El Papa afirma que: "La corrupción no tiene perdón de Dios"
Francisco está dispuesto a seguir con la tarea de Benedicto XVI
ELIANA LOZA SCHIANO
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
ESPECIAL PARA EL UNIVERSAL
miércoles 27 de marzo de 2013 12:00 AM
Roma.- "Los pecados tienen perdón de Dios, la corrupción no", es una frase contenida en el libro que escribió el cardenal Jorge Mario Bergoglio antes de ser el papa Francisco, que recientemente ha sido traducido al italiano y estará en venta en este país a partir del lunes.
La próxima circulación del libro "Curar la corrupción" ha generado una gran expectativa entre los italianos, en momentos que la mala administración afecta todos los niveles de la vida pública de este país y, en algunos casos, del mismo Vaticano. De hecho, en la iglesia se espera que el papa Francisco ponga orden en la gestión del Instituto para las Obras Religiosas, una especie de banco de la Curia, que se ha estado al centro de la atención tras el llamado escándalo VatiLeaks.
Se trata de una serie de documentos que estaban en el escritorio del entonces papa Benedicto XVI para su información y que delataban una serie de irregularidades graves, robados por el mayordomo Paolo Gabriele -una simple pieza de un complicado engranaje- y entregados al periodista Gianluigi Nuzzi que los hizo públicos.
El Papa que no ha perdido oportunidad para exhortar a la humildad de San Francisco de Asís, de quien tomó el nombre, parece dispuesto a llevar adelante la tarea inconclusa de su predecesor para "hacer limpieza" en el seno de la Iglesia.
Bergoglio vivió una situación muy tensa por sus críticas al gobierno argentino.
La próxima circulación del libro "Curar la corrupción" ha generado una gran expectativa entre los italianos, en momentos que la mala administración afecta todos los niveles de la vida pública de este país y, en algunos casos, del mismo Vaticano. De hecho, en la iglesia se espera que el papa Francisco ponga orden en la gestión del Instituto para las Obras Religiosas, una especie de banco de la Curia, que se ha estado al centro de la atención tras el llamado escándalo VatiLeaks.
Se trata de una serie de documentos que estaban en el escritorio del entonces papa Benedicto XVI para su información y que delataban una serie de irregularidades graves, robados por el mayordomo Paolo Gabriele -una simple pieza de un complicado engranaje- y entregados al periodista Gianluigi Nuzzi que los hizo públicos.
El Papa que no ha perdido oportunidad para exhortar a la humildad de San Francisco de Asís, de quien tomó el nombre, parece dispuesto a llevar adelante la tarea inconclusa de su predecesor para "hacer limpieza" en el seno de la Iglesia.
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