Razón del nombre del blog

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El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

lunes, 6 de junio de 2011

Encomio a lo que no es (a la mentira)

Encomio a lo que no es (a la mentira)
MIGUEL BAHACHILLE M. | EL UNIVERSAL
lunes 6 de junio de 2011 03:40 PM
Cuesta entender la cosmología política cultivada por funcionarios oficialistas empeñados en encumbrarse y resaltar "eficacia" a sabiendas que hasta el más humilde de los ciudadanos padece las secuelas de sus amaños, ineptitud y mentiras. La plantilla revolucionaria, encabezada por el presidente, echa mano al encomio como política de Estado. Piensa que basta con mentir o adornar la ficticia obra de gobierno para captar la gracia del pueblo.

El presidente del Metro de Caracas, Haiman El Troudi, declaraba sin serpentear un músculo del rostro que la calidad operativa de ese transporte es ahora, durante su gestión, de 97%. Ello, lejos de producir ganancias políticas, provocó la ira de decenas de miles de usuarios que ha diario sufren el continuo declive del servicio. Falta de mantenimiento, inseguridad, calor, codazos, ratería, hacinamiento, forman parte de la humillación que a diario y a cualquier hora padecen los habituales usuarios. ¿Qué significa que El Troudi declare que el pasajero debe acostumbrarse a ir apretadito mientras la propaganda oficial define al Metro caraqueño como el mejor del mundo en el que se vive pura felicidad? ¡No existe pues desidia ni incompetencia! ¿Por qué el Troudi, revolucionario del pueblo, no pernocta en cualquier estación así sea por 10 minutos y consulta sobre la eficacia a que se refiere?

La endemia del encomio patológico se propaga a todo ámbito de la revolución. El señor Alí Rodríguez a quien, aunque parezca mentira, el Presidente dejó hablar en una de sus interminables peroratas, declaraba a finales del año pasado que la crisis eléctrica había llegado a su fin; que en 2011 serían incorporados más de 5.400 megavatios al sistema nacional y que los cortes temporales serán cosas del pasado. Hoy, sin entrar en el análisis de los megavatios realmente añadidos, los cortes siguen extendiéndose a diario en todos los poblados del país. Como el encomio a la misión luz no funcionó, entonces el señor Rodríguez amenaza con multar a "altos consumidores" como si no bastara con los daños derivados de la restricción compulsiva del servicio. Pareciera que el Ministro no entiende que la falta de electricidad no puede ocultarse como se hace con los idílicos índices que publica el Banco Central de Venezuela; pues sin corriente no encienden los bombillos ni funcionan los artefactos eléctricos.

Los desvaríos del Troudi y Alí tienen sus antecedentes cuando el magno revolucionario nacionalizó Sidor y las cementeras. "Estos insumos en manos particulares no llegaban al pueblo pues las viviendas construidas sólo atendían a intereses privados con grandes ganancias para los desalmados empresarios. Ahora bajo control del Estado se garantiza el suministro de esos materiales para hacer realidad la construcción de millones de viviendas para el pueblo". La apología jaranera y la acción patriótica nacionalizadora se desnuda ante la cruel realidad. Hoy la escasez y carestía de cabillas y cemento hace que esos productos se agiten en la oscura franja de la especulación y mercado negro en menoscabo de los auténticos promotores y de la misma industria de la construcción.

Contrario a lo predicado por la cháchara de devotos chavistas, las secuelas de esa forma de conducir el Estado hacen que el poder se aleje del individuo y fluya a través de burocracias contaminadas y corruptas. Ello, lejos de estimular la reciprocidad la pervierte. Las mentiras del régimen bloquean el camino hacia el real desarrollo ya que su principal defensa, la ficción, conspira no solo contra la cogestión efectiva sino contra el decoro estatal. Los compromisos gubernativos se hacen apócrifos si no permiten el análisis serio y el reconocimiento de gerencias capaces y dignas.

El modelo asociado, como lo pretende el régimen, sólo es factible mediante el carácter responsable de sus ductores. ¿Son responsables Giordani, Alí Rodríguez, El Troudi, Jorge Rodríguez, diputados oficialistas y el mismo Presidente?

miguelbm@movistar.net.ve

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