Pepe López y sus objetos olvidados en la Residencia de Francia
Invita a descubrir sus últimas creaciones en el marco del programa Arte en la Estanzuela
El sábado 11 de junio inaugura la exposición “Pepe López en la Residencia de Francia”, muestra que incluye las obras que el artista tiene en curso en su taller.
La exposición forma parte del programa “Arte en la Estanzuela ” impulsado por la Embajadora Anne Louyot, cuyo objetivo es promover el arte contemporáneo venezolano invitando a los artistas a crear una obra que estará expuesta en la Residencia de Francia. Esta iniciativa inédita fue inaugurada en abril de 2010 con la instalación luminosa de la artista Magdalena Fernández e ilustra con éxito la riqueza y la diversidad de la cooperación franco-venezolana en materia cultural.
Los vínculos de Pepe López con Francia, donde vivió y expuso cada año desde 2005, hicieron de él un candidato natural para este ambicioso programa.
La obra que revelará por primera vez el artista el 11 de junio es una especialmente diseñada para el vestíbulo de la Residencia gala y evidencia la búsqueda plástica de López, siempre expresada por la geometría que ha sido su lenguaje natural desde que se acercó a las artes.
“La obra de Pepe López, ingeniero civil de formación, presenta, en su vasta heterogeneidad, dos enfoques distintivos: una etapa inicial, más íntima, centrada en los aspectos sensibles y perceptivos, producida a través de la materia de la obra; y una segunda, cuestionadora y crítica, volcada en problemas colectivos inherentes a la vida contemporánea. En ambas, las soluciones formales y técnicas tienen importancia extrema, pues determinan el sentido que tiene la obra en sus diferentes manifestaciones… Ésta, caracterizada por su vasta y prolífica variedad, no puede clasificarse según los medios y recursos empleados ya que tanto instalaciones como objetos tridimensionales, bidimensionales, videos y trabajos colectivos conforman una sola propuesta artística”, dice sobre la muestra, Susana Benko.
El trabajo que el artista presenta se compone de esculturas hechas con los ejes de paraguas que él ha desmantelado. Paraguas que han dejado de proteger de la lluvia y pasado al olvido en almacenes del centro de Caracas o en las papeleras que hurga en sus recorridos por la ciudad o en los depósitos del club Camurí Grande o en los closets de las casas de los amigos.
Ganchos de ropa, botellas usadas, bolsas de automercado, perfumeros viejos, armazones de papagayos, imágenes de televisión defectuosas son otros de los objetos olvidados que López rescata para sus obras, sacándolos de su entorno natural e invitándolos a la Residencia de Francia en Caracas en forma de esculturas que cuelgan o se posan para así intervenir un espacio diplomático y solemne.
En la entrada de la residencia, pendiendo a seis metros de altura, una escultura monumental dará la bienvenida a la exposición. Se trata de “una gran pieza, nacida de la articulación atenta de centenas de varillas cromadas de paraguas. Pepe recoge paraguas abandonados y los desnuda con ternura. Ocultas bajo la tela, las varillas soportaron valientemente la furia de las lluvias caraqueñas. Hoy, entrelazadas unas con otras, ellas se despliegan a plena luz, formando una criatura medio-vegetal medio-aérea, que prolifera en busca de una mirada o de una sonrisa”, explica la embajadora Anne Louyot.
Las geometrías de Pepe López emocionan, son sensibles, nos hacen pensar en el hombre que ocupa todo y quiere poseer todo. Estas esculturas son conmovedoramente invasivas, rellenas de vacío, un día no cabrán en el espacio, ocuparán un todo, hasta las sombras.
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