De andar y ver
Los clamores
- Mariahé Pabón (Notitarde / )
Mariahé Pabón
Abro comillas. "En Venezuela existe una tragedia que despiadadamente calcina la psiquis del pueblo. El oficialismo practica la conducta antisocial, y para desmoralizar acusa a los demás. Sabe pisotear y humillar al humano con lo irracional, y si la dirigencia opositora cae en la trampa: ¡Aleluya roja! Además de las críticas a granel por homicidios, muertes debido a la falta de insumos médicos e invasión de la delincuencia, lo que todo el país espera es algo más de los dirigentes de oposición. Las diatribas, descalificaciones, quejas, reclamos, injurias, dolor o lamentos déjenselas a millones de madres, hombres y niños que sufren en carne propia este infierno. Lo que un pueblo aturdido y desesperado -a quien cada día le ponen más grilletes en sus mentes- aguarda de los dirigentes no es nada misterioso ni ajeno a la razón... Y por ello, en todos los rincones del país se oye el mismo rumor. Porque todos esperan un mensaje. Lo suplican seguidores del Gobierno y de la oposición. El clamor es el mismo, los que siguen al oficialismo necesitan mensajes que los mueva para cambiar, y los de la oposición para no morir de mengua motivacional". Luis José Uzcátegui, 30 enero de 2014, Opinión, diario El Universal. Cierro comillas.
Entre mares revueltos
¿De qué manera se puede motivar a un grupo, sea cual fuere su inclinación política, cuando ve que mientras un país entero desfila ante las puertas de mercados públicos y privados para tratar de conseguir un poco de leche a su familia, y cada día mueren 14 personas de diferente tinte humano y social, el mandamás de la nación venezolana, impecablemente vestido de liqui liqui blanco y sentado a la diestra del dios padre cubano, distrae su charla con la flor y nata de los mandatarios que han resuelto unirse para seguir negociando, no los derechos humanos, sino la imposición de regímenes que cada día se ven más acosados por la miseria, la intemperancia y la censura, salvo excepciones?
Para dialogar con aquella cuerda de descerebrados que acuden a la isla cubana con el solo objeto de hacerle venias a Fidel y aparecer fotografiados como líderes de la paz y de la esperanza, solo se necesita callar y olvidar. Muy sonreído se veía a Ban Ki Moon, el Secretario General de las Naciones Unidas, y a José Mujica, quien volvió a salirse del montón para instar a "construir inteligencia a favor de la integración, porque no hay nada peor que ser ingenuo. Mujica se refirió a que "si no creamos inteligencia, corrientes políticas, si no se lo transmitimos a las nuevas generaciones, seremos apenas contempladores de nuestras desgracias'', pero para Uruguay, no para Venezuela, mucho menos para el grupo de naciones latinoamericanas en las cuales algunos presidentes han escogido la muerte en sus respectivos países, ya vejetes y acostados en sus cama de oro. Ahí está Ortega, el violador de su hijastra, preparándose para otro período presidencial, y ahí está Fidel, que ya ni habla, arrastrando su vejez y tras de su paso, el cantor de su epopeya, Ignacio Ramonet.
Unidad en la diversidad
El hecho de escoger a La Habana para esa reunión de la Celac, tenía la intención de que allí no aparecerían pancartas, ni vallas pidiendo la libertad de los presos, ni el honor para los miles de muertos en su diáspora para llegarse a la libertad. Cercano al edificio Pabexpo, recinto ferial del Palacio de Convenciones donde se realizó la cita, se podían leer vallas como: "La Patria Grande avanza", "Unidad en la diversidad" y "33 países, un sólo destino". A buen seguro los disidentes fueron encerrados y las damas de blanco, amenazadas.
"Al hablar con los cubanos se entendía perfectamente por qué no era necesario abarrotar las calles con ese tipo de vallas. Todos los cubanos estaban al tanto de la Cumbre y la importancia de que su tierra fuera el escenario de tal evento, porque la revolución ha luchado por ella", comentó un anciano profesor de historia, escogido para opinar ante la prensa.
Por la paz y la vida
Y aquí, como siempre, todos a la deriva, porque nadie medianamente sano de mente puede entender cómo una Comuna perteneciente al Movimiento por la Paz y la Vida, había aparentemente sembrado el terror en el pueblo de Ocumare del Tuy, en donde el grupo fue ajusticiado por el Cicpc en forma sorpresiva y en la madrugada .
Fernando, de 32 años, Anthony de 18 y Alinxon de 29, apodados como Fernandito, El Coco y El Rodillo, pertenecientes a la banda de "Los Orejones", estaban señalados por delitos de homicidio, robo de vehículos y secuestros.
A lo mejor habían entrado y salido de la cárcel, con la promesa de ser mejores, pero no cumplieron. La historia se repite en todos los barrios de Caracas, en donde la familia sufre la tragedia de ver a sus hijos acribillados en sus camas porque la policía ha recibido seguramente la orden de matar a la buena de Dios, como lo hicieran en Brasil los llamados Escuadrones de la muerte. Mujica tiene toda la razón al señalar la importancia de la educación para las nuevas generaciones, pero Maduro no entiende de estos asuntos tan serios, porque su pasión es rendirle honores a Fidel y darle la espalda a un país hecho trizas.
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