El Carabobeño 05 junio 2011
afermin@el-carabobeno.com
Probablemente habrá quienes se preguntarán ¿hasta cuando seguirá, este periodista, con ese escaparate en el hombro?, o dirán "ese disco está rayao", refiriéndose a nuestos constantes comentarios sobre la inminente confiscación del patrimonio del Ateneo de Valencia y el abandono o menosprecio, que siempre se le ha dado al parque de esculturas Andrés Pérez Mujica, en El Viñedo.
Sobre el caso del Ateneo provoca "tirar la toalla", por el escaso respaldo que ha tenido nuestra preocupación. Nunca pensamos que las instituciones, autoridades y personalidades de Valencia tuvieran una actitud de tanta indiferencia por un bien, producto de tantas generaciones que continuaron la tradición artística y cultural de esta ciudad. ¿Qué podemos hacer los que sólo tenemos un espacio periodístico para emitir opiniones que no dan ni frío ni calor?
Simultáneamente, el parque de Esculturas Andrés Pérez Mujica continúa siendo saqueado y destruido, como ha ocurrido desde los primeros días de su inauguración, sin que se sepa cuáles son las razones para maltratar a un espacio tan hermoso.
Esta colección, conformada por obras de destacados escultores, fue inaugurada en diciembre de 1982 por el presidente Luis Herrera Campíns acompañado de su ministro de Cultura Luis Pastori, el gobernador del estado Carabobo, Gustavo Correa Viso y el alcalde de Valencia, Armando Celli, quien asesorado por la gran marchand de Arte, Florelia Mariño, logró que los artistas seleccionados donaran sus obras, en forma simbólica, por la iniciativa de crear un espacio para la Escultura, que no tenía precedentes en el país.
Señales de maldad
Dos días después del acto inaugural en la Navidad de aquel año 82, unos desconocidos, arrancaron de su pedestal de cemento, una pequeña y bellísima escultura del maestro Francisco Narváez, titulada Mujer con hoja de plátano, de cuyo paradero nunca se supo.
1983 las obras comenzaron a ser destruidas y pintadas con letreros obscenos. A finales de esa década el vandalismo hizo desaparecer una exquisita escultura de Doménico Casanta, realizada con mosaicos blancos de mármol, cuya colocación creaba figuras geométricas en movimiento; la deslumbrante pieza de varillas metálicas plateadas, que reverberaban con el sol, del maestro Luis Chacón; la impactante pieza de Belén Parada, entre otras.
Poco tiempo después desaparecieron las obras de Miguel Sanoja, una figura inspirada en Giacometti y la de María Gamundi, una niña con rasgos de adulta que se mira en un espejo de agua.
Las obras estuvieron desaparecidas por largo tiempo, hasta que un día el doctor Henrique Salas Römer, siendo gobernador del Estado, nos llamó para encomendarnos la misión de que recibiéramos las esculturas porque, quienes se las habían llevado no encontraban qué hacer con ellas. Dos jóvenes bien vestidos, nos las entregaron a las puertas del Ateneo de Valencia, donde las dejamos en custodia hasta cuando el alcalde Argenis Ecarri, ordenó una restauración de varias obras a cargo del especialista Jhon Padovani, José Coronel y Ramón Belisario.
Obras desaparecidas
El conocimiento y la sensibilidad artística que tenía el alcalde Paco Cabrera, hizo que el parque lograra el esplendor que nunca había tenido. Fueron adquiridas nuevas piezas, se colocó una iluminación especial y los árboles tenían tanto mantenimiento como las esculturas. Durante su gestión se robaron la valiosísima pieza Mujer Acostada, de Cornelis Zitman, que el propio Paco se encargó de localizar en una quebrada de Los Guayos.
En este año el alcalde Edgardo Parra, encargó al especialista Tiziano Fioraventi la restauración de las esculturas de Víctor Varela, Salvatore Zagami, Carlos Zerpa y Félix George, que ya están en el sitio; Rafael Martínez y Pedro Barreto, que faltan por entregar. Se aprecia que se hizo un buen trabajo, pero el parque está descuidado a pesar de que le instalaron vigilancia.
Pero, hemos observado que están nuevamente desaparecidas las obras de Miguel Sanoja y María Gamundi. La alcaldía no ha informado que les mandó a restaurar. El señor Fioraventi afirmó que en su taller no se encuentran. Por lo tanto, es una obligación del gobierno municipal de informar qué se hicieron esas valiosas obras. En el caso de que se las hayan robado, han debido poner la denuncia ante las autoridades policiales, de lo cual no se tienen noticias.
NOTA: Lo que dices Licenciado Alfredo Fermín yo ni lo pienso pues tú eres cómplice de todo lo del Ateneo de Valencia, por tu amistad "uña y sucio" con Napoleón Oropeza, tu condición de COMISARIO que dejó hacer lo que él quería y otras cosas más que son de tu exclusiva vida
privada y no me importa pero es la causa de la dada de la espalda de Atenea a su Templo cuidado por mujeres de verdad.
Hoy y Después en Valencia
Alfredo Fermínafermin@el-carabobeno.com
Probablemente habrá quienes se preguntarán ¿hasta cuando seguirá, este periodista, con ese escaparate en el hombro?, o dirán "ese disco está rayao", refiriéndose a nuestos constantes comentarios sobre la inminente confiscación del patrimonio del Ateneo de Valencia y el abandono o menosprecio, que siempre se le ha dado al parque de esculturas Andrés Pérez Mujica, en El Viñedo.
Sobre el caso del Ateneo provoca "tirar la toalla", por el escaso respaldo que ha tenido nuestra preocupación. Nunca pensamos que las instituciones, autoridades y personalidades de Valencia tuvieran una actitud de tanta indiferencia por un bien, producto de tantas generaciones que continuaron la tradición artística y cultural de esta ciudad. ¿Qué podemos hacer los que sólo tenemos un espacio periodístico para emitir opiniones que no dan ni frío ni calor?
Simultáneamente, el parque de Esculturas Andrés Pérez Mujica continúa siendo saqueado y destruido, como ha ocurrido desde los primeros días de su inauguración, sin que se sepa cuáles son las razones para maltratar a un espacio tan hermoso.
Esta colección, conformada por obras de destacados escultores, fue inaugurada en diciembre de 1982 por el presidente Luis Herrera Campíns acompañado de su ministro de Cultura Luis Pastori, el gobernador del estado Carabobo, Gustavo Correa Viso y el alcalde de Valencia, Armando Celli, quien asesorado por la gran marchand de Arte, Florelia Mariño, logró que los artistas seleccionados donaran sus obras, en forma simbólica, por la iniciativa de crear un espacio para la Escultura, que no tenía precedentes en el país.
Señales de maldad
Dos días después del acto inaugural en la Navidad de aquel año 82, unos desconocidos, arrancaron de su pedestal de cemento, una pequeña y bellísima escultura del maestro Francisco Narváez, titulada Mujer con hoja de plátano, de cuyo paradero nunca se supo.
1983 las obras comenzaron a ser destruidas y pintadas con letreros obscenos. A finales de esa década el vandalismo hizo desaparecer una exquisita escultura de Doménico Casanta, realizada con mosaicos blancos de mármol, cuya colocación creaba figuras geométricas en movimiento; la deslumbrante pieza de varillas metálicas plateadas, que reverberaban con el sol, del maestro Luis Chacón; la impactante pieza de Belén Parada, entre otras.
Poco tiempo después desaparecieron las obras de Miguel Sanoja, una figura inspirada en Giacometti y la de María Gamundi, una niña con rasgos de adulta que se mira en un espejo de agua.
Las obras estuvieron desaparecidas por largo tiempo, hasta que un día el doctor Henrique Salas Römer, siendo gobernador del Estado, nos llamó para encomendarnos la misión de que recibiéramos las esculturas porque, quienes se las habían llevado no encontraban qué hacer con ellas. Dos jóvenes bien vestidos, nos las entregaron a las puertas del Ateneo de Valencia, donde las dejamos en custodia hasta cuando el alcalde Argenis Ecarri, ordenó una restauración de varias obras a cargo del especialista Jhon Padovani, José Coronel y Ramón Belisario.
Obras desaparecidas
El conocimiento y la sensibilidad artística que tenía el alcalde Paco Cabrera, hizo que el parque lograra el esplendor que nunca había tenido. Fueron adquiridas nuevas piezas, se colocó una iluminación especial y los árboles tenían tanto mantenimiento como las esculturas. Durante su gestión se robaron la valiosísima pieza Mujer Acostada, de Cornelis Zitman, que el propio Paco se encargó de localizar en una quebrada de Los Guayos.
En este año el alcalde Edgardo Parra, encargó al especialista Tiziano Fioraventi la restauración de las esculturas de Víctor Varela, Salvatore Zagami, Carlos Zerpa y Félix George, que ya están en el sitio; Rafael Martínez y Pedro Barreto, que faltan por entregar. Se aprecia que se hizo un buen trabajo, pero el parque está descuidado a pesar de que le instalaron vigilancia.
Pero, hemos observado que están nuevamente desaparecidas las obras de Miguel Sanoja y María Gamundi. La alcaldía no ha informado que les mandó a restaurar. El señor Fioraventi afirmó que en su taller no se encuentran. Por lo tanto, es una obligación del gobierno municipal de informar qué se hicieron esas valiosas obras. En el caso de que se las hayan robado, han debido poner la denuncia ante las autoridades policiales, de lo cual no se tienen noticias.
NOTA: Lo que dices Licenciado Alfredo Fermín yo ni lo pienso pues tú eres cómplice de todo lo del Ateneo de Valencia, por tu amistad "uña y sucio" con Napoleón Oropeza, tu condición de COMISARIO que dejó hacer lo que él quería y otras cosas más que son de tu exclusiva vida
privada y no me importa pero es la causa de la dada de la espalda de Atenea a su Templo cuidado por mujeres de verdad.
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