La sexy estrategia de Emmanuel
El cantante mexicano presentó en el hotel Eurobuilding su disco "Retro"
Nueve años tuvieron que esperar las fanáticas de Emmanuel
para verlo en tierra venezolana. ¿La excusa? Su disco Retro, nombre con el que también bautizó la pequeña gira que lo ha llevado por parte de Latinoamérica.
Pero entre los fanáticos y Emmanuel el tiempo no ha pasado. La emoción que despierta el cantante mexicano en el público se ha mantenido intacta, a juzgar por la ola de gritos, aplausos y demás muestras de cariño que le entregó el viernes desde las 9:20 de la noche, cuando subió a la tarima del Hotel Eurobuilding de Chuao.
De chaqueta negra de gamuza, camisa blanca por fuera, pantalones holgados, zapatos negros, y el cabello de un inexplicable color rojizo, Emmanuel apareció en escena para interpretar el primer tema de un repertorio que se paseó por toda su carrera musical y que abarcó poco menos de una treintena de piezas, algunas completas, otras en popurrí.
Tengo le permitió encender rápidamente el fuego a Emmanel, quien al tercer minuto del show recurrió a uno de sus ademanes eróticos más elocuentes y efectivos: agarrarse la entrepierna, además de levantar una de sus extremidades inferiores en ángulo recto, y mover sus hombros, que supo dosificar durante casi dos horas para alborotar estrógenos, levantar suspiros y despertar comentarios realmente encendidos.
Fue tras cantar No he podido verte y Bella señora -acompañada en las pantallas con imágenes de "La Doña" María Félix, Vivien Leigh en Lo que el viento se llevó, Marilyn Monroe y hasta Frida Kahlo-, que Jesús Emmanuel Arturo Acha Martínez, el verdadero nombre del cantante, ya de 57 años y pronunciadas patas de gallo, pero no por ello menos sexy, se dirigió al público.
"¡Nueve años!", dijo refiriéndose al tiempo que tenía sin venir a Venezuela. "Nueves meses tarda un niño en nacer, así que pudimos tener nueve niños ustedes y yo en este tiempo", soltó él, para nada inocente, y el comentario fue atrapado de inmediato por una fan que responde: "¡Vente para acá que yo te doy esos nueve hijos, mi amor!".
"Muy emocionado de estar en Venezuela", dijo. "Muy emocionado de verlos a ustedes, de sentirlos otra vez. ¡Espero que no vuelva a ser tan largo el tiempo para la próxima vez que nos veamos", continuó antes de cantar Qué será y dispararse luego un popurrí con segmentos de Hay que arrimar el alma, Solo,Quiero dormir cansado, y, cómo dejarlas por fuera, Pobre diablo y Detenerla ya, dos clásicos que levantaron de sus sillas a mujeres casadas, viudas, divorciadas, enamoradas, resentidas, desencantadas, maltratadas, solas o acompañadas, sin duda, la mayoría del público.
"¡Wow! ¡Estoy emocionado!", expresó entonces con un toque de ensayada humildad, y un fan aprovechó para retribuirle con flores y una bandera tricolor que, de espaldas al público, se amarró al cuello para continuar con Sentirmo vivo, La ultima luna, Chica de humo, Con olor a hierba, Toda la vida, Todo se derrumbó y Tú y yo.
"¡Te amo!", le gritaron una y otra vez. "¡Haz conmigo lo que quieras", le lanzó un mujer de no más de cincuenta años que luego se disculpó con su acompañante: "Tú sabes que te quiero más a ti, ¿verdad?".
Pero fue el estallido vocal de un hombre de voz ronca el que llamó la atención de todos: "¡Emmanuel, te amo!", le soltó, y el cantante mexicano no tardó en responder. "¡No digas eso, chico, que van a pensar mal de ti! ¡Y de mí...!". Apenas un guiño de lo que ha sido la carrera de este hombrazo que luego de tres décadas de trayectoria, y una centena de canciones que hablan de encuentros y desencuentros, románticos, carnales o espirituales, sigue enamorando mujeres... pero que tampoco deja indiferentes a hombres.
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