La papa de los pobres
ROMER A. ROMERO-MARTÍNEZ | EL UNIVERSAL
jueves 28 de marzo de 2013 12:00 AM
"Toda autoridad usurpada es Ineficaz y sus actos son nulos"
Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
El Papa Francisco ha dejado claro su deseo de que la Iglesia Católica sirva a los más pobres. Se presumiría que el Vaticano proporcionará una vía para el mejor vivir de quienes se hallan en lastimosas condiciones de sobrevivencia. Obviamente, todo pasaría por habilitar las diferentes instancias que permiten la migración de la pobreza extrema a la existencia digna y productiva.
Las experiencias abundan, debido a la vasta masa poblacional estancada en la miseria; y en incremento casi exponencial desde mediados del siglo XX y primera década del XXI. Asumimos que el Papa Francisco conoce al respecto –como miembro de la Compañía de Jesús- y entiende que el espíritu y la consagración a los designios bíblicos deberán esperar por la ejecución de una primera fase: la alimentación material del cuerpo, a los fines de recuperar las mentes y los ánimos de los más desposeídos.
En consecuencia, debiera interpretarse de que la Iglesia Católica emprenderá acciones efectivas para recuperar el lumpen del que hablaba Marx: conglomerado social que vive en condiciones de extrema precariedad y constituido principalmente por mendigos, andrajosos y errabundos. Quizás el último eslabón de la miseria humana, con los que los regímenes dictatoriales justifican sus atrocidades en contra de las clases productivas. Y todo en un esfuerzo de tratar de demostrar que el lumpen existe porque la clase media es maluca y ciega ante las calamidades de sus hermanos de ínfimos recursos.
Estamos seguros de que el Papa Francisco –y sus pares jesuitas- ya han encontrado maneras para la incorporación de los más pobres a la vida activa en sociedad. Así las cosas, debemos manifestar -de manera expresa y contundente- que el plan debiera pasar impretermitiblemente por tres etapas incuestionables. La primera tiende a la satisfacción de las necesidades fundamentales del humano: vivienda, alimentación, salud y trabajo. De seguidas, y ante un cuerpo fortalecido, se deberá empezar con la educación/instrucción, para producir un cambio radical. Esto, porque la lectura y la escritura transforman la mente receptiva en crítica... y altamente peligrosa para las dictaduras que sólo dan misiones y micciones al lumpen, en una suerte de acostumbramiento a la limosna. Finalmente, tendremos un ser vivo y totalmente realizado que encontrará placer extremo en el descubrimiento de Dios; y también del arte, la poesía y la música, entre otras manifestaciones de lo espiritualmente bello.
Lo antes dicho contrasta con las estrategias ejecutadas -por casi 15 años- por el régimen de facto instaurado por el ya ido y los asesinos proxenetas Castro brothers. Baste recordar nuevamente la referencia hecha por el entonces presidente de Pdvsa, acerca del sentir del aún aprendiz de brujo planificador; a saber: "(...) Mire, General, usted todavía no ha comprendido la revolución... El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros... Así que, los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así...".(Fuente: http://saladeinfo.wordpress.com/2013/02/13/). En consecuencia, la robolución socialista es un cuento de camino, tragable por los mantenidos y lucrados. En Fuerte Apache, los pobres logran alguna papa mientras haya procesos electoreros. Entre tanto, son amortiguados con dádivas que han representado menos del 20% de 1.320.677.012.000 dólares petroleros jamás enterados al Fisco Nacional. ¿Y dónde está el resto de la plata? ¿En La Chavera y demás nimiedades de los new burgocomunistas?
El 350 y la calle son verdaderamente constitucionales.
romerromero@interlink.net.ve
@RomerromeroM
Artículo 350 Constitucional. "El pueblo de Venezuela, fiel a su tradición republicana, a su lucha por la independencia, la paz y la libertad, desconocerá cualquier régimen, legislación o autoridad que contraríe los valores, principios y garantías democráticos o menoscabe los derechos humanos".
El Papa Francisco ha dejado claro su deseo de que la Iglesia Católica sirva a los más pobres. Se presumiría que el Vaticano proporcionará una vía para el mejor vivir de quienes se hallan en lastimosas condiciones de sobrevivencia. Obviamente, todo pasaría por habilitar las diferentes instancias que permiten la migración de la pobreza extrema a la existencia digna y productiva.
Las experiencias abundan, debido a la vasta masa poblacional estancada en la miseria; y en incremento casi exponencial desde mediados del siglo XX y primera década del XXI. Asumimos que el Papa Francisco conoce al respecto –como miembro de la Compañía de Jesús- y entiende que el espíritu y la consagración a los designios bíblicos deberán esperar por la ejecución de una primera fase: la alimentación material del cuerpo, a los fines de recuperar las mentes y los ánimos de los más desposeídos.
En consecuencia, debiera interpretarse de que la Iglesia Católica emprenderá acciones efectivas para recuperar el lumpen del que hablaba Marx: conglomerado social que vive en condiciones de extrema precariedad y constituido principalmente por mendigos, andrajosos y errabundos. Quizás el último eslabón de la miseria humana, con los que los regímenes dictatoriales justifican sus atrocidades en contra de las clases productivas. Y todo en un esfuerzo de tratar de demostrar que el lumpen existe porque la clase media es maluca y ciega ante las calamidades de sus hermanos de ínfimos recursos.
Estamos seguros de que el Papa Francisco –y sus pares jesuitas- ya han encontrado maneras para la incorporación de los más pobres a la vida activa en sociedad. Así las cosas, debemos manifestar -de manera expresa y contundente- que el plan debiera pasar impretermitiblemente por tres etapas incuestionables. La primera tiende a la satisfacción de las necesidades fundamentales del humano: vivienda, alimentación, salud y trabajo. De seguidas, y ante un cuerpo fortalecido, se deberá empezar con la educación/instrucción, para producir un cambio radical. Esto, porque la lectura y la escritura transforman la mente receptiva en crítica... y altamente peligrosa para las dictaduras que sólo dan misiones y micciones al lumpen, en una suerte de acostumbramiento a la limosna. Finalmente, tendremos un ser vivo y totalmente realizado que encontrará placer extremo en el descubrimiento de Dios; y también del arte, la poesía y la música, entre otras manifestaciones de lo espiritualmente bello.
Lo antes dicho contrasta con las estrategias ejecutadas -por casi 15 años- por el régimen de facto instaurado por el ya ido y los asesinos proxenetas Castro brothers. Baste recordar nuevamente la referencia hecha por el entonces presidente de Pdvsa, acerca del sentir del aún aprendiz de brujo planificador; a saber: "(...) Mire, General, usted todavía no ha comprendido la revolución... El piso político nos lo da la gente pobre: ellos son los que votan por nosotros... Así que, los pobres tendrán que seguir siendo pobres, los necesitamos así...".(Fuente: http://saladeinfo.wordpress.com/2013/02/13/). En consecuencia, la robolución socialista es un cuento de camino, tragable por los mantenidos y lucrados. En Fuerte Apache, los pobres logran alguna papa mientras haya procesos electoreros. Entre tanto, son amortiguados con dádivas que han representado menos del 20% de 1.320.677.012.000 dólares petroleros jamás enterados al Fisco Nacional. ¿Y dónde está el resto de la plata? ¿En La Chavera y demás nimiedades de los new burgocomunistas?
El 350 y la calle son verdaderamente constitucionales.
romerromero@interlink.net.ve
@RomerromeroM
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