La entrevista de AMILIBIA
Teresa Yagüe: «El chocolate es bendición, no un pecado»
Profesión: propietaria de «La Bombonera del Barco» (Madrid).
Nació: en 1964, en Segovia.
Por qué está aquí: inventa bombones y da cursos sobre el mundo del chocolate.
Nació: en 1964, en Segovia.
Por qué está aquí: inventa bombones y da cursos sobre el mundo del chocolate.
–El cacao mejora la actividad neurotransmisora del cerebro. ¿Puede mejorar también el cacao mental que padecemos?
–Puede ayudar. Los momentos de placer aclaran la mente.
–Lo suyo es la pasión por el chocolate. Dicen que es el sustituto del sexo...
–Si no se tiene un hombre o una mujer al lado, lo mejor es un bombón a mano.
–Dicen también que es afrodisiaco...
–Sí, activa las endorfinas, anima el área cerebral de la química del amor.
–Ahora se habla mucho del chocolate del loro...
–Parece que hay que recortar hasta las nimiedades. Es lo que toca.
–No sólo vende y elabora bombones, también los inventa. ¿El último?
–Uno de praliné de avellanas con sésamo y pimienta blanca.
–Vayamos a más. ¿Qué bombón inventaría para Mariano Rajoy?
–Uno relleno de cerezas y orujo. Un bombón que da valor.
–¿Y para Rubalcaba?
–Uno relleno de fruta exótica, ideal para animar a la colaboración.
–¿Y para Angela Merkel?
–Uno relleno de té verde, bueno para la dieta.
–¿Y para Iñaki Urdangarín?
–Uno relleno de vainilla y ron: endulza los malos tragos.
–«La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar», decían en «Forrest Gump».
–Y es verdad. No somos dueños de nuestro destino, pero hay que vivir como si lo fuéramos.
–El cacao es bueno, pero hay doctores que dicen que el azúcar mata...
–El chocolate está demonizado por el azúcar. Y el chocolate es bendición, no pecado. Hay que librarle de leyendas: no engorda, no produce granos...
–Y además, usted hace bombones sin azúcar...
–Y se venden bien, no sólo por los diabéticos, sino por el miedo al azúcar.
–Su grupo favorito no será el argentino Bombón asesino...
–¡No! Yo soy más de Dylan, Sinatra y Aretha Franklin.
–Y siempre nos quedará «Paquito el chocolatero»...
–Puede ayudar. Los momentos de placer aclaran la mente.
–Lo suyo es la pasión por el chocolate. Dicen que es el sustituto del sexo...
–Si no se tiene un hombre o una mujer al lado, lo mejor es un bombón a mano.
–Dicen también que es afrodisiaco...
–Sí, activa las endorfinas, anima el área cerebral de la química del amor.
–Ahora se habla mucho del chocolate del loro...
–Parece que hay que recortar hasta las nimiedades. Es lo que toca.
–No sólo vende y elabora bombones, también los inventa. ¿El último?
–Uno de praliné de avellanas con sésamo y pimienta blanca.
–Vayamos a más. ¿Qué bombón inventaría para Mariano Rajoy?
–Uno relleno de cerezas y orujo. Un bombón que da valor.
–¿Y para Rubalcaba?
–Uno relleno de fruta exótica, ideal para animar a la colaboración.
–¿Y para Angela Merkel?
–Uno relleno de té verde, bueno para la dieta.
–¿Y para Iñaki Urdangarín?
–Uno relleno de vainilla y ron: endulza los malos tragos.
–«La vida es como una caja de bombones, nunca sabes lo que te va a tocar», decían en «Forrest Gump».
–Y es verdad. No somos dueños de nuestro destino, pero hay que vivir como si lo fuéramos.
–El cacao es bueno, pero hay doctores que dicen que el azúcar mata...
–El chocolate está demonizado por el azúcar. Y el chocolate es bendición, no pecado. Hay que librarle de leyendas: no engorda, no produce granos...
–Y además, usted hace bombones sin azúcar...
–Y se venden bien, no sólo por los diabéticos, sino por el miedo al azúcar.
–Su grupo favorito no será el argentino Bombón asesino...
–¡No! Yo soy más de Dylan, Sinatra y Aretha Franklin.
–Y siempre nos quedará «Paquito el chocolatero»...
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