina,
pues la mujer de "bien" debe planchar, cocinar y ser sumisa como uno oye a
las monjitas que se definen como "esclavas de Cristo", cuando un jesuita
excepcional: Pierre Teilhard de Chardin demuestra en su Himno al Eterno
Femenino el verdadero poder de la mujer en la Creación Divina, y al negro
volverlo un San Martín de Porras, "Fray Escoba" que de verdad invitaba al afrodescendiente a volver a su religión Yoruba natal (cosa que han hecho Celia Cruz, Gaetano Veloso, María Betania, Irakere,Orishas por citar ejemplos)y a los indios tener que
ejercer su chamanismo y tradiciones sabias y tan vinculadas a la naturaleza
escondidos tras una aparente sumisión que generó resentimiento,
que por supuesto ha llevado al sincretismo que a la masa ignorante lka
convierte en inmaduros
espiritualmente, carentes de identidad y encima descontrolados
profundamente pues los jesuitas nos llevaron a
los barrios como si fuéramos a matar sarracenos, sin saber un carrizo de Biblia,
de los escritos de los Padres y madres del Desierto, Filocalía, etc.
por lo que caímos como Condoritos ante los hermanos evangélicos y nos
faltaba el elemento de la contemplación con que nos comían los budistas,
teniendo
nosotros la misma raíz que Jesús enseñó, sin necesidad de contorsionarnos
física y mentalemente, pues ni éramos chinos, coreanos ni hindúes o japoneses,
y de los dignos Colegios San Ignacio, San José de Mérida y de la UCAB salieron
desde grandes dirigentes políticos hasta los ladrones banqueros de Misa los
domingos y adorados por los jesuitas, que volvieron mierda la banca nacional
en los años 80. Yo vine a saber lo que era ser cristiano desde su origen
con los benedictinos en la Abadía "San José" en Güigüe, a la que llegué por
necesidad de reposo y no por voluntad, pues nos habían enseñado que los
"contemplativos" no hacían nada en la Iglesia, sino ser unos mantenidos orantes,
y que la lucha militar a favor de la Iglesia era lo más importante.
40 años de no saber quién era espiritualmente me costó la graciecita, que
gracias a mi búsqueda personal comenzó a definirse e instruirse cuando
hice mi tesis de grado sobre Ernesto Cardenal, y Dios puso en mis manos
el libro extraño en él, "Vida en el amor",escrito cuando era MONJE
TRAPENSE en Getsemany Ky., prologado por Thomas Merton, y ahi
gracias al sentir poético de mi tutor: Dr. Joaquín Marta Sosa que ya había
sido estrellado en el Congreso Nacional donde era Diputado,
por insidias de dignos hijos jesuíticos copeyanos, enfocamos el mensaje por
el lado contemplativo aunque nadie lo entendió asi, y se agarraron a golpes
los del Opus Dei, la izquierda cristiana, Palestra y nosotros "huimos por la
izquierda como Leoncio, el león" en medio de ese maremagnum que era la Iglesia Católica y la UCAB en los 70.
Mucho daño nos hicieron con esa mentira de espiritualidad cristiana que
nos ocultaron y hoy hasta 1992 es que vengo a conocer a través de los benedictinos
"El saber de la Iglesia" y de verdad me duele que nos hayan ocultado lo que
se ha convertido en ya una Camino de Vida, que en nuestro caso coincide
con eso de que los últimos serán los primeros, porque hay gente que no
se fajó ni desgarró en la lucha en los barrios, en la guerrilla vista del lado
de la Izquierda cristiana, y hoy tienen métodos como del que reproduzco
un párrafo de su libro base "Mente Abierta, Corazón Abierto" del P. Thomas
Keating, por supuesto Trapense amigo de Thomas Merton, a quien sonbe
todo mi esposo sigue y yo lo acompaño, porque yo fui "encontrada por
Dios con una hermosa
frase "pero si yo te amo" escuchada en la madrugada del 17 de febrero de 1992
en la habitación 7 dedicada a Santa Otilia, patrona de ese rama benedictina
alemana, y mi discipulado me tocó solita sin apoyo familiar, todo lo contrario,
hasta el 2004 cuando en la misma Abadía, dos mujeres extraordinarias: Hermana
María Milagros Carbonell y la seglar Marilú Asón, enseñaron a los presentes
en un retiro el Método de Oración Centrante, que le permitió a mi esposo llevar
a su cotidianidad lo que a mi me estaba costando las mil y una críticas desde 1992
por mi entrega al trabajo monástico desde la Fe, porque ni oblata era ni nada que
me diera dignidad de sello de marca, sino mi fe en el Camino que conocí y ahora
Keating ratificaba .
en la Abadía de Güigüe
Mente Abierta Corazón Abierto capítulo 11, parte 1
"Una Visión General de la Oración Contemplativa
en la Tradición Cristiana
Los primeros quince siglos de la era cristiana se caracterizaron por una
actitud positiva hacia la contemplación. Una actitud negativa prevaleció, a partir
del siglo XVI en adelante. Para poder entender la situación en que actualmente se
hallan nuestras iglesias con respecto a la experiencia religiosa, puede ser de gran
ayuda una visión general de la historia de la oración contemplativa.
La palabra contemplación es un término ambiguo y la razón es que a través de
los siglos ha adquirido varios significados diferentes. La Biblia griega, para
enfatizar el conocimiento de Dios basado en la experiencia vivida, usó la palabra
gnosis para traducir el término hebreo da'ath , cuyo significado, mucho más
fuerte, implicaba un tipo de conocimiento íntimo que involucra a toda la persona y
no solo a la mente.
San Pablo usó la palabra gnosis en sus epístolas para referirse al
conocimiento de Dios, propio de aquellos que Lo aman. Continuamente pedía
para que sus discípulos llegasen a tener ese íntimo conocimiento y oraba por
esto, como si fuera este un elemento indispensable para el completo desarrollo
de la vida cristiana.
Los Padres griegos, especialmente Clemente de Alejandría, Orígenes y
Gregorio de Niza, tomaron prestado el término theoría de los neoplatónicos, cuyo
significado original era una visión intelectual de la verdad, considerada por los
filósofos griegos como la suprema actividad de una persona sabia. A este término
técnico los Padres le añadieron el significado del da'ath hebreo, que quiere decir
el conocimiento que nace de la experiencia basada en amor. Cuando el término
theoria fue traducido al latín como contemplatio, fue con este significado más
amplio, que nos fue transmitido en la tradición cristiana.
Esta tradición fue resumida por Gregorio Magno a fines del siglo VI, cuando
describió la contemplación como el conocimiento de Dios que esta impregnado
de amor. Para Gregorio, la contemplación es el fruto de reflexionar sobre la
palabra de Dios en las Escrituras, y al mismo tiempo un regalo del Señor. Es un
descanso en Dios. En este descanso o quietud, la mente y el corazón no están
buscando a Dios activamente, pero están comenzando a experimentar, a
saborear, lo que han estado buscando. Esto los lleva a un estado de tranquilidad
y profunda paz interior. Este estado no consiste en suspender toda acción sino
que es la mezcla de unos pocos actos de la voluntad muy simples para sostener
la atención de uno en Dios, con la experiencia amorosa de la presencia de Dios.
Esta interpretación de la contemplación como el conocimiento de Dios basado
en la experiencia íntima de Su presencia, permaneció intacta hasta el fin del
Medioevo. Las disciplinas ascéticas siempre estuvieron dirigidas hacia la
contemplación como el objetivo apropiado de cada práctica espiritual"
Santa Clara de Asís (en italiano Chiara d'Assisi), (Asís, Italia, 16 de julio de 1194 – ídem, 11 de agosto de 1253), religiosa y santa italiana. Seguidora fiel de San Francisco de Asís con el que fundó la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas, Clara se preciaba de llamarse “humilde planta del bienaventurado Padre Francisco”.1 Después de abandonar su antigua vida de noble, se estableció finalmente en el monasterio de San Damiano hasta su muerte.
Fuentes: Defensoría del Pueblo, Diario La República, IBC
más a la manera de ver la vida los vascos arrechos contra Franco y soldados
de la Contrareforma y del espíritu liberador de Euskadi, que nos impusieron desvirtuando lo que para mi era esencial en
la verdadera Iglesia primitiva, la oración contemplativa y el amor femenino unido al
masculino como una misma cosa que fundó Jesús, realidad que hasta hoy predomina,
pues la mujer de "bien" debe planchar, cocinar y ser sumisa como uno oye a
las monjitas que se definen como "esclavas de Cristo", cuando un jesuita
excepcional: Pierre Teilhard de Chardin demuestra en su Himno al Eterno
Femenino el verdadero poder de la mujer en la Creación Divina, y al negro
volverlo un San Martín de Porras, "Fray Escoba" que de verdad invitaba al afrodescendiente a volver a su religión Yoruba natal (cosa que han hecho Celia Cruz, Gaetano Veloso, María Betania, Irakere,Orishas por citar ejemplos)y a los indios tener que
ejercer su chamanismo y tradiciones sabias y tan vinculadas a la naturaleza
escondidos tras una aparente sumisión que generó resentimiento,
que por supuesto ha llevado al sincretismo que a la masa ignorante lka
convierte en inmaduros
espiritualmente, carentes de identidad y encima descontrolados
profundamente pues los jesuitas nos llevaron a
los barrios como si fuéramos a matar sarracenos, sin saber un carrizo de Biblia,
de los escritos de los Padres y madres del Desierto, Filocalía, etc.
por lo que caímos como Condoritos ante los hermanos evangélicos y nos
faltaba el elemento de la contemplación con que nos comían los budistas,
teniendo
nosotros la misma raíz que Jesús enseñó, sin necesidad de contorsionarnos
física y mentalemente, pues ni éramos chinos, coreanos ni hindúes o japoneses,
y de los dignos Colegios San Ignacio, San José de Mérida y de la UCAB salieron
desde grandes dirigentes políticos hasta los ladrones banqueros de Misa los
domingos y adorados por los jesuitas, que volvieron mierda la banca nacional
en los años 80. Yo vine a saber lo que era ser cristiano desde su origen
con los benedictinos en la Abadía "San José" en Güigüe, a la que llegué por
necesidad de reposo y no por voluntad, pues nos habían enseñado que los
"contemplativos" no hacían nada en la Iglesia, sino ser unos mantenidos orantes,
y que la lucha militar a favor de la Iglesia era lo más importante.
40 años de no saber quién era espiritualmente me costó la graciecita, que
gracias a mi búsqueda personal comenzó a definirse e instruirse cuando
hice mi tesis de grado sobre Ernesto Cardenal, y Dios puso en mis manos
el libro extraño en él, "Vida en el amor",escrito cuando era MONJE
TRAPENSE en Getsemany Ky., prologado por Thomas Merton, y ahi
gracias al sentir poético de mi tutor: Dr. Joaquín Marta Sosa que ya había
sido estrellado en el Congreso Nacional donde era Diputado,
por insidias de dignos hijos jesuíticos copeyanos, enfocamos el mensaje por
el lado contemplativo aunque nadie lo entendió asi, y se agarraron a golpes
los del Opus Dei, la izquierda cristiana, Palestra y nosotros "huimos por la
izquierda como Leoncio, el león" en medio de ese maremagnum que era la Iglesia Católica y la UCAB en los 70.
Mucho daño nos hicieron con esa mentira de espiritualidad cristiana que
nos ocultaron y hoy hasta 1992 es que vengo a conocer a través de los benedictinos
"El saber de la Iglesia" y de verdad me duele que nos hayan ocultado lo que
se ha convertido en ya una Camino de Vida, que en nuestro caso coincide
con eso de que los últimos serán los primeros, porque hay gente que no
se fajó ni desgarró en la lucha en los barrios, en la guerrilla vista del lado
de la Izquierda cristiana, y hoy tienen métodos como del que reproduzco
un párrafo de su libro base "Mente Abierta, Corazón Abierto" del P. Thomas
Keating, por supuesto Trapense amigo de Thomas Merton, a quien sonbe
todo mi esposo sigue y yo lo acompaño, porque yo fui "encontrada por
Dios con una hermosa
frase "pero si yo te amo" escuchada en la madrugada del 17 de febrero de 1992
en la habitación 7 dedicada a Santa Otilia, patrona de ese rama benedictina
alemana, y mi discipulado me tocó solita sin apoyo familiar, todo lo contrario,
hasta el 2004 cuando en la misma Abadía, dos mujeres extraordinarias: Hermana
María Milagros Carbonell y la seglar Marilú Asón, enseñaron a los presentes
en un retiro el Método de Oración Centrante, que le permitió a mi esposo llevar
a su cotidianidad lo que a mi me estaba costando las mil y una críticas desde 1992
por mi entrega al trabajo monástico desde la Fe, porque ni oblata era ni nada que
me diera dignidad de sello de marca, sino mi fe en el Camino que conocí y ahora
Keating ratificaba .
en la Abadía de Güigüe
Mente Abierta Corazón Abierto capítulo 11, parte 1
"Una Visión General de la Oración Contemplativa
en la Tradición Cristiana
Los primeros quince siglos de la era cristiana se caracterizaron por una
actitud positiva hacia la contemplación. Una actitud negativa prevaleció, a partir
del siglo XVI en adelante. Para poder entender la situación en que actualmente se
hallan nuestras iglesias con respecto a la experiencia religiosa, puede ser de gran
ayuda una visión general de la historia de la oración contemplativa.
La palabra contemplación es un término ambiguo y la razón es que a través de
los siglos ha adquirido varios significados diferentes. La Biblia griega, para
enfatizar el conocimiento de Dios basado en la experiencia vivida, usó la palabra
gnosis para traducir el término hebreo da'ath , cuyo significado, mucho más
fuerte, implicaba un tipo de conocimiento íntimo que involucra a toda la persona y
no solo a la mente.
San Pablo usó la palabra gnosis en sus epístolas para referirse al
conocimiento de Dios, propio de aquellos que Lo aman. Continuamente pedía
para que sus discípulos llegasen a tener ese íntimo conocimiento y oraba por
esto, como si fuera este un elemento indispensable para el completo desarrollo
de la vida cristiana.
Los Padres griegos, especialmente Clemente de Alejandría, Orígenes y
Gregorio de Niza, tomaron prestado el término theoría de los neoplatónicos, cuyo
significado original era una visión intelectual de la verdad, considerada por los
filósofos griegos como la suprema actividad de una persona sabia. A este término
técnico los Padres le añadieron el significado del da'ath hebreo, que quiere decir
el conocimiento que nace de la experiencia basada en amor. Cuando el término
theoria fue traducido al latín como contemplatio, fue con este significado más
amplio, que nos fue transmitido en la tradición cristiana.
Esta tradición fue resumida por Gregorio Magno a fines del siglo VI, cuando
describió la contemplación como el conocimiento de Dios que esta impregnado
de amor. Para Gregorio, la contemplación es el fruto de reflexionar sobre la
palabra de Dios en las Escrituras, y al mismo tiempo un regalo del Señor. Es un
descanso en Dios. En este descanso o quietud, la mente y el corazón no están
buscando a Dios activamente, pero están comenzando a experimentar, a
saborear, lo que han estado buscando. Esto los lleva a un estado de tranquilidad
y profunda paz interior. Este estado no consiste en suspender toda acción sino
que es la mezcla de unos pocos actos de la voluntad muy simples para sostener
la atención de uno en Dios, con la experiencia amorosa de la presencia de Dios.
Esta interpretación de la contemplación como el conocimiento de Dios basado
en la experiencia íntima de Su presencia, permaneció intacta hasta el fin del
Medioevo. Las disciplinas ascéticas siempre estuvieron dirigidas hacia la
contemplación como el objetivo apropiado de cada práctica espiritual"
Santa Clara de Asís (en italiano Chiara d'Assisi), (Asís, Italia, 16 de julio de 1194 – ídem, 11 de agosto de 1253), religiosa y santa italiana. Seguidora fiel de San Francisco de Asís con el que fundó la segunda orden franciscana o de hermanas clarisas, Clara se preciaba de llamarse “humilde planta del bienaventurado Padre Francisco”.1 Después de abandonar su antigua vida de noble, se estableció finalmente en el monasterio de San Damiano hasta su muerte.
Clara de Asís | |
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Clara de Asís | |
Nombre | Chiara Favarone |
Nacimiento | 16 de julio, 1194 Asís, Italia |
Fallecimiento | 11 de agosto de 1253 (59 años) Asís, Italia |
Venerado en | Iglesia Católica Romana,Comunión Anglicana, Iglesia Luterana |
Canonización | 26 de septiembre, 1255 por elPapa Alejandro IV |
PrincipalSantuario | Basílica de Santa Clara en Asís |
Festividad | 11 de agosto |
Atributos | Custodia, Báculo, Lirio |
Patronazgo | Telecomunicaciones, Televisión |
Al revés de Francisco, Clara vivió una larga vida para la época, mas se sentía entristecida por el recuerdo de la muerte del seráfico padre en 1226. Clara vivió sesenta años de los cuales cuarenta y uno los pasó en el monasterio.
Clara de Asís fue la primera mujer en escribir una regla y recibir aprobación del Papa. Hoy sus restos descansan en el protomonasterio de Asís.
Fue canonizada un año después de su fallecimiento, por el Papa Alejandro IV.
Su fiesta litúrgica es el 11 de agosto.
Infancia y familia
Clara nació en Asís en 1194, probablemente el 11 de julio. Hija mayor del matrimonio de Favorino de Scifi y Ortolana, la cual era descendiente de una ilustre familia de Sterpeto, los Eiumi. Ambas familias pertenecían a la más augusta aristocracia de Asís,2 Favorino tenía el título de Conde de Sasso – Rosso. Clara tenía además cuatro hermanos, un varón, Boson y tres mujeres, Renenda, Inés y Beatriz.
Ortolana era una mujer de mucha virtud y piedad cristiana, y era devota de hacer largas peregrinaciones a Bari,Santiago de Compostela y Tierra Santa. Dice la tradición que antes de nacer Clara, el Señor le reveló en oración que la alumbraría de una brillante luz que habría de iluminar al mundo entero, y fue por eso que la niña recibió en elbautismo el nombre de Clara, el cual encierra dos significados, resplandeciente y célebre.
La niña Clara creció en el palacio fortificado de la familia, cerca de la Puerta Vieja. Se dice que desde su más corta edad sobresalió en virtud, se mortificaba duramente usando a raíz de su delicado cuerpo ásperos cilicios de cerdas y rezaba todos los días tantas oraciones que tenía que valerse de piedrecillas para contarlas.
Con la edad se convirtió en la más gallarda y hermosa joven de Asís, y consecuentemente tuvo muchos pretendientes. Cuando cumplió los dieciséis años sus padres la prometieron en matrimonio a un joven de la nobleza a lo que ella se resistió respondiendo que se había consagrado a Dios y había resulto no conocer jamás a hombre alguno.
[]Conversión
Por esa fecha había vuelto de Roma, con autoridad pontificia para predicar, el joven Francisco, cuya conversión tan hondamente había conmovido a la ciudad entera. Clara le oyó predicar en laiglesia de San Rufino y comprendió que el modo de vida observada por el Santo era el que a ella le señalaba el Señor.
Entre los seguidores de Francisco había dos, Rufino y Silvestre, que eran parientes cercanos de Clara, y estos le facilitaron el camino a sus deseos. Así un día acompañada de una de sus parientes, a quien la tradición atribuye el nombre de Bona Guelfuci, fue a ver a Francisco. Este había oído hablar de ella, por medio de Rufino y Silvestre, y desde que la vio tomó una decisión: «quitar del mundo malvado tan precioso botín para enriquecer con él a su divino Maestro».3 Desde entonces Francisco fue el guía espiritual de Clara.
La noche después de Domingo de Ramos de 1212, Clara, huyó de su casa y se encaminó a laPorciúncula, allí la aguardaban los Frailes Menores con antorchas encendidas. Habiendo entrado en la capilla se arrodillo ante la imagen de la Virgen y ratificó su renuncia al mundo «por amor hacia el santísimo y amadísimo Niño envuelto en pañales y recostado sobre el pesebre».4 Cambió sus relumbrantes vestiduras por un sayal tosco, semejante al de los frailes; trocó el cinturón adornado con joyas por un nudoso cordón, y cuando Francisco cortó su rubio cabello se cubrió con un velo negro que junto con sandalias de madera constituirían el atuendo de su orden primigenia.
Hizo los tres votos monásticos y prometió obedecer a San Francisco en todo. Luego fue trasladada al convento de las benedictinas de San Pablo.
Cuando sus familiares descubrieron su huida y paradero fueron a buscarla al convento. Tras la negativa rotunda de Clara a regresar a su casa, Francisco creyó prudente trasladarla al convento de San Ángel de Panzo, también benedictino.
[]Inicio de las clarisas
Seis o diez días después de la huida de Clara, otra de sus hermanas, Inés, huyó también al convento de San Ángel a compartir con su hermana el mismo régimen de vida. Más tarde fue a reunírseles su otra hermana Beatriz, y en pos de todas ellas Ortonala, después de la muerte de Favorino.
No vistiendo el hábito benedictino ni siguiendo la Regla de San Benito, Clara e Inés pronto tuvieron que mudarse del convento de San Ángel. Así Francisco habló con los camaldulenses del monte Subasio, que antes habían donado a la nueva Orden la Porciúncula, los cuales le ofrecieron cederles la iglesia de San Damián y el convento anexo, los que serían desde ese momento la casa de Clara durante 41 años hasta su muerte.
En aquel convento de San Damián, germinó y se desenvolvió la vida de oración, de trabajo, de pobreza y de alegría, virtudes del carisma franciscano. Por esa fecha el estilo de vida de Clara y sus hermanas llamó fuertemente la atención y el movimiento creció rápidamente. La condición requerida para admitir una postulante en San Damián era la misma que pedía Francisco en la Porciúncula: repartir entre los pobres todos los bienes.
El convento no podía recibir donación alguna, pero debía permanecer inquebrantable para siempre. Los medios de vida de las monjas eran el trabajo y la limosna. Mientras unas hermanas trabajaban dentro del claustro otras iban a mendingar de puerta en puerta, Clara, cuando las hermanas volvían de mendingar las abrazaba y le besaba los pies. Más tarde cuando la orden se redujo a rigurosa clausura, los monasterios para mendingar ocuparon limosneros.
San Francisco escribió poco después la regla de vida para las hermanas y, por medio del Santo, obtuvieron del Papa Inocencio III la confirmación de esta regla en 1215, pues ese año, por orden expresa de Francisco, aceptó Clara el título de abadesa de San Damián. Hasta entonces Francisco había sido jefe y director de las dos órdenes, pero después que el Papa les aprobó la regla, las monjas debían tener una superiora que las gobernase.
[]La vida diaria en San Damián
Clara, a pesar de ser Superiora, tenía la costumbre de servir la mesa y brindar agua a las religiosas para que lavasen sus manos, y cuidaba solícitamente de ellas. Cuentan que se levantaba todas las noches a verificar si alguna religiosa estaba destapada. Francisco muchas veces le envió enfermos a San Damián, y Clara los sanaba con sus cuidados.
Ni aún estando enferma, lo que era frecuente, omitía el trabajo manual. Así se dedicaba a bordar corporales, en la misma cama, que mandaba a las iglesias pobres de las montañas del valle.
Así como en el trabajo era ejemplo para las religiosas, lo era también en la vida de oración. Después de las completas, último oficio del día, permanecía largo rato, sola, en la iglesia ante el Crucifijo que habló a San Francisco en otro tiempo. Allí se daba a la quieta meditación de los dolores de Cristo y rezaba el “Oficio de la Cruz”, que había compuesto Francisco. Estas prácticas no le impedían levantarse por la mañana muy temprano, para levantar a las hermanas, encender las lámparas y tocar la campana para lamisa primera.
Según la Leyenda una vez fue el papa a San Damiano, Santa Clara hizo preparar las mesas y poner el pan en ellas, para que el santo padre lo bendijera. El papa pidió a la santa que fuera ella quien los bendijera a lo que Clara se opuso rotundamente. El papa la instó por santa obediencia a que hiciera la señal de la cruz sobre los panes y los bendijera en el nombre de Dios. Santa Clara, como verdadera hija de obediencia, bendijo muy devotamente aquellos panes con la señal de la cruz, y al instante apareció en todos los panes la señal de la cruz, bellísimamente trazada.5
Su cama, en los inicios, eran haces de sarmiento con un tronco de madera por almohada; después la cambió en un pedazo de cuero y un áspero cojín; por orden de Francisco se redujo a dormir después en un jergón de paja.
En los ayunos de Adviento, Cuaresma y de San Martín, Clara no se alimentaba sino tres días en la semana, y solo con pan y agua. Para reemplazar la mortificación corporal observó por largo tiempo la práctica de usar a raíz del cuerpo una camisa de cuero de cerdo con la parte velluda hacia dentro.
Estando una vez Clara gravemente enferma en la solemnidad de la natividad de Cristo, fue transportada milagrosamente a la iglesia de San Francisco y asistir a todo el oficio de los maitines y de la misa de medianoche, y además pudo recibir la sagrada comunión; después fue llevada de nuevo a su cama.5
[]Fortaleza espiritual
Clara, ante Francisco, se manifestaba débil y necesitaba consuelo y aliento pero en medio de sus hermanas era la madre revestida de fortaleza para defenderlas y protegerlas.
Federico II mantenía una guerra contra el Papa y lanzó a los Estados Pontificios arqueros mahometanos, sobre los que no tenían ningún poder las excomuniones del Papa. En 1230, desde la cima de la fortaleza de Nocera, a corta distancia de Asís, los sarracenos cayeron sobre el valle de Espoleto y fueron a embestir el convento de San Damián. La entrada de los musulmanes en el monasterio significaba para las monjas no solo la muerte, sino probablemente la violación. Todas asustadas se acogieron en torno a Clara, quien se encontraba postrada en la cama debido a una gravísima enfermedad. Ella se hizo trasladar a la puerta del Convento, mandó a que le trajeran el cáliz de plata en el que se reservaba el Santísimo Sacramento y cayó de rodillas delante de Él, pidiendo el amparo del cielo para sí y sus hijas, cuenta la leyenda que del cáliz salió una voz como de un niño que le dijo “Yo os guardaré siempre”,6 tras lo cual se alzó de la oración. En ese mismo instante los sarracenos levantaron el sitio del monasterio y se fueron a otra parte.
Cuatro años más tarde, en junio de 1234, un milagro parecido impidió que las tropas de Federico capitaneadas, por Vital de Aversa, se apoderasen, no ya solo de San Damián, sino de toda la ciudad de Asís. Este acontecimiento es celebrado siempre por los asisienses como fiesta nacional.
El clímax de su fortaleza se demostró pletóricamente en la lucha que sostuvo por años con el Papa Gregorio IX a trueque de sostener la integridad del voto de pobreza. El pontífice quería convencerla que aceptara algunos bienes para el convento, como lo hacían las demás órdenes religiosas. A tal punto llegó la disputa que el Papa llegó a decirle que si ella se creía ligada por su voto, él tenía el poder y la obligación de desatárselo, a lo que ella replicó: “Santísimo padre, desatadme de mis pecados, mas no de la obligación de seguir a Nuestro Señor Jesucristo”. Solo dos días antes de morir vino a obtener Clara, de Inocencio IV y a perpetuidad, el derecho de ser y permanecer siempre pobre.
[]Muerte de la santa
El verano del 1253 vino a Asís el Papa Inocencio IV para ver a Clara, la cual se encontraba postrada en su lecho. Ella le pidió la bendición apostólica y la absolución de sus pecados, el Sumo Pontífice contestó: «Quiera el cielo hija mía, que tenga yo tanta necesidad como tú de la indulgencia de Dios». Cuando Inocencio se retiró dijo Clara a sus hermanas: «Hijas mías, ahora más que nunca debemos darle gracias a Dios, porque, sobre recibirle a Él mismo en la sagrada hostia, he sido hallada digna de recibir la visita de su Vicario en la tierra».
Desde aquel día las monjas no se separaron de su lecho, incluso Inés, su hermana, viajó desdeFlorencia para estar a su lado. En dos semanas la santa no pudo tomar alimento, pero las fuerzas no le faltaban.
Cuenta la leyenda que estando en el más hondo dolor, dirige su mirada hacia la puerta de la habitación, y he aquí que ve entrar una procesión de vírgenes vestidas de blanco, llevando todas en sus cabezas coronas de oro. Marcha entre ellas una que deslumbra más que las otras, de cuya corona, que en su remate presenta una especie de incensario con orificios, irradia tanto esplendor que convierte la noche en día luminoso dentro de la casa, era la Bienaventurada Virgen María. Se adelanta hasta el lecho donde yace la esposa de su Hijo e, inclinándose amorosísimamente sobre ella, le da un dulcísimo abrazo. Las vírgenes llevan un palio de maravillosa belleza y, extendiéndolo entre todas a porfía, dejan el cuerpo de Clara cubierto y el tálamo adornado.7
Murió el 11 de agosto, rodeada de sus hermanas y de los frailes León, Ángel y Junípero. De ella han dicho: «Clara de nombre, clara en la vida y clarísima en la muerte».
La noticia de la muerte de la virgen conmovió de inmediato, con impresionante resonancia, a toda la ciudad. Acudieron en tropel los hombres y las mujeres al lugar. Todos la proclamaban santa y no pocos, en medio de las frases laudatorias, rompían a llorar. Acudió el podestá con un cortejo de caballeros y una tropa de hombres armados, y aquella tarde y toda la noche hicieron guardia vigilante, no sea que perdiesen algo de aquel precioso tesoro que está al alcance de todos. Al día siguiente se puso en movimiento toda la Curia: el Vicario de Cristo, con los cardenales, llegaron al lugar, y toda la población se encaminó hacia San Damián. Era justo el momento en que iban a comenzar los oficios divinos y los frailes iniciaban el de difuntos; cuando, de pronto, el papa dice que debe rezarse el oficio de las vírgenes, y no el de difuntos, como si quisiera canonizarla antes aún de que su cuerpo fuera entregado a la sepultura. Observándole el obispo Ostiense que en esta materia se ha de proceder con prudente demora, y se celebró por fin la misa de difuntos.
A continuación, sentándose el Sumo Pontífice, y con él la comitiva de cardenales y prelados, el obispo Ostiense, tomando como tema el de vanidad de vanidades, elogió en notable sermón a esta gloriosa despreciadora de la vanidad.
A continuación, los cardenales presbíteros, con devota deferencia, rodearon el santo cadáver y, en torno al cuerpo de la virgen, terminan los oficios de ritual. Al final, considerando que ni es seguro ni conveniente que tan inestimable tesoro quede a trasmano de los ciudadanos, en medio de himnos y cánticos, entre sones de trompeta y júbilo extraordinario, la levantan y la conducen con todo honor a San Jorge.
Este es el mismo lugar donde el cuerpo del santo padre Francisco había sido enterrado primeramente, como si quien le había trazado mientras vivía el camino de la vida, le hubiese preparado como por presagio el lugar de descanso para cuando muriera.
Muy pronto comenzó a acudir al túmulo de la virgen gran concurrencia de pueblo que alababa a Dios y clamaba: «Verdaderamente santa, verdaderamente gloriosa, reina con los ángeles la que tanto honor recibe de los hombres en la tierra. Intercede por nosotros ante Cristo, tú, primiceria de las Damas Pobres, que a tantos guiaste a la penitencia, a tantos a la vida».
Al cabo de pocos días, su hermana, Inés siguió a Clara a la muerte.
[]Representación y patronazgos
Infancia y familia
Clara nació en Asís en 1194, probablemente el 11 de julio. Hija mayor del matrimonio de Favorino de Scifi y Ortolana, la cual era descendiente de una ilustre familia de Sterpeto, los Eiumi. Ambas familias pertenecían a la más augusta aristocracia de Asís,2 Favorino tenía el título de Conde de Sasso – Rosso. Clara tenía además cuatro hermanos, un varón, Boson y tres mujeres, Renenda, Inés y Beatriz.
Ortolana era una mujer de mucha virtud y piedad cristiana, y era devota de hacer largas peregrinaciones a Bari,Santiago de Compostela y Tierra Santa. Dice la tradición que antes de nacer Clara, el Señor le reveló en oración que la alumbraría de una brillante luz que habría de iluminar al mundo entero, y fue por eso que la niña recibió en elbautismo el nombre de Clara, el cual encierra dos significados, resplandeciente y célebre.
La niña Clara creció en el palacio fortificado de la familia, cerca de la Puerta Vieja. Se dice que desde su más corta edad sobresalió en virtud, se mortificaba duramente usando a raíz de su delicado cuerpo ásperos cilicios de cerdas y rezaba todos los días tantas oraciones que tenía que valerse de piedrecillas para contarlas.
Con la edad se convirtió en la más gallarda y hermosa joven de Asís, y consecuentemente tuvo muchos pretendientes. Cuando cumplió los dieciséis años sus padres la prometieron en matrimonio a un joven de la nobleza a lo que ella se resistió respondiendo que se había consagrado a Dios y había resulto no conocer jamás a hombre alguno.
[]Conversión
Por esa fecha había vuelto de Roma, con autoridad pontificia para predicar, el joven Francisco, cuya conversión tan hondamente había conmovido a la ciudad entera. Clara le oyó predicar en laiglesia de San Rufino y comprendió que el modo de vida observada por el Santo era el que a ella le señalaba el Señor.
Entre los seguidores de Francisco había dos, Rufino y Silvestre, que eran parientes cercanos de Clara, y estos le facilitaron el camino a sus deseos. Así un día acompañada de una de sus parientes, a quien la tradición atribuye el nombre de Bona Guelfuci, fue a ver a Francisco. Este había oído hablar de ella, por medio de Rufino y Silvestre, y desde que la vio tomó una decisión: «quitar del mundo malvado tan precioso botín para enriquecer con él a su divino Maestro».3 Desde entonces Francisco fue el guía espiritual de Clara.
La noche después de Domingo de Ramos de 1212, Clara, huyó de su casa y se encaminó a laPorciúncula, allí la aguardaban los Frailes Menores con antorchas encendidas. Habiendo entrado en la capilla se arrodillo ante la imagen de la Virgen y ratificó su renuncia al mundo «por amor hacia el santísimo y amadísimo Niño envuelto en pañales y recostado sobre el pesebre».4 Cambió sus relumbrantes vestiduras por un sayal tosco, semejante al de los frailes; trocó el cinturón adornado con joyas por un nudoso cordón, y cuando Francisco cortó su rubio cabello se cubrió con un velo negro que junto con sandalias de madera constituirían el atuendo de su orden primigenia.
Hizo los tres votos monásticos y prometió obedecer a San Francisco en todo. Luego fue trasladada al convento de las benedictinas de San Pablo.
Cuando sus familiares descubrieron su huida y paradero fueron a buscarla al convento. Tras la negativa rotunda de Clara a regresar a su casa, Francisco creyó prudente trasladarla al convento de San Ángel de Panzo, también benedictino.
[]Inicio de las clarisas
Seis o diez días después de la huida de Clara, otra de sus hermanas, Inés, huyó también al convento de San Ángel a compartir con su hermana el mismo régimen de vida. Más tarde fue a reunírseles su otra hermana Beatriz, y en pos de todas ellas Ortonala, después de la muerte de Favorino.
No vistiendo el hábito benedictino ni siguiendo la Regla de San Benito, Clara e Inés pronto tuvieron que mudarse del convento de San Ángel. Así Francisco habló con los camaldulenses del monte Subasio, que antes habían donado a la nueva Orden la Porciúncula, los cuales le ofrecieron cederles la iglesia de San Damián y el convento anexo, los que serían desde ese momento la casa de Clara durante 41 años hasta su muerte.
En aquel convento de San Damián, germinó y se desenvolvió la vida de oración, de trabajo, de pobreza y de alegría, virtudes del carisma franciscano. Por esa fecha el estilo de vida de Clara y sus hermanas llamó fuertemente la atención y el movimiento creció rápidamente. La condición requerida para admitir una postulante en San Damián era la misma que pedía Francisco en la Porciúncula: repartir entre los pobres todos los bienes.
El convento no podía recibir donación alguna, pero debía permanecer inquebrantable para siempre. Los medios de vida de las monjas eran el trabajo y la limosna. Mientras unas hermanas trabajaban dentro del claustro otras iban a mendingar de puerta en puerta, Clara, cuando las hermanas volvían de mendingar las abrazaba y le besaba los pies. Más tarde cuando la orden se redujo a rigurosa clausura, los monasterios para mendingar ocuparon limosneros.
San Francisco escribió poco después la regla de vida para las hermanas y, por medio del Santo, obtuvieron del Papa Inocencio III la confirmación de esta regla en 1215, pues ese año, por orden expresa de Francisco, aceptó Clara el título de abadesa de San Damián. Hasta entonces Francisco había sido jefe y director de las dos órdenes, pero después que el Papa les aprobó la regla, las monjas debían tener una superiora que las gobernase.
]La vida diaria en San Damián
Clara, a pesar de ser Superiora, tenía la costumbre de servir la mesa y brindar agua a las religiosas para que lavasen sus manos, y cuidaba solícitamente de ellas. Cuentan que se levantaba todas las noches a verificar si alguna religiosa estaba destapada. Francisco muchas veces le envió enfermos a San Damián, y Clara los sanaba con sus cuidados.
Ni aún estando enferma, lo que era frecuente, omitía el trabajo manual. Así se dedicaba a bordar corporales, en la misma cama, que mandaba a las iglesias pobres de las montañas del valle.
Así como en el trabajo era ejemplo para las religiosas, lo era también en la vida de oración. Después de las completas, último oficio del día, permanecía largo rato, sola, en la iglesia ante el Crucifijo que habló a San Francisco en otro tiempo. Allí se daba a la quieta meditación de los dolores de Cristo y rezaba el “Oficio de la Cruz”, que había compuesto Francisco. Estas prácticas no le impedían levantarse por la mañana muy temprano, para levantar a las hermanas, encender las lámparas y tocar la campana para lamisa primera.
Según la Leyenda una vez fue el papa a San Damiano, Santa Clara hizo preparar las mesas y poner el pan en ellas, para que el santo padre lo bendijera. El papa pidió a la santa que fuera ella quien los bendijera a lo que Clara se opuso rotundamente. El papa la instó por santa obediencia a que hiciera la señal de la cruz sobre los panes y los bendijera en el nombre de Dios. Santa Clara, como verdadera hija de obediencia, bendijo muy devotamente aquellos panes con la señal de la cruz, y al instante apareció en todos los panes la señal de la cruz, bellísimamente trazada.5
Su cama, en los inicios, eran haces de sarmiento con un tronco de madera por almohada; después la cambió en un pedazo de cuero y un áspero cojín; por orden de Francisco se redujo a dormir después en un jergón de paja.
En los ayunos de Adviento, Cuaresma y de San Martín, Clara no se alimentaba sino tres días en la semana, y solo con pan y agua. Para reemplazar la mortificación corporal observó por largo tiempo la práctica de usar a raíz del cuerpo una camisa de cuero de cerdo con la parte velluda hacia dentro.
Estando una vez Clara gravemente enferma en la solemnidad de la natividad de Cristo, fue transportada milagrosamente a la iglesia de San Francisco y asistir a todo el oficio de los maitines y de la misa de medianoche, y además pudo recibir la sagrada comunión; después fue llevada de nuevo a su cama.5
[]Fortaleza espiritual
Clara, ante Francisco, se manifestaba débil y necesitaba consuelo y aliento pero en medio de sus hermanas era la madre revestida de fortaleza para defenderlas y protegerlas.
Federico II mantenía una guerra contra el Papa y lanzó a los Estados Pontificios arqueros mahometanos, sobre los que no tenían ningún poder las excomuniones del Papa. En 1230, desde la cima de la fortaleza de Nocera, a corta distancia de Asís, los sarracenos cayeron sobre el valle de Espoleto y fueron a embestir el convento de San Damián. La entrada de los musulmanes en el monasterio significaba para las monjas no solo la muerte, sino probablemente la violación. Todas asustadas se acogieron en torno a Clara, quien se encontraba postrada en la cama debido a una gravísima enfermedad. Ella se hizo trasladar a la puerta del Convento, mandó a que le trajeran el cáliz de plata en el que se reservaba el Santísimo Sacramento y cayó de rodillas delante de Él, pidiendo el amparo del cielo para sí y sus hijas, cuenta la leyenda que del cáliz salió una voz como de un niño que le dijo “Yo os guardaré siempre”,6 tras lo cual se alzó de la oración. En ese mismo instante los sarracenos levantaron el sitio del monasterio y se fueron a otra parte.
Cuatro años más tarde, en junio de 1234, un milagro parecido impidió que las tropas de Federico capitaneadas, por Vital de Aversa, se apoderasen, no ya solo de San Damián, sino de toda la ciudad de Asís. Este acontecimiento es celebrado siempre por los asisienses como fiesta nacional.
El clímax de su fortaleza se demostró pletóricamente en la lucha que sostuvo por años con el Papa Gregorio IX a trueque de sostener la integridad del voto de pobreza. El pontífice quería convencerla que aceptara algunos bienes para el convento, como lo hacían las demás órdenes religiosas. A tal punto llegó la disputa que el Papa llegó a decirle que si ella se creía ligada por su voto, él tenía el poder y la obligación de desatárselo, a lo que ella replicó: “Santísimo padre, desatadme de mis pecados, mas no de la obligación de seguir a Nuestro Señor Jesucristo”. Solo dos días antes de morir vino a obtener Clara, de Inocencio IV y a perpetuidad, el derecho de ser y permanecer siempre pobre.
[]Muerte de la santa
El verano del 1253 vino a Asís el Papa Inocencio IV para ver a Clara, la cual se encontraba postrada en su lecho. Ella le pidió la bendición apostólica y la absolución de sus pecados, el Sumo Pontífice contestó: «Quiera el cielo hija mía, que tenga yo tanta necesidad como tú de la indulgencia de Dios». Cuando Inocencio se retiró dijo Clara a sus hermanas: «Hijas mías, ahora más que nunca debemos darle gracias a Dios, porque, sobre recibirle a Él mismo en la sagrada hostia, he sido hallada digna de recibir la visita de su Vicario en la tierra».
Desde aquel día las monjas no se separaron de su lecho, incluso Inés, su hermana, viajó desdeFlorencia para estar a su lado. En dos semanas la santa no pudo tomar alimento, pero las fuerzas no le faltaban.
Cuenta la leyenda que estando en el más hondo dolor, dirige su mirada hacia la puerta de la habitación, y he aquí que ve entrar una procesión de vírgenes vestidas de blanco, llevando todas en sus cabezas coronas de oro. Marcha entre ellas una que deslumbra más que las otras, de cuya corona, que en su remate presenta una especie de incensario con orificios, irradia tanto esplendor que convierte la noche en día luminoso dentro de la casa, era la Bienaventurada Virgen María. Se adelanta hasta el lecho donde yace la esposa de su Hijo e, inclinándose amorosísimamente sobre ella, le da un dulcísimo abrazo. Las vírgenes llevan un palio de maravillosa belleza y, extendiéndolo entre todas a porfía, dejan el cuerpo de Clara cubierto y el tálamo adornado.7
Murió el 11 de agosto, rodeada de sus hermanas y de los frailes León, Ángel y Junípero. De ella han dicho: «Clara de nombre, clara en la vida y clarísima en la muerte».
La noticia de la muerte de la virgen conmovió de inmediato, con impresionante resonancia, a toda la ciudad. Acudieron en tropel los hombres y las mujeres al lugar. Todos la proclamaban santa y no pocos, en medio de las frases laudatorias, rompían a llorar. Acudió el podestá con un cortejo de caballeros y una tropa de hombres armados, y aquella tarde y toda la noche hicieron guardia vigilante, no sea que perdiesen algo de aquel precioso tesoro que está al alcance de todos. Al día siguiente se puso en movimiento toda la Curia: el Vicario de Cristo, con los cardenales, llegaron al lugar, y toda la población se encaminó hacia San Damián. Era justo el momento en que iban a comenzar los oficios divinos y los frailes iniciaban el de difuntos; cuando, de pronto, el papa dice que debe rezarse el oficio de las vírgenes, y no el de difuntos, como si quisiera canonizarla antes aún de que su cuerpo fuera entregado a la sepultura. Observándole el obispo Ostiense que en esta materia se ha de proceder con prudente demora, y se celebró por fin la misa de difuntos.
A continuación, sentándose el Sumo Pontífice, y con él la comitiva de cardenales y prelados, el obispo Ostiense, tomando como tema el de vanidad de vanidades, elogió en notable sermón a esta gloriosa despreciadora de la vanidad.
A continuación, los cardenales presbíteros, con devota deferencia, rodearon el santo cadáver y, en torno al cuerpo de la virgen, terminan los oficios de ritual. Al final, considerando que ni es seguro ni conveniente que tan inestimable tesoro quede a trasmano de los ciudadanos, en medio de himnos y cánticos, entre sones de trompeta y júbilo extraordinario, la levantan y la conducen con todo honor a San Jorge.
Este es el mismo lugar donde el cuerpo del santo padre Francisco había sido enterrado primeramente, como si quien le había trazado mientras vivía el camino de la vida, le hubiese preparado como por presagio el lugar de descanso para cuando muriera.
Muy pronto comenzó a acudir al túmulo de la virgen gran concurrencia de pueblo que alababa a Dios y clamaba: «Verdaderamente santa, verdaderamente gloriosa, reina con los ángeles la que tanto honor recibe de los hombres en la tierra. Intercede por nosotros ante Cristo, tú, primiceria de las Damas Pobres, que a tantos guiaste a la penitencia, a tantos a la vida».
Al cabo de pocos días, su hermana, Inés siguió a Clara a la muerte.
[]Representación y patronazgos
Tradicionalmente a Santa Clara se le representa con el hábito propio de las clarisas. Este consiste en un sayal marrón y un velo negro, sujeto con el tradicional cordón de tres nudos de cuyo cinturón sale un rosario.
Los atributos tradicionales de la Santa son la custodia y el báculo. La primera derivada del enfrentamiento a las tropas sarracenas en 1230, siendo la primera vez que se la representó con este atributo en un fresco de San Damiano, actualmente bastante deteriorado, en el cual se ve a Santa Clara con el Santísimo Sacramento enfrentándose resoluta a los sarracenos que huyen despavoridos. El báculo proviene de haber sido Santa Clara abadesa mitrada.
Otro atributo característico lo constituye el lirio, flor que representa la pureza y la virginidad. En el cuerpo incorrupto de la santa expuesto en la Basílica homónima de Asís, Clara sostiene entre sus manos un lirio de metal precioso. Por su parte, en el escudo de las clarisas lirio y báculo se entrecruzan en sotuer (forma de X).
El 17 de febrero de 1958, el papa Pío XII declaró a Santa Clara patrona de la televisión y de las telecomunicaciones, producto del milagro por el cual la Santa pudo observar la misa de Navidad celebrada en la Porciúncula desde su lecho en San Damián. También es patrona de los clarividentes, de los orfebres, de la ropa sucia y del buen tiempo, motivo por el cual desde la Edad Media existe la tradición de que las novias ofrezcan huevos a Santa Clara para que no llueva el día de su boda.
Aparte de la Basílica de Asís, tiene santuarios importantes en Nápoles y Bari, en Italia, en la ciudad californiana nombrada en su honor y en la ciudad de Santa Clara, provincia de Villa Clara en Cuba, de cuya diócesis en patrona.
Bajo su patronazgo se encuentran seis ciudades argentinas, una mexicana, una salvadoreña y una española, más las dos ya mencionadas.
[]Oración de Santa Clara de Asís
Gloriosísima virgen y dignísima madre Santa Clara, espejo clarísimo de santidad y pureza, base firme de la más pura fe, incendio de perfecta caridad y erario riquísimo de todas las virtudes. Por todos los favores con que el Divino Esposo os colmó, y la especial prerogativa de haber hecho vuestra alma trono de su infinita grandeza, alcánzanos de la inmesa piedad que limpia nuestras almas de las manchas y de las culpas, y destituidas de todo efecto terreno sean templo digno de su habitación.
También te suplicamos por la paz y la unidad de la Iglesia Católica, para que se conseve en su unidad de fe, santidad y costumbres que la hacen incontrastable ante los esfuerzos de sus enemigos.
Y se si fuese para mayor gloria de Dios y bien espiritual mio cuanto pido por esta oración, vos como madre y protectora presentad mis deseos en el despacho divino, pues yo confío en vuestra bondad infinita que por vuestros méritos alcanzaré cuanto pido por esta oración, para su mayor honra y gloria.
Amén Jesús.
[
[
- ↑ Clara indigna ancilla Chistri et plantula beatissimi patris Francisci (Regla de Santa Clara, cap. I, en los Textus originales, Quarachi, 1897
- ↑ Frater Rufinus, consaguineus S. Clarae de nobilioribus civibus (Anacleta franc., III, 46
- ↑ Acta SS., II,p.755
- ↑ Regla de Santa Clara, cap. II
- ↑ a b Florecillas de San Francisco
- ↑ Vida de Santa Clara por Tomás de Celano
- ↑ M. Bartoli, Clara de Asís, Oñati 1992, p. 262.
[]Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Clara de Asís
- Santa Clara de Asís
- La Madre de la familia Franciscana
- Clara, su vida y sus obras
- Enciclopedia católica
Tradicionalmente a Santa Clara se le representa con el hábito propio de las clarisas. Este consiste en un sayal marrón y un velo negro, sujeto con el tradicional cordón de tres nudos de cuyo cinturón sale un rosario.
Los atributos tradicionales de la Santa son la custodia y el báculo. La primera derivada del enfrentamiento a las tropas sarracenas en 1230, siendo la primera vez que se la representó con este atributo en un fresco de San Damiano, actualmente bastante deteriorado, en el cual se ve a Santa Clara con el Santísimo Sacramento enfrentándose resoluta a los sarracenos que huyen despavoridos. El báculo proviene de haber sido Santa Clara abadesa mitrada.
Otro atributo característico lo constituye el lirio, flor que representa la pureza y la virginidad. En el cuerpo incorrupto de la santa expuesto en la Basílica homónima de Asís, Clara sostiene entre sus manos un lirio de metal precioso. Por su parte, en el escudo de las clarisas lirio y báculo se entrecruzan en sotuer (forma de X).
El 17 de febrero de 1958, el papa Pío XII declaró a Santa Clara patrona de la televisión y de las telecomunicaciones, producto del milagro por el cual la Santa pudo observar la misa de Navidad celebrada en la Porciúncula desde su lecho en San Damián. También es patrona de los clarividentes, de los orfebres, de la ropa sucia y del buen tiempo, motivo por el cual desde la Edad Media existe la tradición de que las novias ofrezcan huevos a Santa Clara para que no llueva el día de su boda.
Aparte de la Basílica de Asís, tiene santuarios importantes en Nápoles y Bari, en Italia, en la ciudad californiana nombrada en su honor y en la ciudad de Santa Clara, provincia de Villa Clara en Cuba, de cuya diócesis en patrona.
Bajo su patronazgo se encuentran seis ciudades argentinas, una mexicana, una salvadoreña y una española, más las dos ya mencionadas.
]Oración de Santa Clara de Asís
Gloriosísima virgen y dignísima madre Santa Clara, espejo clarísimo de santidad y pureza, base firme de la más pura fe, incendio de perfecta caridad y erario riquísimo de todas las virtudes. Por todos los favores con que el Divino Esposo os colmó, y la especial prerogativa de haber hecho vuestra alma trono de su infinita grandeza, alcánzanos de la inmesa piedad que limpia nuestras almas de las manchas y de las culpas, y destituidas de todo efecto terreno sean templo digno de su habitación.
También te suplicamos por la paz y la unidad de la Iglesia Católica, para que se conseve en su unidad de fe, santidad y costumbres que la hacen incontrastable ante los esfuerzos de sus enemigos.
Y se si fuese para mayor gloria de Dios y bien espiritual mio cuanto pido por esta oración, vos como madre y protectora presentad mis deseos en el despacho divino, pues yo confío en vuestra bondad infinita que por vuestros méritos alcanzaré cuanto pido por esta oración, para su mayor honra y gloria.
Amén Jesús.
]Referencias
- ↑ Clara indigna ancilla Chistri et plantula beatissimi patris Francisci (Regla de Santa Clara, cap. I, en los Textus originales, Quarachi, 1897
- ↑ Frater Rufinus, consaguineus S. Clarae de nobilioribus civibus (Anacleta franc., III, 46
- ↑ Acta SS., II,p.755
- ↑ Regla de Santa Clara, cap. II
- ↑ a b Florecillas de San Francisco
- ↑ Vida de Santa Clara por Tomás de Celano
- ↑ M. Bartoli, Clara de Asís, Oñati 1992, p. 262.
Enlaces externos
- Wikimedia Commons alberga contenido multimedia sobre Clara de Asís
- Santa Clara de Asís
- La Madre de la familia Franciscana
- Clara, su vida y sus obras
- Enciclopedia católica
Santa Rosa de Lima, O.P.
Santa Rosa de Lima por Claudio Coello (ca. 1684) Museo del Prado, Madrid.Nombre Isabel Flores de Oliva Nacimiento 30 de abril de 1586
Lima, PerúFallecimiento 24 de agosto de 1617 (31 años)
Lima, PerúVenerado en Iglesia Católica e Iglesia anglicana. Beatificación 15 de abril de 1668 por el PapaClemente IX Canonización 2 de abril de 1671 por el PapaClemente X Festividad 30 de agosto Atributos Rosa y Ancla Patronazgo Perú
Lima
Filipinas
Santa Rosa de Lima
Venta de Baños
Baños de Montemayor
Rabanera del Pinar
Policía Nacional del Perú
Guardia Civil del Perú
Pontificia Universidad Católica del PerúIsabel Flores de Oliva, O.P. (Lima, 30 de abril de 15861 – idem, 24 de agosto de 1617), más conocida como Santa Rosa de Lima, fue una santa peruana de allí el nombre Santa Rosa de Lima, la tabogana. Mística terciaria dominica canonizada por el papa Clemente X en 1671. Es la primera Santa de América, excelsa Patrona de Lima y el Perú (desde 1669) y del Nuevo Mundo yFilipinas (desde 1670).Es además Patrona de institutos policiales y armados: Policía Nacional de la República del Perú y de las Fuerzas Armadas de Argentina.Su nombre
Así también, el día de su confirmación en el pueblo de Quives, el Arzobispo Santo Toribio de Mogrovejo, la llamó Rosa sin que alguien pudiese darle noticia al arzobispo de este nombre tan particular e íntimo. Aunque le mortificaba que la llamasen así, a los 25 años aceptó y quiso que la llamaran Rosa de Santa María, a razón de que, según lo relató su madre, fue a conversar con un sacerdote a la iglesia de Santo Domingo manifestándole la molestia que le causaba que la llamen "Rosa", pero el sacerdote la tranquilizó diciéndole: "¿Pues hija, no es vuestra alma como una rosa en que se recrea Jesucristo?". Con esto quedó tranquila y segura del nombre que le habían dado; siendo confirmado más adelante, según sus biógrafos, en episodios de tipo místico, por la Santísima Virgen del Rosario y posteriormente en el desposorio místico por el Niño Jesús.Isabel Flores de Oliva conocida como Santa Rosa de Lima,es una santa peruana, hija de Gaspar Flores, arcabucero natural de San Juan de Puerto Rico y de María de Oliva. Nace el 20 de abril de 1586, fecha más probable y casi segura (otros mencionan el 30 de abril) ya que es la fecha mencionada por el primero de los biógrafos de Rosa, Fray Pedro de Loaiza (su confesor también) y por sus padres como consta en elProceso Ordinario, interrogatorio que realizaron las autoridades religiosas sobre la vida de Rosa.[cita requerida] Fue bautizada el 25 de mayo de1586 en la Parroquia de San Sebastián, en Lima por el sacerdote Antonio Polanco, sus padrinos fueron Hernando de Valdés y María Orosco.Su infancia fue común y nada llamativa, su compañero de juego fue su hermano Fernando el cual siempre la apoyó y ayudó. A los doce años se mudó con su familia hacia Quives, un pueblo a 60 kilómetros de Lima ubicado en el Valle Chillón. Es aquí donde ella recibirá la confirmación de manos de otro santo católico, Santo Toribio de Mogrovejo, su padrino fue el sacerdote del pueblo Francisco Gonzáles. Es en Quives donde al parecer empezó con sus mortificaciones contrayendo un reuma muy fuerte con consecuencias dolorosas para su recuperación que ella ocultaba a su madre.Regresó a Lima con su familia ya siendo una joven. Debido a problemas económicos de la familia, trabajaba el día entero en el huerto y solía bordar con gran esmero para diferentes familias de la Ciudad y así ayudar al sostenimiento de su hogar.A pesar de todo, se encontraba conforme con su forma de vida y no hubiera tratado de cambiarla si no hubiera sido por la insistencia de sus padres a casarla. Rosa resistió por más de diez años y finalmente hizo voto de virginidad ante la imagen del "doctorcito" para confirmar su resolución.Al cabo de unos años ingresó a la Tercera orden de Santo Domingo a imitación de Catalina de Siena.A partir de entonces, se recluyó prácticamente en la Ermita que ella misma construyó, con ayuda de su hermano Fernando, en un extremo del huerto de su casa. Sólo salía para visitar al Templo de Nuestra Señora del Rosario y atender las necesidades espirituales de los indígenas y los negros de la ciudad. También atendía a muchos enfermos que se acercaban a su casa buscando ayuda y atención, creando una especie de enfermería en su casa y luego ayudaba a fray Martín de Porres que ahora también es santo.[Rosa y la defensa de Lima
En 1615 buques corsarios holandeses deciden atacar la Ciudad de Lima, aproximándose al Puerto del Callao en días previos a la fiesta de La Magdalena. La noticia corre pronto hasta Lima y con ello la proximidad y desembarco en el Callao, lo que altera los ánimos de los ciudadanos. Ante esto, Rosa reúne a las mujeres de Lima en la Iglesia de Ntra. Sra. del Rosario para orar ante el Santísimo por la salvación de Lima.Apenas llegada la noticia del desembarco, la terciaria subió al Altar, y cortándose los vestidos y remangados los hábitos puso su cuerpo para defender a Cristo en el Sagrario. Los ánimos del vecindario eran alarmantes, llegando a huir muchos de Lima hacia lugares distantes.Misteriosamente el capitán de la flota neerlandesa falleció en su barco días después, y ello supuso la retirada de sus naves, sin atacar el Callao. En Lima todos atribuyeron el milagro a Rosa y por ello en sus imágenes se le representa portando a la Ciudad sostenida por el ancla.En Argentina y Uruguay por el mes de agosto ocurre la "Tormenta de Santa Rosa". La tradición atribuye a Rosa el origen de este fenómeno natural que logró la huida de los enemigos de tierras peruanas.[Desposorio Místico
Uno de los momentos importantes de su vida es el "Desposorio Místico", ocurrido el Domingo de Ramos de 1617 en la Capilla del Rosario (Templo de Santo Domingo de Lima). Rosa, al no recibir la palma que debía portar en la procesión, pensó que era un mensaje de Dios por alguna ofensa que Ella hubiese realizado, acongojada se dirigió a la Capilla e imagen del Rosario y orando ante la Santísima Virgen, sintió el llamado del Niño Jesús de la imagen, y le dijo "Rosa de Mi Corazón, yo te quiero por Esposa", a lo que ella en arrobamiento respondió "Aquí tienes Señor a tu humilde esclava. Tuya soy y Tuya seré".[]Últimos días y tránsito
Ya cerca del final de su vida, cayó gravemente enferma. Pasó los últimos tres meses de su vida en la casa de Gonzalo de la Maza, un contador notable del gobierno virreinal, cuya familia le tenía particular cariño. En este lugar se levanta el Monasterio de Santa Rosa de Santa María de Lima.Murió a los treinta y un años de edad en las primeras horas del 24 de agosto de 1617, fiesta de San Bartolomé, como ella misma lo profetizó y cuenta el padre Leonardo Hansen. El día de sus exequias y entierro, los devotos se abalanzaban sobre su cuerpo para arrancarle la vestimenta en busca de un recuerdo, aclamándola como santa.Hoy sus restos se veneran en la Basílica de Nuestra Señora del Rosario de Lima (Santo Domingo) con notable devoción del pueblo peruano y de América que visita la Capilla dedicada a su culto en el Crucero del Templo dominicano.[]Post Mortem
Su entierro fue uno de los más notables que vivió la ciudad de Lima. En la casa de la familia de la Maza se formaron grandes multitudes para contemplar a Rosa. El gentío hubo de esperar a su traslado hacia la Iglesia del Rosario. Al traslado acudieron el virrey, el Cabildo Secular y Eclesiástico, las órdenes religiosas presididas por la orden de Santo Domingo de Guzmán, los oidores y personas notables.Hubo de requerirse la fuerza de la guardia del virrey para impedir que Rosa fuera desvestida por los devotos que deseaban llevar alguna reliquia. A pesar de ello, tuvieron que cambiarle tres veces los hábitos e incluso en el traslado algún irreverente seccionó uno de sus dedos del pie.En el lecho de muerte, Gonzalo de la Maza hizo retratar el rostro de Rosa. A su efecto llamó al pintor italiano Angelino Medoro, quien realizó el primer testimonio de su apariencia física.La devoción del pueblo se excedió a tal punto, que en pocos años tuvieron que retirarla de la Cripta y colocarla en la Iglesia del Rosario.[
Su casa (El Santuario) ubicada en el centro de Lima conserva los lineamientos que tuvieron en el siglo XVI época en que vivió Rosa. Anualmente es visitado por miles de devotos, peregrinos y turistas quienes recorren los ambientes que estuvieron directamente ligados a su vida y caridad para el prójimo.Se conservan como reliquias una ermita donde ella rezaba. Cerca de la ermita hay un pozo de veinte metros de profundidad donde sus devotos depositan sus deseos escritos, también se conserva la habitación donde dormía, la Habitación (El Corazón del Santuario) en la cual nació y la enfermería donde atendía a sus hermanos necesitados.La Basílica-Santuario, fue empezada luego de su canonización, con posteriores restauraciones durante los siglos XVII - XX hubo de ser remodelada e inaugurada finalmente el 24 de agosto de 1992, Este lugar es principal punto de peregrinación de todo el Perú y su arraigo popular es comparable a la Virgen de Guadalupe en México.La figura de Rosa de Santa María en el corazón del pueblo peruano representa un símbolo de integración nacional, en Ella convergen todas las clases sociales.Formó parte de la familia dominicana, de la provincia de San Juan Bautista del Perú. Se destacó por la perseverancia, firmeza, paciencia, su vida ascética y por su dedicación a los pobres y enfermos, a quienes atendía en una de las habitaciones de su casa. Sus flores preferidas fueron las margaritas, los claveles y las rosas.Se han escrito cerca de 400 biografías sobre ella.Más de mil rostros en lienzos, estampas y esculturas, hechos entre otros, por renombrados artistas como Francisco de Zurbarán, Claudio Coello,Angelino Medoro, Daniel Hernández, Teófilo Castillo, Francisco González y Sérvulo Gutiérrez.A partir de las reformas al calendario litúrgico introducidas en el Concilio Vaticano II, la fiesta de santa Rosa de Lima es el 23 de agosto (fecha que se celebra en España).2 Anteriormente se celebraba el día 30 de agosto, y ésa es la fecha que se mantiene en el Perú3 y otros paíseslatinoamericanos de los que es patrona, y también en el rito romano tradicional.4En la República del Perú es un día feriado y su imagen (descubierta el día de la canonización en 1671 en la Catedral) recorre las calles de Lima.[]Glorificación
A pocos días de su muerte, se reunieron numerosos testimonios sobre su vida y virtudes. En 1634se presentó a Roma la causa de Beatificación. La beatificación se realizó en el Convento Dominico de Santa Sabina en Roma, en 1668. Fue canonizada por Clemente X el 12 de abril de 1671, proclamándola por "Principal Patrona del Nuevo Mundo". En Lima, Roma, España y todos los países de América y Europa, se celebraron fiestas suntuosas en honor de la primera Santa natural de América.Los Pontífices en sus respectivas Bulas la proclamaron santa con el nombre de "Rosa de Santa María", y que posteriormente hubo de convertirse en Rosa de Lima, nombre toponímico común a muchos santos en el orbe cristiano.La tradición cuenta que el Papa Clemente X, luego de oír los argumentos sobre su canonización dijo: "¡Hum! ¡Patrona y Santa! ¿Y Rosa? que llueva flores sobre mi escritorio si es verdad"5 , y la respuesta al instante fue una fragante lluvia de rosas sobre la mesa del Papa quien en ese momento procedió a la canonización.[]Patronazgos
- Patrona principal del Nuevo Mundo (América), Filipinas e Indias Occidentales, Proclamada en la Basílica de San Pedro en Roma por el Papa Clemente X en 1671.
- Patronazgo sobre diversas regiones, ciudades, pueblos, instituciones educativas, Asociaciones, instituciones privadas, asociaciones, Cofradías y otros que depositan las oraciones que la Santa Limeña elevará a Dios.
- Patrona de la Casa Real de Araucanía y Patagonia, sucesora del Reino de la Araucanía y la Patagonia,monarquía constitucional fundada en 1860 por el ciudadano francés de origen noble Orélie Antoine de Tounens en territorio actualmente perteneciente a las repúblicas de Chile y Argentina.
En la Argentina fue proclamara Patrona de la Independencia de las Provincias Unidas del Río de la Plata por decisión del Congreso de Tucumán, en el año 1816.[
Es tenida popularmente como Patrona de la Mujer, las costureras y floristas.
- Patrona de las poblaciones de Carao y Todasana; en la parroquia Caruao del Estado Vargas en Venezuela. Sus fiestas inician desde el 28 hasta el día 31 de agosto, siendo el día 30 cuando se realizan en el clímax de sus festividades, los bautismos y primeras comuniones en las iglesias de cada población, después de una vigilia desde el día 29 en casa de algún habitante que ha solicitado que la Santa Patrona pernocte en su hogar en retribución de promesas hechas; en medio de rezos y cantos hasta el amanecer, luego es llevada en procesión hasta la iglesia.
- Patrona de la Parroquia Santa Rosa de Lima, Diócesis de Puerto cabello Estado Carabobo Venezuela.
Véase también
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- ↑ Santa Rosa de Lima (1586-1617)
- ↑ Conferencia Episcopal Española (pdf). Calendario litúrgico-pastoral 2009-2010. p. 248. «Agosto 23, lunes de la XXI semana del tiempo ordinario, Feria o Santa Rosa de Lima, Memoria libre»
- ↑ Misioneros del Sagrado Corazón del Perú. «Santoral Oficial de la Iglesia Católica ofrecido por los MSC Misioneros del Sagrado Corazón».
- ↑ Rodolfo Vargas Rubio. «Santa Rosa de Lima, patrona del Perú, las Indias y Filipinas». «La fiesta de la virgen limeña se estableció el 30 de agosto. Con los cambios del calendario de 1969, se trasladó al 23 de agosto, pero la costumbre inveterada del Perú y de América, hizo que Pablo VI concediera que en los países de los que es patrona se siguiera celebrando en la fecha original, que es la que se observa también en el rito romano clásico.».
- ↑ Revista de la Guardia Civil del Perú, Año LVI, Nº 434, Noviembre-Diciembre de 1988, página 68.
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- Mujica, Ramón: La Rosa Astrea, Lima.
- Del Busto, José Antonio: Santa Rosa de Lima
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