La conducta del Dr. Henrique Salas RÖmer, los setentones adecos
de Carabobo y los muchachos del sector cultura oficial: Tres hermanos
hijos de 4R imágenes de los tres ángeles para
recobrarla:Senoy, Sansenoy, y Semangelof,y un aparecido Paco
que no Cabrera que debería poner
sus luengas barbas en remojo al ver la historia triste de Guillermo
Vizcaya...en el otro lado de la barda.
Lean Biblia y asi evitaremos otra vez el caso de la Alcaldía de
Valencia y el triunfo del pobre ¿Ingeniero? Parra porque al viejo
Salas le dio la gana dividir a la oposición, como está haciendo ahora
a través del sector cultural.
(Parte I)
Yahveh concordó que una
criatura del Edén no debería partir tan fácil del reino, y dispuso tres ángeles para
recobrarla. Estos tres, Senoy, Sansenoy, y Semangelof, pronto encontraron a Lilith
en su cueva y le exigieron su retorno con Adán por órdenes de Yahveh. Si se
rehusaba, le informaron, matarían a un ciento de sus hijos demonios cada día hasta
que decidiera regresar.
Lilith, La Sombra De Eva
Lilith 1, aquella que surgió al mismo tiempo que Adán de las
manos del
Creador es, según el mito, una criatura espontánea y libre,
de fascinante belleza,
que posteriormente se convirtió en un ente maléfico, en un
ser de la oscuridad pero
que, en todo caso, guarda en sí, como símbolo, un sentido
que la emparenta con la
Gran Madre de las civilizaciones antiguas, sobre todo en su
aspecto tenebroso.
Lilith no se ajustó como compañía para Adán. Había poco en
lo que Adán
podía convenir en su intento de aparearse con Lilith, Adán
pidió estar arriba, pero
Lilith se negó "Fuimos creados iguales, y entonces
debemos hacerlo en posiciones
iguales.
Se le considera la primera esposa de Adán anterior a Eva
quien abandono el
Edén por iniciativa propia vivió junto al Mar rojo y se unió
con Asmodeo 2, un
demonio. Posteriormente se convirtió en demonesa".
Introducción
No sabemos casi nada de Lilith; salvo una brevísima mención
en el libro de
Isaías, La Biblia cristiana no dice nada más sobre la mítica
primera dama de la
historia de la Humanidad y a la que, por tanto, le cupo el
honor de ser también la
primera pareja de Adán, antes que Eva se oficializara para
la posteridad recogiendo
para sí tal papel. No existen apenas datos originales de
esta figura que ha llegado
hasta nosotros procedente, sobre todo, de la vieja tradición
talmúdica; aunque no es
exclusivamente oriunda de tal contexto, ya que,
comparaciones, equivalencias y
similitudes aparte, nos encontramos claramente identificada
a nuestra protagonista
en la vieja simbología súmera y babilónica integrrando,
incluso, ciertas versiones 2
del ciclo de Gilgamesh. Con lo cual, nuestra dama goza de
una antigüedad
considerable.
Parece que, siguiendo con su propio mito, que nos la muestra
como una
guapa fémina muy enigmática y bastante siniestra, fatídica y
perversa, indómita e
impetuosa, celosa de su independencia, rotundamente
atrayente, de ardientes
deseos y de contundente seguridad en sí misma, que se rebela
contra el rol asignado
para las de su sexo, capaz de plantarle cara al mismísimo
Creador si es preciso
(como así hace) y de marcharse incluso del Paraíso para
refugiarse finalmente en
los abismos más profundos y sentar allí sus reales, también
se ha ocultado para
nosotros en el fondo de los siglos portando con ella su
secreto.
Mas no por ello ha dejado de ser popular, pues a Lilith se
han referido, entre
otros interesados, feministas de pro entre las que algunas
no han dudado en
declararla su heroína favorita, sagaces psicoanalistas tal
vez fascinados por su
catálogo de cualidades y, cómo no, todo tipo de estudiosos
dde la Mitología y de la
Simbología.
Lilith en la simbología y mitología
Lilith pertenece a la tradición judaica aunque, según
algunos, haya sido
"tomada prestada" de la mesopotámica, dentro de la
cual es posible hallarla
morando entre las ramas de un árbol que la mismísima Inanna
plantó en un jardín 3
sagrado de la ciudad de Uruk después de haberlo rescatado de
lalas aguas del
Éufrates, para hacerse de él un trono y un lecho, una vez
crecido.
Se han hecho muchas traducciones, equivalencias y
comparaciones del
término "Lilith", y ninguna de ellas demasiado
agradable, pues se la conoce como
Ave de noche (ahora sin especificar), ser monstruoso, ente
espectral, fantasma
nocturno, diablesa, etc.; se la ha llegado a emparentar con
las tentadoras, sensuales
y libidinosas súcubos, tan famosas en el Medioevo,
erigiéndose nada menos que en
Reina de las mismas.
Ha sido vinculada también con unos seres parecidos a los
demonios del
mediodía griegos (esta vez diurnos), ninfas de los campos de
tersos cuerpos etéreos
relucientes de sol; criaturas indomables, inocentes,
ardientes y salvajes, que
fascinan y enloquecen a los campesinos enamorándolos sin
remisión. Algunas
tradiciones cuentan, a este respecto, que entre el cabello
de Lilith se encuentran,
enredados, los corazones de los jóvenes que sucumbieron a su
hechizo.
Se le ha comparado con las terribles lamias de la tradición
grecorromana
(recordemos a la reina Lamia que por su crueldad fue
transformada en fiera y que
devoró luego a sus hijos) y con las lamias de las creencias
medievales, tanto seres
de rostro de mujer y cuerpo de dragón como maléficas féminas
que se alimentan de
niños, que conviven con dragones acumuladores de tesoros en
cuevas, y que tienen
como distintivo un peine de oro, estando muchas veces
provistas de unas patas (en
lugar de pies) que terminan en pezuña hendida; guardan
cierto parecido con
algunas representaciones de las regentes y protectoras de
fuentes y manantiales
gallegas y cántabras, herederas de la tradición celta, y con
algunos personajes
femeninos de cuentos y leyendas que, a veces, aparecen con
uno de sus pies
correspondiendo al de un macho cabrío o al de una oca,
siempre aludiendo a la
presencia de un componente animal todavía activo, algo
arcaico aún no del todo
eliminado de ellas.
Se le ha encontrado cierta semejanza a Lilith con las Xanas
(Janas: Dianas)
astures y las lamias del folklore vasco, aquellos seres
similares a las hadas, a las
ninfas y a criaturas de la Naturaleza semejantes, servidoras
y a veces representantes
de la propia Diosa Mari (la Gran Madre y también la Madre
Tierra), que castigan y
premian a los humanos (uno de sus regalos favoritos es la
posibilidad de transmutar
el carbón o paja de sus favorecidos en oro); que habitan en
montañas, cavernas,
cuevas y oquedades diversas, así como en manantiales y
fuentes; y que a menudo
aparecen hilando o alisando su largo cabello con unos peines
de oro que semejan la
media luna, o recorren los cielos, aureolada su cabeza con
el blanco resplandor de 4
la luna llena, o bien cruzan el firmamento portando una hoz
de oro mientras
arrastran consigo las tempestades y se envuelven en unas
lenguas de fuego que
desdibujan y afilan sus miembros inferiores.
Además, se ha equiparado a Lilith con seres semejantes a las
ondinas o a las
nereidas, imaginándosela entonces con la parte inferior de
su cuerpo
correspondiendo a un animal acuático, tanto un pez como una
serpiente marina.
Se la ha asociado, aun, con serpentinas figuras infernales
de torso humano
similares a la Equidna griega o a otras habitantes del mundo
inferior (la mansión de
los muertos, el inframundo y también el inconsciente) como
Hécate, por ejemplo,
provocadoras de pesadillas, portadoras de terrores
nocturnos, generadoras de
espanto y relacionadas con los vínculos que se ansían pero
que aprisionan, con la
fuente del deseo, con la fuerza de las pulsiones, con la
intensidad de los motivos
humanos íntimos que instan a su satisfacción y que pueden
llegar a ser destructivos.
(Resaltemos aquí el hecho de que, entre su mucha
descendencia monstruosa, como
el Can Cerbero, guardián del Hades, Equidna fue la madre del
buitre que ha de
devorar por toda la eternidad las entrañas de Prometeo
encadenado al Cáucaso).
Hay que señalar que Lilith en algunos aspectos está
vinculada con todas las
Diosas Madres que conllevan un matiz de oscuridad, que
reinan sobre los
elementos (riquezas includas) del mundo subterráneo y que se
relacionan con el
aspecto vida y muerte de las cosas. Son cuna y sepulcro,
principio y fin.
Por último, no olvidemos que Lilith es representada
popularmente como una
seductora mujer, sin más vestido que su propia piel,
provista de abundante pello
rizado (rojo por más señas) que se extiende como un manto a
su alrededor; y que
tiene por costumbre sentarse sobre la concavidad de la media
luna.
Se trata de la luna oscura, que aparece visible al tercer
día de la luna nueva
en el horizonte oeste, mostrando una breve franja de luz
arqueada, permitiéndonos
contemplar las sombras que envuelven al resto de la esfera.
El Talmud la describe como una bella y encantadora fémina de
opulenta
figura y espectacular cabellera ondulada y la cree madre de
gigantes y monstruos.
Algunas versiones de este texto nos la emparentan con un animal
de pelo muy
abundante perteneciente a una antigua especie no precisada,
ya extinta y
probablemente desconocida en la actualidad.
En la demonología cabalística se la designa como uno de los
siete demonios
tradicionales, en concreto el adversario del genio de Venus,
siendo ambos regentes 5
del viernes. En tal versión, Lilith tiene faz humana, lleva
el busto desnudo y su
cuerpo termina en una larga cola de serpiente.
También en la Cábala se la llama la reflexión femenina de
Samael o SamaelLilith. Satanás es el adversario por excelencia y una de las
versiones de Samael, y
Lilith asumiría características de "doble opuesto"
y "doble contrario". Desde aquí
se la entiende de nuevo como un ente maligno semianimal o
medio humano.
En el Zohar se la conoce como Hayo Bischat: "la
Bestia", y también la "Mala
Bestia", y se afirma que de ella descienden nuestros
actuales monos.
Tenemos que Lilith se nos aparece como seductora mujer,
bello animal,
ambiguo ser a medio camino entre el humano y la bestia, ente
monstruoso,
diablesa, fascinante demonio hembra y espectral habitante de
las sombras,
generadora de seres aberrantes. Pero siempre se muestra
impulsada por la pasión y
rodeada por un magnético halo de misterio, de transgresión,
de oposición,
malignidad, peligro, desacato, rebeldía, tentación y deseo.
Y por el contrario, también de frescura, espontaneidad,
independencia,
libertad y tal vez autenticidad; pues todo simbolismo es
ambivalente y polivalente,
como ya se ha señalado, cosa que los pocos elementos
concretos y muy
modificados de su mito a los que podemos acceder nos
confirman.
Mas no por dejar de pertenecer al plano físico se privó
Lilith de las delicias
de la fecundidad, ya que según nos muestra la tradición
engendró seres en tales
correrías nocturnas. Y lo hizo, para más precisión, durante
los 138 años que -dice la
Cábala- tardó Adán en engendrar a Seth después de que
hubieran nacido Caíín y
Abel, cifra que nos da una idea de la longevidad (mítica) de
nuestro antepasado y
de la espaciada capacidad generativa de ambos progenitores.
Es extraño que en vista de los anteriores avatares Lilith no
sea nada grata en
la tradición hebrea. Está feo, desde este contexto, tener la
osadía de querer
asemejarse al varón reclamando paridad con el mismo,
discutir el rol a tomar
respecto a éste, desobedecer las órdenes del Hacedor con
tanto atrevimiento,
abandonar el Paraíso… Pero lo más terrible de todo es el hecho de invocar el
Nombre de Dios, innombrable en toda la tradición judía, por
considerar que el
Nombre verdadero de cualquier ser contiene las
características de lo nombrado, y
por lo tanto es posible conocer su esencia y adquirir poder
sobre ello. Pronunciar el
nombre de Dios se convierte, pues, en una osadía suprema, un
acto de soberbia 6
mucho mayor que el de hacer directamente oídos sordos ante
sus mandatos; algo,
en fin, demasiado grave.
Un primer análisis del mito nos muestra que Lilith ha
abierto las puertas de
lo prohibido. Lilith ha roto con lo estipulado por el
Creador para la raza humana.
Ha quebrantado lo establecido, se ha querellado contra el
orden natural de las
cosas, ha abandonado el lugar propio de la Humanidad, ha
transgredido los límites
impuestos a los seres humanos (algo que también hará Eva en
su momento) y por
ello se ha colocado fuera del mundo de los hombres y se ha
convertido a sí misma
en apátrida, en exilada, en extraña…
Es por su actitud frente a las normas por lo que se
considera a Lilithenemiga
del matrimonio, adversaria de los nacimientos, contraria a
los hijos, instigadora del
deseo proscrito y fomentadora del desacato, en general,
frente a las reglas sociales
establecidas. Por todo ello, en definitiva, en el contexto
judaico se la tiene por un
ser nefasto y un ente maligno en general; de ahí su
asociación con lo diabólico y su
vinculación con la tentación y la transgresión, a evitar,
por supuesto, si se pretende
mantener un orden sociocultural determinado.
Vemos entonces varios aspectos a considerar en el análisis
del mito de Lilith.
a) Antropológico
Su situación de primera mujer antes del nacimiento de Eva la
presenta como
un ser previo a la adquisición de la conciencia humana, como
un
representante de una "humanidad previa"; por
decirlo así, un grupo de seres
anteriores a la humanidad que todos conocemos y de la cual
todos
participamos en la actualidad.
b) Religioso
Ciertas particularidades de las personificaciones de Lilith
podrían
emparentarla con características, atributos y potencias
relacionadas con la
Magna Dea, la Diosa en su aspecto oscuro en la plena
acepción del término,
como por ejemplo su capacidad generativa, su relación con la
sabiduría
profunda, su vinculación con la vida y la muerte, su
asociación con lo abisal,
etc.
c) Psicológico
Lilith contiene en sí elementos suficientes que, sin hacer
una valoración
moral, sí nos permiten en cambio pensar en un patrón típico
de lo femenino 7
caracterizado por rasgos como la independencia, la
autonomía, la auto
pertenencia, la confianza en el propio criterio, el sentido
crítico, la
vinculación con el propio ser y el propio deseo que desde
nuestra mentalidad
la hacen conceptualizar como individuo libre. El mismo hecho
de su
"ocultamiento" en las profundidades nos mostraría
que el factor Lilith puede
estar en determinadas mujeres reprimidas, ocultas en su
propio interior, mas
permanece latente y actúa desde las propias profundidades.
d) Social
Lilith nos remonta a la tan mitificada, por otra parte,
etapa matriarcal de la
Humanidad, cuyos restos casi podemos exhumar si hacemos
arqueología
cultural y, aún ahora, contemplamos implícitos en algunos
textos de la
Literatura clásica y en el simbolismo de las Diosas lunares.
El simbolismo de Lilith, por tanto, apuntaría a un momento
previo al actual
orden social patricéntrico que ha prefijado determinadas
pautas de relación entre
hombres y mujeres. Y por "actual" entendemos
vigente, en el sentido de que
corresponde a unos códigos todavía en uso en los patrones
culturaes judeocristianos y en las sociedades a ellos adscritas; códigos que se
remontan a los
orígenes mismos de esta tradición. No hay más que ver cómo
ha "desaparecido"
Lilith, cómo aparece Eva en el Génesis, la interpretación y
la divulgación tan
particular que durante siglos se ha hecho de los actos de
nuestra primera madre
como portadora del mal y fuente del pecado para la
Humanidad, además de las
consecuencias sociales e individuales provocadas con tales
transmisiones.
El Mito Lilith
"Adán, mientras tanto,
halló que él lamentaba la partida de Lilith. Fue con
Yahveh y expuso su caso pidiendo el retorno de Lilith.
Yahveh concordó que una
criatura del Edén no debería partir tan fácil del reino, y
dispuso tres ángeles para
recobrarla. Estos tres, Senoy, Sansenoy, y Semangelof,
pronto encontraron a Lilith
en su cueva y le exigieron su retorno con Adán por órdenes
de Yahveh. Si se
rehusaba, le informaron, matarían a un ciento de sus hijos
demonios cada día hasta
que decidiera regresar.
Lilith exclamó que incluso esta suerte era mejor que
regresar al Edén y a la
sumisión a Adán. Tan pronto como los Ángeles cumplieron su
amenaza, Lilith
también hizo una terrible proclamación. En respuesta por el
dolor infringido, 8
mataría a los hijos de Adán. Juró atacar a los niños, e
incluso a sus madres, durante
el nacimiento. Juró también que los recién nacidos estaban
en peligro de ser objeto
de su ira, las niñas por veinte días y los niños por ocho.
No solo esto, sino que
también atacaría a los hombres en su sueño, robándoles
su semen para dar
nacimiento a más niños demonio, que reemplazarían a esos
asesinados cada día".
Lilith y la astrología
Lilith no es un planeta, sino un punto sensible que se puede
identificar
mediante determinados cálculos. Para fijar su posición en el
horóscopo se
contempla la órbita elíptica de la Luna alrededor de la
Tierra y el eje que forman
los dos puntos más lejanos de la Tierra en esa elipse.
Lilith se encuentra en el eje en
aquel punto que está a la misma distancia de la Tierra y del
centro de la elipse.
Lilith tarda unos 9 años para dar una vuelta completa a los
doce signos.
Lilith recibe también el nombre de Luna Negra (coincidiendo
con el símbolo
empleado para representarla), una denominación que da alguna
idea de su
significado en el horóscopo.
Se refiere al lado oscuro y desconocido de la
naturaleza femenina. No es sólo fuente de la vida, sino
también de la muerte, el
dolor y la desgracia.
En la astrología babilónica y asiria, Lilith jugó un papel
importante, el cual
fue redescubierto en los años sesenta y setenta.
La Lilith astronómica
La Luna describe una trayectoria elíptica alrededor de la
Tierra. Una elipse
tiene dos puntos focales, y el otro punto focal no ocupado
por la Tierra ha sido
llamado Luna Oscura, Luna Negra o Lilith. Esta es una
definición un tanto
simplificada, puesto que, realmente, la Luna y la Tierra se
mueven ambas alrededor
de su centro común de gravedad, y la trayectoria de la Luna
no es una elipse exacta
sino más bien irregular. Es necesario distinguir entre la
órbita media de la Luna,
que es una lenta elipse alargada, y la órbita real, que
oscila alrededor de la órbita
media, debido a interferencias de distintas clases. Así como
h hay un Nodo Lunar
"medio" y "real", así también hay una
elipse "media" y "real" y una Lilith "media"
y "real". Escribo "real" entre comillas
porque el Nodo de la Luna sólo es "real"
unas dos veces al mes, cuando la Luna se encuentra realmente
en él, pues el resto
del tiempo es tan "irreal" como el Nodo medio.9
De hecho, cuando se trabaja con un punto tan cercano a la
Tierra, uno
también debería tener en cuenta el gran paralaje, o sea,
considerar desde qué punto
de la Tierra uno observa realmente un punto dado del cielo.
La Astrología observa
los planetas geocéntricamente, como si fuera desde el centro
de la Tierra, y no
topocéntricamente, desde el punto de vista real del
observador.
La Luna Oscura ha sido definida también como el apogeo de la
órbita Lunar,
o el punto de la órbita más alejado de la Tierra. Ambos
puntos, el apogeo y el
segundo punto focal,
están en el eje mayor de la elipse orbital, la línea de ápside.
Vistos desde la Tierra están en la misma dirección, y por lo
tanto ocupan el mismo
lugar en el Zodíaco. El segundo punto focal se encuentra a
una distancia de unos
36.000 km de la Tierra, y el apogeo a unos 400.000 km.
Aparte de esto, ambas
definiciones pueden considerarse como equivalentes. Como la
órbita de la Luna se
mueve hacia delante continuamente en el espacio, la Luna
Oscura se mueve a lo
largo del Zodíaco a unos 40º por año. Una revolución
completa tarda ocho años y
diez meses.
Temas consultado:
1. Biblia, Isaías 34:14
2. Escrito de Paloma de Miguel. Psicóloga
3. Costas Antola, Adela; Cubiló, María: El mito de Lilith.
La curiosidad, su
fuga y expulsión. Publicación interna de la Asociación Psicoanalítica de
Buenos Aires. 1989
4. Wikipedia
Notas:
1. lil, que significa 'viento', 'aire' o 'espíritu', de
acuerdo alos judíos Lilith era
una criatura maligna y se asocia con la palabra 'noche'.
2. Asmodeus (Asmodai, Sydonai, Chammadai, Asmodeo, o
Asmodaeus) es un
demonio, conocido comúnmente por aparecer en el Libro de
Tobit del
Antiguo Testamento. También es mencionado en el Talmud y en los
tratados
de demonología. Su origen se halla en la religión mazdeísta
(zoroastra) de
los persas. Probablemente, llega al judaísmo durante el
tiempo en el que este
pueblo se halló bajo la dominación persa, y más tarde,
pasaría al
cristianismo
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