ENTREVISTA JOSÉ GREGORIO SALAZAR, SACERDOTE DE LA RECTORÍA DE LA VISITACIÓN EN JUAN PABLO II
"Un párroco no es un rector que está allí solo para celebrar misas"
"Las sectas comercializan con los elementos que han sido siempre de la Iglesia Católica " "Debemos evangelizar, preparar a los laicos para que lleven la palabra a las comunidades"
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Salazar desde 2009 preside el templo de Juan Pablo II. Abonó el terreno para hacerlo parroquia pero no tiene previsto ser párroco VENANCIO ALCÁZARES
ANYIMAR COVA LUGO , JOSÉ GREGORIO SALAZAR , SACERDOTE DE IGLESIA LA VISITACIÓN | EL UNIVERSAL
lunes 25 de marzo de 2013 12:00 AM
En 2009 llegó el padre José Gregorio Salazar a la Rectoría de Nuestra Señora de La Visitación en Juan Pablo II, una iglesia erigida en el lugar donde el difunto pontífice celebró la misa monumental durante su primera visita al país en 1985.
Salazar, quien vino desde la Diócesis de Ciudad Guayana, se encargó de abonar el terreno para que este templo, inaugurado en 1991, se convirtiera en parroquia. La constancia rindió frutos y ahora solo se espera el nombramiento oficial.
-¿Está listo todo para convertirse en parroquia?
-Sí. En 2010, en una reunión del Consejo Presbiteral, el cardenal Jorge Urosa Savino, los obispos auxiliares y el clero de Caracas nos unimos para hablar sobre el tema de la rectoría y lo que se planteó fue pasarla a parroquia por una decisión unánime. Otra cosa que se aprobó en esa cita fue que se solicitara a la Santa Sede para que el copatrono de esta iglesia fuera Juan Pablo II. En 2011 la llevó el Cardenal, se entregó y fue aprobada por Roma. Entonces nosotros somos la iglesia Nuestra Señora de La Visitación y el copatrono es Juan Pablo II. Lo que falta es que el señor Cardenal decida la fecha en la que la nombraría parroquia y designe al párroco.
-¿Qué implica el cambio?
-No se depende de otras parroquias, se tiene territorio definido y un párroco fijo. A nivel de templo implica colocar el viacrucis, cruces de la consagración, consagrar el altar y entregar al sacerdote el confesionario. A nivel jurídico, se pueden abrir cuentas bancarias y llevar libros de bautizo, confirmación y matrimonio.
-¿Será usted el párroco?
-Yo soy de la Diócesis de Ciudad Guayana y tendría que pedirle al Obispo de Caracas que me recibiera. Son conversiones que uno puede hacer pero no lo tengo pensado ni previsto.
-¿Es ganancia para la comunidad tener un párroco?
-Por supuesto. Un párroco no es un rector que está allí solo para celebrar misas, es un pastor que en nombre del Obispo viene a cumplir esa misión de gobernar, regir, cuidar y velar por la comunidad.
-Es una época difícil por la aparición de cultos y nuevas religiones, ¿cómo lo afronta la Iglesia católica?
-Dentro de nuestro Concilio Plenario Venezolano tenemos un área que se llama Diálogo Interreligioso porque la Iglesia Católica está abierta al diálogo. Nosotros, aunque 80% de los venezolanos dice ser católico bautizado, sabemos que los practicantes son solo 15%. Y eso no es porque otros cultos han mermado el catolicismo sino que han confundido mucho a las personas que están ansiosas de practicar algo, de buscar cosas. Estas seudoreligiones atrapan a la gente porque trabajan con la ansiedad del hombre y comercializan con los elementos que han sido siempre de la Iglesia Católica. Mientras un culto te exige inversiones costosas y ritos, la Iglesia te pide venir a misa y practicar tu fe diariamente con las obras. ¿Que la gente va menos a misa? Bueno sí, hay una fe muy incipiente en Venezuela y tenemos mucho por hacer en evangelización.
-¿Cómo hacerlo?
-El reto es evangelizar. Hay que formar bien a la gente, prepararlos como agentes de pastoral. En el caso de esta parroquia (La Visitación) con 20 mil habitantes, ¿qué capacidad tiene el sacerdote para hacer el trabajo solo? Debe preparar a laicos que con él hagan trabajo de campo y lleven la palabra a las comunidades. ¿Qué ha pasado? Cuando el cura va a la calle y comienza a crear conciencia resulta molesto para el que es corrupto, el que promueve antivalores, y le piden que se quede en la misa. Dicen "los curas no están en el barrio" pero cuando sales te mandan a volver a la iglesia. Es contradictorio pero debemos seguir con nuestra doctrina social.
-Comienza la Semana Santa. Vemos templos rebosantes de gente y luego eso disminuye, ¿por qué?
-Son días en los que la gente está libre y tiene más tiempo para dedicarlo a su fe, no es una excusa pero en la práctica hemos visto que ese 15% que siempre asiste aumenta a 20 o 30% esa semana. También vemos que una de las cosas más arraigadas en las personas es el dolor. En Semana Santa el Cristo sufriente es lo que la gente más valora, además de las representaciones como el Nazareno, todos quieren acompañarlo en su dolor. Muchos se quedan en la pasión y el sepulcro y muy pocos ven la resurrección.
Salazar, quien vino desde la Diócesis de Ciudad Guayana, se encargó de abonar el terreno para que este templo, inaugurado en 1991, se convirtiera en parroquia. La constancia rindió frutos y ahora solo se espera el nombramiento oficial.
-¿Está listo todo para convertirse en parroquia?
-Sí. En 2010, en una reunión del Consejo Presbiteral, el cardenal Jorge Urosa Savino, los obispos auxiliares y el clero de Caracas nos unimos para hablar sobre el tema de la rectoría y lo que se planteó fue pasarla a parroquia por una decisión unánime. Otra cosa que se aprobó en esa cita fue que se solicitara a la Santa Sede para que el copatrono de esta iglesia fuera Juan Pablo II. En 2011 la llevó el Cardenal, se entregó y fue aprobada por Roma. Entonces nosotros somos la iglesia Nuestra Señora de La Visitación y el copatrono es Juan Pablo II. Lo que falta es que el señor Cardenal decida la fecha en la que la nombraría parroquia y designe al párroco.
-¿Qué implica el cambio?
-No se depende de otras parroquias, se tiene territorio definido y un párroco fijo. A nivel de templo implica colocar el viacrucis, cruces de la consagración, consagrar el altar y entregar al sacerdote el confesionario. A nivel jurídico, se pueden abrir cuentas bancarias y llevar libros de bautizo, confirmación y matrimonio.
-¿Será usted el párroco?
-Yo soy de la Diócesis de Ciudad Guayana y tendría que pedirle al Obispo de Caracas que me recibiera. Son conversiones que uno puede hacer pero no lo tengo pensado ni previsto.
-¿Es ganancia para la comunidad tener un párroco?
-Por supuesto. Un párroco no es un rector que está allí solo para celebrar misas, es un pastor que en nombre del Obispo viene a cumplir esa misión de gobernar, regir, cuidar y velar por la comunidad.
-Es una época difícil por la aparición de cultos y nuevas religiones, ¿cómo lo afronta la Iglesia católica?
-Dentro de nuestro Concilio Plenario Venezolano tenemos un área que se llama Diálogo Interreligioso porque la Iglesia Católica está abierta al diálogo. Nosotros, aunque 80% de los venezolanos dice ser católico bautizado, sabemos que los practicantes son solo 15%. Y eso no es porque otros cultos han mermado el catolicismo sino que han confundido mucho a las personas que están ansiosas de practicar algo, de buscar cosas. Estas seudoreligiones atrapan a la gente porque trabajan con la ansiedad del hombre y comercializan con los elementos que han sido siempre de la Iglesia Católica. Mientras un culto te exige inversiones costosas y ritos, la Iglesia te pide venir a misa y practicar tu fe diariamente con las obras. ¿Que la gente va menos a misa? Bueno sí, hay una fe muy incipiente en Venezuela y tenemos mucho por hacer en evangelización.
-¿Cómo hacerlo?
-El reto es evangelizar. Hay que formar bien a la gente, prepararlos como agentes de pastoral. En el caso de esta parroquia (La Visitación) con 20 mil habitantes, ¿qué capacidad tiene el sacerdote para hacer el trabajo solo? Debe preparar a laicos que con él hagan trabajo de campo y lleven la palabra a las comunidades. ¿Qué ha pasado? Cuando el cura va a la calle y comienza a crear conciencia resulta molesto para el que es corrupto, el que promueve antivalores, y le piden que se quede en la misa. Dicen "los curas no están en el barrio" pero cuando sales te mandan a volver a la iglesia. Es contradictorio pero debemos seguir con nuestra doctrina social.
-Comienza la Semana Santa. Vemos templos rebosantes de gente y luego eso disminuye, ¿por qué?
-Son días en los que la gente está libre y tiene más tiempo para dedicarlo a su fe, no es una excusa pero en la práctica hemos visto que ese 15% que siempre asiste aumenta a 20 o 30% esa semana. También vemos que una de las cosas más arraigadas en las personas es el dolor. En Semana Santa el Cristo sufriente es lo que la gente más valora, además de las representaciones como el Nazareno, todos quieren acompañarlo en su dolor. Muchos se quedan en la pasión y el sepulcro y muy pocos ven la resurrección.
"Respuesta a Maduro"
OTTO REICH | EL UNIVERSAL
martes 5 de marzo de 2013 12:00 AM
Sr. Maduro:
Fue una sorpresa para mí verlo a usted por Internet acusándome de ser uno de los "mafiosos" que están regando los "absurdos" rumores sobre la condición médica del expresidente Hugo Chávez. Sin ninguna reserva y por este medio, públicamente niego sus burdas acusaciones.
Digo "sorpresa" porque yo he contestado muchas preguntas que me ha hecho la prensa internacional y de EEUU sobre ese tema, y he dicho lo mismo: que en Caracas corren muchos rumores sobre el estado de vida de Chávez; que yo no tengo información privilegiada sobre el tema; que entre los rumores está que Chávez ha muerto, que está vivo, que se está recuperando, que está empeorando, y otras especulaciones, pero que mi opinión es que dudo que Chávez pueda gobernar de nuevo a Venezuela, porque si pudiese ya lo hubieran juramentado de nuevo.
La razón por la cual la gente se pregunta, Sr. Maduro, no es por lo que dice Otto Reich. Es porque su gobierno no ha cumplido con su deber de informar a su propio pueblo sobre la salud de la persona que hasta el 10 de enero fue su Presidente constitucional. Si lo hubiese hecho, no hubiera espacio para especulación o rumores que, estoy de acuerdo con usted, son dañinos para una sociedad civil.
¿Pero espera usted otra cosa que la creciente curiosidad de la comunidad internacional, para no hablar del pueblo venezolano, que no ha visto ni escuchado al ahora expresidente por casi tres meses?
Es obvio que ustedes están siguiendo las instrucciones de Fidel Castro, quien ha manipulado información sobre su propia salud toda su vida, y quien ha convertido el uso de la mentira en una política de Estado. Pero reflexione usted sobre sus propias acciones y palabras, Sr. Maduro. ¿Cree usted que alguien de verdad cree que soy yo el que esta manipulando información sobre Hugo Chávez?
Me da mucha lastima, pero no me sorprende, Sr. Maduro, que los seguidores del expresidente Chávez sean tan ciegamente leales a alguien como Castro, que ha destruido su propio país, y que ahora necesita la riqueza de Venezuela para sobrevivir unos meses más, hasta que él también tenga que responder a la más alta autoridad, por sus ejecuciones, torturas y crueldades de las últimos seis décadas, incluyendo las barbaridades que cometió antes de llegar al poder.
Venezuela merece un futuro mejor de lo que representa el fracaso de la Cuba de Castro, donde el resultado más ilustrativo de la revolución son los jóvenes y humildes padres cubanos que arriesgan sus vidas y las de sus infantes al montarse en balsas para tratar de cruzar las aguas llenas de tiburones del estrecho de Florida, y llegar a dar pie en lo que las patéticas extremas izquierdas y derechas latinoamericanas llaman "el Imperio Yanqui," el país que me dio refugio cuando Fidel Castro subyugó al que me vio nacer, y que para los cubanos todavía hoy representa la única esperanza de libertad, prosperidad y dignidad.
Finalmente, Sr. Maduro, usted demuestra muy mal juicio al falsamente acusar a un ciudadano de una sociedad transparente como la de EEUU, donde se respeta la ley y donde la prensa investiga la verdad, y donde nadie, ni un Presidente, está por encima de la ley, de ser "mafioso" porque si lo fuese, los enemigos que, orgullosamente, he logrado acumular en mi humilde carrera ya me hubiesen acusado de eso. Al acusarme se pone usted en muy frágil tela de juicio, sobre todo cuando tantos de sus colegas en el gobierno de Venezuela han sido declarados como "capos de la Droga" por el Departamento del Tesoro de EEUU, donde otros no pueden viajar el exterior por ser buscados por Interpol o por habérsele retirado visas de países de América y de Europa, o donde tantos ministros, generales y funcionarios han acumulado ilegalmente fortunas multi-millonarias en dinero que le pertenece al pueblo venezolano. ¿Quién está rodeado de "mafiosos", Sr. Maduro? Como se dice: "Dime con quién andas y te diré quien eres".
Usted dijo en la misma comparecencia en la cual me atacó que estaba "rezando" a la providencia por la salud de Chávez. Me alegra que hayan descubierto la religión. Rece también para que Dios le perdone, y recuerde el Octavo Mandamiento: No dirás falsos testimonios ni mentiras.
Otto Reich fue embajador de Estados Unidos en Venezuela
ora@ottoreich.com
Fue una sorpresa para mí verlo a usted por Internet acusándome de ser uno de los "mafiosos" que están regando los "absurdos" rumores sobre la condición médica del expresidente Hugo Chávez. Sin ninguna reserva y por este medio, públicamente niego sus burdas acusaciones.
Digo "sorpresa" porque yo he contestado muchas preguntas que me ha hecho la prensa internacional y de EEUU sobre ese tema, y he dicho lo mismo: que en Caracas corren muchos rumores sobre el estado de vida de Chávez; que yo no tengo información privilegiada sobre el tema; que entre los rumores está que Chávez ha muerto, que está vivo, que se está recuperando, que está empeorando, y otras especulaciones, pero que mi opinión es que dudo que Chávez pueda gobernar de nuevo a Venezuela, porque si pudiese ya lo hubieran juramentado de nuevo.
La razón por la cual la gente se pregunta, Sr. Maduro, no es por lo que dice Otto Reich. Es porque su gobierno no ha cumplido con su deber de informar a su propio pueblo sobre la salud de la persona que hasta el 10 de enero fue su Presidente constitucional. Si lo hubiese hecho, no hubiera espacio para especulación o rumores que, estoy de acuerdo con usted, son dañinos para una sociedad civil.
¿Pero espera usted otra cosa que la creciente curiosidad de la comunidad internacional, para no hablar del pueblo venezolano, que no ha visto ni escuchado al ahora expresidente por casi tres meses?
Es obvio que ustedes están siguiendo las instrucciones de Fidel Castro, quien ha manipulado información sobre su propia salud toda su vida, y quien ha convertido el uso de la mentira en una política de Estado. Pero reflexione usted sobre sus propias acciones y palabras, Sr. Maduro. ¿Cree usted que alguien de verdad cree que soy yo el que esta manipulando información sobre Hugo Chávez?
Me da mucha lastima, pero no me sorprende, Sr. Maduro, que los seguidores del expresidente Chávez sean tan ciegamente leales a alguien como Castro, que ha destruido su propio país, y que ahora necesita la riqueza de Venezuela para sobrevivir unos meses más, hasta que él también tenga que responder a la más alta autoridad, por sus ejecuciones, torturas y crueldades de las últimos seis décadas, incluyendo las barbaridades que cometió antes de llegar al poder.
Venezuela merece un futuro mejor de lo que representa el fracaso de la Cuba de Castro, donde el resultado más ilustrativo de la revolución son los jóvenes y humildes padres cubanos que arriesgan sus vidas y las de sus infantes al montarse en balsas para tratar de cruzar las aguas llenas de tiburones del estrecho de Florida, y llegar a dar pie en lo que las patéticas extremas izquierdas y derechas latinoamericanas llaman "el Imperio Yanqui," el país que me dio refugio cuando Fidel Castro subyugó al que me vio nacer, y que para los cubanos todavía hoy representa la única esperanza de libertad, prosperidad y dignidad.
Finalmente, Sr. Maduro, usted demuestra muy mal juicio al falsamente acusar a un ciudadano de una sociedad transparente como la de EEUU, donde se respeta la ley y donde la prensa investiga la verdad, y donde nadie, ni un Presidente, está por encima de la ley, de ser "mafioso" porque si lo fuese, los enemigos que, orgullosamente, he logrado acumular en mi humilde carrera ya me hubiesen acusado de eso. Al acusarme se pone usted en muy frágil tela de juicio, sobre todo cuando tantos de sus colegas en el gobierno de Venezuela han sido declarados como "capos de la Droga" por el Departamento del Tesoro de EEUU, donde otros no pueden viajar el exterior por ser buscados por Interpol o por habérsele retirado visas de países de América y de Europa, o donde tantos ministros, generales y funcionarios han acumulado ilegalmente fortunas multi-millonarias en dinero que le pertenece al pueblo venezolano. ¿Quién está rodeado de "mafiosos", Sr. Maduro? Como se dice: "Dime con quién andas y te diré quien eres".
Usted dijo en la misma comparecencia en la cual me atacó que estaba "rezando" a la providencia por la salud de Chávez. Me alegra que hayan descubierto la religión. Rece también para que Dios le perdone, y recuerde el Octavo Mandamiento: No dirás falsos testimonios ni mentiras.
Otto Reich fue embajador de Estados Unidos en Venezuela
ora@ottoreich.com
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