En el 2008 hice unas Reflexiones en las fechas de Semana Santa tan cercanas al “Día de la mujer” sobre el por qué ella es la más afectada por la Fibromialgia, por ejemplo Frida Kahlo, Santa Teresa de Avila
Marzo 23, 2008 por Josefina
Es apasionante leer en Semana Santa desde el Evangelio correspondiente al:
- Domingo de Resurrección que en el 2008 fue Juan 20, 1-9;
-el del Lunes de Gloria 24 de marzo 2008: Mateo 28, 8-15 y
-el del Martes 25,2088: Juan 20, 11-18
y en las lecturas de la historia de la Pasión y Muerte de Jesús conmemorada la Semana anterior que «Junto a la cruz de Jesús estaban su madre y la hermana de su madre, María, mujer de Cleofás, y María Magdalena» (Jn 19, 25). Por una vez, pongamos aparte a María, su Madre. Su presencia en el Calvario no requiere de explicaciones. Era «su madre» y esto lo dice todo; las madres no abandonan a un hijo, aunque esté condenado a muerte. ¿Pero por qué estaban allí las otras mujeres? ¿Quiénes y cuántas eran?
Los evangelios refieren el nombre de algunas de ellas: María de Magdala, María -la madre de Santiago el menor y de Joset-, Salomé -madre de los hijos de Zebedeo-, una cierta Juana y una tal Susana (Lc 8, 3). Llegadas con Jesús de Galilea, estas mujeres le habían seguido, llorando, en el camino al Calvario (Lc 23, 27-28), ahora en el Gólgota observaban «de lejos» (o sea, desde la distancia mínima que se les permitía) y en poco tiempo le acompañan, con tristeza, al sepulcro con José de Arimatea (Lc 23, 55).
Este hecho está demasiado comprobado y es demasiado extraordinario como para pasar por encima de él apresuradamente. Son llamadas, con una cierta condescendencia masculina, «las piadosas mujeres», pero son mucho más que «piadosas mujeres», ¡son igualmente «Madres Coraje!» Desafiaron el peligro que existía en mostrarse tan abiertamente a favor de un condenado a muerte. Jesús había dicho: «¡Dichoso aquél que no halle escándalo en mí!» (Lc 7, 23). Estas mujeres son las únicas que no se escandalizaron de Él.
Se discute vivamente desde hace algún tiempo quién fue quién quiso la muerte de Jesús: los jefes judíos o Pilato, o los unos y el otro. Una cosa es cierta en cualquier caso: fueron los hombres, no las mujeres. Ninguna mujer está involucrada, tampoco indirectamente, en su condena. Hasta la única mujer pagana, CLAUDIA, que se menciona en los relatos, la esposa de Pilato, se disoció de su condena (Mt 27, 19). Es cierto que Jesús murió también por los pecados de las mujeres, pero históricamente sólo ellas pueden decir: «¡Somos inocentes de la sangre de éste justo!» (Mt 27, 24).
Éste es uno de los signos más ciertos de la honestidad y de la fidelidad histórica de los evangelios: el papel mezquino que hacen en ellos los autores y los inspiradores de los evangelios y el maravilloso papel que muestran de las mujeres. ¿Quién habría permitido que se conservara, con memoria imperecedera, la ignominiosa historia del propio miedo, huída, negación(el fuerte y valiente apóstol Pedro), agravada además por la comparación con la conducta tan distinta de algunas pobres mujeres?; ¿quién, repito, lo habría permitido, si no hubiera estado obligado por la fidelidad a una historia que ya se mostraba como infinitamente mayor que la propia miseria?
* * *
Siempre ha surgido la cuestión de cómo es que las «piadosas mujeres», en especial María Magdalena, son las primeras en ver al Resucitado y a ellas se les dé la misión de anunciarlo a los apóstoles. Éste era el modo más seguro de hacer la resurrección poco creíble. El testimonio de una mujer no tenía peso alguno. Tal vez por este motivo ninguna mujer aparece en el largo elenco de quienes han visto al Resucitado, según el relato del ¿misógino? Pablo (1 Co 15, 5-8). Los propios apóstoles, respecto a las primeras, tomaron las palabras de las mujeres como «un desatino» completamente femenino y no las creyeron (Lc 24, 11).
Los autores antiguos creyeron conocer la respuesta a este interrogante. Las mujeres, dice en un himno Romano el Melode, son las primeras en ver al Resucitado porque una mujer, Eva, ¡fue la primera en pecar! (Romano il Melode, Inni , 45, 6 (ed. a cura di G. Gharib, Edizioni Paoline 1981, p. 406) . Pero la respuesta auténtica es otra: las mujeres fueron las primeras en verle resucitado porque habían sido las últimas en abandonarle muerto e incluso después de la muerte acudían a llevar aromas a su sepulcro (Mc 16,1). Debemos preguntarnos por el motivo de este hecho: ¿por qué las mujeres resistieron al escándalo de la cruz? ¿Por qué se le quedaron cerca cuando todo parecía acabado e incluso sus discípulos más íntimos le habían abandonado y estaban organizando el regreso a casa?
La respuesta la dio anticipadamente Jesús, cuando contestando a Simón, dijo acerca de la pecadora que le había lavado y besado los pies: «¡Ha amado mucho!» (Lc 7, 47). . Equivalente al “Pudo más quien más amó” referido a San Benito de Nursia y su hermana Santa Escolástica.Las mujeres habían seguido a Jesús por Él mismo, por gratitud del bien de Él recibido, no por la esperanza de hacer carrera después. A ellas no se les habían prometido «doce tronos», ni ellas habían pedido sentarse a su derecha y a su izquierda en su reino. Le seguían, está escrito, «para servirle» (Lc 8, 3; Mt 27, 55); eran las únicas, después de María, su Madre, en haber asimilado el espíritu del Evangelio. Habían seguido las razones del corazón y éstas no les habían engañado. * * *Justamente el Evangelio de hoy DOMINGO de Resurrección: 23 de marzo 2008 en que se proclama el gran misterio, fundamento de la fe y de la esperanza cristiana: Jesús de Nazaret, el Crucificado, ha resucitado de entre los muertos al tercer día, según las Escrituras. El anuncio dado por los ángeles, al alba del primer día después del sábado, ES DADO a Maria la Magdalena y a las mujeres que fueron al sepulcro. (Jn. 20, 1-9)
No es difícil imaginar cuales serían, en aquel momento, los sentimientos de estas mujeres: sentimientos de tristeza y desaliento por la muerte de su Señor, sentimientos de incredulidad y estupor ante un hecho demasiado sorprendente para ser verdadero. Sin embargo, la tumba estaba abierta y vacía: ya no estaba el cuerpo. Pedro y Juan, avisados por las mujeres, corrieron al sepulcro y verificaron que ellas tenían razón. La fe de los Apóstoles en Jesús, el Mesías esperado, había sufrido una dura prueba por el escándalo de la cruz. Durante su detención, condena y muerte se habían dispersado, y ahora se encontraban juntos, perplejos y desorientados como nos encontramos todos ante ¿El dolor, el mal, las injusticias, la muerte, especialmente cuando afectan a los inocentes - por ejemplo, los niños víctimas de la guerra y del terrorismo, de las enfermedades y del hambre?-, ¿no someten quizás nuestra fe a duras pruebas especialmente en estos momentos en que el PRINCIPIO FEMENINO está recuperando su valor en la Tierra, en los siglos presente y venideros? Por esa irrupción negada y detenida por siglos:¡Cuántas heridas, cuánto dolor hay en el mundo! No faltan calamidades naturales y tragedias humanas que provocan innumerables víctimas e ingentes daños materiales y violaciones sin término a los derechos humanos, en la explotación de la persona. Miro con aprehensión las condiciones en que la crisis regional en Sudamérica nos tiene sumergidos, especialmente por lo que concierne a los desplazamientos de la población y al tráfico de armas, niños y mujeres para sexo y drogas para subvencionar sus objetivos ideológicos, el enaltecimiento de corruptos gobiernos con miras al totalitarismo, el militarismo, el pensamiento único, el adoctrinamiento a los hijos; una grave crisis atenaza el país espiritual por excelencia el TIBET, que es arrasado por la potencia maoísta China, pero no solo por sus territorios, sino para borrar todo vestigio de espiritualidad en Asia siendo lo femenino la única vía de superación: la oración y el compromiso compartido por el bien común, ya que el polo femenino pasó de los Himalayas a la cordillera andina americana.
Por desgracia nada positivo tras cinco años de luchas viene de Irak, ensangrentado por continuas matanzas, mientras huyen las poblaciones civiles; en el Líbano el estancamiento de las instituciones políticas pone en peligro el papel que el país está llamado a desempeñar en el área de Medio Oriente e hipoteca gravemente el futuro de una región dominada por unas teocracias férreas o emiratos donde la mujer vale menos que cero. No puedo olvidar, por fin, las dificultades que las comunidades cristianas afrontan cotidianamente y el éxodo de los cristianos de aquella Tierra bendita que es la cuna de nuestra fe. Hasta un Obispo fue asesinado…
Como mujer cristiana aquejada de Fibromialgia creo que en efecto, resucitando, el Señor no ha quitado el sufrimiento y el mal del mundo, pero los ha vencido en la raíz con la superabundancia de su gracia. A la prepotencia del Mal ha opuesto la omnipotencia de su Amor. Como vía para la paz y la alegría nos ha dejado el Amor que no teme a la Muerte. “Que os améis unos a otros - dijo a los Apóstoles antes de morir – como yo os he amado” (Jn 13,34). Ya San Benito de Nursia también en el S.IV AC y en plena decadencia del Imperio Romano y atenazado por invasiones bárbaras acreditó el triunfo de la mujer por su capacidad de Amar sobre la Ley nacida del principio masculino.
Ahora en pleno S.XXI, nuestra civilización, dominada por la técnica, tiene necesidad de un corazón para que el hombre pueda sobrevivir en ella, sin deshumanizarse del todo. Debemos dar más espacio a las «razones del corazón» si queremos evitar que la humanidad vuelva a caer en una era glacial o se vuelva un desierto sin palmeras ni oasis. (¿Qué es la Fibromialgia en sentido figurado?)
La agitada vida que llevamos nos ha producido el ‘SÍNDROME DE LA MUJER ACELERADA’ presentado como un posible origen de enfermedades que son inexplicables. Segun los medios de comunicación por ejemplo desde Nueva York.- Una norteamericana de cada cuatro padece del síndrome de la ‘mujer acelerada’, que se caracteriza por aumento de peso, insomnio, disminución de la libido y oscilaciones del humor.
Los síntomas en conjunto son similares a los de la depresión pero, según un médico norteamericano, nada tiene que ver con esa perturbación, informó ANSA.
Brent Bost, un médico texano, presentó los resultados de su investigación en un volumen que obtuvo un notable éxito de ventas y tituló The hurried woman syndrome _El síndrome de la mujer acelerada. ‘Es una verdadera epidemia que afecta a 60 millones de mujeres de entre 25 y 55 años sólo en Estados Unidos’.
Las madres de familia que deben conciliar marido, hijos y carrera son las víctimas preferidas, pero no son las únicas.
La causa es el estrés, el apuro, las elecciones que mucha gente considera normales, explicó Bost.
El estrés crónico puede tener que ver con una vida donde abundan los desafíos y crea con el tiempo un desequilibrio en el sistema químico del cerebro. ‘Este desequilibrio provoca cansancio y un aumento del apetito, pérdida del interés en las actividades físicas y en la esfera sexual’, explicó el especialista. ¿FIBROMIALGIA EN PUERTAS U OTRAS DOLENCIAS TOCANDOLA PARA ENTRAR?
El deterioro sobre todo femenino de la SALUD por Angustia, miedo y ansiedad afectan el funcionamiento del aparato digestivo.
LOS NERVIOS AGREDEN AL ESTÓMAGO como vimos en el número anterior de la serie
Ardor, dificultad para hacer la digestión, diarrea y vómitos son síntomas del estado anímico de los venezolanos nos presenta la periodista JEANETTE HERRERA de el diario caraqueño
EL UNIVERSAL .
La sensación de angustia, incertidumbre, miedo y rabia que se agudizó en los venezolanos a raíz de la masacre de la plaza Altamira y la incertidumbre del mundo que vivimos no sólo está atacando sus nervios, sino que literalmente les está abriendo un hueco en el estómago. Y es que el aparato digestivo no entiende de chavismo ni oposición, pero sí tiene claro que si el sistema nervioso se altera producto de situaciones de mucho estrés, inevitablemente su funcionamiento se verá afectado.
El gastroenterólogo Gustavo Yasin explica que la relación entre el aparato digestivo y el nervioso es tan estrecha que ‘la secreción de jugos gástricas se inicia tan sólo con pensar u oler la comida. Cuando la persona está ansiosa o bajo una fuerte zozobra se alteran los procesos operativos de la digestión, lo que ocasiona enfermedades como úlcera péptica gástrica y úlcera duodenal. El estrés también se asocia con las crisis de síndrome de intestino irritable y trastornos de anorexia’, explica.
Proceso interrumpido
Cuando hay un cuadro fuerte de estrés, el estómago lo siente inmediatamente. El gastroenterólogo explica que el proceso digestivo tiene una fase neural que se activa cuando la persona siente hambre, lo que hace que inmediatamente se produzcan los jugos gástricos, pero cuando el estado de tensión es muy agudo el aparato digestivo deja de responder adecuadamente porque la motilidad intestinal se interrumpe al igual que la secreción gástrica. Este trastorno, que es uno de los más comunes, se conoce como dispepsia y puede producir síntomas tan contradictorios como ansiedad, que se siente en el estómago, dificultad al hacer la digestión, sensación de pesadez después de comer y ardor en la boca del estómago. ‘Cuando la angustia se vuelve cotidiana los procesos biológicos de la persona se afectan, principalmente el tubo digestivo. La angustia se manifiesta con dolor de estómago, diarreas, estreñimiento y vómitos’, explica Yasin. El estrés al que está sometido el venezolano como consecuencia de los acontecimientos políticos también es el culpable de que se acentúen los trastornos de gastritis y las úlceras en el duodeno. Sin contar con que las personas que sufren de síndrome de intestino irritable, que principalmente son mujeres activas y jóvenes, se han incrementado: ‘Esta afección se manifiesta a través de diarrea o del estreñimiento y aunque es una enfermedad que no tiene causas aparentes sí causa muchos desajustes en la cotidianidad de la persona. Este síndrome es una enfermedad funcional porque todo se ve bien, pero los órganos no funcionan bien’, explica Yasin. La ansiedad engorda En estas circunstancias de extrema tensión, el primer impulso de las personas _mientras están pegadas a la televisión_ es comer todo lo que se les atraviese por delante, pero principalmente chucherías y comida chatarra. Yasin dice que esta actitud es contraproducente, pues si esta ‘rutina’ se mantiene por varios días la persona incluso podría llegar a ganar unos kilos. ‘La ansiedad hay que calmarla de alguna manera, pero comer cualquier cantidad de cosas de manera desordenada le hace daño al organismo’, sentencia Yasin. El especialista agrega que el exceso de carbohidratos _alimentos preferidos por los angustiados_ puede hacer que el organismo se sature, hasta impedir su síntesis, lo que se traduce en acumulación de grasa, que además de engordar a la persona puede afectar su sistema cardiovascular. El otro lado de la moneda son las personas que no comen ‘porque sienten un nudo en la garganta que no los deja tragar’. ‘Ellos están sufriendo de anorexia producto del estrés, que se da porque sienten que están en una situación de peligro inminente y eso también afecta su aparato digestivo’, dice Yasin.
RECOMENDACIONES PARA SOBREVIVIR AL ESTRESS SON LAS MISMAS QUE RECOMIENDAN PARA LA FIBROMIALGIA:
Tranquilidad Aunque le parezca imposible en estos días, cuando vaya a comer trate de desconectarse de los problemas: apague el televisor, el celular y olvídese de las noticias. De lo contrario, así la comida sea muy sana y esté correctamente preparada, su estómago sentirá que le esta ofreciendo un veneno.
Alimentos Mantenga una ingesta adecuada de líquidos, especialmente agua. Evite los alimentos ácidos, trate de consumir vegetales cocidos y fibra. Si vive en la costa ingiera pescados, pero si está en Caracas prefiera el pollo y de manera controlada la carne roja. Evite los alimentos grasosos, los refrescos y las chucherías.
Rutina Aproveche los días de paro para hacer algún deporte y ejercitarse al aire libre, lo que además le ayudará a relajarse y a sentirse mejor consigo mismo. Si prefiere no salir de casa, escuche música que le haga sentir bien y lea un libro que le resulte agradable. No se deje vencer en ningún momento por el desánimo.
En esto, a diferencia de muchos otros campos, la técnica es de bien poca ayuda, debemos recordar que la mente es la raíz que está absorbiendo lo terrible del medio ambiente y lo conecta con situaciones almacenadas en la pasiquis. (NADIE SABE COMO NI POR QUE SE PRODUCEN LAS ENFERMEDADES COMO LA FIBROMIALGIA).Se trabaja desde hace tiempo en un tipo de computadora que «piensa» y muchos están convencidos de que se logrará. Pero nadie hasta ahora ha proyectado la posibilidad de una que «ame», que se conmueva, que salga al encuentro del hombre en el plano afectivo, facilitándole amar, como le facilita calcular las distancias entre las estrellas, el movimiento de los átomos y memorizar datos… (Un ser tullido en una silla de ruedas ¿qué hace? y no me salgan con el astrofísico inglés, por favor, porque casualmente la Fibromialgia la padecen más mujeres)
A la potenciación de la inteligencia y de las posibilidades cognoscitivas del hombre no le sigue con el mismo ritmo, lamentablemente, la potenciación de su capacidad de amor. (He ahí el apagón de un soplido brutal al “fuego de Hestia” en el centro del hogar o su traslado a las vestales condenadas en un templo redondo (femenino) a mantenerlo vivo en nombre de otros).Esta última diosa arquetipal, más bien, parece que no cuenta nada, aunque sabemos muy bien que la felicidad o la infelicidad en la tierra no dependen tanto de conocer o no conocer(la poderosa Atenea), sino de amar o no amar, de ser amado o no ser amado, y no como Afrodita o Hécate. No es difícil entender por qué estamos tan ansiosos de incrementar nuestros conocimientos y tan poco de aumentar nuestra capacidad de amar: el conocimiento se traduce automáticamente en poder, el amor en servicio (Ese es el amor de Hestia). El hogar es servicio y se desecha porque nadie entiende el poder que genera…No es medible en dinero ni títulos…parece una pérdida de tiempo y sobre todo para pobres y brutas mujeres. gracias a los griegos por habernos metido en el peyorativo y minimizado “gineceo”.
Una de las idolatrías modernas es la del «IQ», el «coeficiente intelectual». Existen varios métodos para medirlo. ¿Pero quién se preocupa de tener en cuenta también el «coeficientes del corazón»? Por eso también Hestia se minimiza y desprecia. Sin embargo sólo el amor, el calor del hogar, redime y salva, mientras que la ciencia y la sed de conocimiento, solas, pueden llevar a la condenación.(o a la paralización del cuerpo, a la falta de alegría y sabor de la vida) Es la conclusión del Fausto de Goethe y es también el grito que lanza el cineasta que hace clavar simbólicamente al suelo los preciosos volúmenes de una biblioteca y hace exclamar al protagonista que «todos los libros del mundo no valen lo que una caricia» (Ermanno Olmi en su “Cento chiodi”).(En mi caso mi cuerpo asimétrico es más biblioteca (torso y huesos anchos alemanes que delicadeza; piernas de huesos frágiles,”chinos”) Antes que ellos, San Pablo había escrito: «La ciencia hincha, el amor en cambio edifica» (1 Co 8,1).
Después de tantas eras que han tomado nombre del hombre - homo erectus, homo faber, hasta el homo sapiens-sapiens , o sea, el sapientísimo de hoy-, es deseable que se abra por fin, para la humanidad, una era de la mujer: una era del corazón, de la compasión, y que esta tierra deje ya de ser «la pequeña tierra que nos hace tan feroces» (Dante Alighieri en El Paraíso de su obra La Divina Comedia)
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Sólo hay que evitar, como ya comenté, repetir el antiguo error gnóstico según el cual la mujer, para salvarse, debe dejar de ser mujer y transformarse en hombre (Cf. Vangelo copto di Tommaso , 114; Estratti di Teodoto , 21, 3.). El prejuicio está tan enraizado en la cultura que las propias mujeres han acabado, a veces, por sucumbir a él.(Leí que en los S.XV y XVI debían meterse a monjas para poder en el convento ser “libres” para pensar, sin deberse a un marido,único destino posible, caso especial Sor Juana Inés de la Cruz, mejicana que además de inteligentísima, era hija natural y hermosa, y Teresa de Avila que por supuesto sufría de Fibromialgia). Para afirmar su dignidad, han creído necesario asumir actitudes masculinas, o bien minimizar la diferencia de sexos, reduciéndola a un producto de la cultura. «Mujer no se nace, sino que se hace», dijo una de sus ilustres representantes (Simone de Beauvoir en su libro “El segundo sexo por eso tanto jodió a Sartre pero sucumbió a un chulo joven).
Qué agradecidos tenemos que estar a las «piadosas mujeres»! A lo largo del camino al Calvario, sus sollozos fueron el único sonido amigo que llegó a oídos del Salvador; sobre la cruz, sus «miradas» fueron las únicas que se posaron con amor y compasión en Él.(Con la Fibromialgia la piel y LOS OJOS SE SECAN, siendo incapaces de llorar)…Si tomamos el sentido figurado, como herederas de las «piadosas mujeres» las muchas mujeres, religiosas y laicas, que permanecen hoy al lado de los pobres, de los enfermos de Sida, de los encarcelados, de los rechazados de cualquier tipo por parte de la sociedad demuestran esa “agua de emoción y compasión” que Hestia dona, pero que se ve improductiva para quienes solo miden sus obras en cuantificable retorno u obtención de vanagloria y éxito. A ellas –creyentes o no creyentes- Cristo repite: «A mí me lo hicisteis» (Mt 25, 40).
No sólo por el papel desempeñado en la pasión, sino también por el de la resurrección, las piadosas mujeres son ejemplo para las mujeres cristianas de hoy.(Como lo soy lo coloco pues es el eje principal de mi raíz esencial) En la Biblia se encuentran, de un extremo a otro, los «¡ve!» o los «¡id!», esto es, los envíos por parte de Dios. Es la palabra dirigida a Abrahán, a Moisés («Ve, Moisés, a la tierra de Egipto»), a los profetas, a los apóstoles: «Id por todo el mundo, predicad el Evangelio a toda criatura». Todos son «¡id!» dirigidos a los hombres. Existe un solo «¡id!» dirigido a las mujeres, el que se dijo a las miróforas (las portadoras de aromas), la mañana de Pascua: «Entonces les dijo Jesús: “Id, avisad a mis hermanos que vayan a Galilea; allí me verán”» (Mt 28, 10). Con estas palabras las constituía en primeros testigos de la resurrección, «maestras de maestros», como las llama un antiguo autor (Gregorio Antiocheno, Omelia sulle donne mirofore , 11 (PG 88, 1864 B). .
Es una pena que, a causa de la equivocada identificación con la mujer pecadora que lava los pies de Jesús (Lc 7, 37), María Magdalena haya acabado por alimentar infinitas leyendas antiguas y modernas y haya entrado en el culto y en el arte casi sólo en calidad de «penitente», más que como primer testigo de la resurrección, «apóstol de los apóstoles», como la define Santo Tomás de Aquino (Cf. Vangelo copto di Tommaso , 114; Estratti di Teodoto , 21, 3.). Por eso buscamos ansiosas una forma de ser aceptadas y somos proclibles a la baja autoestima que nos enferma mientras más capaces seamos por un complejo de culpa que arrastramos y nos hace sucumbir, pedir perdón por “pensar” que parece indirectamente proporcional con nuestra femineidad según dicen los hombres, QUERER PARALIZARNOS,DORMIR, NO VIVIR; al más mínimo mal trato, NOS ENCERRAMOS, que casualmente se ceba sobre las más destacadas. Aquellas que como las del momento de la Resurreccción… “partieron a toda prisa del sepulcro, con miedo y gran gozo, y corrieron a dar la noticia a sus discípulos» (Mt 28, y estos machistas no les creyeron, como tampoco nos creen las mujeres masculinizadas y secas que nos envidian y humillan con sus gritos… Asi entendí por qué a Hestia la habían sacado Jung y Freud del Panteón de sus diosas arquetípicas, también entendí que a través de ella y de reavivar la llamita del fuego del hogar unido a lo que dice el antiguo cántico que la liturgia pone en boca de María Magdalena: Mors et vita duello conflixere mirando: dux vitae mortuus regnat vivus : «Muerte y vida se han enfrentado en un prodigioso duelo: el Señor de la vida estaba muerto, pero ahora está vivo y reina». La vida ha triunfado, en Cristo, sobre la muerte, y como El nos devolvió la dignidad verdaderamente femenina, así sucederá un día también en nosotras esa resurrección cuyo derecho retomamos de sus manos. Junto a todas las mujeres de buena voluntad, creo que somos la esperanza de un mundo más humano, pues somos capaces de amar y mantener el fuego del hogar vivo, y junto a él las emociones, agua y fuego necesarios para vencer la Fibromialgia, enfermedad del desamor y el stress de los tiempos modernos…
A la primera de las «piadosas mujeres» e incomparable modelo de éstas, la Madre de Jesús,(cuya presencia me costó mucho aceptar por no tener madre desde mi nacimiento) repito una antigua oración de la Iglesia: «Santa María, socorre a los pobres, sostén a los frágiles, conforta a los débiles: ruega por el pueblo, intervén por el clero, intercede por el devoto sexo femenino»: Ora pro populo, interveni pro clero, intercede pro devoto femineo sexu (Antífona del Magnificat).
Una de las mujeres a quienes más debemos quienes sufrimos Fibromialgia es la Doctora Candace Pert. ¿Quién es ella? Leamos una entrevista donde habla de lo que tanto nos interesa en clave actual, que une lo que presenté antes en un lenguaje no científico o que comunicara tantos conocimientos producto de años de estudios.
Candace B Pert Biography (1946– )
Neuroscientist, born in New York City, New York, USA. She earned a PhD in pharmacology at Johns Hopkins School of Medicine, and after 1975 was associated with the National Institute of Mental Health, where she was chief of the brain chemistry section (1982–8). Her early work on receptor molecules in the brain led to the discovery of endorphins, the subject of much of her later research.
LUNES, ENERO 28, 2008
ENTREVISTA A LA DOCTORA CANDACE PERT
La doctora Candace Pert es una psicofarmacóloga de prestigio internacional. Dentro de comunidad científica, se la conoce fundamentalmente por su descubrimiento del receptor opiáceo en 1973, punto de partida a una sucesión de hallazgos de otros receptores y sus neurotransmisores, con el consiguiente impacto en el conocimiento de las bases químicas del funcionamiento del cerebro, los neurotransmisores y las endorfinas. Sus estudios han resultado esenciales para el desarrollo de un nuevo campo de la medicina denominado psiconeuroinmunología.
Los más de 25 años de investigación y especialización de la doctora Pert en la base molecular de los neuropéptidos y sus receptores, tanto en el cerebro como en el sistema inmunológico, han proporcionado la base científica para un nuevo campo de la medicina y la farmacología denominado como psiconeuroinmunología, ámbito que implica la comunicación entre mente y cuerpo y la importancia de las emociones como puente entre estas dos partes, habitualmente tratadas como separadas. Como ella misma dice: “La mayoría de lo psicólogos tratan la mente como separada del cuerpo, un fenómeno con apenas conexión con el cuerpo físico. Inversamente, los médicos tratan al cuerpo como desvinculado de la mente y las emociones. Pero el cuerpo y la mente no están separados y no podemos tratar ni entender a uno sin el otro. Investigaciones científicas están demostrando que el cuerpo puede y debe ser curado a través de la mente, y la mente puede y debe ser curada a través del cuerpo”.
Candace Pert ha escrito más de 250 publicaciones científicas y ha trabajado como jefa de sección de bioquímica cerebral en la rama clínica de neurociencia del NIMH [Instituto Nacional de Salud Mental de Estados Unidos). También ha escrito dos libros que desafortunadamente no han sido traducidos al castellano: Molecules of Emotion y All you need to know to feel good.
Las implicaciones de sus hipótesis y los resultados de sus investigaciones plantean un salto cualitativo de perspectiva sobre cómo funciona el cuerpo humano, nuestra salud física y bienestar psicoafectivo. Una visión que integra las partes, poniendo el foco en los procesos y el funcionamiento del Todo.
¿A qué se refiere exactamente cuando afirma que su trabajo y el de otros científicos supone un gran cambio de paradigma en la medicina y la fisiología?
La idea principal es que lo que pensamos tiene una enorme influencia sobre nuestra salud. La mente, las ideas y las emociones afectan a nuestras moléculas, a nuestra salud física, mucho más de lo que se creía. Durante mucho tiempo, el concepto de la medicina psicosomática no se tomó muy en serio, e incluso se ridiculizó. Sin embargo, creo que los estudios científicos, algunos de ellos con mi participación, han demostrado que las emociones son en realidad las moléculas que rigen toda la fisiología. Una forma de ver el cambio de paradigma es a través de la unión de la física quántica y la biología. Cuando las unimos, nos damos cuenta de que los cuerpos y los órganos no son independientes. Existe una conexión entre los seres humanos en la que se basan la medicina holística y la espiritualidad. Se trata de estudiar científicamente la conexión que nos une. Actualmente no podemos enunciar una ecuación que la defina, pero es evidente que lo que pensamos afecta a lo que sucede, y que lo que hace una persona en un lugar incide sobre otras personas en otros lugares. Las emociones no son sólo unas moléculas físicas del organismo, sino una vibración, una energía que influye sobre el mundo. De hecho, creo que las emociones son un puente no sólo entre la mente y el cuerpo, sino también entre el mundo físico y el espiritual.
¿Podría explicar esa visión a partir de un ejemplo como la música?
La música consiste en unas pautas ordenadas de vibraciones de diferentes frecuencias, que nuestro cuerpo percibe. Nuestro sentido del oído no se limita a las orejas; cada una de nuestras células posee canales iónicos y receptores que sufren cambios en respuesta a las vibraciones, y en función de estos cambios, las células y todo el organismo y sus funciones cambian, para bien o para mal. Por tanto, la música ‘es una forma de comunicamos entre nosotros, al igual que las emociones, ya que como ellas posee una cualidad emocional. Todos los sonidos que oímos afectan a nuestro organismo. La música es un ejemplo de sonido agradable, pero también estamos expuestos a mucha contaminación electrónica, que ataca los nervios de todo el mundo. Existe un ruido electrónico que no percibimos con los oídos, pero que afecta a nuestras células y a los receptores del organismo.
LAS MOLÉCULAS DE LA EMOCIÓN
Las moléculas de emoción, ¿afectan a todas nuestras células o sólo a una parte? Y, si es así, ¿a qué porcentaje?
Todas las moléculas poseen un aspecto vibracional y otro de partícula o fisiológico. Evidentemente actúan en los dos planos. En el plano fisiológico, las moléculas de las emociones se desplazan por el cuerpo y encajan en los receptores de las células tal y como una llave encajaría en su cerradura. Cuando esto ocurre, producen un cambio en la célula. Lo magnífico y sorprendente es que estas moléculas de las emociones afectan a todas las células del cuerpo. Antiguamente, a los científicos no les gustaba hablar de las emociones. Las consideraban algo superfluo y sin demasiada importancia, que había que reprimir. Luego surgió la idea de que todo estaba en el cerebro. Aún hay muchos neurólogos que hablan de las amígdalas, el hipotálamo y el sistema limbito como la única base de las emociones. Sin embargo, posteriormente empezamos a encontrar esas moléculas, como las endorfinas y sus receptores correspondientes, por todas partes: en las células inmunes, que se desplazan por todo el organismo, en las células adiposas, a lo largo de la médula espinal, etcétera. Se ha constatado que esas moléculas y “las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo, la propia digestión, todo está regido por las moléculas de la emoción, que tienen una acción física” células con receptores para las mismas se encuentran efectivamente en las partes del cerebro relacionadas con las emociones, pero también en la totalidad de las células del organismo. Así pues, existe una especie de sistema de comunicación a través del cual todo el cuerpo responde a una emoción concreta. Mientras que antes creíamos que las emociones sólo nos afectaban psicológicamente, ahora resulta que nos afectan físicamente.
Esta visión sistémica de la unidad entre cuerpo y mente, de la interconexión entre el organismo, la psicología y las emociones, ¿qué implicaciones tiene respecto a las enfermedades? Puesto que todo está relacionado, puede que las enfermedades no sean únicamente físicas.
Efectivamente, las enfermedades tienen siempre un aspecto psicológico, no son únicamente físicas. Es imposible separar lo físico de lo mental. Contamos con muchos estudios científicos y experimentos psicológicos serios que demuestran que nuestras ideas, creencias y expectativas influyen sobre nuestra salud y fisiología. Por ejemplo, y aunque parezca sorprendente, las personas perciben lo que esperan percibir. Desde el punto de vista anatómico, las moléculas de la emoción se encuentran en las zonas de nuestro cerebro encargadas de la percepción, y sabemos que nos condicionan según las experiencias previas. Esto se traduce en que solemos estancamos, es decir, tendemos a ver lo que ya hemos visto, hacer lo que ya hemos hecho y pensar lo que ya hemos pensado. “La influencia más importante que podemos ejercer sobre nuestro cuerpo son nuestras expectativas”. Además, no nos planteamos que la realidad que vivimos y experimentamos podría ser diferente y que esto depende de nosotros mucho más de lo que nos han hecho creer. Podemos usar nuestro libre albedrío para cambiar nuestra forma de actuar, de percibir y sentir la realidad. Es entonces cuando la vida se vuelve realmente divertida e interesante.
Puesto que usted ha afirmado que el cuerpo es como el subconsciente, ¿es posible que la postura corporal, las enfermedades y los problemas fisiológicos sean un reflejo o una manifestación de los problemas emocionales o psicológicos?
Sin duda. Los traumas son siempre emocionales y mentales, además de físicos. Se almacenan en forma de recuerdos en el cerebro y en la médula espinal, y nos cambian tanto física como psicológicamente. La mayoría de la gente cree que lo psicológico o emocional permanece en ese ámbito, y no es consciente de que un trauma emocional o psicológico que haya padecido en su vida puede tener un efecto sobre el cuerpo en forma de enfermedad, por ejemplo una afección renal. La medicina no comparte este punto de vista; cree que los problemas fisiológicos son sólo eso, y que no están relacionados con los aspectos psicológicos o emocionales. A los médicos no les gusta plantearse el poder de la psicología y de las emociones. Lo ven como algo irreal y descabellado y no se lo toman en serio. Es una lástima, porque es un aspecto muy importante.
Tenemos’ muchos datos sorprendentes que confirman que cuando un paciente se somete a una operación, lo que éste oiga cuando está bajo anestesia, lo que se le diga mientras vuelve en sí, afecta a su recuperación y es un elemento muy poderoso. Es impresionante, porque esta visión siempre ha sonado como muy alternativa y usted está demostrando, de una forma muy seria y científica, que a consecuencia de las influencias emocionales positivas o negativas que recibamos, esas moléculas nos afectan físicamente. Se trata de algo muy práctico.No es un asunto trivial. La influencia más importante que podemos ejercer sobre nuestro cuerpo son nuestras expectativas, lo que creemos que va a suceder y lo que nos decimos a nosotros mismos que va a suceder.
EMOCIÓN E INMUNIDAD.
¿Qué relación existe entre las moléculas de emoción y el sistema inmunitario?
En los años ochenta fuimos unos de los pioneros de la denominada psiconeuroinmunología. Demostramos que las células cerebrales y las inmunes poseen los mismos receptores. En esa época creíamos que ambos tipos de células se comunicaban entre sí. Ahora, a partir de nuevos estudios, de los que hablo en mi nuevo libro “Todo lo que hay que saber para sentirse bien” [Everything you need to know to feel good], sabemos que en el flujo sanguíneo hay células aparentemente inmunitarias que se desplazan hasta el cerebro y se convierten en células cerebrales. Esas células se organizan según nuestro estado emocional. Las emociones son un principio organizativo de nuestro cuerpo y mente. No son sólo una vibración que emitimos, son un factor que nos organiza el punto de vista evolutivo.
¿Las moléculas de la emoción se remontan muy atrás en la evolución? ¿Qué animales fueron los primeros en desarrollarlas y cuál es, en último término, su utilidad?
Se remontan a un pasado muy remoto, a los organismos más simples. Son una especie de carteles indicadores de la supervivencia. Emociones como el placer, por ejemplo, son necesarias para mantener el deseo de vivir. Nos ayudan a evitar instintiva mente lo que nos perjudica y nos atraen hacia lo que nos beneficia. Son un sistema de activado a través de la evolución. También es importante resaltar que otros animales, y especialmente los más cercanos a nosotros evolutivamente hablando como los mamíferos, poseen prácticamente toda la gama de emociones que los seres humanos sentimos.
Es cierto qué las emociones no expresadas son nocivas para la salud, ¿cómo podemos aprender a liberarlas y a tener una relación más saludable con ellas?
Buena pregunta. Hay quien cree que este aprendizaje empieza en la infancia, que debemos enseñar a nuestros hijos a aceptar y comprender sus diferentes emociones. De este modo se sienten cómodos con ellas y, cuando se hacen mayores, las utilizan de otro modo, como indicadores, en lugar de guardárselas. Se preguntan: “¿por qué me siento así? Esta emoción me debe estar indicando algo”. Creo que es importante aprenderlo desde la infancia, y también que exista una cultura que lo permita. Por ejemplo, España es un país que siempre he considerado especialmente emocional. En nuestra cultura, en cambio, existe mucha represión. En nuestro sistema educativo a los niños no se les permite expresar la alegría o el entusiasmo. Les enseñamos a callarse desde la más tierna infancia y aprenden que en la vida cotidiana no hay lugar para las emociones, lo cual no es nada bueno.
¿Y por qué esas emociones reprimidas son perjudiciales para la salud?
Porque las emociones rigen todos los sistemas del organismo. Las válvulas del corazón, los esfínteres del aparato digestivo que se abren y cierran, la propia digestión, todo está regido por las moléculas de la emoción, que tienen una acción física. Si reprimimos la expresión de las emociones, también reprimimos nuestras funciones orgánicas, lo que a la larga produce enfermedades o malestar, ya que se trata de una parte intrínseca del funcionamiento de nuestro cuerpo. Por tanto, al no liberarla de forma natural, esa energía se acumula y repercute sobre el estado físico… Exacto. Se produce un atasco y las cosas no funcionan. Es un bloqueo físico provocado por un “bloqueo energético”
ODILE RODRÍGUEZ DE LA FUENTE
Publicado por Olmo Berlinghieri Dalcó
Fuente 2
La Dra. Pert es capaz de retomar el: “Mujer ,¿Por qué lloras? (San Juan 20: 13 a).y analizar sus neurotransmisores y brindarle buenas condiciones de vida.
En fin es una mujer científica dedicada a brindar salud como aquellas “piadosas mujeres” además de fuertes y perseverantes fueron fieles al amor. Línea de conducta del principio femenino a lo largo de los siglos.
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