domingo 30 de octubre de 2011
Ciclo Escorpiano
JOSÉ HERNÁNDEZ
Si bien el Sol entró al signo de Escorpio el domingo 23 de octubre y se inició este ciclo, Venus y Mercurio ya se habían incorporado al mismo el 9 y el 13, propiciando, en un sentido de generalidad, una recarga de los influencias escorpianas, las cuales contienen ni más ni menos, los valores de sensibilidad, emotividad y despertamiento de consciencia.
No se trata propiamente de un Stellium (acumulación de planetas en un signo), pero no deja de ser significativo porque de alguna manera necesitamos un bálsamo. Una caricia aunque sea muy atípica, para "tomar aire", retroalimentarnos, ir a fondo de nosotros mismos para tratar las heridas abiertas, y compartir profundamente con la persona más querida.
Venus y Mercurio además se encuentran en conjunción, y eso ayuda mucho sobre todo el último (porque Venus tiene una cierta debilidad). Ambos transitarán unidos de la mano, en el transcurso de los próximos días, y eso colabora para la paz y la fraternidad.
Pero para tal efecto hay que armonizarse con los influjos escorpianos. ¿Cuáles son? Los valores internos, no lo superfluo. Lo introspectivo, íntimo y esencial, no lo banal ni lo público. Si en una balanza se hace inclinación hacia lo no trascendente y/o superficial, sería nadar contra la corriente. Los resultados serían adversos porque no promete plenitud en algún aspecto.
Es un buen momento para crecer espiritualmente. Para conciliar y bajar las animosidades. Dejar atrás rencores, querellas, pasiones frustrantes, para reencontrarse con uno mismo es una buena decisión.
Es ir por el cauce y nadar a favor de la corriente. Venus propicia amor, Mercurio clarifica la razón, el Sol borra las sombras, las dudas y lleva a la realidad lo que parece intangible.
Tomémonos un tiempo para reflexionar, para buscar motivos reales de meditación y actuar en consecuencia.
El otro lado de la parte escorpiana, su parte "oscura", es tremebundo y enigmático. Hay quienes dicen que Escorpio cuando no es bueno pasa a lo opuesto, porque es el signo de los dos polos: el escorpión con su ponzoña, o el águila que es el ave que vuela sobre las alturas más elevadas. La metamorfosis del gusano en mariposa o mejor aun la serpiente que pasa a ser águila. La venganza, los rencores que pasan a ser irreconciliables, todas las formas de retaliación y las pasiones ciegas, forman parte del polo más bajo del signo.
Sol, Mercurio y Venus, direccionados a través de Escorpio hacia lo inmanente más que lo trascendente, se constituyen en tres ejes de impulso para todos nosotros. Trabajemos con ellos para el cultivo de los valores y la ansiada búsqueda de la paz y del amor.
jhernandez@el-nacional.com
Fuente: El Nacional
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