Razón del nombre del blog
miércoles, 28 de septiembre de 2011
Se que esta es una información que manejamos quienes practicamos Oración Centrante como método de oración y meditación CATOLICA DIARIA,pero estando Venezuela en el momento en que está llena de oscuridad como el mundo entero, pero con el agravante que NO TENEMOS UNA ESPIRITUALIDAD CLARA MENOS AUN MADURA Y DEFINIDA,TANTO QUE UN GRUPO DE ESPIRITISTAS VENEZOLANOS FUE A LA HABANA CON LA TRIADA SAGRADA VENEZOLANA. MARIA LIONZA, NEGRO FELIPE Y GUAICAIPURO A APOYAR UN BILONGO DE LA MAS BAJA CALIDAD ASTRAL, DONDE SE TRABAJAN LOS MUERTOS MAS OBSCUROS COMO LO IMPONE LA CREENCIA DE FIDEL CASTRO Y SUS PALEROS MAYORES, PENSANDO LOS VENEZOLANOS QUE ESTABAN EN UN CONCIERTO DE AMOR Y PAZ Y ORANDPO POR LA SALUD DEL PRESIDENTE POR IGNORANTES, CUANDO A CHAVEZ LO ESTA MATANDO ESE VIEJO SUCUBO DE SATANAS QUE HA SIDO, ES Y SERA FIDEL CASTRO, PARA APOYAR LO QUE MI CONSCIENCIA CRISTIANA ME DICTA COPIO UN TEXTO DE UN LIBRO ESCRITO POR EL MONJE Y ABAD TRAPENSE THOMAS KEATING, PARA QUE LA GENTE SE DEJE DE RIDICULECES CON LA IGLESIA CATOLICA Y SE ESTANQUEN EN QUE SI LOS CURAS TIENEN MUJER O SON PEDERASTAS, SI EL PAPA ES BELLO O O NO O BOLSERIAS QUE NOS ESTAN COSTANDO QUE ABANDONE LA TIERRA DE GRACIA QUE VIO COLON, GRAN ESOTERICO Y DEJEN AL PAIS DESPROTEGIDO EN MANOS DE LA SOMBRA, DE LAS FUERZAS MAS BAJAS ASTRALES Y OSCURAS, POR LOS IRANIES, POR EJEMPLO, QUE MANEJAN OTRO REALIDAD ESPIRITUAL QUE NO ES LA ARABE Y ASI POR EL ESTILO CADA ETNIA QUE VIVE EN ESTA TIERRA QUE HA COBIJADO CON AMOR CUAL TIERRA DE PROMISION HASTA A LOS JUDIOS QUE EN BARCOS DESEMBACARON DESPUES DE LA II GUERRA MUNDIAL CUANDO NADIE LOS QUERIA Y PUERTO CABELLO PERMITIO EL DESEMBARCO, MenteAbiertaCorazónAbierto capítulo 11 parte 3
Durante los siglos XIV y XV la Peste Bubónica y la Guerra de los Cien Años diezmaron pueblos, ciudades y comunidades religiosas, en tanto que el nominalismo y el Gran Cisma trajeron una decadencia general en lo moral y espiritual. Alrededor del año 1380 surgió un movimiento de renovación, llamado Devotio Moderna, en los Países Bajos y que luego se extendió a Italia, Francia y España, como una respuesta a la necesidad general de una reforma. En un momento de la historia en el cual las instituciones y estructuras de toda clase se desmoronaban el movimiento de Devotio Moderna buscó utilizar la fuerza moral emanada de la oración para fomentar la autodisciplina. Hacia fines del siglo XV se elaboraron los métodos de oración mental, un nombre muy adecuado, puesto que con el pasar del tiempo se tornaban cada vez más complicados y sistematizados. Pero a pesar de esta proliferación de los métodos sistemáticos de oración, la contemplación continuaba siendo la mira máxima de la práctica espiritual.
A medida que avanzaba el siglo XVI, la oración mental llegó a dividirse en meditación discursiva, si predominaban los pensamientos; en oración afectiva si el énfasis se ponía en los actos de la voluntad; y en contemplación, si las gracias infundidas por Dios eran predominantes. La meditación discursiva, la oración afectiva y la contemplación dejaron de ser actos diferentes de un mismo período de oración para pasar cada una a ser una forma definida y precisa de orar, cada una con su propia mira, método y propósito. Esta división del desarrollo de la oración para colocarla en unidades por compartimentos totalmente separados el uno del otro, contribuyó a reforzar la noción incorrecta de que la contemplación era una gracia extraordinaria, reservada para unos cuantos. La posibilidad de que la oración se convirtiese en contemplación era muy improbable. El progreso natural de la oración hacia la contemplación, no encajaba en las categorías que estaban aprobadas y por lo tanto no se recomendaba.
Al mismo tiempo que la tradición viva de la contemplación cristiana iba disminuyendo, el Renacimiento trajo nuevos retos a la vida espiritual. Se acabó el apoyo que las instituciones religiosas y el medio ambiente social daban al individuo. Era necesario reconquistar el mundo para Cristo, en vista de los elementos paganos que se estaban apoderando de la cristiandad. No es de sorprenderse, entonces, que aparecieran nuevas formas de espiritualidad transmitidas hasta ese momento por los monjes y mendicantes. El genio y la experiencia contemplativa de San Ignacio de Loyola lo inspiraron a canalizar la tradición contemplativa, que corría peligro de perderse, en una forma que fuese apropiada para la nueva era.
Los Ejercicios de San Ignacio, compuestos entre 1522 y 1526, juegan un papel muy importante para poder entender el estado de espiritualidad presente en la Iglesia Católica Romana. Los Ejercicios Espirituales proponen tres métodos de oración. Las meditaciones discursivas prescritas para la primera semana son para hacerlas con las tres facultades del ser humano: memoria, intelecto y voluntad. La
memoria recuerda el punto escogido de antemano como el tema de la meditación; el intelecto reflexiona sobre las lecciones que uno quiera sacar del mismo; y la voluntad hace promesas que se basan en el mismo punto, con el fin de poner en práctica dichas lecciones. Es así como se llega a una reforma de vida.
El termino contemplación que se usa en los Ejercicios Espirituales tiene un significado
diferente al tradicional. Consiste en imaginar y “contemplar” un objeto concreto, como por ejemplo, mirar los personajes del Evangelio como si estuviesen presentes, oír lo que están diciendo, relacionándose y contestando a las palabras que pronuncian y a sus actos. Este método, que es el prescrito para la segunda semana, tiene como mira el desarrollo de la oración afectiva.
El tercer método de oración en los Ejercicios Espirituales se conoce como la aplicación de los cinco sentidos. Consiste en aplicar sucesivamente los cinco sentidos al objeto de la meditación, espiritualmente. Este método esta diseñado para preparar a los principiantes en la contemplación en el sentido tradicional de la palabra y para promover el desarrollo de los sentidos espirituales en aquellos mas avanzados en la oración.
MACA capítulo 11, parte 4
Vemos, entonces, que Ignacio no propuso un solo método de oración. La tendencia desafortunada de reducir los Ejercicios Espirituales a un método, de meditación discursiva, parece provenir de los mismos jesuitas. En 1574 el Padre General de los Jesuitas, Everardo Mercurian, en una orden dirigida a la provincia española de la Sociedad de Jesús, prohibió la práctica de la oración afectiva y la de la aplicación de los cinco sentidos. Esta prohibición que fue repetida en 1578. La vida espiritual de un segmento significativo de la Sociedad de Jesús se vio así limitada a un sólo método de oración, a saber, la meditación discursiva, de acuerdo con las tres fuerzas intelectuales. El carácter predominantemente intelectual de esta meditación continuó ganando importancia a través de toda la Sociedad en el curso de los siglos XVIII y XIX. La mayoría de los manuales sobre espiritualidad escritos hasta bien entrado este siglo, limitan su instrucción a modelos de meditación discursiva.
Para comprender el impacto de este desarrollo sobre la historia reciente de la espiritualidad católica romana, tengamos en cuenta la influencia penetrante que ejercieron los Jesuitas como que eran los representantes sobresalientes de la Contra-Reforma. Muchas congregaciones religiosas que se fundaron en los siglos posteriores a este periodo adoptaron las Constituciones de la Sociedad de Jesús, recibiendo simultáneamente la espiritualidad que enseñaba y practicaba la Sociedad. De ahí que también recibieron las limitaciones impuestas, no por San Ignacio, sino por sus sucesores menos inspirados.
El deseo de San Ignacio fue proveer una formación espiritual que fuera un antídoto adecuado para el nuevo espíritu secular e individualista del Renacimiento, y una forma de oración contemplativa adaptada a las necesidades apostólicas de su tiempo. Los Ejercicios Espirituales estaban diseñados para formar contemplativos en acción. Teniendo en cuenta la inmensa influencia de la Sociedad para bien, si a sus miembros se les hubiese permitido practicar los Ejercicios Espirituales de acuerdo a la intención original de San Ignacio, o si le hubiesen prestado una atención mas prominente a sus propios maestros contemplativos, como lo fueron los padres Lallemant, Surin, Grou y de Caussade, el estado actual de la espiritualidad entre los católicos romanos fuese bien diferente.
Otros eventos contribuyeron a que las autoridades católicas romanas vacilaran en apoyar la oración contemplativa. Uno de ellos fue la controversia referente al Quietismo, un conjunto de enseñanzas espirituales que fueron condenados por el Papa Inocencio XII en 1687, como una especie de falso misticismo. Las enseñanzas condenadas eran ingeniosas; consistían en que uno hacía un acto de amor a Dios de una vez y por siempre, por medio del cual uno se entregaba totalmente a El con la intención de no echarse para atrás nunca. La unión divina estaba asegurada y no se precisaba ningún esfuerzo adicional, en la oración ni fuera de esta, siempre y cuando que uno no retirase la intención de pertenecer enteramente a Dios. La importante distinción entre hacer una intención de una vez (por mas generosa que fuese) y establecerla como una disposición permanente parece haber pasado inadvertida.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario