Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 6 de junio de 2011

| Cuando la apatía es normal...

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Cuando la apatía es normal...

Los venezolanos también debemos rescatar el valor de la magnanimidad

ORLANDO VIERA-BLANCO | EL UNIVERSAL
lunes 6 de junio de 2011 12:00 AM

Apreciado Comandante: Llamarlo así, no es un gimmick. Es la forma como queremos ser tratados los venezolanos, sin distingo de preferencia política, mérito profesional o condición social. Es una acción de desprendimiento por la paz, la razón y el prístino sentido de igualdad y convivencia. Porque mantener presos políticos en calabozos sin luz ni esperanza o enterrar muertos impunemente, no le resta luz y esperanza a la víctima, sino al país y a su propio modelo de poder.

La pena que pagan los comisarios Vivas, Forero y Simonovis o la que purga Peña Esclusa, más otros, para nada deshonra la virtud de estos hombres, sino la de quienes les apresan injustamente... No hay ni ha habido jamás desde su detención, supuesto válido, que justifique tenerlos tras las rejas en condiciones infrahumanas y despiadadas, por el único "delito" de defender ciudadanos o disentir. Porque de eso se trata: Si no-de-hacer-justicia, de ser magnánimo desde el poder, entendido como el arrojo para decretar la libertad a quien le toca, aun con el temor, de que es enemigo... Es demostrar la misma frontalidad por la vía del noble desafío -por sentirme revestido de mi oficio- con quienes a fin de cuentas -amén de cualquier desentono- son respetables padres de familia; esposos, hijos y conciudadanos. Así se repita mil veces, estos hombres son inocentes y su única "falta", fue inclinar su fe hacia un ideal, tal cual defiende usted el suyo. Entonces ¿hasta cuándo tanta inquina y aversión? ¿Fue usted objeto de un maltrato tan inapelable al tiempo de su detención? ¿No es una expresión virtuosa perdonar, si es que hay algo que perdonarles a estos compatriotas?

La magnanimidad es "el valor que nos hace dar más allá de lo que se considera normal, para ser cada día mejores, sin temor a la adversidad o a los inconvenientes". Es el espíritu grande, el ánimo grande, "la grandeza del alma" (Aristóteles: Moral a Nicómaco, Libro IV), siendo lo contrario: la pusilanimidad. Es el valor que convierte a un ser humano en héroe, por hacer más de lo que su exigente moral permite... No figura, Comandante, quien despoja, arresta, persigue o condena, a cuenta de defender una ideología, su vanidad o su aprensión al poder. Obrar así, es condenarse a sí mismo (San Agustín).

Los venezolanos también debemos rescatar el valor de la magnanimidad. Debemos ser más participativos en la selección de liderazgos; más competitivos en la defensa de los derechos civiles y humanos y más elocuentes con nuestra solidaridad. Jamás esta- rá bien en el magnánimo, "temblar o huir al vanidoso" (ob.cit.), porque también hacemos daño (actuar con pequeñez y mezquindad), cuando hacemos "normal" nuestra impenitente apatía. Otro si: muertos con bolsas plásticas y nada pasa. ¿Normal?

vierablanco@cantv.net Twitter: @ovierablanco

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