"Somos lo opuesto de Juanes"
"No hacemos críticas ni damos soluciones. Simplemente jugamos con las noticias y personajes", explica. La banda originaria de Medellín visita por primera vez Venezuela para presentarse mañana en la torre BOD-Corp Banca, en el centro cultural.
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La banda colombiana se presentará en Caracas en el marco del Ciclo de Jazz y Nuevas Propuestas (Cortesía)
ANDREA FERNÁNDEZ , JUAN DIEGO VALENCIA , INTEGRANTE DE PUERTO CANDELARIA | EL UNIVERSAL
jueves 9 de junio de 2011 12:00 AM
-¿Cómo catalogan la música de Puerto Candelaria?
-Puerto Candelaria es cumbia underground, música irreverente con alto contenido de ironía y humor. Es una cumbia que quiere ser famosa y no lo logra, ¿cierto? Queremos generar controversia y juego con el espectador. En cada disco sacamos un nuevo estilo. El primero fue jazz a lo colombiano, luego nos concentramos en cumbia en la que parodiamos ritmos colombianos populares.
-¿Cómo se parodian?
-Por ejemplo al jugar con el contexto. Cuando estás en un festival de jazz y de repente introduces cumbia, con sonido barato pero con elementos de jazz o juegas a reírte del mestizaje. Eso genera siempre interés del público. Es un reto a atreverse a ver a Latinoamérica de manera nueva.
-¿Quieren (de) mostrar que Colombia es más que Shakira o Juanes?
-Nosotros somos lo opuesto (risas). Por ejemplo, Juanes está mostrando una muy buena imagen de Colombia, pero a nosotros nos interesa mostrar una imagen real, donde hay belleza, contradicción, caos, un desorden que hace que seamos realmente latinoamericanos.
-¿Por qué llamar este proyecto Puerto Candelaria?
-Puerto Candelaria es un lugar imaginario. Cuando entras a un concierto de Puerto Candelaria, entras a ese pueblo y pasas a escuchar a sus personajes. Cada músico es un personaje que cuenta historias de este sitio. Tú entras de turista a ese pueblo de temperaturas altas, con caos pero que tiene mucha sabrosura y alegría.
-¿Su show depende del sitio en el que se presenten?
-Sí, pero el show en Latinoamérica es mi preferido porque la gente entiende, habla el mismo lenguaje. Tenemos las mismas carencias, dificultades y alegrías. Es un show más irreverente. Las canciones, algunas parecen infantiles, llevan a la reflexión política o social.
-¿No tienen miedo a hacer crítica?
-En realidad no hacemos crítica ni damos soluciones (risas). Simplemente jugamos con las noticias y con los personajes de nuestros países. Utilizamos estas historias para convertirlas en un momento de música.
-¿Para poder jugar con los géneros estudiaron la cultura popular colombiana o ya tenían esa formación?
-Puerto Candelaria te engaña. Sus músicos son graduados de conservatorios de las mejores universidades de Colombia e investigadores de la música. También somos improvisadores de jazz, pero intentamos que Puerto Candelaria suene como una banda de pueblo. Engañamos porque jugamos a que lo hace bien pero lo hace mal.
-¿Por qué alejarse de su bagaje académico?
-Para poder transmitir. Latinoamérica tiene que ser como una banda desafinada. No nos sirve un sonido elegante o estilizado. Nuestra región es la combinación de esa banda de pueblo desafinada, a veces borracha, pero cuya energía no puedes explicar. Sin embargo hemos estado en festivales de música intelectual.
-¿Cómo es reacción del público europeo?
-Quedan desconcertados porque piensan que la música de acá es solo tambor. Tampoco tienen que conocerlo todo porque el campo de nuestra música es inmenso.
-Es la primera vez que visitan Venezuela, el país que tienen al lado... .
-Nunca hemos podido responder eso. No se imaginan desde hace cuánto hemos querido estar en Venezuela. Nos fascina la idea de tocar en nuestro vecindario. Con este concierto se van a fijar que en Colombia están pasando cosas musicales que querrán conocer.
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