El Carabobeño 30 marzo 2013
Papa: El rostro de la Síndone se asemeja al de víctimas de la violencia
Para Francisco, la imagen grabada en el lienzo habla al corazón de los hombres. (Foto EFE)
EFE
El papa Francisco ha afirmado que el rostro desfigurado de la Sábana Santa se asemeja al de tantos hombres y mujeres "heridos por una vida que no respeta su dignidad, por guerras y violencias que afligen a los más vulnerables", pero que invita a la esperanza.
El pontífice ha hecho estas manifestaciones en un vídeo mensaje, difundido este sábado por el Vaticano, con motivo de la ostensión de la Síndone, como es conocido también el lienzo en el que, según la tradición, fue envuelto el cadáver de Cristo, que será expuesta de manera extraordinaria a los fieles a través de la televisión pública italiana RAI a todo el mundo.
La Sábana Santa se custodia en la catedral de Turín (Italia) y en contadas ocasiones se expone a la veneración de los fieles. La última vez fue en 2010, con motivo de la visita de Benedicto XVI a la ciudad.
"Este rostro desfigurado se asemeja a tantos rostros de hombres y mujeres heridos por una vida que no respeta su dignidad, por guerras y violencias que afligen a los más vulnerables", afirma el papa en su mensaje.
Y añade: "Sin embargo, el rostro de la Sábana Santa transmite una gran paz; este cuerpo torturado expresa una majestad soberana. Es como si dejara transparentar una energía condensada pero potente; es como si nos dijera: ten confianza, no pierdas la esperanza; la fuerza del amor de Dios, la fuerza del Resucitado, todo lo vence".
Francisco dijo que el rostro de la Síndone tiene los ojos cerrados, que es el rostro de un difunto. "Pero sin embargo, misteriosamente nos mira y en el silencio nos habla", agrega.
"¿Cómo es posible que el pueblo fiel quiera detenerse ante este icono de un hombre flagelado y crucificado?", se preguntó el papa, que añadió: "Porque el hombre de la Sábana Santa nos invita a contemplar a Jesús de Nazaret".
El obispo de Roma agregó que la imagen grabada en el lienzo habla al corazón de los hombres "y nos lleva a subir al monte del Calvario, a mirar el madero de la cruz, a sumergirnos en el silencio elocuente del amor", insistió.
Subrayó que, a través de la Sábana Santa, llega la Palabra única y última de Dios, "que es el amor hecho hombre, encarnado en nuestra historia; el amor misericordioso de Dios, que ha tomado sobre sí todo el mal del mundo para liberarnos de su dominio", añadió.
Francisco señaló que contemplando al hombre de la Sábana Santa hace suya la oración que Francisco de Asís pronunció ante el Crucifijo: "Sumo, glorioso Dios, ilumina las tinieblas de mi corazón y dame fe recta, esperanza cierta y caridad perfecta, sentido y conocimiento, para que cumpla tu santo y verdadero mandamiento".
La ostensión televisiva de la Sábana Santa se enmarca en el Año de la Fe, abierto en octubre de 2012 por Benedicto XVI.
La Síndone (del griego "sindon", mortaja) está considerada una de las reliquias más famosas y discutidas de la Cristiandad. Mide 4,39 metros de larga y 1,15 de ancha. De ella se tienen noticias desde 1353.
Las pruebas para demostrar si de verdad envolvió el cuerpo de Cristo comenzaron en 1898, después de que un fotógrafo turinés hiciera una foto al lienzo y en el momento del revelado se dio cuenta de que las imágenes negativas representan el cuerpo y la cara de un hombre crucificado según contaban los Evangelios.
En 1989 fue sometida a la prueba del carbono 14 en tres laboratorios de Suiza, Estados Unidos y Reino Unido, que establecieron que era un tejido de entre 1260 y 1390. Destacados expertos criticaron la prueba, al considerar que estaba mal hecha.
Según el profesor ruso Andrei Ivanov, los tres trocitos de tela que se cortaron para analizar eran de las puntas; es decir, la parte por la que era sostenida la sábana por los prelados en las numerosas ocasiones en que fue presentada a los fieles a lo largo de los siglos desde la fachada de la catedral turinesa.
La Iglesia siempre ha considerado como irrelevante el hecho de la antigüedad, al señalar que la Síndone no es una prueba, "sino una invitación a rezar".