| MIRADA EXPUESTA LUIS ARTURO MORA NEUVILLE
El largo camino a uno mismo
JUAN ANTONIO GONZÁLEZ | EL UNIVERSAL
domingo 2 de febrero de 2014
Vivir es un andar. Desde que se nace hay un sendero trazado que, aunque se bifurque a la manera que lo imaginó Jorge Luis Borges, siempre terminará en el mismo destino.
Luis Arturo Mora Neuville es arquitecto. Sabe de medidas, planos y proyecciones. Pero también es fotógrafo. Es decir, también sabe de la poética del paisaje, del poder evocador de las curvas y las líneas de fuga.
La serie Le long de la route (A lo largo de la ruta), integrada por 11 imágenes, es su manera de transformar en metáfora la simplicidad de una construcción rudimentaria como la barda que bordea el camino a una de las playas de Miami, ciudad en la que este venezolano vive desde 2006.
Para él, este conjunto de instantáneas "interpreta parte de este hermoso paisaje que es la vida, donde andamos por caminos descubriendo en muchos casos que estamos rodeados de barreras colocadas de diversas maneras; algunas como éstas: sinuosas al paso del sendero".
Cada una de las partes de la barda reinterpretada por Mora Neuville sugiere un ordenamiento casi musical, como si cada estaca fuera también la tecla de un piano o la nota de un pentagrama que va y viene.
"Somos solo esa arena en el camino, huellas, islas perdidas que vagan en diversas direcciones. A lo largo del tiempo pasamos por diversos lugares y escenarios, y nos encontramos con espejismos que pueden llegan ser el oasis al final del recorrido que determine nuestro andar", concluye el fotógrafo.
mirada.expuesta@gmail.com
Luis Arturo Mora Neuville es arquitecto. Sabe de medidas, planos y proyecciones. Pero también es fotógrafo. Es decir, también sabe de la poética del paisaje, del poder evocador de las curvas y las líneas de fuga.
La serie Le long de la route (A lo largo de la ruta), integrada por 11 imágenes, es su manera de transformar en metáfora la simplicidad de una construcción rudimentaria como la barda que bordea el camino a una de las playas de Miami, ciudad en la que este venezolano vive desde 2006.
Para él, este conjunto de instantáneas "interpreta parte de este hermoso paisaje que es la vida, donde andamos por caminos descubriendo en muchos casos que estamos rodeados de barreras colocadas de diversas maneras; algunas como éstas: sinuosas al paso del sendero".
Cada una de las partes de la barda reinterpretada por Mora Neuville sugiere un ordenamiento casi musical, como si cada estaca fuera también la tecla de un piano o la nota de un pentagrama que va y viene.
"Somos solo esa arena en el camino, huellas, islas perdidas que vagan en diversas direcciones. A lo largo del tiempo pasamos por diversos lugares y escenarios, y nos encontramos con espejismos que pueden llegan ser el oasis al final del recorrido que determine nuestro andar", concluye el fotógrafo.
mirada.expuesta@gmail.com
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