Razón del nombre del blog

Razón del nombre del blog
El por qué del título de este blog . Según Gregorio Magno, San Benito se encontraba cada año con su hermana Escolástica. Al caer la noche, volvía a su monasterio. Esta vez, su hermana insistió en que se quedara con ella,y él se negó. Ella oró con lágrimas, y Dios la escuchó. Se desató un aguacero tan violento que nadie pudo salir afuera. A regañadientes, Benito se quedó. Asi la mujer fue más poderosa que el varón, ya que, "Dios es amor" (1Juan 4,16),y pudo más porque amó más” (Lucas 7,47).San Benito y Santa Escolástica cenando en el momento que se da el milagro que narra el Papa Gregorio Magno. Fresco en el Monasterio "Santo Speco" en Subiaco" (Italia)

domingo, 26 de junio de 2011

Un solo culpable... el régimen, NO, la elección en conciencia de tu vida que realizaste ante él y sus propuestas

Manuel Barreto Hernaiz || Un solo culpable... el régimen

barretom2@yahoo.com

"Culpar a los otros es patrimonio específico de los corazones inferiores". Horacio Quiroga

La tensión socio-política en nuestro país pasó -hace mucho tiempo- de la barrera de la tolerancia, del entendimiento, a esa actitud irreflexiva, dogmática y no sólo entre simpatizantes de un grupo político, sino entre familiares, entre vecinos, entre amigos, surgiendo posiciones irreconciliables en favor de una y otra posición. Este fanatismo nocivo ha logrado bloquear el razonamiento que permite conducir a un diálogo ponderado, con argumentos desprejuiciados, manifestándose en intolerancia, ese sentimiento que resulta de la incapacidad que tienen ciertas personas para tolerar lo que no sea de su agrado, y llega a convertirse en la manía de odiar y rechazar las actitudes de aquellos que no sean compatibles con su forma de ser. Lamentablemente este es el resultado de una siembra de resentimientos y de segregación social.

El régimen ha jugado de manera irresponsable y peligrosa con la psicología de los ciudadanos, con sus decepciones, frustraciones y emociones, con la expresa finalidad de encauzar cualquier signo de descontento, y desviar la atención, pretendiendo silenciar la realidad del impacto socio-económico en el cual estamos inmersos. Este gobierno que nos desgobierna basa su acción ideológica en promover divisiones y antagonismos, pretendiendo lograr la sumisión de las clases menos favorecidas culpando al resto por todos sus males, desviando la atención de su ineficiencia, de la incontrolable corrupción y de repulsivos dictámenes de autoritarismo. Ya lo habíamos mencionado en otra ocasión, pero se hace necesario repetirlo: la búsqueda de culpables para exorcizar los males nacionales resulta óptima cuando se entiende que la responsabilidad recae sobre quien tiene en sus manos la conducción del país; quien ha logrado vender fácilmente su caldo de cultivo, direccionando las culpas que surgen de la desilusión, de esperanzas truncadas y sueños frustrados. Pero los abanderados del régimen no tienen respuesta efectiva. Se les enredó el papagayo, no tienen la salida.

Allí están de nuevo: ante el fracaso del sistema de salud, culpables los médicos, las clínicas privadas, las aseguradoras. Ante la incompetencia en llevar adelante, a lo largo de 12 años, de un realizable plan de construcción de viviendas, pues los ingresos han sido únicos en la historia de nuestro país, pues no, ante tal incapacidad, a darle con todo al sector inmobiliario, a las constructoras. Ante el negligente y rotundo fracaso en brindarle a la ciudadanía el suministro eléctrico que un país petrolero se merece, tienen la desfachatez, el caradurismo y la desvergüenza de gritar que no hay electricidad por culpa de saboteadores, de las fuerzas democráticas venezolanas y de los propios trabajadores de la empresa eléctrica. Ahora bien, lo que marca un hito en el récord mundial del cinismo, en las tácticas goebbelianas, en desempeños sicofánticos, lo hemos visto en el transcurso de esta semana con el lamentable episodio de El Rodeo.

Ahora resulta que ese armamento de grueso calibre y dimensión se introduce a los penales por ardides de las ONG o por los diputados de la oposición, que logran burlar la infalible vigilancia de la Guardia Nacional. De acuerdo a la versión oficial, en El Rodeo los funcionarios decomisaron decenas de armas -escopetas, fusiles, granadas, pistolas, 5.000 cartuchos de fusil- así como droga y un centenar de teléfonos celulares. Resulta que no es el ministro de Interior y Justicia el responsable de la administración carcelaria del país, sino los diputados de la oposición... ¡qué rodeo pretenden darle a El Rodeo!

El país ha retrocedido y está tocando fondo, y ahora resulta inadmisible diluir, relativizar u obviar la culpa originaria, la de este régimen de incapaces, ineptos e irresponsables. Ante la impotencia, la frustración, la tristeza que todos sentimos frente a la ineludible realidad de un país destrozado -física y psíquicamente- tan sólo nos queda transformar en acciones colectivas ese descontento individual, respetando las diferencias y sin olvidar que lo social es un espacio plural. La crisis parece ser infinita, pero sin duda puede revertirse puesto que fue provocada por hombres, y por lo tanto, está también en nosotros, la posibilidad de revertirla.

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